POR TODO ESTO NOS PERSIGUEN

 RAZÓN SOCIAL Y POLÍTICA

Los cristianos son un tercio en el mundo, pero sufren el 80% de las persecuciones. Un desinformado podría pensar que la persecución es una represalia a su persecución a otros. Pero nada de eso, en ninguna parte del mundo en que los cristianos son mayoría persiguen a los de otras religiones.

Fuente: Ignitium Today

Hay aquí 7 razones por las que los cristianos son perseguidos de manera desproporcionada.

1. El Cristianismo – Católico, Protestante, Evangélico y Pentecostal – está creciendo de manera espectacular en lo que a menudo se llama el Sur Global Este crecimiento sólo es posible porque los cristianos evangelizan activamente, compartiendo el evangelio de la salvación con los demás. Este impulso misionero es visto como una amenaza y dirige la atención hacia los cristianos.

2. El cristianismo está creciendo rápidamente en algunas de las zonas más peligrosas del mundo, sobre todo en partes de Asia, África subsahariana, e incluso en el Medio Oriente. En estas áreas volátiles, cualquier alteración del frágil status quo es potencialmente desastrosa y los cristianos están sufriendo a causa de ello.

3. El cristianismo es a menudo visto como una forma de imperialismo occidental y se identifica con “Occidente“. Esto hace de los cristianos un objetivo natural para muchos movimientos nacionalistas. El nacionalismo siempre busca unificar la nación mediante la exclusión de las minorías. Crean la unidad a través del odio y los cristianos, que viven para otro reino, son a menudo el blanco de este odio nacionalista. Un ejemplo de esto es el nacionalismo hindú extremo que se refiere a los cristianos como anti-hindúes.

4. Los cristianos están a menudo a la vanguardia de la promoción de los derechos humanos y la democracia, así como en oponerse a la violencia, la corrupción y la explotación de los pobres. Por tales hechos, suelen ser objetivo de los poderosos, ya sean gobiernos o grupos de la mafia, que no dudan en usar la violencia u otras fuerzas de coacción para conseguir lo que quieren. Por ejemplo, los señores de la droga latinoamericanos asesinan sacerdotes católicos y otros líderes cristianos porque son los únicos que defienden los derechos de los pobres.

5. Los cristianos tienen su máxima lealtad al Reino de Dios, que no es de este mundo. Como tales, son vistos con recelo por los gobiernos totalitarios que, como su nombre indica, quieren un control total sobre los cuerpos y las almas de las personas. Esta es la razón detrás de gran parte de la persecución en lugares como China, y más aún en Corea del Norte.

6. Los cristianos, como un todo, rechazan la violencia y las represalias. La persecución es invariablemente del fuerte oprimiendo al débil – o en el caso del cristianismo, los mansos. De modo que persiguen a los cristianos simplemente porque pueden.

7. Los cristianos son perseguidos porque Cristo es perseguido. Satanás “sabe que le queda poco tiempo” y por lo tanto, incapaz de llegar a Cristo o a su Madre (Ap. 12,12), él hace la guerra “al resto de sus hijos, es decir, a los que observan los mandamientos de Dios y guardan el mensaje de Jesús” (Ap. 12,17). Esta es la realidad oculta detrás de toda persecución. El mundo y el diablo siguen persiguiendo a Cristo por medio de su pueblo (Hch 9,4-5), así como Cristo dijo que: “Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán” (Jn 15,20)

Es importante entender las razones sociales, históricas y políticas del por qué están siendo perseguidos los cristianos. La comprensión más plena podría ser capaz de ayudarnos a reducir la persecución y hacer lo que podamos para proteger a nuestros hermanos y hermanas cristianos, no sólo en el alivio a corto plazo, sino ayudar a crear una cultura mundial de la libertad religiosa.

Pero al mismo tiempo, no podemos perder de vista el hecho de que el verdadero enemigo aquí en última instancia, no es el terrorista con la pistola o el burócrata con los decretos; ellos necesitan nuestras oraciones y nuestro amor.

El verdadero enemigo es satanás.

Si nos olvidamos de eso y creemos que las personas son nuestros verdaderos enemigos, entonces vamos a odiar al prójimo y poner en peligro nuestras almas. Vamos a olvidar el corazón de la fe cristiana, el Corazón misericordioso de Jesús que voluntariamente soportó la persecución del mundo por amor a nosotros.