«A SEMBRAR SU SIMIENTE»
Lc. 8,4-15
Sólo para ilustrar el efecto que
tiene en nosotros la palabra de Dios, piensa por un momento y trata de
recordar cuáles fueron las lecturas del Domingo pasado. La gran mayoría
de los cristianos que asisten a misa no recuerdan absolutamente nada, ni
siquiera la misma homilía. Esto significa que la semilla esparcida se
la comieron los pájaros.
Esto es lo que tiene a nuestro cristianismo católico sumido en la tibieza, esta es la razón de que no haya fruto en la vida de tantos cristianos: los pájaros se comen la semilla apenas salen de la celebración Eucarística. No tiene ni siquiera sentido el pensar en todas las demás causas por las que no da fruto la Palabra de Dios en los corazones de los hermanos. Esto, en gran parte, se debe a que vamos a misa sin Biblia y dentro de la celebración no tomamos ninguna nota. Esto hace que con facilidad el diablo venga y saque de nuestro corazón la semilla sembrada en la misa.
Los católicos somos los únicos cristianos que vamos a la celebración dominical sin Biblia, que la tomamos sólo como un compromiso dominical pero no como una fuente de enseñanza y de crecimiento espiritual. Te invito a llevar tu Biblia a la misa, a seguir las lecturas con ella y a tomar algún apunte y a revisarlo y cotejarlo con tu Biblia durante la semana. De esta manera será muy difícil que el diablo pueda sacar la Palabra de tu corazón.
Esto es lo que tiene a nuestro cristianismo católico sumido en la tibieza, esta es la razón de que no haya fruto en la vida de tantos cristianos: los pájaros se comen la semilla apenas salen de la celebración Eucarística. No tiene ni siquiera sentido el pensar en todas las demás causas por las que no da fruto la Palabra de Dios en los corazones de los hermanos. Esto, en gran parte, se debe a que vamos a misa sin Biblia y dentro de la celebración no tomamos ninguna nota. Esto hace que con facilidad el diablo venga y saque de nuestro corazón la semilla sembrada en la misa.
Los católicos somos los únicos cristianos que vamos a la celebración dominical sin Biblia, que la tomamos sólo como un compromiso dominical pero no como una fuente de enseñanza y de crecimiento espiritual. Te invito a llevar tu Biblia a la misa, a seguir las lecturas con ella y a tomar algún apunte y a revisarlo y cotejarlo con tu Biblia durante la semana. De esta manera será muy difícil que el diablo pueda sacar la Palabra de tu corazón.
Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Abrele tu corazón.
Como María, todo por Jesús y para Jesús.
Pbro. Ernesto María Caro
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