Al cumplir en los próximos días mis primeros 20 años de egresada recordé viejos momentos cuando me encontraba terminando mis estudios en una Universidad Javeriana de mi país y viví una especie de Crisis de fe, y al preguntarle a mis compañeros de aula por ello, me contestaron que ya habían pasado por ese momento (eentonces recordé que algunos fueron a dar a Clínicas de Reposo). Por ello decidí colocarles el siguiente Post.
MariamContigo®
Sois
muchos a preguntarme por qué suceden ciertas cosas en el mundo, y sobre todo
en Mi Iglesia. Yo, Jesús, os doy la respuesta.
Ya os la
ha dado muchas veces Mi Vicario. Leed sus discursos de estos últimos años y
constataréis con qué claridad el Papa ha respondido a esta pregunta. Pero
muchos continúan preguntándolo.
La
repuesta de mi Vicario es la respuesta mía: pero vosotros estáis aún en la
negrura. Por esto intervengo Yo personalmente con este mensaje.
El
que os lo transmite es un simple instrumento que yo he escogido para esta
misión. El mal del que sufre la iglesia y el mundo es uno solo: ¡crisis de fe!
¿Qué
quiere decir crisis de fe? Quiere decir crisis de esperanza, crisis de amor;
quiere decir crisis de sabiduría y de prudencia, de fortaleza, de justicia y de
templanza; crisis de obediencia, de pureza, de paciencia, de piedad y de
mansedumbre.
Quiere
decir crisis de hambre y sed de Dios, quiere decir crisis de arrepentimiento,
de humildad, de mortificación. Estos son los males de los que sufre la Iglesia
en esta su Semana de Pasión. La Semana de Pasión precede a la Semana Santa.
Todos
estos males vosotros los podéis sintetizar en la crisis de fe, de esperanza y
de caridad: se puede simplificar aún en dos palabras: crisis de vida interior,
y más aún en una sola palabra: crisis de Gracia.
Crisis de
gracia
La gracia
es la participación de mi Vida divina al alma. La Gracia es el alma del alma.
Yo, Jesús, soy uno con el Padre y el Espíritu Santo; somos tres personas en
Uno.
Ahora
bien, hijos míos, vosotros habéis sido creados a imagen y semejanza de Dios.
Una es vuestra alma, pero tres son las facultades: inteligencia, memoria y
voluntad.
No tanto
por esto es por lo que os asemejáis a Mí, sino sobre todo por la vida sobrenatural,
esto es, por la gracia.
El hombre
era creado en gracia. Yo, Verbo de Dios, he venido al mundo para daros
nuevamente la vida perdida mediante Mi Pasión, Muerte y Resurrección.
Como Yo,
Dios, soy el Ser infinitamente simple, así vosotros hechos a mi imagen sois
simples en vuestra alma.
Vuestra
alma no es de varios, sino de un solo compartimento en el cual está la Fe, la
Esperanza, el Amor.
Como en
Mí, en quien Amor, Misericordia, Verdad, Justicia, Sabiduría y cualquier otro
atributo son un solo ser, son Dios.
Si en el
hombre está en crisis la Fe, están en crisis la esperanza, la prudencia, la
justicia, la fortaleza, la piedad, la templanza, el amor de Dios, el temor de
Dios. La falta de todo esto en el alma humana (que después quiere decir
ausencia de Dios) ha provocado la tremenda crisis de la que sufre la humanidad
entera.
El
materialismo, encarnación de Satanás, es la ausencia de Dios en el alma humana.
Pero Dios es Amor, Luz y Justicia, es Esperanza y Sabiduría, es Fortaleza, es
Piedad y Templanza y cualquier otra virtud y perfección.
La Mona
de Dios
Jamás,
hijos míos, una crisis de fe tan universalizada ha atormentado a la humanidad.
Satanás, mona de Dios, ha provocado con vuestra complicidad esta pavorosa
oscuridad en las almas.
Os he
hablado de Semana de Pasión y os he dicho que la Semana de Pasión precede a la
Semana Santa. Lo que sucedió en la Semana Santa todos lo sabéis.
Esto,
hijos, os lo he dicho para que dispongáis vuestro ánimo y os preparéis con una
vida de arrepentimiento. Y todos tenéis motivos para arrepentiros. Os lo he
dicho para que podáis prepararos espiritualmente a fin de que, en el momento
de la dura prueba, Yo pueda encontraros con la antorcha encendida.
¡Ay de
aquellos que no tengan su antorcha encendida, ay de ellos porque no se
arrepentirán! Perecerán. Aun siendo Yo Amor infinito e inmutable, os digo que
el tiempo de la Misericordia está para ceder al tiempo de la Justicia.
Para
vuestro consuelo os quiero recordar mis palabras: "Cuando sea levantado
de la tierra atraeré a todos a Mí".
Mi gran
triunfo es en la Cruz. Con la Cruz he vencido al mundo, con la Cruz triunfan
las almas predilectas, con la Cruz triunfará la Iglesia.
La Cruz
la derrotará y mi Madre aplastará de nuevo la cabeza a la Serpiente.
Yo, Jesús
el Salvador, seré de nuevo la Luz, que ahora está apagada y sofocada en muchas
almas incluso de mis sacerdotes.
Yo seré
de nuevo la luz del mundo.
Preguntaos,
hijos míos, por qué no tenéis vocaciones. ¿No os lo habéis preguntado? Es por
la crisis de fe.
Donde la
Iglesia está en cruz Conmigo, las vocaciones no faltan. Reflexionad, hijos. No
os faltan los motivos para ello y no olvidéis que Yo he iniciado mi
camino en la tierra con un acto de infinita humildad. Sin humildad no hay
conversión.
Te
Bendigo.
(Mensaje
de Jesús al Padre Ottavio Michelini – 15/10/1975)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
GRACIAS POR TU COMENTARIO, PRONTO ESTAREMOS COMUNICANDONOS CONTIGO...
CON AMOR, MARIAM...