lunes, 31 de agosto de 2015
ASESINAMOS CON LA LENGUA
Lc. 4,16-30
«Se cumple esta escritura que acabáis de oír» (Lc 4,21). Con estas
palabras, Jesús comenta en la sinagoga de Nazaret un texto del profeta
Isaías: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido» (Lc
4,18). Estas palabras tienen un sentido que sobrepasa el concreto
momento histórico en que fueron pronunciadas. El Espíritu Santo habita
en plenitud en Jesucristo, y es Él quien lo envía a los creyentes.
Pero, además, todas las palabras del Evangelio tienen una actualidad eterna. Son eternas porque han sido pronunciadas por el Eterno, y son actuales porque Dios hace que se cumplan en todos los tiempos. Cuando escuchamos la Palabra de Dios, hemos de recibirla no como un discurso humano, sino como una Palabra que tiene un poder transformador en nosotros. Dios no habla a nuestros oídos, sino a nuestro corazón. Todo lo que dice está profundamente lleno de sentido y de amor. La Palabra de Dios es una fuente inextinguible de vida: «Es más lo que dejamos que lo que captamos, tal como ocurre con los sedientos que beben en una fuente» (San Efrén). Sus palabras salen del corazón de Dios. Y, de ese corazón, del seno de la Trinidad, vino Jesús —la Palabra del Padre— a los hombres.
Por eso, cada día, cuando escuchamos el Evangelio, hemos de poder decir como María: «Hágase en mí según tu palabra» (Lc 1,38); a lo que Dios nos responderá: «Hoy se cumple esta escritura que acabáis de oír». Ahora bien, para que la Palabra sea eficaz en nosotros hay que desprenderse de todo prejuicio. Los contemporáneos de Jesús no le comprendieron, porque lo miraban sólo con ojos humanos: «¿No es este el hijo de José?» (Lc 4,22). Veían la humanidad de Cristo, pero no advirtieron su divinidad. Siempre que escuchemos la Palabra de Dios, más allá del estilo literario, de la belleza de las expresiones o de la singularidad de la situación, hemos de saber que es Dios quien nos habla.
Pero, además, todas las palabras del Evangelio tienen una actualidad eterna. Son eternas porque han sido pronunciadas por el Eterno, y son actuales porque Dios hace que se cumplan en todos los tiempos. Cuando escuchamos la Palabra de Dios, hemos de recibirla no como un discurso humano, sino como una Palabra que tiene un poder transformador en nosotros. Dios no habla a nuestros oídos, sino a nuestro corazón. Todo lo que dice está profundamente lleno de sentido y de amor. La Palabra de Dios es una fuente inextinguible de vida: «Es más lo que dejamos que lo que captamos, tal como ocurre con los sedientos que beben en una fuente» (San Efrén). Sus palabras salen del corazón de Dios. Y, de ese corazón, del seno de la Trinidad, vino Jesús —la Palabra del Padre— a los hombres.
Por eso, cada día, cuando escuchamos el Evangelio, hemos de poder decir como María: «Hágase en mí según tu palabra» (Lc 1,38); a lo que Dios nos responderá: «Hoy se cumple esta escritura que acabáis de oír». Ahora bien, para que la Palabra sea eficaz en nosotros hay que desprenderse de todo prejuicio. Los contemporáneos de Jesús no le comprendieron, porque lo miraban sólo con ojos humanos: «¿No es este el hijo de José?» (Lc 4,22). Veían la humanidad de Cristo, pero no advirtieron su divinidad. Siempre que escuchemos la Palabra de Dios, más allá del estilo literario, de la belleza de las expresiones o de la singularidad de la situación, hemos de saber que es Dios quien nos habla.
Rev. D.
David
AMADO i Fernández
(Barcelona, España)
«Porque un cosa es tener soltura y facilidad
de palabra y aun cierta elocuencia en el decir, y
otra penetrar hasta el corazón de las palabras divinas y
contemplar con la mirada pura del alma los misterios más
profundos y escondidos. Esto no lo da la ciencia humana
ni la cultura de los hombres, sino la sola pureza
del alma, ilustrada por la luz del Espíritu Santo.»
CASIANO, Colaciones, 14
CASIANO, Colaciones, 14
DIOS CONTIGO
ORACIÓN PARA HOY 310815
A San Ramón Nonato
"¿Cómo puedo quedar embarazada?" La infertilidad afecta a un diez por
ciento de la población reproductiva en los Estados Unidos según la
Sociedad Americana de Medicina Reproductiva. Muchas parejas pueden
superar el desafío de tratar de concebir a través de cambios de estilo
de vida.
La infertilidad afecta a hombres y mujeres. En aproximadamente el 40% de las parejas, la infertilidad masculina contribuye o es la única causa de su infertilidad. Cambios en la dieta puede tener un impacto dramático sobre la fertilidad. Estos consejos le ayudarán tanto a mujeres como a hombres a aumentar sus posibilidades de quedar embarazada.
Primero de todo tranquila, no te desesperes. Sé que te está costando mucho quedarte en estado pero intranquilizarte no mejorará la situación. Relájate y respira hondo. Confía en ti misma, vas a ser madre y tu vientre está preparado. Ahora sólo tienes que tener fe y rezar para que el sueño de ser madre se cumpla pronto:
La infertilidad afecta a hombres y mujeres. En aproximadamente el 40% de las parejas, la infertilidad masculina contribuye o es la única causa de su infertilidad. Cambios en la dieta puede tener un impacto dramático sobre la fertilidad. Estos consejos le ayudarán tanto a mujeres como a hombres a aumentar sus posibilidades de quedar embarazada.
Primero de todo tranquila, no te desesperes. Sé que te está costando mucho quedarte en estado pero intranquilizarte no mejorará la situación. Relájate y respira hondo. Confía en ti misma, vas a ser madre y tu vientre está preparado. Ahora sólo tienes que tener fe y rezar para que el sueño de ser madre se cumpla pronto:
¡Oh! Glorioso San Ramón, a cuyo
poder sometió Dios la tierra y los elementos, la salud y la enfermedad, la vida
y la muerte, hallando en vuestra poderosa intercesión, abogado las doncellas,
sucesión las casadas, defensa los que se ven calumniados, cosecha los
labradores, puerto los náufragos, redención los cautivos, vista los ciegos y
fin todos los males; por aquel vuestro ardiente deseo de recibir el Santísimo
Sacramento, que obligó a Jesucristo a daros de sus benditas manos la sagrada
Comunión, os suplico intercedáis por mí para que merezca frecuentar este
celestial convite, y recibirle por Viático al fin de mi vida, y sobre todo que
pueda obtener la gracia especial que os pido y la eterna felicidad de la
gloria.
Amén
Amén
DIOS CONTIGO
domingo, 30 de agosto de 2015
ORACIÓN PARA HOY 300815
PARA LA SALUD
Madrecita santa , Hoy te Pido
¡Oh Virgen del Carmen, María Santísima!
Vos sois la criatura más noble, la más sublime,
La más pura, más bella y más santa de todas.
¡Oh si todos os conocieran, Señora y Madre mía,
si todos os amaran como Vos merecéis!
Ya
que amaros a Vos y llevar vuestro Santo Escapulario es una señal de
predestinación a la gloria, y una gracia que Dios no concede sino a los
que eficazmente quiere salvar.
Vos, pues, que todo lo alcanzáis de Dios,
Conseguidme esta gracia:
Que mi corazón arda en vuestro amor,
Conforme al afecto que Vos me mostráis;
Que os ame como verdadero hijo,
Ya que Vos me amáis con el amor más tierno de Madre,
Para que, uniéndome con Vos por el amor aquí en la tierra,
No me separe de Vos después en la eternidad.
Amén.
DIOS CONTIGO
ECOLOGÍA HUMANA
«ESTE PUEBLO ME HONRA CON SUS LABIOS PERO SU CORAZÓN ESTÁ LEJOS DE MI»
Mc 7,1-8;14-15;21-23
«ESTE PUEBLO ME HONRA CON LOS LABIOS PERO SU CORAZÓN ESTÁ LEJOS DE MÍ» 300815 by Mariamcontigo on Mixcloud
«De ordinario las perturbaciones
del corazón se originan en nosotros, no por el mal
proceder de los demás, sino por culpa propia. Están ocultas
en nosotros las causas de las ofensas y la semilla
de los vicios.»
Casiano, Instituciones, 9
DIOS CONTIGO
sábado, 29 de agosto de 2015
ORACIÓN PARA HOY 290815
PARA LOS CORAZONES LASTIMADOS
Señor
Jesús, Te agradezco por el don de la vida. Tú conoces las personas y
las circunstancias que me han formado ya sea física como emocional y
espiritualmente. Ellas, y las más íntimas experiencias de mi mente y de
mi corazón, me han hecho la persona que soy ahora.
Perdóname,
Señor, por todas las veces que te he fallado, por mi fallos contra mi
mismo y los demás. Al mismo tiempo, perdono a todos los que me han
fallado de alguna manera y me han herido.
Ayúdame
a ver que mi enfermedad tiene una parte muy importante en mi vida. Ella
me ayudará a ser plenamente la persona que Tu quieres que yo sea. No
permitas que yo pierda o desperdicie lo que Tu quieres hacer conmigo
para hacer completa mi vida en esta tierra y para prepara mi vida
contigo en el Cielo.
Ahora
yo no puedo orar de la manera que quisiera. (Estoy dolorido, cansado
confundido). Te pido que aceptes cada mi respiro como un acto de amor y
de confianza en Ti.
Tu
eres mi Salvador. Yo quiero descansar sobre tu amante Corazón en la
seguridad y en la paz, como un niño en los brazos de su padre. Yo sé que
Tú no me abandonarás.
Te amo, mi Señor, quisiera amarte como tu bella Madre te amó.
AMÉN
DIOS CONTIGO
UN AUTÉNTICO DISCÍPULO MISIONERO
«'NO TE ESTÁ PERMITIDO TENER LA MUJER DE TU HERMANO'»
Mc 6,17-29
Toda la vida del Bautista gira en torno a la Persona de Jesús, de manera que sin Él, la existencia y la tarea del Precursor del Mesías no tendría sentido.
Ya, desde las entrañas de su madre, siente la proximidad del Salvador. El abrazo de María y de Isabel, dos futuras madres, abrió el diálogo de los dos niños: el Salvador santificaba a Juan, y éste saltaba de entusiasmo dentro del vientre de su madre.
En su misión de Precursor mantuvo este entusiasmo -que etimológicamente significa "estar lleno de Dios"-, le preparó los caminos, le allanó las rutas, le rebajó las cimas, lo anunció ya presente, y lo señaló con el dedo como el Mesías: «He ahí el Cordero de Dios» (Jn 1,36).
Al atardecer de su existencia, Juan, al predicar la libertad mesiánica a quienes estaban cautivos de sus vicios, es encarcelado: «Juan decía a Herodes: ‘No te está permitido tener la mujer de tu hermano’» (Mc 6,18). La muerte del Bautista es el testimonio martirial centrado en la persona de Jesús. Fue su Precursor en la vida, y también le precede ahora en la muerte cruel.
San Beda nos dice que «está encerrado, en la tiniebla de una mazmorra, aquel que había venido a dar testimonio de la Luz, y había merecido de la boca del mismo Cristo (…) ser denominado "antorcha ardiente y luminosa". Fue bautizado con su propia sangre aquél a quien antes le fue concedido bautizar al Redentor del mundo».
Ojalá que la fiesta del Martirio de san Juan Bautista nos entusiasme, en el sentido etimológico del término, y, así, llenos de Dios, también demos testimonio de nuestra fe en Jesús con valentía. Que nuestra vida cristiana también gire en torno a la Persona de Jesús, lo cual le dará su pleno sentido.
Fray
Josep Mª
MASSANA i Mola OFM
(Barcelona, España)
«Preparad el camino del Señor,
y enderezad sus sendas. Todo aquel que predica una fe
recta y las buenas obras, ¿qué otra cosa hace sino
preparar el camino del Señor que viene al corazón de
los oyentes, para que penetre en él la fuerza de
la gracia, para que le ilustre la luz de la
verdad, para que haga rectas las sendas que conducen a
Dios.»
San Gregorio Magno, Homilía 20 sobre los Evangelios
San Gregorio Magno, Homilía 20 sobre los Evangelios
DIOS CONTIGO
viernes, 28 de agosto de 2015
¿ERES FIEL?
Fíjese usted en lo representativo que es este grupo que él escoge.
Hay un sacerdote, un levita y un laico. Los cuatro representan
diferentes aspectos de la vida de Israel y comparten una gran cualidad.
Nos dice: “pues eran tenidos por fieles”. Eran hombres fieles. Yo he
descubierto que hoy en día la fidelidad no es una cualidad tenida en
alta estima, aunque con frecuencia la alabamos con los labios. A mí me
resulta descorazonador ver las pocas personas que se toman en serio la
responsabilidad de mantenerse fieles, concluyendo lo que están haciendo.
La fidelidad es la cualidad que Dios admira. Pablo dice en 1Cor acerca de aquellos que ministran en la iglesia: “Ahora bien,
lo que se requiere de los administradores es que cada uno sea hallado
fiel” (4,2). Esa es la cosa principal que busca Dios: la habilidad para
cumplir una asignación hasta acabarla, el estar dispuestos a cumplir con
la responsabilidad año tras año, no necesitando ser alabados o que nos
den las gracias o ser animados públicamente a fin de que lo hagamos,
realizando la obra o el trabajo como para el Señor; llegando
puntualmente sin marcharnos hasta que no hayamos hecho el trabajo.
Yo he aprendido a lo largo de los años a buscar cuatro cualidades
diferentes en los dirigentes, tanto si son hombres como si son mujeres.
Lo primero que busco es una mente inquisidora, una persona que se
mantiene mentalmente alerta, que siente curiosidad por la vida, que
siente deseos de aprender todo el tiempo. Una persona así está siempre
leyendo, siempre escuchando y siempre pensando acerca de lo que oye y
tratando de razonar acerca de lo que implica.
Segundo, busco un corazón humilde, alguien cuya conciencia no está
todo el tiempo en primera fila, que sienta que necesita de ser alabada,
honrada y animada a fin de que pueda hacer cualquier cosa, que se enfada
y se desanima si no se reconoce lo que hace esta persona. Busco a
alguien que considere que el servir es un privilegio, que el poder no se
le concede a la persona por su oficio, sino por servir a otros.
En tercer lugar, busco un don evidente: el pueblo de Dios es un
pueblo con dones. No hay ni un solo miembro del cuerpo de Cristo que no
haya sido equipado por el Espíritu Santo con una habilidad especial para
hacer algo. Cuando los cristianos saben lo que es, siempre disfrutan
hacerlo. Ya no es una carga, como tampoco son una carga las alas para el
pájaro; es un deleite. Busco a personas que tienen el don para lo que
nosotros les pedimos que hagan, porque cumplirán con el trabajo y lo
disfrutarán hasta el fin.
Y en cuarto lugar, apoyando a todo lo demás y haciéndolo posible, es
un espíritu fiel. Alguien que no renunciará, alguien que considera su
trabajo como un ministerio de servicio al Señor mismo, que lo está
realizando por gratitud en su propia vida y en su corazón y que, por
difícil que resulte, no lo abandonará.
Dios busca esta clase de personas para cambiar los tiempos en los que
viven. Es lo que hemos sido llamados a hacer hoy. Todos estamos
incluidos en este llamamiento, no solo los que son dirigentes evidentes y
visibles. Lo que se requiere son hombres y mujeres fieles que estén
dispuestos a realizar la labor hasta el fin.
Padre, te pido que Tú crees en mí un espíritu de fidelidad. Ayúdame a cumplir con las responsabilidades que Tú me has dado.
DIOS CONTIGO
ORACIÓN PARA HOY 280815
POR QUIENES SON PERSEGUIDOS
Oh Jesús, salva a los hijos de Dios del Anticristo.
Protégenos de los planes de controlar la Tierra.
Señor, sálvanos de la persecución.
Protege a las almas en tinieblas, del Anticristo,
para que ellas puedan ser redimidas ante Tus Ojos.
Ayúdanos en nuestras debilidades.
Fortalécenos en el espíritu,
para levantarnos y conducirnos unos a otros mientras marchamos en tu ejército a las Puertas del Paraíso.
Te necesito, querido Jesús.
Te amo, querido Jesús.
Yo Glorifico Tu Presencia en la Tierra.
Yo rehúyo la oscuridad.
Te adoro y me entrego en cuerpo y espíritu,
para que Tú puedas revelarme la Verdad de Tu Presencia,
para que siempre confíe en Tu Misericordia en todos los momentos.
Protégenos de los planes de controlar la Tierra.
Señor, sálvanos de la persecución.
Protege a las almas en tinieblas, del Anticristo,
para que ellas puedan ser redimidas ante Tus Ojos.
Ayúdanos en nuestras debilidades.
Fortalécenos en el espíritu,
para levantarnos y conducirnos unos a otros mientras marchamos en tu ejército a las Puertas del Paraíso.
Te necesito, querido Jesús.
Te amo, querido Jesús.
Yo Glorifico Tu Presencia en la Tierra.
Yo rehúyo la oscuridad.
Te adoro y me entrego en cuerpo y espíritu,
para que Tú puedas revelarme la Verdad de Tu Presencia,
para que siempre confíe en Tu Misericordia en todos los momentos.
Amén
DIOS CONTIGO
SER LUZ
Mt. 25,1-13
Jesucristo muestra cómo debe concretarse la "vigilancia" (ya mencionada
en el capítulo anterior del "Discurso Escatológico"). Con la "Parábola
de las vírgenes necias y prudentes" insiste en que al cristiano no le
basta con esperar, debe "actuar"; no basta con "estar" en la Iglesia,
sino que hay que mantener viva la fe y hacer buenas obras.
"Vigilancia" no significa salir del presente, olvidando el cometido actual, sino actuar —aquí y ahora— tal como se debería obrar ante los ojos de Dios. "Vigilancia" implica, sobre todo, apertura al bien, a la verdad, a Dios, en medio de un mundo a menudo inexplicable y acosado por el poder del mal. "Vigilancia" comporta que el hombre busque con todas las fuerzas y con gran sobriedad hacer lo que es justo, no viviendo según sus propios deseos, sino según la orientación de la fe.
—La verdad de tu palabra, Jesús, no es exigible teóricamente: su certeza sólo se prueba en el ensayo, adentrándome en tu voluntad.
"Vigilancia" no significa salir del presente, olvidando el cometido actual, sino actuar —aquí y ahora— tal como se debería obrar ante los ojos de Dios. "Vigilancia" implica, sobre todo, apertura al bien, a la verdad, a Dios, en medio de un mundo a menudo inexplicable y acosado por el poder del mal. "Vigilancia" comporta que el hombre busque con todas las fuerzas y con gran sobriedad hacer lo que es justo, no viviendo según sus propios deseos, sino según la orientación de la fe.
—La verdad de tu palabra, Jesús, no es exigible teóricamente: su certeza sólo se prueba en el ensayo, adentrándome en tu voluntad.
Vigilar no significa vivir con miedo y angustia. Quiere decir vivir
de manera responsable nuestra vida de hijos de Dios, nuestra vida de fe,
esperanza y caridad. El Señor espera continuamente nuestra respuesta de
fe y amor, constantes y pacientes, en medio de las ocupaciones y
preocupaciones que van tejiendo nuestro vivir.
Y esta respuesta sólo la podemos dar nosotros, tú y yo. Nadie lo puede hacer en nuestro lugar. Esto es lo que significa la negativa de las vírgenes prudentes a ceder parte de su aceite para las lámparas apagadas de las vírgenes necias: «Es mejor que vayáis donde los vendedores y os lo compréis» (Mt 25,9). Así, nuestra respuesta a Dios es personal e intransferible.
No esperemos un “mañana” —que quizá no vendrá— para encender la lámpara de nuestro amor para el Esposo. Carpe diem! Hay que vivir en cada segundo de nuestra vida toda la pasión que un cristiano ha de sentir por su Señor. Es un dicho conocido, pero que no estará de más recordarlo de nuevo: «Vive cada día de tu vida como si fuese el primer día de tu existencia, como si fuese el único día de que disponemos, como si fuese el último día de nuestra vida». Una llamada realista a la necesaria y razonable conversión que hemos de llevar a término.
Que Dios nos conceda la gracia en su gran misericordia de que no tengamos que oír en la hora suprema: «En verdad os digo que no os conozco» (Mt 25,12), es decir, «no habéis tenido ninguna relación ni trato conmigo». Tratemos al Señor en esta vida de manera que lleguemos a ser conocidos y amigos suyos en el tiempo y en la eternidad.
Rev. D. Joan Ant. MATEO i García (La Fuliola, Lleida, España)
Y esta respuesta sólo la podemos dar nosotros, tú y yo. Nadie lo puede hacer en nuestro lugar. Esto es lo que significa la negativa de las vírgenes prudentes a ceder parte de su aceite para las lámparas apagadas de las vírgenes necias: «Es mejor que vayáis donde los vendedores y os lo compréis» (Mt 25,9). Así, nuestra respuesta a Dios es personal e intransferible.
No esperemos un “mañana” —que quizá no vendrá— para encender la lámpara de nuestro amor para el Esposo. Carpe diem! Hay que vivir en cada segundo de nuestra vida toda la pasión que un cristiano ha de sentir por su Señor. Es un dicho conocido, pero que no estará de más recordarlo de nuevo: «Vive cada día de tu vida como si fuese el primer día de tu existencia, como si fuese el único día de que disponemos, como si fuese el último día de nuestra vida». Una llamada realista a la necesaria y razonable conversión que hemos de llevar a término.
Que Dios nos conceda la gracia en su gran misericordia de que no tengamos que oír en la hora suprema: «En verdad os digo que no os conozco» (Mt 25,12), es decir, «no habéis tenido ninguna relación ni trato conmigo». Tratemos al Señor en esta vida de manera que lleguemos a ser conocidos y amigos suyos en el tiempo y en la eternidad.
Rev. D. Joan Ant. MATEO i García (La Fuliola, Lleida, España)
Señor, desde la eternidad has sembrado en mi corazón una vocación con
amor eterno, como una semilla destinada a crecer y a dar frutos. Ayúdame a vivir
con el constante deseo de trabajar por ti.
«La misión brota de una profunda experiencia personal: el encuentro vivo y transformante con Cristo»
«La misión brota de una profunda experiencia personal: el encuentro vivo y transformante con Cristo»
Cristo al centro, n. 1608
DIOS CONTIGO
miércoles, 26 de agosto de 2015
¡APAGUEN EL TELEVISOR!
El título de este comentario fue una frase que dijo el Santo Papa Juan
Pablo II: “¡Apaguen el televisor!”. Y si bien el Papa habló así ya hace
varios años, ¿qué diría en estos tiempos en que los medios de
comunicación social, en especial la televisión, se ha convertido en el
instrumento utilizado por Satanás para introducir su veneno en el seno
mismo de cada familia y en cada alma inocente?
Fuente: S.V.
La
Virgen, en uno de sus mensajes al Padre Gobbi, del Movimiento
Sacerdotal Mariano, (que abajo citamos) le dice claramente que la
televisión es el ídolo de que se habla en el Apocalipsis, ante el que
todos los hombres se inclinarán para adorarlo. Y vamos viendo cómo, con
los avances tecnológicos, muy pronto serán muchos los que se postren en
adoración ante el televisor o algo más sofisticado, que hará las veces
de tal, y que será un poderoso instrumento en manos del Anticristo, que
finalmente se mostrará a los hombres con toda su maldad.
En uno de los Salmos de la Sagrada Escritura se dice que habitará en el Cielo aquél que viva en las alturas y que cierre sus ojos a la maldad. Y se puede creer que ello está escrito para estos tiempos, para que apaguemos el televisor y cerremos los ojos a la maldad que de él viene, porque Dios no quiere que conozcamos el mal, porque Él sí lo puede conocer, ya que lo deja indiferente; pero los hombres no quedamos indiferentes ante el conocimiento del mal, nos afecta, nos induce a cometerlo y nos perturba.
He aquí las palabras de la Santísima Virgen al Padre Gobbi, del Movimiento Sacerdotal Mariano, sobre la televisión:
*19 de marzo de 1984
“No participéis nunca en espectáculos profanos, y cerrad los ojos a las
fáciles seducciones del mundo. Sabed sustraeros a la sutil táctica de
perversión moral, hoy difundida, de manera tan peligrosa y solapada, por
la prensa y la televisión.
No malgastéis el tiempo delante del televisor, robando así preciosos momentos a la oración y a la escucha de mi palabra.”
*13 de mayo de 1984
“El ayuno que Yo prefiero es el de abstenerse del mal y del pecado; el
de la renuncia al tabaco y al alcohol, al cine y a la televisión. No
miréis espectáculos televisivos que os corrompen en vuestra interior
castidad e introducen en el alma tanta disipación, sembrando en el
corazón gérmenes del mal.”
*16 de marzo de 1985
“Huid también de las fáciles ocasiones de pecado. Por esto os pido que cerréis los ojos y oídos a la televisión y al cine para preservar vuestra alma en la luz de la pureza y de la gracia.”
“Huid también de las fáciles ocasiones de pecado. Por esto os pido que cerréis los ojos y oídos a la televisión y al cine para preservar vuestra alma en la luz de la pureza y de la gracia.”
*17 de febrero de 1988
“No perdáis el tiempo ante la televisión, que es el instrumento más poderoso en manos de mi Adversario para difundir por todas partes las tinieblas del pecado y de la impureza.
La televisión es el ídolo del que se habla en el Apocalipsis, construido para ser adorado por todas las naciones de la tierra, y a la que el Maligno da forma y movimiento, para que se convierta en sus manos, en un terrible medio de seducción y de perversión.”
“No perdáis el tiempo ante la televisión, que es el instrumento más poderoso en manos de mi Adversario para difundir por todas partes las tinieblas del pecado y de la impureza.
La televisión es el ídolo del que se habla en el Apocalipsis, construido para ser adorado por todas las naciones de la tierra, y a la que el Maligno da forma y movimiento, para que se convierta en sus manos, en un terrible medio de seducción y de perversión.”
*13 de octubre de 1989
Nunca como hoy, la inmoralidad, la impureza, y la obscenidad son continuamente propagadas a través de la prensa y de todos los medios de comunicación social.
Sobre todo la televisión se ha convertido en el perverso instrumento de un diario bombardeo de imágenes obscenas, dirigidas a corromper la pureza de la mente y del corazón de todos.
Nunca como hoy, la inmoralidad, la impureza, y la obscenidad son continuamente propagadas a través de la prensa y de todos los medios de comunicación social.
Sobre todo la televisión se ha convertido en el perverso instrumento de un diario bombardeo de imágenes obscenas, dirigidas a corromper la pureza de la mente y del corazón de todos.
*1 de mayo de 1993
El silencio debe llegar a ser para vosotros el signo de mi presencia materna.
Sea el vuestro un silencio exterior, que os protege del ruido ensordecedor de voces y de imágenes, que llenan continuamente el transcurrir de vuestra jornada.
Sustraeros a las fáciles seducciones de la prensa y de la televisión, este medio terrible usado por mi adversario, para alejaros de Mí y de mi Hijo Jesús.
El silencio debe llegar a ser para vosotros el signo de mi presencia materna.
Sea el vuestro un silencio exterior, que os protege del ruido ensordecedor de voces y de imágenes, que llenan continuamente el transcurrir de vuestra jornada.
Sustraeros a las fáciles seducciones de la prensa y de la televisión, este medio terrible usado por mi adversario, para alejaros de Mí y de mi Hijo Jesús.
DIOS CONTIGO
ORACIÓN PARA HOY 260815
POR NUESTRA CASA
Dios Creador, Salvador y Benefactor de la Humanidad ¡Oh
Padre Celestial!, haz que en mi hogar nunca existan signos de
Maldad. Envía a tus Ángeles, Arcángeles, Serafines y
Querubines, para que sean guardianes de mi casa y para que
Alejen al intruso que por algún motivo trate de arrojar objetos
De maldad o maldiciones que perjudiquen la paz y la
Tranquilidad de los que allí moramos. Envía también tu
Bendición y aleja para siempre las maldades que pueda haber.
No permitas, Dios Querido, que mi casa se ensucie por la
Maldad de mis enemigos.
Amén.
DIOS CONTIGO
TRES TIPOS DE CRISTIANOS
Mt. 23,27-32
Como en los días anteriores y los que siguen, contemplamos a Jesús fuera
de sí, condenando actitudes incompatibles con un vivir digno, no
solamente cristiano, sino también humano: «Por fuera aparecéis justos
ante los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de
iniquidad» (Mt 23,28). Viene a confirmar que la sinceridad, la honradez,
la lealtad, la nobleza..., son virtudes queridas por Dios y, también,
muy apreciadas por los humanos.
Para no caer, pues, en la hipocresía, tengo que ser muy sincero. Primero, con Dios, porque me quiere limpio de corazón y que deteste toda mentira por ser Él totalmente puro, la Verdad absoluta. Segundo, conmigo mismo, para no ser yo el primer engañado, exponiéndome a pecar contra el Espíritu Santo al no reconocer los propios pecados ni manifestarlos con claridad en el sacramento de la Penitencia, o por no confiar suficientemente en Dios, que nunca condena a quien hace de hijo pródigo ni pierde a nadie por el hecho de ser pecador, sino por no reconocerse como tal. En tercer lugar, con los otros, ya que también —como Jesús— a todos nos pone fuera de sí la mentira, el engaño, la falta de sinceridad, de honradez, de lealtad, de nobleza..., y, por esto mismo, hemos de aplicarnos el principio: «Lo que no quieras para ti, no lo quieras para nadie».
Estas tres actitudes —que podemos considerar de sentido común— las hemos de hacer nuestras para no caer en la hipocresía, y hacernos cargo de que necesitamos la gracia santificante, debido al pecado original ocasionado por el “padre de la mentira”: el demonio. Por esto, haremos caso de la exhortación de san Josemaría: «A la hora del examen ve prevenido contra el demonio mudo»; tendremos también presente a Orígenes, que dice: «Toda santidad fingida yace muerta porque no obra impulsada por Dios», y nos regiremos, siempre, por el principio elemental y simple propuesto por Jesús: «Sea vuestro lenguaje: ‘Sí, sí’; ‘no, no’» (Mt 5,37).
María no se pasa en palabras, pero su sí al bien, a la gracia, fue único y veraz; su no al mal, al pecado, fue rotundo y sincero.
Para no caer, pues, en la hipocresía, tengo que ser muy sincero. Primero, con Dios, porque me quiere limpio de corazón y que deteste toda mentira por ser Él totalmente puro, la Verdad absoluta. Segundo, conmigo mismo, para no ser yo el primer engañado, exponiéndome a pecar contra el Espíritu Santo al no reconocer los propios pecados ni manifestarlos con claridad en el sacramento de la Penitencia, o por no confiar suficientemente en Dios, que nunca condena a quien hace de hijo pródigo ni pierde a nadie por el hecho de ser pecador, sino por no reconocerse como tal. En tercer lugar, con los otros, ya que también —como Jesús— a todos nos pone fuera de sí la mentira, el engaño, la falta de sinceridad, de honradez, de lealtad, de nobleza..., y, por esto mismo, hemos de aplicarnos el principio: «Lo que no quieras para ti, no lo quieras para nadie».
Estas tres actitudes —que podemos considerar de sentido común— las hemos de hacer nuestras para no caer en la hipocresía, y hacernos cargo de que necesitamos la gracia santificante, debido al pecado original ocasionado por el “padre de la mentira”: el demonio. Por esto, haremos caso de la exhortación de san Josemaría: «A la hora del examen ve prevenido contra el demonio mudo»; tendremos también presente a Orígenes, que dice: «Toda santidad fingida yace muerta porque no obra impulsada por Dios», y nos regiremos, siempre, por el principio elemental y simple propuesto por Jesús: «Sea vuestro lenguaje: ‘Sí, sí’; ‘no, no’» (Mt 5,37).
María no se pasa en palabras, pero su sí al bien, a la gracia, fue único y veraz; su no al mal, al pecado, fue rotundo y sincero.
+ Rev. D.
Lluís
ROQUÉ i Roqué
(Manresa, Barcelona, España)
«Abre los ojos de tu alma, y considera que
no tienes nada tuyo de que gloriarte. Tuyo sólo tienes
el pecado, la debilidad y la miseria; y, en cuanto
a los dones de naturaleza y de gracia que hay
en ti, solamente a Dios, de quien los has recibido
como principio de tu ser, pertenece la gloria.»
J. Pecci-León XIII, Práctica de la humildad.1
J. Pecci-León XIII, Práctica de la humildad.1
DIOS CONTIGO
martes, 25 de agosto de 2015
LA FAVORITA DE SAN JUAN PABLO II
«PRINCESA COMPRETIDA»
Cary Elwes, uno de los protagonistas de La Princesa prometida, ha
desvelado el aprecio que sentía el Papa Wojtyla por esa película. Así
que debía aplaudir en uno de sus momentos más logrados...
Fuente: Carmelo López-Arias
DIOS CONTIGO
ORACIÓN PARA HOY 250815
ROSARIO DEL SAGRADO CORAZÓN
Hoy tengamos presente a nuestros hermanit@s que viven en la Frontera Colombo-Venezolana que estan pasando momentos angustiosos, pidamos por la restitución de la tranquilidad, de la caridad, el amor al projimo, la hermandad. Dios les bendiga.
©MariaReinaySeñora
ROSARIO DEL SAGRADO CORAZON
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Al comenzar:
En lugar del Acto de Contrición, se rezará la siguiente oración de San Ignacio:
Ánima Christi
Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Corazón de Cristo, vivifícame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh, buen Jesús! Óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme.
A la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Ti.
Para que, con San José, La Virgen María,
tus Ángeles y tus Santos
Te alabe y te bendiga por los siglos de los siglos.
Amén.
(300 días de Indulgencias*)
En lugar del Acto de Contrición, se rezará la siguiente oración de San Ignacio:
Ánima Christi
Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Corazón de Cristo, vivifícame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh, buen Jesús! Óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme.
A la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Ti.
Para que, con San José, La Virgen María,
tus Ángeles y tus Santos
Te alabe y te bendiga por los siglos de los siglos.
Amén.
(300 días de Indulgencias*)
Al principio de cada decena:
Jesús, dulce y humilde de Corazón, haced el mío, semejante al Vuestro
(300 días de Indulgencias)
Jesús, dulce y humilde de Corazón, haced el mío, semejante al Vuestro
(300 días de Indulgencias)
Diez veces:
Sagrado Corazón de Jesús: En Vos confío
(300 días de Indulgencias)
Sagrado Corazón de Jesús: En Vos confío
(300 días de Indulgencias)
En las cuentas grandes:
Inmaculado Corazón de María: Sé la Salvación del alma mía
(300 días de Indulgencias)
Inmaculado Corazón de María: Sé la Salvación del alma mía
(300 días de Indulgencias)
Al concluir la quinta decena:
Dulce Corazón de Jesús: Sé Tú mi amor y ten piedad de nosotros
(300 días de Indulgencias)
Dulce Corazón de María: Ruega por nosotros
(100 días de Indulgencias)
Este Rosario es un verdadero tesoro de Indulgencias, porque las oraciones de que se compone, han sido tan enriquecidas que, en 3 minutos que dura, se ganan 18.500 días de Indulgencias.
(Traducido del que se publicó en francés con aprobación del Sr. Obispo de Montreal, Canadá).
Corazón de Jesús: ¡Misericordia!
(50 días de Indulgencias)
Corazón agonizante: Ten piedad de los moribundos
Un Padre Nuestro y un Ave María por una persona enferma
Dulce Corazón de Jesús: Sé Tú mi amor y ten piedad de nosotros
(300 días de Indulgencias)
Dulce Corazón de María: Ruega por nosotros
(100 días de Indulgencias)
Este Rosario es un verdadero tesoro de Indulgencias, porque las oraciones de que se compone, han sido tan enriquecidas que, en 3 minutos que dura, se ganan 18.500 días de Indulgencias.
(Traducido del que se publicó en francés con aprobación del Sr. Obispo de Montreal, Canadá).
Corazón de Jesús: ¡Misericordia!
(50 días de Indulgencias)
Corazón agonizante: Ten piedad de los moribundos
Un Padre Nuestro y un Ave María por una persona enferma
* Actualmente La Iglesia ha definido las indulgencias únicamente en dos clases: Plenarias y parciales.
Plenarias: Se consigue salvar un alma del Purgatorio. Sólo se puede ganar una al día.
Parciales: Se gana el doble del mérito por la oración rezada o la acción realizada, al estar enriquecida con la indulgencia.
Para ganar indulgencias es necesario estar en gracia de Dios y rezar por las intenciones del Santo Padre.
Plenarias: Se consigue salvar un alma del Purgatorio. Sólo se puede ganar una al día.
Parciales: Se gana el doble del mérito por la oración rezada o la acción realizada, al estar enriquecida con la indulgencia.
Para ganar indulgencias es necesario estar en gracia de Dios y rezar por las intenciones del Santo Padre.
DIOS CONTIGO
LA AUTENTICIDAD
(Doctrina Social de la Iglesia)
Mt. 23,23-26
La crisis nos obliga a revisar nuestro camino, porque el desarrollo
sufre desviaciones dramáticas. El hombre no puede prescindir de su
naturaleza "trascendente": no es autor de sí mismo; debe vivir abierto a
Dios y a los demás. Está creado para el "don", para amar. Pero
frecuentemente priorizamos ante todo la productividad y la utilidad.
Cristo nos dice: la fe hace posible la misericordia y ésta perfecciona
la justicia.
La "ciudad del hombre" no se promueve sólo con relaciones de derechos y deberes, sino con relaciones de gratuidad, de misericordia y de comunión. El binomio exclusivo "mercado-Estado" corroe la sociabilidad, mientras que las formas de economía solidaria crean sociabilidad. El mercado de la gratuidad no existe y las actitudes gratuitas no se pueden prescribir por ley. Sin embargo, tanto el mercado como la política tienen necesidad de personas abiertas al "don recíproco": esto es fruto sólo de la caridad.
—Señor, sin la gratuidad, típica de tu Amor, no puede haber justicia. ¡Ábrenos el corazón!
La "ciudad del hombre" no se promueve sólo con relaciones de derechos y deberes, sino con relaciones de gratuidad, de misericordia y de comunión. El binomio exclusivo "mercado-Estado" corroe la sociabilidad, mientras que las formas de economía solidaria crean sociabilidad. El mercado de la gratuidad no existe y las actitudes gratuitas no se pueden prescribir por ley. Sin embargo, tanto el mercado como la política tienen necesidad de personas abiertas al "don recíproco": esto es fruto sólo de la caridad.
—Señor, sin la gratuidad, típica de tu Amor, no puede haber justicia. ¡Ábrenos el corazón!
Textos de Benedicto XVI
(Città del Vaticano, Vaticano)
«De
nada debe huir el hombre prudente tanto como de vivir
según la opinión de los demás.»
San Basilio, Discurso a los jóvenes
San Basilio, Discurso a los jóvenes
DIOS CONTIGO
lunes, 24 de agosto de 2015
REFLEXIÓN 240815
LA GALLINITA SABIA
Ella es una gallina con actitud trabajadora y que junto con sus pollitos se esfuerza por plantar las mazorcas al compás de una canción. Ella pide ayuda a Peter Pig y Donald Duck que le ayuden, pero ellos le dicen que les duele la barriga. Cuando descubre que les mintió, ella se come el maíz junto a sus pollitos, mientras que a Donald y Peter les da un jarabe para el dolor de barriga.
Fuente: Disney
Ella es una gallina con actitud trabajadora y que junto con sus pollitos se esfuerza por plantar las mazorcas al compás de una canción. Ella pide ayuda a Peter Pig y Donald Duck que le ayuden, pero ellos le dicen que les duele la barriga. Cuando descubre que les mintió, ella se come el maíz junto a sus pollitos, mientras que a Donald y Peter les da un jarabe para el dolor de barriga.
Fuente: Disney
DIOS CONTIGO
ORACIÓN PARA HOY 240815
CUANDO COMETEMOS UNA FALTA CONTRA DIOS
Muchos son los casos que nos llegan de personas
que nos dicen que no encuentran palabras en sus oraciones de cómo
dirigirse a Dios en momentos en que le han faltado con algún pecado, y
que este se les encuentra clavado en la conciencia al punto que los
mantiene turbado durante todo el resto del día, perdiendo la
concentración en el trabajo, con sus amigos y en todo su círculo
familiar.
Sentir pena, vergüenza o frustración por una
falta cometida a los ojos de Dios es un buen indicio, es la manera en
que se comienza a hacer camino hacia el arrepentimiento para finalizar
en los brazos y en la paz del Señor.
A continuación, te presentamos una oración escrita por el Padre Evaristo Sada, L.C., que puede quizás ayudarte luego a encontrar tus propias palabras para dirigirte a Dios en estos casos.
Hermanit@, recuerda que
también, debes hacer que ese sentirse arrepentido, se dirija hacia el
sacramento de la reconciliación, donde Jesús te espera no para
reprocharte, sino para consolarte, animarte y sobre todo, para
perdonarte
Fuente: PdeF
ORACIÓN
Señor, he pecado. Con el corazón hecho pedazos vengo a pedirte perdón. Sé que no hay maldad tan mala capaz de impedirte amarme.
Me da vergüenza verte crucificado y encima pedirte favores, pero, te necesito, Señor: por tu inmensa compasión ¡borra mi culpa!
Mírame, soy débil,
vulnerable, pecador. Yo, miseria. Tú, misericordia. Tú que puedes sacar
bien del mal, levántame, Señor. Sáname. Restáurame. Hazme un hombre
nuevo. Desde la altura del cielo nos viste sufrir y con el estandarte
del amor viniste al encuentro del hombre que sufre.
Una y otra vez he comprobado
que lo que atrae tu mirada misericordiosa sobre mí es mi estado de
miseria. No son mis méritos los que me hacen agradable a tus ojos, sino
la omnipotencia de tu misericordia. La incomprensible gratuidad de tu
amor. No debe haber pecado capaz de tenerme alejado de ti.
Por más vergüenza y dolor que
sienta, siento también la confianza de venir a pedirte perdón con la
certeza de que siempre, siempre, encontraré la mirada del Buen Pastor.
Tus ojos están puestos en los que esperan en tu misericordia (Sal. 32) Por
eso estoy aquí, una vez más de rodillas ante ti, Cristo
crucificado. Vengo a declararme débil, miserable, pecador. Vengo a
pedirte perdón.
(Guarda silencio, escucha que te absuelve y que te dice: Te sigo amando igual. Déjate amar.)
Gracias, Jesús. Cuando hago
oración contemplándote en la cruz, te me revelas como Misericordia. Tu
amor crucificado es una invitación a la confianza.
Te lo suplico, Señor, que hoy
y cuando tenga la desgracia de perder la gracia, no olvide jamás que
tú, Dios, moriste crucificado para salvarme; que no pierda nunca la
esperanza de tu misericordia.
Como el ladrón que paga sus
culpas en el Calvario, también yo te suplico: acuérdate de mí a la hora
de mi muerte y consérvame a tu lado para siempre.
Amén
Y luego, con el espíritu bien dispuesto, acudir al sacramento de la reconciliación.
Una buena práctica que aprendí al entrar a la vida religiosa es el rezo del Sal. 50 todas las noches, de rodillas junto a la cama, ante Cristo crucificado, tratando de adoptar las actitudes del Rey David:
Misericordia, Dios mío, por tu bondad, por tu inmensa compasión, borra mi culpa, lava del todo mi delito, limpia mi pecado.
Pues yo reconozco mi culpa, tengo siempre presente mi pecado, contra ti, contra ti solo pequé, cometí la maldad que aborreces.
En la sentencia tendrás razón, en el juicio resultarás inocente. Mira, en la culpa nací, pecador me concibió mi madre.
Te gusta un corazón sincero, y
en mi interior me inculcas sabiduría. Rocíame con hisopo: quedaré
limpio, lávame, quedaré más blanco que la nieve.
Hazme oír el gozo y la alegría, que se alegren los huesos quebrantados. Aparta de mi pecado tu vista, borra en mí toda culpa.
Oh Dios, crea en mí un
corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme, no me arrojes de
tu rostro, no me quites tu santo espíritu. Devuélveme la alegría de tu
salvación, afiánzame con espíritu generoso; enseñaré a los malvados tus
caminos, los pecadores volverán a ti.
Líbrame de la sangre, oh Dios, Dios Salvador mío y cantará mi lengua tu justicia.
Señor, me abrirás los labios y mi boca proclamará tu alabanza.
Los sacrificios no te
satisfacen; si te ofreciera un holocausto, no lo querrías. Mi sacrificio
es un espíritu quebrantado; un corazón quebrantado y humillado, tú no
lo desprecias.
Señor, por tu bondad,
favorece a Sión, reconstruye las murallas de Jerusalén; Entonces
aceptarás los sacrificios rituales, ofrendas y holocaustos, sobre tu
altar se inmolarán novillos.
DIOS CONTIGO
DIOS CONTIGO
¿POR QUÉ EVANGELIZAR?
Jn. 1,45-51
Celebramos la fiesta del apóstol san Bartolomé. El evangelista san Juan
relata su primer encuentro con el Señor con tanta viveza que nos resulta
fácil meternos en la escena. Son diálogos de corazones jóvenes,
directos, francos... ¡divinos!
Jesús encuentra a Felipe casualmente y le dice «sígueme» (Jn 1,43). Poco después, Felipe, entusiasmado por el encuentro con Jesucristo, busca a su amigo Natanael para comunicarle que —por fin— han encontrado a quien Moisés y los profetas esperaban: «Jesús el hijo de José, el de Nazaret» (Jn 1,45). La contestación que recibe no es entusiasta, sino escéptica : «¿De Nazaret puede haber cosa buena?» (Jn 1,46). En casi todo el mundo ocurre algo parecido. Es corriente que en cada ciudad, en cada pueblo se piense que de la ciudad, del pueblo vecino no puede salir nada que valga la pena... allí son casi todos ineptos... Y viceversa.
Pero Felipe no se desanima. Y, como son amigos, no da más explicaciones, sino dice: «Ven y lo verás» (Jn 1,46). Va, y su primer encuentro con Jesús es el momento de su vocación. Lo que aparentemente es una casualidad, en los planes de Dios estaba largamente preparado. Para Jesús, Natanael no es un desconocido: «Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi» (Jn 1,48). ¿De qué higuera? Quizá era un lugar preferido de Natanael a donde solía dirigirse cuando quería descansar, pensar, estar sólo... Aunque siempre bajo la amorosa mirada de Dios. Como todos los hombres, en todo momento. Pero para darse cuenta de este amor infinito de Dios a cada uno, para ser consciente de que está a mi puerta y llama necesito una voz externa, un amigo, un “Felipe” que me diga: «Ven y verás». Alguien que me lleve al camino que san Josemaría describe así: buscar a Cristo; encontrar a Cristo; amar a Cristo.
Jesús encuentra a Felipe casualmente y le dice «sígueme» (Jn 1,43). Poco después, Felipe, entusiasmado por el encuentro con Jesucristo, busca a su amigo Natanael para comunicarle que —por fin— han encontrado a quien Moisés y los profetas esperaban: «Jesús el hijo de José, el de Nazaret» (Jn 1,45). La contestación que recibe no es entusiasta, sino escéptica : «¿De Nazaret puede haber cosa buena?» (Jn 1,46). En casi todo el mundo ocurre algo parecido. Es corriente que en cada ciudad, en cada pueblo se piense que de la ciudad, del pueblo vecino no puede salir nada que valga la pena... allí son casi todos ineptos... Y viceversa.
Pero Felipe no se desanima. Y, como son amigos, no da más explicaciones, sino dice: «Ven y lo verás» (Jn 1,46). Va, y su primer encuentro con Jesús es el momento de su vocación. Lo que aparentemente es una casualidad, en los planes de Dios estaba largamente preparado. Para Jesús, Natanael no es un desconocido: «Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi» (Jn 1,48). ¿De qué higuera? Quizá era un lugar preferido de Natanael a donde solía dirigirse cuando quería descansar, pensar, estar sólo... Aunque siempre bajo la amorosa mirada de Dios. Como todos los hombres, en todo momento. Pero para darse cuenta de este amor infinito de Dios a cada uno, para ser consciente de que está a mi puerta y llama necesito una voz externa, un amigo, un “Felipe” que me diga: «Ven y verás». Alguien que me lleve al camino que san Josemaría describe así: buscar a Cristo; encontrar a Cristo; amar a Cristo.
Mons.
Christoph
BOCKAMP
Vicario Regional del Opus Dei en Alemania
(Bonn, Alemania)
(Bonn, Alemania)
«¿Quién es
el que lleva la Buena Noticia sino el coro de
los que proclaman el Evangelio? ¿Qué significa llevar la Buena
noticia? Predicar a todos los hombres […] la venida de
Cristo a la tierra.»
San Eusebio de Cesarea, Comentario sobre Isaías
San Eusebio de Cesarea, Comentario sobre Isaías
DIOS CONTIGO
domingo, 23 de agosto de 2015
SUCEDE CADA VERANO EN GEORGIA EN EL CÁUCASO
LA TÚNICA DE LA VIRGEN MARÍA
Quien quiera ver una túnica que según
una antigua tradición vistió la Virgen María, tiene una posibilidad en
Georgia, en el Cáucaso, en la ciudad de Zugdidi, cada 15 de julio.
En realidad, puede verse todo el año en el Museo de Arquitectura y Palacio de Historia Dadiani, un museo-palacio de Zugdidi que conserva riquezas y reliquias reunidas de distintos conventos. Allí se conserva esta tela blanca.
Pero se exhibe a la veneración de los fieles cada 15 de julio, en la fiesta que se llama Vlakernoba, que alude a un barrio de Constantinopla, Blakerna, donde la túnica se guardó en la Edad Media.
A la celebración acuden por primera vez este año 2015 autoridades civiles de primer orden: el primer ministro Irakli Garibashvili y el ministro de Cultura Mikheil Giorgadze. El primer ministro incluso ha emitido una declaración de felicitación a los fieles deseando “fuerza espiritual y unidad en el país”.
En esta fiesta la túnica se lleva a la Iglesia del Icono de Santa María de Vlakerna, donde los fieles pueden besarla y tocarla.
En realidad, puede verse todo el año en el Museo de Arquitectura y Palacio de Historia Dadiani, un museo-palacio de Zugdidi que conserva riquezas y reliquias reunidas de distintos conventos. Allí se conserva esta tela blanca.
Pero se exhibe a la veneración de los fieles cada 15 de julio, en la fiesta que se llama Vlakernoba, que alude a un barrio de Constantinopla, Blakerna, donde la túnica se guardó en la Edad Media.
A la celebración acuden por primera vez este año 2015 autoridades civiles de primer orden: el primer ministro Irakli Garibashvili y el ministro de Cultura Mikheil Giorgadze. El primer ministro incluso ha emitido una declaración de felicitación a los fieles deseando “fuerza espiritual y unidad en el país”.
En esta fiesta la túnica se lleva a la Iglesia del Icono de Santa María de Vlakerna, donde los fieles pueden besarla y tocarla.
Fuente: Cari Filii
Normalmente la reliquia se guarda en el
Museo, con otras reliquias e iconos recogidos de varias iglesias y
monasterios en el periodo entre 1923 y 1936. Suele exhibirse junto con
huesos que son declarados reliquias de San Juan Bautista y San Jorge.
Tras la Asunción de la Virgen en cuerpo y alma al Cielo (que las iglesias orientales llaman la Dormición) esta túnica se guardó, según la Iglesia georgiana, en una iglesia griega, hasta que fue entregada al emperador bizantino León I el Tracio (457-474 d.C.), que hizo construir un monasterio en el barrio constantinopolitano de Blaquerna sólo para albergar y honrar la reliquia. Hay pruebas hasta el siglo XIV de que allí se mantuvo la tela.
Tras la Asunción de la Virgen en cuerpo y alma al Cielo (que las iglesias orientales llaman la Dormición) esta túnica se guardó, según la Iglesia georgiana, en una iglesia griega, hasta que fue entregada al emperador bizantino León I el Tracio (457-474 d.C.), que hizo construir un monasterio en el barrio constantinopolitano de Blaquerna sólo para albergar y honrar la reliquia. Hay pruebas hasta el siglo XIV de que allí se mantuvo la tela.
En algún momento tras la caída del
Imperio Bizantino, se dice que un arzobispo llevó la preciada tela a
Georgia, para protegerla de los musulmanes otomanos. Se guardó en el
Palacio Dadiani de Zugdidi, y luego en el monasterio de Khobi. En 1936
volvió al Palacio Dadiani.
La tradición dice que esta fue la túnica de la Virgen a la que se atribuye la salvación de Constantinopla de dos invasiones, una de sarracenos y otra, se dice, de egipcios.
En Georgia se le recuerda por una historia de 1891. Unos bandidos robaron la tela, y toda la población la buscó sin éxito. Tres días después fue hallada porque una luz sobrenatural señaló el lugar brillando en el bosque.
La tradición dice que esta fue la túnica de la Virgen a la que se atribuye la salvación de Constantinopla de dos invasiones, una de sarracenos y otra, se dice, de egipcios.
En Georgia se le recuerda por una historia de 1891. Unos bandidos robaron la tela, y toda la población la buscó sin éxito. Tres días después fue hallada porque una luz sobrenatural señaló el lugar brillando en el bosque.
El cristianismo tiene una larga historia
en Georgia. Se convirtió en religión oficial del estado caucásico de
Kartli (que los romanos llamaban Iberia) en el año 337 d.C, por el
apostolado de Santa Nino de Capadocia (aunque en realidad era griega de
Colosas).
Según la leyenda, Santa Nino acudió a evangelizar la Iberia caucásica porque se le apareció la Virgen María en una visión y le dio una cruz hecha de madera de sarmiento diciéndole: "Vete a Iberia y cuenta allí la Buena Nueva del Evangelio de Jesucristo, y encontrarás favor ante el Señor. Y yo seré tu escudo contra todos tus enemigos visibles e invisibles. Por la fuerza de esta cruz, alzarás en esa tierra el estandarte salvador de la fe de mi amado Hijo y Señor".
Hoy Georgia cuenta con 4,5 millones de habitantes y pese a las décadas de dictadura comunista mucha gente mantuvo la fe cristiana. Un 84% de la población se declara miembro de la Iglesia Ortodoxa Georgiana,
y un 4% son de la Iglesia Ortodoxa Armenia. El 10% de población
musulmana es de etnia azerí o es originaria de las zonas musulmanas del
Cáucaso.
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