LOS HERMANOS DESUNIDOS
Esopo
Un hombre ya anciano, estaba muy apenado porque sus tres hijos no hacían más que discutir. Cada vez estaban más desunidos, y decidió entonces darles una lección.
Fue al bosque y recogió una buena cantidad de ramas. Las ató haciendo un fuerte haz y después llamó a sus tres hijos.
– Mirad, necesito romper por la mitad estas ramas, pero yo ya soy viejo y no puedo con ellas. ¿Cuál de vosotros podría ayudarme?
El hijo mayor, todo vanidoso, agarró el montón de ramas e intentó partirlas en dos, pero a pesar de que tenía mucha fuerza, no lo logró.
Entonces lo intentó el hermano mediano, mirando con desdén a los otros. Nada, tampoco pudo.
El pequeño tomó entonces el haz de ramas. – Sois unos débiles… dejadme a mí- dijo con menosprecio a sus hermanos.
Y por más que lo intentó, tampoco lo consiguió.
Entonces, el anciano desató las ramas y le dio unas cuantas a cada uno de los hijos. Así, sí pudieron romper las ramas por la mitad.
– ¿Veis?- les dijo entonces el hombre- Por separado, las ramas se parten con facilidad. Juntas, eran irrompibles.
Así sois vosotros, como esas ramas.
Moraleja: «La unión hace la fuerza»
REFLEXIÓN
Esta fábula expresa de forma muy clara lo importante que es buscar la unión ante determinadas tareas. Está claro que la unión hace la fuerza. Más aún en el caso de los hermanos, que deben estar unidos para que la familia se mantenga fuerte:
* Juntos, somos más fuertes: La enseñanza que el padre de los jóvenes quería que aprendieran es que desunidos serían mucho más débiles, mientras que juntos y unidos, serían fuertes y por tanto, podrían ayudarse para superar todos los obstáculos que se les presentaran. Y esta enseñanza va más allá de la unión entre hermanos. Se puede extrapolar a la unión en general. Juntos, somos más fuertes.
* La cooperación, un gran valor: Otra de las enseñanzas que los hijos aprendieron en esta fábula de ‘Los hermanos desunidos’ es que cooperando, se pueden conseguir metas más complejas. De hecho, solo consiguieron romper las ramas cuando cada uno de ellos empezó a romper un pequeño manojo, mientras que cada vez que uno de ellos por separado intentaba romper el haz entero, no lo conseguía.
A veces, cuando el objetivo es complejo o difícil, nada como la cooperación y la unión entre varios para lograrlo.
DIOS CONTIGO...
