LO QUE VEREMOS AFUERA
Los cristianos de todas las épocas
creyeron que la segunda venida del Señor y el juicio eran inminentes,
que se iban a ver en su propia generación, porque consideraban que el
nivel de engaño y de rebelión contra Dios había llegado a límites muy
altos.
Sin embargo no ha sucedido y los niveles de degradación han ido creciendo de generación en generación.
Fuente: Arqudiócesis de Washington
En general parecería que no inminentemente, sin embargo, hay indicadores que hacen pensar que una tormenta está arriba nuestro.
La enseñanza de la escatología parecería indicar que deberían suceder una serie de cosas primero antes del final:
- una difusión completa del Evangelio a todas las naciones,
- una amplia aceptación por parte de Israel de que Cristo es, de hecho, el Mesías,
- la aparición de la figura del anticristo que engañará a las naciones,
- un desencadenamiento final, intenso y sin precedentes del mal, etc.
Y mientras que algunos afirman que muchas de ellas ya se han cumplido, hacemos bien en prestar atención a la advertencia de San Pablo, que dice:
Hermanos, respecto de la venida de
nuestro Señor Jesucristo y de nuestra reunión con él, os rogamos que no
os dejéis tan fácilmente impresionar ni os alarméis por supuestas
revelaciones, palabras o cartas que os induzcan a pensar que el día del
Señor es inminente, por más que se os diga que son nuestras.
Que nadie os engañe en modo alguno, porque antes ha de venir la
apostasía ha de aparecer el hombre de la iniquidad, el destinado a la
perdición, el adversario, que se levantará contra todo lo divino y todo
lo que tenga carácter religioso, hasta llegar a sentarse en el santuario
de Dios, haciéndose pasar a sí mismo por Dios. (2Tes. 2,1-4).
Por lo tanto, usando la cautela del Espíritu a través de San Pablo, hacemos
bien en no concluir demasiado rápido que el fin está cerca, aunque
seguramente Cristo puede venir de todos modos “de repente”.
Sin embargo, el mismo texto de San pablo describe ciertas cosas que
preceden a las-cosas finales que son más claramente las que tienen lugar
hoy:
La venida de este hombre inicuo, en
razón de la actividad de Satanás, irá acompañada de toda suerte de
prodigios, de señales y de portentos engañosos, y de todas las
seducciones propias de la maldad para aquellos que están abocados a la
perdición por no haber aceptado el amor de la verdad que los habría
salvado.
Por esto mismo Dios les envía un poder engañoso, que los impulsa a creer en la mentira; de suerte que serán condenados todos aquellos que no solamente se resistieron a creer en la verdad, sino que además se complacieron en la iniquidad. (2Tes. 2,9-12).
Por esto mismo Dios les envía un poder engañoso, que los impulsa a creer en la mentira; de suerte que serán condenados todos aquellos que no solamente se resistieron a creer en la verdad, sino que además se complacieron en la iniquidad. (2Tes. 2,9-12).
Ahora estamos viviendo claramente en una época en que un poder engañoso, vendrá sobre muchos.
De hecho muchos parecen profunda y completamente confundidos
en cuanto a los conceptos básicos de la sexualidad humana, la existencia
de Dios, y la dignidad de la vida humana.
Se requiere un poder engañoso a los hombres para justificar el asesinato de niños inocentes en el vientre materno.
Se requiere un poder engañoso para que una persona humana piense que los actos homosexuales son naturales, cuando cualquier vistazo al diseño del cuerpo profundamente indica lo contrario.
Se requiere un poder engañoso para que una persona humana piense que el suicidio debe ser alabado y aún considerado “valiente”.
Un poder engañoso para que una persona vea a un mundo que está tan claramente diseñado y gobernado, atribuyendo todo al sin sentido, ciego, de la mutación totalmente al azar.
De hecho, un poder engañoso está sobre muchos hoy en día.
En otros lugares, San Pablo también habla de los engañados (especialmente en materia de homosexualidad),
Porque, conociendo a Dios, no lo
glorificaron ni le dieron gracias; por el contrario, su mente se dedicó a
razonamientos vanos y su insensato corazón se llenó de oscuridad. Por
esto Dios los abandonó a sus pasiones vergonzosas; pues, por una parte,
sus mujeres cambiaron las relaciones naturales del sexo por otras contra
la naturaleza.
Por otra, también los hombres, dejando las relaciones naturales con la mujer, se entregaron a la homosexualidad, hombres con hombres, cometiendo acciones vergonzosas y recibiendo en su propio cuerpo el castigo merecido por su extravío (Rom 1,21;26-27).
Por otra, también los hombres, dejando las relaciones naturales con la mujer, se entregaron a la homosexualidad, hombres con hombres, cometiendo acciones vergonzosas y recibiendo en su propio cuerpo el castigo merecido por su extravío (Rom 1,21;26-27).
Está claro hoy en día que los requisitos iniciales para la
venida del inicuo están cada vez más presentes. Un poder engañoso, que
vendrá sobre muchos que marcará el comienzo de una rebelión y hará que
el inicuo sea ampliamente aceptado.
Porque, de nuevo, como dijo San Pablo, por estos días no vendrá, a menos que la rebelión sea primero.
Y el texto habla de la causa de este engaño. En el plano humano, el
engaño y la rebelión resulta de ese hecho de que, como dice San Pablo, ellos rechazaron amar la verdad para ser salvos… [ellos] no creeyeron en la verdad sino que se complacieron en la injusticia.
Así que, cediendo a sus pasiones (placeres), y preferiendo la injusticia, no recibieron el amor de la verdad.
Y no se equivoquen que esta negativa se basa simplemente en la ignorancia. No, Dios ha escrito su verdad en el corazón de todo ser humano; Su voz resuena en la conciencia de cada persona humana. Dios también ha escrito su verdad en el libro de la creación.
Porque, San Pablo dice en otra parte,
lo que se puede conocer de Dios, ellos lo tienen a la vista, pues Dios mismo se lo ha manifestado. Desde la creación del mundo, lo invisible de Dios, su eterno poder y su
divinidad, se pueden descubrir a través de las cosas creadas. Hasta el
punto que no tienen excusa (Rom. 1,19-20).
Por lo tanto no estamos tratando con el desconocimiento. Más bien, se trata de la resistencia y el rechazo.
El engaño y la rebelión de nuestros tiempos es el resultado de una
preferencia por los placeres pecaminosos y una resistencia activa a la
verdad escrita en el corazón humano y en la creación. Muchos, muchos
prefieren la oscuridad de la ilusión a la luz de la verdad.
Es defendible que estamos en medio de la rebelión y que, de hecho, un poder engañoso, vendrá sobre muchas, muchas personas.
Es este engaño y la rebelión que prefigura lo que sucederá después: y el hombre del pecado será revelado.
Esto no quiere decir que el inicuo o el anticristo vendrá el próximo
año. Algunos pueden argumentar que los tiempos de oscuridad han ido y
venido antes.
Sin embargo, tanto la rapidez de la rebelión y la fuerte caída en la profundización de las tinieblas presentan un argumento fuerte para el hecho de que, a través de la pecaminosidad humana, se han sentado las bases para la venida del inicuo, cuyas irrazonables demandas sólo tendrán “sentido” para un pueblo que ha abandonado la razón y la claridad de la verdadera fe.
Cuando el texto que dice: “Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira”, significa que Dios está permitiendo este tipo de cosas debido a su respeto por nuestra libertad.
Dios es la causa primera de todo, en que Él sostiene todas las cosas que existen y “facilita” todo lo que sucede.
La Biblia y el mundo antiguo eran más cómodos al hablar de esta
realidad de la causalidad primaria de Dios. Un texto como este no quiere
decir que Dios quiera o se deleita en el engaño o la rebelión.
Significa solamente que Él no retira la existencia de aquellos que hacen lo que él detesta, y como tal Él indirectamente lo facilita. Él hace esto por el bien de un bien mayor: nuestra libertad, que es necesaria para nuestro amor y fe.
Así que aquí estamos en medio de una época de rebelión y
engaño profundo, que puede ser lo suficientemente grave como para marcar
el comienzo de la fase final.
A mantenerse sobrios.
Esto no es una profecía sino la lectura de los
textos, que muestran como llegará la tormenta y luego sacar la cabeza
fuera de la ventana y ver lo que esta sucediendo en el mundo.
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