A muchos predicadores, sobre todo evangélicos, les encanta
estudiar los libros bíblicos en que hay profecías, casi como adivinos
para tratar de predecir el futuro. Ellos tienen los libros bíblicos de
profecías en una mano y el periódico de ayer en la otra, y los comparan.
Ese proceso nunca da muy buenos
resultados, ya que, mientras que los libros proféticos de la Biblia
miran hacia el futuro, también están encerrados en las circunstancias
históricas y culturales de la época en que fueron escritos.
Pero lo interesante de la interpretación de estos libros es que también hablan de temas universales y escenarios atemporales.
Fuente: Fr. Dwight Longenecker
Así, en el libro de Apocalipsis, la gran ramera de Babilonia es
claramente el Imperio Romano durante el tiempo de la escritura, pero el
imperio mundial decadente, demoníaco y mortal simbolizado por Babilonia y
que significa Roma, también es sinónimo de cualquier imperio del mundo,
en cualquier momento que amenace el Reino de Dios con el reino de
satanás.
El anticristo no es sólo un tirano, sino muchos a lo largo de la
historia. También es un espíritu en el mundo, el espíritu que tentó a la
humanidad en el principio, tentó a Jesús en el desierto y aún intenta
dominar el mundo de hoy.
En el Apocalipsis, el anticristo se acompaña de un “falso profeta”.
El falso profeta es descrito en Ap. 13,11-15. También se
conoce como la “segunda bestia” (Ap. 16,13;19,20;20,10). Junto
con el anticristo y satanás, el cual empodera a los dos, el falso
profeta es el tercero en la trinidad impía.
El apóstol Juan describe a esta persona. Se le representa con cuernos
como de cordero, mientras que habla como un dragón. El falso profeta
viene como un cordero, con palabras persuasivas que provocan la simpatía
y la buena voluntad de los demás. Él puede ser un predicador
extraordinario u orador cuyas palabras demoníacamente empoderadas
engañarán a las multitudes. Pero habla como un dragón, lo que significa
que su mensaje es el mensaje de un dragón. El Ap. 12,9
identifica al dragón como el diablo y satanás. En otras palabras, el
falso profeta viene con el mensaje de paz y de luz, pero él es un siervo
de satanás y su mensaje final es el del dragón, el mentiroso, el
destructor de la humanidad.
La misión del falso profeta en la tierra es obligar a la humanidad a adorar al anticristo.
El anticristo es a veces una figura de un hombre político del poder
con el encanto y la influencia sobre la gente, pero también está el
espíritu del anticristo, el espíritu que promete poder, prosperidad,
paz, placer y prestigio.
No es fácil discernir quién es el falso profeta, pero parece cada vez
más claro para muchos estudiosos cristianos, que el falso profeta, al
menos uno de los muchos falsos profetas, es el profeta Mahoma.
Los errores del Islam se han extendido de forma alarmante en todo el
mundo y, aunque las enseñanzas del profeta pueden venir en algún
envoltorio lleno de luz y de paz, el fruto real y las verdaderas
enseñanzas esclavizan a la gente en el legalismo, el miedo y a menudo
promueven el terror.
¿Es Mahoma el falso profeta de los últimos tiempos? Vamos a esperar y
discernir. No es prudente hacer predicciones firmes sobre el futuro.
Algunos podrían argumentar, “El falso profeta tiene que ser una persona viva que aparece en el mundo”.
No necesariamente. El falso profeta puede ser una persona del pasado
cuya religión y su poder influencian globalmente luego. Aunque el
profeta Mahoma está muerto, sus enseñanzas están vivas en el mundo como
nunca antes.
Puede ser que surja otro falso profeta que encarne las enseñanzas de
Mahoma y sería como un nuevo Mahoma. Los musulmanes creen en el
Duodécimo Imam -una figura de tipo mesiánico – aparecerá y marcará el
comienzo de la hora final.
De hecho, hay muchos falsos profetas en el mundo. ¿Es Mahoma o el
duodécimo Imam el que se va a enlazar con la figura anticristo para
dominar el mundo? Vamos a ver y esperar.
Ha habido falsos profetas y anticristos antes. Vaya aquí, donde compara el Califato Islámico con el Tercer Reich.
Sin duda podemos decir que Mahoma es un falso profeta entre muchos, y
al ver el poder de sus devotos y la propagación de su religión en todo
el mundo, es sin duda una consideración importante.
Aunque la mayoría de los musulmanes son gente de paz, el hecho es que
los extremistas islámicos están perpetrando el mal en nombre de su
religión y, siguiendo el ejemplo de su profeta. El caso es que sus
errores y la difusión de sus horrores abrieron las puertas del infierno y
desataron terribles horrores.
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