ORAR JUNTOS MUSULMANES Y CRISTIANOS

EL GRAN MUFTI QUIERE REZAR JUNTOA FRANCISCO, EN LA JORNADA DE AYUNO Y ORACIÓN

Ikrama Sabri es el Gran Mufti de Jerusalén, la máxima autoridad de la mezquita de Al-Aqsa, el tercer templo más importante del Islam porque desde la explanada en la que se asienta subió al cielo el profeta Muhammad en el año 621. 

Su palabra es ley para los musulmanes de todo el mundo y el pasado martes por la noche se escuchó en la gran mezquita de Valencia. Allí expresó su pesimismo sobre la resolución del conflicto entre palestinos e israelíes y acusó a estos últimos y a sus servicios secretos de provocar el enfrentamiento entre Hamas y Al Fatah. 

- Profecías-

Podrían pensarse que Francisco ha marcado un gol desde media cancha con la convocatoria por la paz en Siria, nos guste o no el texto del llamado.

Por un lado, el hecho de que el Papa llame a una jornada de ayuno y oración, hace entender a los católicos que estaban al margen del asunto que algo grave está ocurriendo en Siria. Porque aunque la práctica penitencial haya perdido vigencia en los últimos años, cuando se habla de ayuno, se sabe que la cosa no es fácil.

Además, el llamado va a poner de nuevo al Papa en el centro de la escena mundial el próximo fin de semana, justo un día antes de que el Congreso de los EEUU defina sobre la materia. Quizá algunos legisladores sientan el llamado de una conciencia tocada por las oraciones que se levantarán desde Roma y del mundo entero.

Pero donde sin dudas esta convocatoria va a influir, es en la relación entre el Catolicismo y el Islam moderado. Sobre todo la mayoría sunita del pueblo sirio, no podrá dejar de reconocer que el poder espiritual más alto de la tierra ha salido a rogar públicamente, con un acto solemne, por los desamparados, los que sufren, los que viven momentos terribles en la sangrante tierra de San Ignacio de Antioquía.

Quizá por eso, según una noticia difundida hoy por la agencia Fides, el Gran Muftí de Siria Ahmad Badreddin Hassou, jefe espiritual de los sunitas de aquel país, manifestó haberse "sentido profundamente "tocado"  por el llamado del Papa", al punto tal que desea estar a su lado en la vigilia de oración del próximo 7 de Septiembre.

El muftí ha manifestado su deseo enviando un pedido a la nunciatura apostólica en Siria. Pero aunque por razones logísticas o de otro orden, no pudiera viajar, el líder sunita ha pedido a su comunidad que "acojan el pedido de rezar por la paz que el Papa a dirigido a todas las religiones".

Según Fides, "los musulmanes de siria serán invitados a rezar por la paz el 7 de Septiembre, en comunión y simultáneamente con el Papa, en la Mezquita de Damasco y en todo el territorio nacional."

Ha dicho el muftí, "todos advertimos que el Papa es un padre, preocupado por el futuro del pueblo sirio todo y que desea proteger a la sociedad siria en su conjunto, en la diversidad de sus componente, para que no sea destruida por divisiones religiosas y por el radicalismo".

Agregó que los musulmanes sirios ven al Papa como "verdadero líder espiritual, exento de intereses políticos, individuales o colectivos; un líder que habla en pro del verdadero bien del pueblo sirio" .

La agencia Fides dice haber sabido también de fuentes locales que"otros grupos musulmanes, comunidades tribales, los drusos, los ismaelitas, y los demás integrantes de la comunidad siria, se unirán a la oración" solicitada por el Papa.

Se podrá objetar que el gol de Francisco no sería tal si hubiera dicho que la paz verdadera sólo será posible si el mundo se convierte a Cristo.

Si no hubiera certificado, de algún modo, las oraciones de quienes no creen en su Divinidad. Pues al decir que todos recen por la paz a su modo, está significando que Dios recibe con bien las súplicas de los que han rechazado a su Hijo.

Incluso podría plantearse, como hace don Terzio en Ex Orbe, "¿Es posible la abstracción de suponer un rezo unido que prescinda de consideraciones que son objeto esencial de la de fe? ¿A Quien se reza entonces? ¿En Quien se cree al rezar?".

Preguntas que también a nosotros nos inquietan y confunden, pero que no disminuyen en nada la gravedad de la hora resaltada por el pedido del Papa al cual nos adherimos con espíritu católico.

 A ORAR PIDIENDO LA PAZ, ES UN MANDATO, ES UNA ESPERANZA, ES LA VOZ DE UN PUEBLO QUE SUFRE... ESTAMOS CONTIGO S.S. FRANCISCO