BENDECIR A QUIÉN TE MALDICE
¿Cómo nos trató Dios cuando nos
perdimos en el pecado y caminamos en la ignorancia? ¿Nos maldijo
enviándonos al infierno para siempre? No. Él envió a su Hijo a morir por
nosotros, lo que nos muestra su misericordia cuando nos merecíamos su
ira.
Él nos da una oportunidad tras de otra para redimirnos y avanzar en
nuestra conversión, y hasta el momento de nuestra muerte las tenemos.
Ese es el modelo que debemos seguir cuando se trata de los
perdidos. De lo contrario, sólo se repite el ciclo de odio y enojo, que
hoy día está ganando a nuestra cultura contemporánea.
Hay momentos en que quienes tratan de esforzarse en el camino de la
conversión, se llenan de rabia y de inmundicia por las blasfemisas del
mundo, pero si oran, Dios nos persigue con su amor. Como Pablo escribió a
los Romanos,
“Fíjense cómo Cristo murió por los pecadores, cuando llegó el momento, en un tiempo en que no servíamos para nada”
Ro. 5,6
¡Y Jesús estableció el patrón para nosotros!
Aquí hay cinco razones por las que debemos bendecir a los que nos maldicen.
Fuente: Charisma News
Este es el camino de un revolucionario Jesús, emulando el ejemplo de
nuestro Padre. El Sermón de la Montaña es la contracultura, es el
manifiesto del Reino en que Jesús nos llama a vivir con principios
diferentes que el mundo en que vivimos. Y en el sermón de la montaña, Él
dio este mandato explícito:
“Ustedes han oído que se dijo: «Amarás a tu prójimo y no harás amistad con tu enemigo.» Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y recen por sus perseguidores” Mt. 5,43-44
Cuando hacemos esto, estamos emulando Dios mismo, que “hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos” Mt. 5,45
Esto es parte de nuestro llamado a “ser perfectos”, como nuestro Padre celestial es perfecto (Mt. 5,48).
Dios muestra extraordinaria paciencia hacia aquellos que caminan en la ignorancia y la incredulidad.
Hace unos años, hubo una inspiración atea en Internet con miles de
personas que registraban pequeños clips de vídeo de ellos mismos
afirmando blasfemar contra el Espíritu.
Mientras miraban los clips, muchos cristianos tuvieron la sensación
de que en no mucho tiempo a partir de ese momento, muchas de esas
personas serían salvadas, y compartirían testimonios de internet y
darían gracias a Dios por su misericordia.
Como Pablo explica:
“Porque yo fui en un comienzo un
opositor, un perseguidor y un violento. Pero él me perdonó porque obraba
de buena fe cuando me negaba a creer, y la gracia de nuestro
Señor vino sobre mí muy abundante junto con la fe y el amor cristiano.
Esto es muy cierto, y todos lo pueden creer, que Cristo Jesús vino al
mundo para salvar a los pecadores, de los cuales soy yo el primero. Por
esa razón fui perdonado, para que en mí se manifestara en primer lugar
toda la generosidad de Cristo Jesús, y fuera así un ejemplo para todos
los que han de creer en él y llegar a la vida eterna”. Ti. 1,13; 16
Cuando bendecimos, una bendición es devuelto a nosotros en muchas
maneras, cosechamos lo que sembramos, y eso es una de las razones.
Pedro dio esta exhortación a sus lectores:
“No devuelvan mal por mal ni insulto
por insulto; más bien bendigan, pues para esto han sido llamados; y de
este modo recibirán la bendición” 1Pe. 3,9
¿Qué quiere heredar, bendiciones o maldiciones? Eso es lo que usted debe hablar con los demás.
Palabras de gracia y paciencia producen más frutos buenos que
palabras de enojo y frustración. Ciertamente, hay momentos en que es
correcto corregir e incluso reprender, pero siempre se debe hacer en
amor (Ef. 4,15) y con paciencia (2Ti. 2,24-26), recordando que,“Una respuesta amable calma la furia, una palabra hiriente hace que aumente la cólera” Pr. 15,01
Realmente no sabemos lo que está pasando en la vida de una
persona. Hace unos meses una mujer defendió consistentemente aborto en
sitios web cristianos, y unos días después de que la desafiaron sin
agresión, publicó lo siguiente:
“Quiero pedir disculpas por escribir
comentarios locos de matar a los bebés. Yo estaba tratando de vivir sin
Dios y sus principios en mi vida. Pensé en el momento más feliz de mi
vida. Fue entonces cuando iba a la iglesia y vivía para Dios. Por favor
oren por mí. Gracias”.
Aquí había una mujer sufriendo, con ganas de volver a Dios, pero no
teníamos la menor idea de que esto era lo que estaba alimentando su
fuego a favor del aborto.
Por desgracia, con demasiada frecuencia, somos culpables de dar
respuestas a las personas rápidamente y no pensativamente, con lo que se
refuerza su posición en lugar de ayudar a ver su error.
Cuando bendecimos a los que nos maldicen, rompemos el ciclo de la ira
y el odio. Este fue el consejo de Pablo a los creyentes de Roma, a raíz
de Pr. 25,21-22:
“Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber: éstas serán otras tantas brasas sobre su cabeza. No te dejes vencer por el mal, más bien derrota al mal con el bien”. Rm. 12,20-21
Rompamos el feo, ciclo destructivo de la carne y sigamos los pasos de nuestro Señor que perdonó a quienes lo crucificaron.
Es el camino de la vida y la bendición – no sólo para nosotros, sino también para aquellos que se nos oponen.
DIOS OS BENDIGA HOY Y SIEMPRE
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