UN BUEN SERVICIO
Recientemente entré a la pastelería de un hotel cinco estrellas ubicado
en el centro de la Ciudad de Santo Domingo, iba camino al gimnasio y me
detuve ahí a comprar una bebida hidratante. Cuando entré sólo estaban
las dos empleadas del local: una dependiente y la cajera. Di los
acostumbrados saludos y me dispuse a tomar los productos de la nevera.
Mientras buscaba los mismos llegaron dos jóvenes a entregar unas cajas
vacías, las cuales estaban colocando encima de la vitrina de exhibición
de los pasteles. Me dirigí a pagar a la caja y coloqué la mercancía
cerca de la cajera. Dicha empleada permaneció inmóvil, recostada de la
pared, ignorando mi presencia, la otra joven se dedicó a bromear con
los muchachos de las cajas. Me quedé parada por un rato mirando a los
rostros de las dos empleadas para ver si alguna reaccionaba, llegué a
pensar que me había vuelto invisible. Para lograr la atención de ellas
tuve que decirle en voz alta, intentando conservar la amabilidad:
¿Alguien aquí puede hacer el favor de cobrarme? Sin pedir disculpas ni
mucho menos, se dispusieron a cobrarme el producto, mirándome como a un
bicho raro.
Fuentes Varias
1. Eres amoroso. Pon el corazón en lo que haces y no pienses sólo en tus intereses. Con dedicación y entrega siempre logras lo mejor.
2. Eres recursivo. Libera tu imaginación y destierra el tedio y la rutina. Que los demás queden asombrados con lo que haces.
3. Eres transparente. Estás en paz cuando hay pureza en tus palabras tus pensamientos y tus acciones. Unes en lugar de dividir y sabes que la envidia siempre acompaña a los incapaces.
4. Amas tu trabajo. Lo asumes como una bendición y una oportunidad para servir con sentido de pertenencia. Tu canción favorita no es “el trabajo lo hizo Dios como castigo”.
5. Eres excelente. Estás pendiente de los detalles, buscas que la experiencia del cliente sea fascinante, valoras tu empresa y te entiendes bien con tus jefes y tus colegas.
-G.G.-
Fi. 2,7-8 Sino que se despojó de sí mismo tomando condición de
siervo haciéndose semejante a los hombres y apareciendo en su porte como
hombre; y se humilló a sí mismo, obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz.
Pr. 11,27 Quien busca el bien, se procura favor, quien va tras el mal, le saldrá al encuentro.
Mt. 6,32-34 Que por todas esas cosas se afanan los gentiles; pues ya sabe vuestro Padre celestial que tenéis necesidad de todo eso.
Buscad primero su Reino y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura.
Así que no os preocupéis del mañana: el mañana se preocupará de sí mismo. Cada día tiene bastante con su propio mal.
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