Quiero
ser para ti como un puente sobre el río. De este lado, tu hoy. Del otro lado,
tu mañana.
Entre
ambas orillas, el río de la vida: a veces está calmo, a veces turbulento;
algunas veces traicionero, otras profundo y barroso. Es necesario atravesarlo.
No
soy Dios ni pretendo jugar a Dios. Sólo Él puede llevarte con seguridad a la
otra orilla. Pero sí
quiero ser el puente que haga más fácil tu trayecto.
Si
tienes miedo, pasa sobre mis hombros. Si no quieres correr riesgos, usa mis
hombros. Si encuentras que no conviene pasar solo,
usa mis hombros. Si me balanceo, no tengas miedo.
Dios
me colocó en tu camino para ayudarte a cruzar el río de la vida. No vaciles en
pisar solamente en mí. Y cuando estés por llegar, si quieres, recógeme.
Pero si me entiendes bien, déjame en donde
estoy: otros pasarán por mí, como tú pasaste. Pero quiero que continúes en tu
caminar. Soy tu puente para muchas travesías de la vida. Si me quieres, entonces,
puedes llamarme amigo.
Ten
calma. Ten calma, desacelera el ritmo de tu corazón silenciando tu mente. Afirma
tu paso con la visión del futuro. Encuentra la calma de las montañas. Rompe la
tensión de tus nervios y músculos con la dulce música de los arroyos que viven
en tu memoria. Vive intensamente la paz del sueño. Aprende a tomar vacaciones
de un minuto, al detenerte a mirar una flor, al conversar con un amigo, al
contemplar un amanecer o al leer algunas líneas de un buen libro.
Recuerda
cada día la fábula de la liebre y la tortuga, para que sepas que vivir más
intenso no quiere decir vivir más rápido y que la vida es más que aumentar la
velocidad.
Voltea hacia las ramas del roble que florece y comprende que creció grande y fuerte porque creció despacio y bien.
Voltea hacia las ramas del roble que florece y comprende que creció grande y fuerte porque creció despacio y bien.
Ten
calma, desacelera el paso y echa tus raíces en la buena tierra de lo que
realmente vale, para así crecer hacia las estrellas.
Hellen Keller (ciega, sorda y muda de naciemiento).
"No dejes a tu amigo, ni al amigo de tu padre;
Ni vayas a la casa de tu hermano en el día de tu aflicción.
Mejor es el vecino cerca que el hermano lejos." Pro. 27,10
Ni vayas a la casa de tu hermano en el día de tu aflicción.
Mejor es el vecino cerca que el hermano lejos." Pro. 27,10
"Él, respondiendo, dijo a uno de ellos: Amigo, no te hago agravio; ¿no conviniste conmigo en un denario?" Mt. 20,13
"Dijo
también al que le había convidado: Cuando hagas comida o cena, no
llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a vecinos
ricos; no sea que ellos a su vez te vuelvan a convidar, y seas
recompensado." Lc. 14,12
"Y
yo os digo: Ganad amigos por medio de las riquezas injustas, para que
cuando éstas falten, os reciban en las moradas eternas." Lc. 16,9
OS DESEO BELLO DÍA DEL SEÑOR
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