EN LOS HOSPITALES EL VELO ENTRE LOS MUNDOS ES MÁS TENUE
Los hospitales son focos de actividad espiritual. Cuando la gente
muere o está enferma, los ángeles están muy activos. También hay una
guerra espiritual en ellos. Las enfermeras tienen un blog sobre acontecimientos sobrenaturales en los pasillos de hospitales (más de 2.200 entradas hasta el momento).
También hay casos de que se han
registrado su presencia en fotografías. Hace un tiempo (2008), se
produjo el video de seguridad altamente distribuido que muestra una luz
radiante que parecía angelical y estaba vinculada a la recuperación
milagrosa de una joven que sufría lo que se creía que era neumonía
mortal en el Hospital Presbiteriano en Charlotte, Carolina del Norte.
Abajo se muestra un video.
Fuente: Spirit Daily
Como ABC News informó:
“Un par de meses antes de morir de un tumor cerebral inoperable, Ryan Reynolds de 10 años de edad, estaba en un picnic con la familia y amigos, y durante el paseo le dijo a su madre que podía ver a los ángeles.
Esto no era inusual, ya que Ryan habló a menudo de los ángeles. Pero
cuando las fotos de la familia de la comida campestre fueron vistas,
justo allí, entre las tías y los tíos y los amigos había imágenes en
blanco transparente. ‘Habíamos pensado al principio que era algo que
tenía que ver con el revelado’, dijo Shirley Reynolds, la madre de Ryan,
a ABC en Cincinnati. Sin embargo, la mamá de Ryan no fue la única en
ver fotos con imágenes insólitas. De hecho, tres cámaras
diferentes, utilizando tres tipos diferentes de películas, en fotos
tomadas de tres lugares diferentes, tenían las mismas formas blancas
transparentes. ‘Nunca he visto esto antes en una foto’,
dijo Angie Shafer, una fotógrafa de un diario local. ‘Pensamos que tal
vez hubo manchas en ella’.
¿Debería sorprendernos?
Los ángeles están con nosotros toda
nuestra vida y nos conducen hacia la otra vida, y algunos que han lo han
vislumbrado dicen que sus ángeles les llevaron en tour al cielo (estas
son historias de los anales crecientes de experiencias cercanas a la
muerte). Los espíritus alrededor de la mayoría de la gente no incluyen
al “Grim Reaper” (una calavera con la hoz), sino a un mensajero blanco
radiante o guardián.
Hay historias de enfermeras y otros trabajadores de la salud que
informan sobre sucesos sobrenaturales en el hospital y la presencia de
ángeles. ¡No todos son escépticos! De hecho, la mayoría de las
enfermeras no lo son.
“Como estudiante de enfermería
tenemos poco tiempo para hacer una impresión duradera en nuestros
pacientes. Cada vez que entro en la habitación del paciente estoy un
poco nerviosa porque no estoy segura de la forma en que el paciente me
va a percibir. Yo seleccioné un paciente que quería para aprender,
investigar el proceso de la enfermedad y entregar el informe a la mañana
siguiente. Me sentí preparada y estaba lista para realizar mi
evaluación, las intervenciones y enseñanzas”.
“Cuando entré en la
habitación vi a mi paciente acostada en la cama, de espaldas a mí con su
cobertor sobre la cabeza. La llamé por su nombre para presentarme, pero
no fue hasta que le dije que mi nombre era Milagros, una estudiante de
enfermería y que estaba dispuesta a hacerme cargo de ella, que se quitó
la manta y se sentó en la cama buscando atención. Hubo una conexión
inmediata, a diferencia de lo que había experimentado nunca antes.
Cuando le hube realizado la atención esa mañana hablamos acerca de la
vida, el amor y la familia. Cuando empezó a hablar de su salud noté un
gran cambio, dejó caer su cabeza hacia abajo y su voz era baja, como si
estuviera avergonzada. Luego me reveló que una semana antes ella trató de quitarse la vida. ¿Por qué? Le
pregunté. Ella me respondió que estaba tan abrumada con la progresión
de su enfermedad que se sentía como si no hubiera opción. En la cama
delante de mí, vi a una mujer dulce, con mucho que ofrecer al mundo,
sintiéndose espiritualmente destrozada y derrotada físicamente. Le
expliqué que ella tenía mucho que agradecer a los nietos y un gran
trabajo en el camino y que sus dos hijos mayores velan por ella, por su
fortaleza.”
“Mientras hablábamos el capellán
entró en la habitación y vino a su lado y le preguntó si quería orar. Me
volví para salir de la habitación pensando que quería un poco de
intimidad, cuando ella me pidió que me quedara y rezara con ella. Los
tres unimos las manos, cuando el capellán rezaba, ella lloraba y
lloraba. Cuando la oración hubo terminado y el capellán se fue, yo la
sostuve en mis brazos y le aseguré que el Señor va a hacer un camino
para ella. Al final del día fue difícil salir, pero yo le prometí que
volvería al día siguiente para cuidar de ella. Al día siguiente dimos el
informe de pre-conferencia, y después le comenté a mi profesora la Sra.
Ana, que yo quería hacer algo especial por mi paciente. Ella me dijo
que un día antes al capellán le había dado una cruz, y como ella ya
tenía una, que yo podría tener la otra. Cuando ella me la entregó sabía que sería perfecto,. decía “Jesús me ama”. Corrí a su habitación”
“Cuando entré en la habitación esta
vez ya estaba despierta y cuando me vio su cara se iluminó. Ella me dijo
que ella estaba esperando que yo fuera. Me sonrió y replicó: ‘Usted
estuvo en mi mente toda la mañana’. Le di la atención y hablamos y nos
reímos durante toda la mañana. Ya no se veía triste. Tenía una energía
vibrante alrededor de ella que era contagiosa a todo aquel que entrara
en la habitación. Ella me miró y me dijo: ‘Tú eres un ángel y que me das esperanza.
Tomé la Cruz de mi bolsillo y le dije
que cada vez se sintiera triste, se aferrara a esta cruz y dijera una
oración. Ella tomó la cruz en la mano y se la acercó al corazón, miró al
techo, y dijo: ‘Gracias Jesús, por haberme enviado un Milagro’. Salí
de la habitación, para darle oportunidad de descansar y yo le dije que
estaría de vuelta para ver cómo estaba después. La revisé de vez en
cuando y noté que ella estaba descansando y en su mano cerca de su pecho
estaba la cruz que le di”
“Al final del día hubo una emotiva
despedida, porque me sentía como si estuviera dejando a un amigo
cercano. Al darme la vuelta para irme, dijo: ‘¡Te amo!’ y le respondí: ‘¡Te amo mucho!’. Más
tarde esa noche me di cuenta que no estaba perdiendo a un amigo
cercano, me estaba ganando un ángel. Al igual que hice un gran impacto
en su vida, ella ha hecho una impresión duradera en la mía. En la vida todo sucede por una razón, debido a la Divina intervención, yo la elegí como mi paciente o ella a mí.
Una cruz, un símbolo de esperanza para los necesitados, que Dios cuida
de ellos, dada por mi profesora que ya tenía una, me la pasa a mí y
ahora se la paso a mi paciente que va a aferrarse a ella cuando tenga
que sacar fuerzas. Desde esta experiencia solo sé que siempre voy a
tratar de ser una enfermera compasiva, a pesar de que yo esté con mi
paciente por un corto tiempo, será suficiente para hacer una diferencia.
Elegí la experiencia de aprendizaje, pero en realidad un ángel me
eligió a mí“.
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