Cuando
fue el Papa Juan Pablo II a Grecia, hubo una reunión con los obispos ortodoxos en un
Palacio de Atenas. Allí había varios "archimandritas" con rostros muy
serios, que luego supimos lo estaban porque esperaban alguna declaración
del Papa referente a un suceso de la IV cruzada, en la Edad Media,
donde parece que los Caballeros cristianos mataron a varios griegos
injustamente, y era algo que traían clavado. Cuando el Papa
efectivamente dijo algo, en el sentido de que había estado muy mal y que
les pedía una disculpa, los rostros serios se pusieron realmente
felices y hasta aplaudieron: estaban muy contentos.
Al
día siguiente, fue el obispo a devolver la visita al Papa, donde este
se hospedaba, y al poco de llegar les ofrecieron unos refrescos por
cortesía, y mientras el obispo lo aceptaba (ya con la "guardia baja"),
el Papa le comentó que tenía una gran ilusión de rezar el Padre Nuestro
con él en griego, y él también lo quiso y lo rezaron juntos en voz alta.
Este
gesto es importante, ya que hacía diez siglos que no sucedía algo
semejante por tener ellos absolutamente prohíbo rezar con un católico.
*El Papa, antes del viaje, estuvo recitando el Padre Nuestro en griego, para aprenderlo, de modo que no improvisó. *
«SÓLO DIOS ES DIOS»
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