miércoles, 31 de octubre de 2012

LOS SANTOS ANÓNIMOS



LOS SANTOS ANÓNIMOS | MARIA REINA Y SEÑORA                                                                                                   

AMOR ETERNO



Edición MariamContigo

CON AMOR ETERNO TE HE AMADO


"Con amor eterno te he amado; por eso he reservado gracia para ti" (Jr 31, 3). No existía el hombre aún, y Dios que ya lo veía, lo amaba y lo quería; su amor se le adelantó desde la eternidad. Ninguna criatura podría existir si Dios no la hubiese precedido con su amor. "Tú amas a todos los seres -dice la Sagrada Escritura- y nada de lo que hiciste aborreces, pues si algo odiases, no lo hubieras creado. Y ¿cómo podría subsistir cosa que no hubieses querido? ¿Cómo se conservaría si no la hubieses llamado?" (Sb 11, 24). La historia de la vida del hombre es la historia del amor de Dios para con él. Una vez iniciada, no tiene fin, porque el amor de Dios tampoco lo tiene; sólo el pecado, como rechazo que es del amor divino, tiene la triste posibilidad de interrumpirla. Pero de por sí Dios ama con amor infinito, eterno, inmutable y fidelísimo; Él mismo ha querido declararlo con las expresiones más tiernas: "¿Acaso olvida una madre a su niño de pecho, sin compadecerse del hijo de sus entrañas? Pues aunque ésas llegasen a olvidar, yo no te olvido" (Is 49, 15).

Dios ama al hombre cuando lo consuela, pero lo ama también cuando lo aflige con el dolor; sus gracias y consolaciones son amor, pero no lo son menos sus pruebas y castigos, "porque el Señor reprende a aquel que ama, como un padre al hijo querido" (pr 3, 12). En toda circunstancia, por triste y dolorosa que sea, está el hombre rodeado constatemente por el amor divino, que es siempre amor del bien y por eso quiere infaliblemente su bien aun cuando lo conduzca por el camino áspero y duro del sufrimiento. Y hasta no es raro que Dios hiera más duramente a los que ama más, "porque los adeptos de Dios en el horno de la humillación" son purificados (Ecli 2, 5). Sta Teresa de Jesús escribe: "Véis aquí, hijas, a quien más amaba (a Jesús) lo que dio (el sufrimiento)... Así que éstos son sus dones en este mundo. Da conforme al amor que nos tiene: a los que ama más, da de estos dones; a los que menos, menos" (Cm 32, 7). Aunque el dolor lo desgarre, el verdadero cristiana no vacila en su fe, sino repite: "hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él" (1 Jn 4, 16).
 
 
 

martes, 30 de octubre de 2012

APOTEGMAS


LA TENTACIÓN QUE ROBUSTECE


Primero iniciare por deciros lo que es un Apotegma, según la Wikipedia

(Del griego αποφθεγμα / apophthegma; -plural: apophthegmata- a través del latín) es una sentencia breve y graciosa en la que subyace un contenido moral aleccionador.
 
La primera mención latina de este helenismo aparece con Cicerón: "cosas agraciadas y donosas como aquellas que recopiló el viejo Catón las cuales se llaman Apothegmas".

Sentencias también dichas con gracia y pocas palabras se las llama donaire, facecia, chiste, gracia y sal; si bien, no aportan la enseñanza moral de los apotegmas.

Ejemplos de apotegmas tomados de Juan Rufo:
  • Una dama hermosa y sin señal de corta vista, traía un antojo a la cual dijo: otras le traen por ver más y vuestra merced por ser más vista. (Antojo, gafas)
  • Había en Nápoles un sastre que se llamaba fulano Evangelista, al cual dijo: "mudad oficio o nombre; porque sastre y evangelista no puede ser". (El oficio de sastre era propio de judíos).
Ejemplo del título de un libro: Apotegmas a propósito del marxismo, Agustín García Calvo (París: Ruedo Ibérico, 1970).

En política se encuentran varios ejemplos, por ejemplo el político argentino Juan Domingo Perón creó el apotegma que describe al peronismo: «Los peronistas somos como los gatos cuando parece que nos estamos peleando es que nos estamos reproduciendo». Un célebre y docto opositor de Perón, Jorge Luis Borges, dijo por su parte: «los peronistas no son ni buenos ni malos, son incorregibles».

El Apophthegmata Patrum es una colección de apotegmas y documentos sobre la vida de los monjes cristianos en Egipto de los siglos IV y V llamados Padres del Desierto. Un ejemplo típico de apotegma que se encuentra en el Apophthegmata Patrum es el Nº17:

Una vez que llegó a los patriarcas el viejo padre Antonio , y entre ellos estaba José el Viejo. Antonio quería ponerlo a prueba, Antonio tomó una palabra de las Escrituras, y comenzó preguntando a los más jóvenes, ¿qué significaba esa palabra?. Cada uno de ellos respondió, según sus medios. El anciano Antonio dijo a todos: " Todavía no han encontrado la respuesta"; por último le dijo al anciano José: "¿Qué es lo que dices, qué significaría esta palabra?" La respuesta del anciano José entonces, fue "no sé". Y el Viejo Antonio dijo: "En verdad, el pastor José ha encontrado el camino, diciendo: yo no sé". (17)

Ahora si, Apotegma La Tentación que Robustece

Uno de los padres dijo: “Si el árbol no es sacudido por el viento, no crece, ni hunde sus raíces. Así también el monje: si no es tentado y no soporta la tentación, no se hace valeroso.”
N 396 “El camino a través del desierto. 40 dichos de los padres del desierto” Anselm Grün 
Los evangelios coinciden en narrar que Jesús, después de ser bautizado por Juan en el Jordán, fue empujado por el Espíritu al desierto para ser tentado. De allí salió robustecido pues fue capaz de decir sí a Dios en la prueba del día a día, y no solo en la confesión verbal de una fe heredada o en el cumplimiento de unos preceptos. Sin duda, con semejante fe que no vacila ante la tentación, la justificación es directa y ya no necesita de las obras de la ley (Rm 3, 28)

LA JUSTICIA



Imágnes Google-Edición MariamContigo
LA ARMONÍA DE LA JUSTICIA
Fuente: Valores


El valor de la Justicia representa para el Liderazgo la rectitud de comportamiento, la equidad en la toma de decisiones y el dar a cada quien lo que le corresponde.

En general, la justicia es el resultado de la expresión armónica y equilibrada del carácter del Líder.

La justicia en el Liderazgo significa no sólo ser justo consigo mismo, sino aplicar justicia hacia el exterior, en hacer justicia al resto de los humanos.

La justicia personal del Líder consiste en vivir una vida justa, de acuerdo a sus principios, valores y naturaleza básica.

Está íntimamente ligada a la integridad, que es la forma de actuar por la que se hace justicia a la coherencia entre pensamiento, palabra y obra. De esta manera el Líder logra satisfacer justamente sus propias necesidades, alimentando siempre los valores éticos y la honestidad.

La justicia interna, además, depende de la Templanza, ese otro valor para el Liderazgo, que puedes leer en mi artículo: “Valores Y  Liderazgo: El Orden De La Templanza”, y que apunta a la búsqueda del punto medio (moderación del pensamiento y comportamiento), donde radica el conocimiento de los límites propios de actuación.

No es tarea ligera esto de ser Líderes con valores y justicia. Mientras en nuestros corazones reine el poder del EGO, mientras nuestro sistema psicológico esté plagado de deseos por colmar, y de egoísmos y segundas intenciones, seremos presa fácil de la injusticia, pues no sabremos discernir ni decidir lo conveniente a la justicia.

Sólo puede ser justo hacia afuera, quien ha aprendido y practicado la justicia interna. Esto es parte del despertar de la consciencia, a que estamos llamados a consumar.

En el caso de las empresas, el valor de la justicia se relaciona con que el Líder trata justa e imparcialmente a cada uno a sus relacionados, ya sean sub-ordinados, jefes, socios, empleados, accionistas, contratistas, suplidores o clientes.

El valor de la justicia en el Líder Empresario se manifiesta procurando un trato amable, demostrando comprensión por los problemas personales y laborales de los demás, entregando salarios justos, accediendo y facilitando el desarrollo personal y profesional de los colaboradores, creando ambientes de trabajo saludables, respetando los acuerdos, normas y horarios, aceptando la participación en la toma de decisiones, acogiendo otros puntos de vista, permitiendo el desenvolvimiento de la creatividad de todos los involucrados, entre otras.

Bien es cierto que cuando la empresa tiene problemas financieros y no genera ganancias, no se puede hacer justicia a los colaboradores, pero situar el valor que le damos al dinero, por sobre el valor del hombre, no le hace justicia a este último.

Ya sea como Empresario o Gobernante, el Líder debe realizar una distribución justa de los bienes comunes, dependiendo del rol que cada quien juegue y de su desempeño social o empresarial.

La justicia debe ser ciega para el Líder, quien no debe dejarse tentar por aquellos que ofreciéndole dádivas y agasajos, intenten desviar el curso de sus decisiones.

Las decisiones que tome el Líder deben estar bien sustentadas en hechos e información fidedigna para lograr medidas de solución justas, en cada caso en particular.

Anselm Grûn, en su libro “Dirigir con Valores” lo expresa de la siguiente manera: “La justicia exige a todo dirigente tener presente el bien de todos los seres humanos. Sus decisiones tienen siempre repercusión en el mundo entero. Por eso debe conocer las circunstancias y condiciones económicas que se dan en el mundo. La globalización sólo tendrá éxito si va unida a valores éticos, si se convierte ante todo en precursora de la justicia, y no en la explotadora de aquellos que todavía no son lo bastante astutos para asegurarse el mayor provecho.”

No es sencillo ser justos, pues al parecer somos injustos por naturaleza, o tal vez por aprendizaje o herencia. No lo sé. Estas palabras no necesitan más demostración que la de ver en lo que hemos convertido nuestro mundo, gracias a la injusticia.

Observamos cómo la sed de justicia es uno de los emblemas más apetecidos por toda la sociedad. Si el ser humano fuese justo, no aspiraría tanto a la justicia, como lo hacemos en estos tiempos.

Todo aquel que desee ser un Líder verdadero deberá adoptar la Justicia como uno de sus valores fundamentales, recordando siempre que al ser Líderes, tienen bajo su responsabilidad las almas de otros seres humanos a quienes cuidadosamente deben dirigir y guiar, a quienes deben comprender y animar, representar, apoyar para lograr su desarrollo psicológico, ayudar a resolver sus problemas y a satisfacer sus necesidades.

“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su Justicia y todas las demás cosas se os dará por añadidura”
 
 
 
 

lunes, 29 de octubre de 2012

DECÁLOGO DE LA IEVANGELIZACIÓN



DECÁLOGO PARA IEVANGELIZAR
iMisión, el proyecto que trabaja por tejer una Red de católicos misioneros en Internet, acaba de publicar su decálogo para #iEvangelizar. Este decálogo es su primer fruto maduro después de dos meses de andadura.
"Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación."
Mc 16, 15


“La Iglesia (…) no está llamada solamente a usar los medios de comunicación para difundir el Evangelio sino, sobre todo hoy más que nunca, a integrar el mensaje de salvación en la “nueva cultura” que estos poderosos medios crean y amplifican. La Iglesia advierte que el uso de las técnicas y tecnologías de comunicación contemporáneas forman parte de su propia misión en el tercer milenio” (Juan Pablo II, El rápido desarrollo, 2005, n.2).
  •  EN EL ORIGEN, CRISTO. Jesús dice: “Id por todo el mundo y proclamad el Evangelio a toda criatura” (Mc 16,15). Este es el mandato del que nace la llamada a la evangelización también en el Continente Digital.

  • INTERNET, UN “LUGAR”, NO UN MEDIO. La Red no es sólo un instrumento, es un lugar habitado. Se trata de Evangelizar en Internet, no tanto de ‘usar’ Internet para evangelizar.

  • LA CLAVE, EL TESTIMONIO. “Para la Iglesia el primer medio de evangelización consiste en un testimonio de vida auténticamente cristiana…” (Evangelii Nuntiandi, n.41). Los contenidos no evangelizan de modo auténtico si no los sostiene sino la forma en que nos relacionamos, nuestro testimonio explícito del amor de Dios, en la Red.

  • NUESTRA FUERZA, LA GRACIA. “Sin mí no podéis hacer nada” (Jn 15, 5). Sólo unidos a Cristo, viviendo una verdadera vida cristiana, en fidelidad y amor a la Iglesia, el iMisionero puede dar un fruto abundante, rebosante y superar la tentación del desaliento y del activismo.

  • SOMOS PUEBLO, COMUNIDAD. Tan impactante como el testimonio personal es el testimonio comunitario. Una comunidad de testigos, acogedora y abierta, capaz de acompañar hacia Cristo a los que se acercan tiene mucho más fuerza e impacto para iEvangelizar que los proyectos personales aislados.

  • EN TODO, LA CARIDAD. La soberbia, la división y las críticas sin caridad entre cristianos provoca un escandaloso espectáculo que engendra escepticismo, y a veces hasta ateísmos. Construir Iglesia, pedir y trabajar la comunión, es una urgencia si queremos ser apóstoles de Cristo y no esclavos del Malo que divide también en la Red.

  • ABIERTOS, PARA TODOS. iEvangelizar exige abrirse al diálogo con una actitud humilde a todos, no sólo a aquellos que acogen la fe de buen grado. El iMisionero permanece abierto y se acerca a aquellos que desconocen o están más alejados.

  • LO IMPORTANTE ES EL MENSAJE, NO EL MENSAJERO. Perseguir solo el tener más seguidores, amigos, visitas… es una forma de idolatría. Debemos estar alertas para no dejarnos atrapar por la fascinación del medio y que el mensaje cae en el olvido. El iMisionero no busca tener éxito personal sino dar los frutos del Reino.

  • POR LO VIRTUAL A LO PRESENCIAL. La iEvangelización tiene su punto de partida en el mundo digital, pero intenta traspasar sus fronteras y provocar el encuentro en el mundo presencial. La iEvangelización se verifica, se purifica y se potencia con el encuentro presencial.

  • SIEMPRE DISCÍPULOS, SIEMPRE APRENDIENDO. El iMisionero permanece siempre busca cuál es el lenguaje adecuado para interpelar el corazón humano y anunciar a Cristo. La iEvangelización requiere formación y discernimiento continuos. Nunca debemos pensar que ya tenemos la fórmula adecuada y estable. Para esto el iMisionero necesita una vivencia responsable de la fe y una formación continuada en el ámbito de la comunicación y las nuevas tecnologías.

domingo, 28 de octubre de 2012

LA TIENDA


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Tiempo atrás caminaba por el sendero de la vida y encontré un letrero que decía "LA TIENDA".

Me acerqué a la puerta y la misma se abrió lentamente.

Cuando me di cuenta, ya estaba adentro.

Vi muchos ángeles parados por todas partes.

Uno de ellos me entregó una canasta y me dijo: "Elige tranquilo, todo lo que un buen hijo de Dios necesita se encuentra en esta tienda".

Primero compré paciencia.

Luego, vi que el amor estaba en la misma fila y también lo tomé.

Más abajo había comprensión, que siempre se necesita.

Compré dos cajas de sabiduría y dos bolsas de fe.

Me llamó mucho la atención el empaque del perdón y decidí llevar seis o siete de ellos.

En otros estantes me detuve a comprar fuerza y coraje para ayudarme en esta carrera de la vida.

Cuando ya tenía la canasta casi llena, recordé que necesitaba un poco de gracias.

Tampoco me podía olvidar de la salvación que ese día la ofrecían gratis.

Caminé hasta la caja para pagar mi cuenta pues creí que ya tenía todo lo que necesitaba.

 Al lado de la caja vi la oración y la puse en un rincón de mi canasta, pues sabía que apenas dejara el lugar la iba a utilizar.

La paz y la felicidad estaban en los estantes pequeños y tomé también un envase de cada una.

La alegría colgaba del techo y arranqué una para mí.

Llegué al cajero y le pregunté ¿Cuánto le debo?

Con una amplia sonrisa, él me contestó: "El Señor ya pagó tu cuenta... hace mucho, mucho tiempo". 



sábado, 27 de octubre de 2012

UN DISCERNIMIENTO



UN DISCERNIMIENTO NO SIEMPRE FÁCIL
Alfonso Aguiló


Como ha señalado José Luis Illanes, el hombre ha de ser en todo instante un realizador del bien: esa es su dignidad y su misión, y es precisamente en ese servicio al bien donde radica su señorío sobre la historia. 
 
        La tolerancia no puede entenderse como indiferencia ante un mal que en nada nos interpela.

        La conciencia de todo hombre debe verse urgida por la llamada a hacer el bien y, por tanto, a poner los medios a su alcance para promover en cuantos les rodean un actuar digno del hombre, buscando también que los ambientes y estructuras en que se mueve reflejen ese mismo espíritu.

        Ahora bien, esa tarea debe hacerse compatible con el respeto a la libertad de los demás, y ahí es donde entra en juego la tolerancia. 

        —¿Y qué criterio crees que hay que emplear para distinguir cuándo una persona debe impedir lo que considera malo y, en el caso de las autoridades, señalar las correspondientes leyes o disposiciones coercitivas? 

        Es preciso hacer una valoración moral, atendiendo con rectitud al bien común, que es la única causa legitimadora de la tolerancia. 

        Debe juzgarse valorando con la máxima ponderación posible las consecuencias dañosas que surgen de la no tolerancia, comparándolas después con las que serían ahorradas mediante la aceptación la fórmula tolerante. 

        Como ejemplo, cabría citar el caso de un juez que decide en una ocasión concreta no castigar determinado delito –y por tanto, tolerarlo–, después de haber comprobado que las pruebas de la culpabilidad se han obtenido de un modo ilícito (por ejemplo, mediante tortura, o a través de una escucha telefónica ilegal). Actuando así, el juez puede dejar impune un mal comprobado, pero evitar que su decisión fomente que en adelante otras muchas personas usen de ese tipo de prácticas ilícitas para obtener pruebas, por considerarlo un mal mayor.

        En unos casos, es algo que se aprecia de modo casi espontáneo con el sentido moral natural de las personas. Otros casos serán más complejos, y ese discernimiento será difícil, o incluso muy difícil. 

        La necesidad de limitar el ejercicio de la libertad externa –la interna no es propiamente restringible– solo puede fundamentarse en el bien común, que la autoridad debe custodiar según el orden moral natural, y no según sus propios intereses. 

        Porque está claro que un dictador puede decidir como le venga en gana, si se habla de poder en el sentido de posibilidad material de actuar, y dentro de las posibilidades de poder que tenga en su mano. 

        Y una autoridad política establecida democráticamente puede gobernar y legislar como quiera -también en el sentido de posibilidad material de actuar-, en virtud de la delegación de poder que han hecho en ella los ciudadanos. 

        Pero si hablamos no solo de sus posibilidades físicas de actuar, sino de si sus acciones son justas o no, hay que señalar que la autoridad política tiene una serie de limitaciones en su poder. 

        Y no me refiero solo a las limitaciones que provienen del riesgo de perder las siguientes elecciones; o a que los medios de comunicación o la propia opinión pública denuncien sus abusos; o a que los mecanismos defensivos de la democracia puedan poner freno a sus pretensiones. 

        Me refiero a limitaciones de tipo ético. Porque está claro que la autoridad política puede actuar en contra de la ley natural y, a la vez, conseguir eludir esos riesgos que acabamos de señalar. Pueden llegar a hacer auténticas barbaridades sin perder elecciones, sin perder el apoyo popular, y sin que los mecanismos democráticos puedan impedirlo. De hecho, así ha sucedido –y por desgracia con bastante frecuencia– a lo largo de nuestra historia (vuelvo a referirme otra vez a Hitler y Stalin, por citar a los más conocidos).

        Cuando una ley o un gobierno se desvinculan de su fundamento, que es la búsqueda del bien común, se convierten en leyes o gobiernos injustos. Quizá por eso decía Platón que la seña de identidad del auténtico político es haber reflexionado profundamente sobre el sentido de la vida y sobre las cuestiones primeras, de las que dependen todas las demás. Porque si una ley contradice la ley natural, ya no es propiamente ley, sino corrupción de la ley. 



LAS FUENTES DE INSPIRACIÓN EVANGÉLICA DE JESÚS DE NAZARET



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Los cristianos creemos que Jesús de Nazaret es una persona divina que posee dos naturalezas, una divina, semejante a la de Dios Padre, y otra humana, compuesta de alma y cuerpo. Como persona divina conoce verdaderamente el pasado, el presente y el futuro de todo cuanto existe y puede existir. Desde su infancia, como Verbo e Hijo de Dios, ve y oye a su Padre Dios con quien está en constante comunicación directa, sin embargo, en este mundo quiso nacer, crecer, vivir, recordar, conocer y amar como un ser humano, valiéndose de su memoria, entendimiento y voluntad para ser ejemplo de vida y de comportamiento humano.
 
Como hombre fue soltero y célibe. No se casó con ninguna mujer, aunque se advierte en él un sentimiento extremadamente delicado hacia ellas, tratándolas cómo hermanas. Sus relaciones con mujeres de conducta libre y equívoca eran totalmente de orden moral para cambiarlas de conducta. La ternura de su corazón se transformaba en él en infinita dulzura, poesía, atractivo personal y vida. Ejerció como su padre legal, José, el oficio de carpintero. Era costumbre que las personas intelectuales tuviesen un oficio manual del cual vivían. Un ejemplo de ello, es san Pablo, que siendo un intelectual, era fabricante de  lonas o tapicero. Todo su amor lo dirigirá a su Dios Padre y a su obra, el Reino de Dios.

 Sus fuentes de inspiración y predicación evangélica son los libros del Antiguo Testamento, la naturaleza y las gentes de la región de Galilea. Entendía que la Ley, los Profetas y demás libros sagrados judíos había que explicarlos e interpretarlos con un corazón sencillo y humilde y con un lenguaje liso y llano, como hizo Moisés y los Profetas.  Frente a la religión farisaica y saducea judía, concibe la religión del corazón poniendo todo su amor al servicio de Dios Padre, al que no hay que temerle, sino amarle porque es Amor.

 Sentía verdadera repugnancia hacía las escuelas  judías, farisaicas  y seduceas, en la cuales los doctores de la ley explicaban las Sagradas Escrituras por medio de alegorías exageradas y utópicas e interpretaciones sutiles y fraudulentas; contra las cuales, ya el sabio judío fariseo Hillel Gamaliel entendía que debían ser explicadas en lenguaje menos alegórico y utópico, y más literal, sencillo y humano. Estas citadas alegorías las recoge el libro judío del Talmud, donde podemos leerlas.

 De la naturaleza de Galilea tomará las frases, imágenes, parábolas y comparaciones contemplando la tranquilidad, placidez de sus manantiales, el encanto de sus flores y la armonía de sus montañas, viendo cómo las tórtolas,  mirlos, alondras, cigüeñas, entre otras  aves, que anidaban en estas tierras y daban alegría a sus vecinos, y observando cómo las higueras, las viñas, los nogales, los manzanos eran, entre otros árboles, los que poblaban sus valles y montañas.

A Jesús le encantaba el lago de Galilea por ser un remanso de paz y de vida. Veía que el Sol ilumina a los buenos y a los malos, que el grano de trigo se convierte en tallo y daba su fruto, el pan para comer los humanos, que las estrellas resplandecen sobre las pobres cabañas de los pescadores y sobre las mansiones de los ricos, que los granos de uva de la vid engordan, maduran y fermentando dan vino, y que los lirios del campo se visten de belleza y hermosura mayor que la se visten los reyes y príncipes de este mundo.

Oía el murmullo de la cabaña batida por el viento. Veía cómo el césped fresco se convierte en hierba seca pasado algún tiempo. Cómo la zorra traidora después de cometer su fechoría se esconde en la oscuridad de la madriguera. Cómo los perros husmean bajo la mesa de sus señores para comer sus desperdicios. Cómo las serpientes se arrastran sobre la hierba oscura y las víboras se esconden bajo las piedras. Cómo las palomas se arrullan sobre los tejados de las casas y las águilas se precipitan con sus amplias alas sobre su presa. Cómo los pastores buscan afanosamente a sus ovejas perdidas.

Otra de las fuentes de inspiración evangélica de Jesús eran las gentes de Galilea, habitada por judíos, fenicios, sirios árabes y griegos, que eran personas enérgicas, valientes y laboriosas  que habitaban aldeas y pequeñas ciudades. La mayoría trabajaba en la agricultura y en la pesca en el lago de Galilea, y una pequeña minoría trabaja en oficios manuales, tales, como carpintero, como fue su padre legal. Sus paisanos galileos, creían que el diablo era el origen y el principio del mal en este el mundo. Se imaginaban que las enfermedades nerviosas eran causadas por los demonios en los pacientes.

Sabían que el pueblo israelita y judío había sufrido la derrota, el dominio y la cautividad antiguamente y que en la actualidad vivían bajo la dominación romana, sintiéndose humillados. Creían que este mundo estaba organizado en reinos que se hacen la guerra unos a otros y que por medio de las preces y oraciones a Yahvé  podían cambiar el curso de la historia humana y poder curar enfermos. En estas circunstancias, flotaba en el ambiente galileo el deseo y la necesidad de un Mesías que sacara a su pueblo judío de la dominación romana y le llevara al esplendor de la gloria de un reino independiente y libre. Lo deseaban tanto que lo sentían próximo en el corazón de todos ellos.

Durante esta época, surgieron en Galilea numerosos levantamientos y sediciones acaudillados por valerosos y celosos defensores de la libertad y del nacionalismo del pueblo judío contra la dominación del imperio romano en Palestina. Entre ellos, Judas hijo de Serifeo, Matías hijo de Margaleth, y Judas llamado el Galileo, el más importante, creando en Galilea un gran movimiento político contra la ocupación romana basado en la impopularidad del censo y en el pago de los impuestos romanos.
 Es posible que Jesús conociese a este último líder político nacionalista y revolucionario, pero en todo caso conoció a sus militantes y partidarios. Sin embargo, criticó a estos partidos políticos nacionalistas revolucionarios basados en la violencia. Para Jesús, la violencia no era el camino ni el medio para que su pueblo judío encontrase su liberación y la solución a sus problemas políticos y religiosos.

Jesús no se sentía patriota político como los Macabeos ni teólogo nacionalista como Judas el Gaulonita. Su voz sonaba con extraordinaria dulzura entre las personas con las que hablaba, exhalando su persona un atractivo infinito que fascinará a las poblaciones sencillas y benévolas de Galilea. Su carácter dulce y a la vez fuerte se reveló muy temprano.

 Era aficionado a los aforismos concisos y expresivos y a veces enigmáticos. Algunos los había tomado de los libros del Antiguo Testamento, otros, de sabios, tales como, de Antígeno de Soco, de Jesús, hijo de Sirach y de Hillel Gamaliel.  Habían llegado a él como proverbios que circulaban por el pueblo, revistiéndolos e impregnándolos de amor, humildad, perdón, abnegación, justicia y fortaleza.

Creía que el Reino de Dios se hallaba en el corazón de las personas que aman. La moral evangélica que expondrá en el famoso Sermón de la Montaña  será la más alta creación de amor salida de la recta razón humana y el código de vida  más perfecto que pueda trazar el ser humano. En él se halla sintetizada la regla de oro humana: “No hagas a otro lo que no quieres que te hagan a ti”.

José Barros Guede



ÁNGELES SOMOS 7-17


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RESCATE Y REVITALIZACIÓN DE LA TRADICION INFANTIL ÁNGELES SOMOS
Ángeles somos es una remota tradición infantil, que llego a nosotros en los primeros años de la colonización española. Por distintas razones esta fiesta se empezó a extinguir del marco de nuestras celebraciones a fines del siglo pasado, cuando una mal entendida modernización pretendió borrar todo aquello que no era funcional a nuevos modelos de representación cultural y social.

Por ello asumimos el rescate de esta tradición, incluyéndola dentro de un marco más amplio que propiciara la construcción de un nuevo orden social.


NI BRUJOS NI BRUJITAS... ¡ÁNGELES SOMOS!  
El mejor sancocho del año

Una gran olla de sancocho será la excusa para que todos los niños y niñas de las tres localidades de la ciudad participen este sábado 1 de noviembre en una de las tradiciones más representativas de nuestras fiestas de Independencia: El día de Ángeles Somos.

La actividad es organizada por el Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena de Indias, y cuenta con el apoyo de las Alcaldías Locales, las Unaldes, bibliotecas públicas y casas culturales y las instituciones educativas oficiales.

Desde las 7 de la mañana algunas vías de la ciudad estarán cerradas para que a las 9 de la mañana los niños puedan recorrer las calles de su localidad para recoger  los alimentos que utilizarán en el gran sancocho. El evento finalizará a la 1 de la tarde con las presentaciones de varios grupos de mimos, gaitas y demás actores culturales que hacen parte del acto "Rescatando las tradiciones", y que cuenta con el apoyo del IDER.

Para los habitantes de la localidad 1, Histórica y del Caribe Norte, el punto de encuentro será el mercado de Santa Rita, de ahí recorrerán las zonas aledañas hasta llegar a la cancha de Santa Rita donde se hará el sancocho. Los niños de la localidad 2, de la Virgen y Turística iniciarán su recorrido en el centro cultural Las Palmeras, pedirán en las calles cercanas y retornarán al centro cultural. En la localidad 3, Industrial y de la Bahía la actividad iniciará en la biblioteca distrital Jorge Artel, recorrerá las vías cercanas y terminará en el parqueadero de la biblioteca.

Todos los recorridos contarán con la participación de las candidatas al Reinado de Independencia que pertenezcan a cada una de las localidades.

La directora del IPCC, Gina Ruz Rojas, recordó la importancia que esta fecha tiene dentro del imaginario colectivo, y la necesidad de rescatarla y difundirla entre los niños. "Debemos dejar de lado las tradiciones que no hacen parte de nuestras raíces y difundir las que nos ayudan en la construcción de nuestra identidad. Ángeles Somos, busca reforzar la solidaridad festiva, es un signo más de nuestra expresión, que no se deja arrastrar por lo esotérico y por el consumismo", explicó.

De donde viene Ángeles Somos?

Según el padre Efraín Aldana, el origen de esta fiesta viene de una tradición hispánica que pasó a América Latina en la colonización. Sigue existiendo en países como Argentina, Perú, Ecuador, Guatemala, y el Salvador. Inicialmente existía el día de Samhaim, celebración irlandesa de los pueblos celtas que festejaban el día 31 de octubre como el final del verano y el inicio de un nuevo año. Al llegar la noche se tenía la fiesta de los espíritus desencarnados que rondaban por la tierra. Se prendían hogueras en medio de conjuros y hechizos.

Ya en la edad media pasó a significar la noche de brujas. En el año 835 el Papa Gregorio IV institucionalizó el 1 de noviembre como la fiesta de Todos los Santos como límite de las fiestas de brujas y la preparación de la fiesta de los fieles difuntos el 2 de noviembre.


Estribillos

Ángeles somos
Del cielo venimos
Pidiendo limosna
Pa' nosotros mismos
Aguardiente y ron pa Marcelón
Aguardiente y vino pa Marcelino

Tintililiyo, tintililiyo
Cinco pesos pa' mi bolsillo
No te dilates, no te dilates
Saca el bollo del escaparate

No te rías, no te rías
Que la mochila está vacía.

Y si dan:

Esta casa es de arroz
Donde vive el niño Dios
Y si no dan:
Esta casa es de agujas
Donde viven to'a las brujas
Esta casa es de anís
Donde viven los cujís

Esta casa es de nudos
Donde viven to'o los duros



viernes, 26 de octubre de 2012

LA ORACION DE LOS CINDO DEDOS

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1. El dedo pulgar es el que está más cerca de tí. Así que comienza orando por aquéllos que están más unidos a tí. Son los más fáciles de recordar. Orar por los que amamos es "una dulce tarea."

2. El próximo dedo es el índice: Ora por los que enseñan, instruyen y curan. Ellos necesitan apoyo y sabiduría al conducir a otros por la dirección correcta. Manténlos en tus oraciones.

3. El siguiente dedo es el más alto. Nos recuerda a nuestros líderes, a los gobernantes, a quienes tienen autoridad. Ellos necesitan la dirección divina.

4. El próximo dedo es el del anillo. Sorprendentemente, éste es nuestro dedo más débil. El nos recuerda orar por los débiles, enfermos o atormentados por problemas. Ellos necesitan tus oraciones.

5. Y finalmente tenemos nuestro dedo pequeño, el más pequeño de todos. El meñique debería recordarte orar por tí mismo. Cuando hayas terminado de orar por los primeros cuatro grupos, tus propias necesidades aparecerán en una perspectiva correcta y estarás preparado para orar por tí mismo de una manera más efectiva. 



jueves, 25 de octubre de 2012

EL DEMONIO DE LA ACEDIA - PADRE HORACIO BOJORGE



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La Acedia es una tristeza por el bien, por los bienes últimos, es tristeza por el bien de Dios. 

Es una incapacidad de alegrarse con Dios y en Dios. 

Nuestra cultura está impregnada de Acedia.


La civilización depresiva.
La acedia se encuentra instalada en forma de hábitos en las sociedades y en las culturas, de modo que se puede hablar de una verdadera civilización de la acedia y de esto trata este primer capítulo de esta serie.

Estamos en una civilización de la acedia, no se diagnostica este mal de manera explícitamente religiosa y nuestro diagnóstico es religioso. Normalmente se habla de la sociedad depresiva, hace pocos años publicó el Padre Tony Anatrella, un jesuita francés, psicólogo social y psicólogo consultor de la Santa Sede, un libro que se llama “La Sociedad Depresiva” en el que nos dice que “la depresión no es solo la enfermedad más extendida en nuestra civilización, sino que es su mal característico”. La nuestra es una sociedad que se caracteriza por ser depresiva, deprimida y de alguna manera deprimente.


Otro gran psicólogo muy reconocido, Viktor Frankl, decía hace muchos años que la depresión se debe a que el hombre necesita tener un sentido último, y cuando pierde ese sentido último empiezan los procesos psicológicos y neurológicos que lo sumergen en la depresión, en la tristeza.


En los siguientes capítulos veremos que la acedia es una tristeza, pero una tristeza por los bienes últimos, es tristeza por el bien de Dios, o la incapacidad de alegrarse con Dios y de alegrarse en Dios.


La sociedad depresiva ha avanzado muchísimo en procurarles a los hombres bienestar y progreso material, ha llevado a los pueblos a mejorar su nivel de vida, sin embargo eran pueblos que cuando no tenían tanto bienestar sabían celebrar la vida por que se alegraban en las cosas sencillas, y aunque tuvieran menos posibilidades de bienestar tenían sin embargo más alegría. Parece que esta sociedad depresiva, en la medida en la que aumenta el disfrute de las cosas, pierde la capacidad de disfrutar y alegrarse, y produce entonces un nuevo tipo de fiesta, que ya no es la fiesta de la celebración de la vida sino que es una fiesta de evasión de la cual vuelve a la vida diaria con una sensación de aburrimiento o abrumado, después de haber huido como que se recluye de nuevo en la cárcel de las cosas y no encuentra ya la alegría de los vínculos. Es una sociedad en que se está agrediendo a los vínculos y principalmente al principal que es el vínculo con Dios.


La revelación bíblica a unido, y Nuestro Señor Jesucristo une también, el amor a Dios como el primero de todos los vínculos, con el amor al prójimo, como dos amores necesariamente unidos por que el uno es la fuente de los otros; el amor a Dios es el vínculo fontal que permite que el hombre se vincule con los demás amorosamente.


Ya los filósofos griegos, Platón, Aristóteles, explorando las filosofías de la sociedad humana, explorando en que consistiría la felicidad, determinaron que la felicidad no está en las cosas, no está en el dinero, no está en el bienestar, no está en el placer, no está en la fama, no está en la gloria ni en el aplauso de las personas, sólo un bien de su misma naturaleza personal puede hacer feliz a una persona, por lo tanto concluye Aristóteles, la felicidad del hombre puede estar solamente en la amistad con los demás hombres, y la amistad es un amor recíproco, no basta que uno ame a los demás si no es amado por los otros, esa red de relaciones vinculares que conforman la felicidad de los ciudadanos supone la existencia de la virtud, por que si los ciudadanos no son virtuosos esa amistad se corrompe por egoísmo de uno o de los dos, y esa relación –lejos de convertirse en el origen de la felicidad– es la fuente de una explotación del egoísta al generoso, o un pacto de intereses entre dos egoístas, y esto no basta para hacer la felicidad ni de las personas ni de la sociedad.


Por eso concluye Aristóteles, que para el bien de la sociedad y de los ciudadanos, los individuos deben ser virtuosos, y hace por lo tanto todo un tratado de la virtud para decirnos que es necesaria esa virtud para amar al otro sin egoísmo.


Entre las virtudes, tanto Platón como Aristóteles, dan mucha importancia a las virtudes de la templanza en el uso de los bienes y de la fortaleza ante los males, y dicen que desde niños los ciudadanos deben ser educados en estas virtudes.


Ellos, sin embargo no podían saber por que la virtud del hombre se corrompe, ellos no tenían la sabiduría revelada por Dios acerca del pecado original y de la fuente de la corrupción del amor, del amor en su relación con Dios el creador, y del amor en la relación con los demás; la revelación cristiana viene a traer esta sabiduría, y nos da el secreto y la explicación, y hasta el nombre de esta raíz de la corrupción de las virtudes, eso es lo que llamamos acedia o tristeza por el bien, el ser humano es capaz de no alegrarse en el bien principal que son sus vinculaciones, (con Dios y con las personas), y por lo tanto puede valorar más las cosas que a las personas, esto lo notamos en esta sociedad en la que, a medida que aumentan los adelantos técnicos nos topamos con personas que son cada vez menos capaces de vincularse entre si. Podemos ser muchas veces muy hábiles en el manejo de la computadora, de la Internet, de los celulares, cada vez estamos más comunicados pero cada vez tenemos menos comunión los unos con los otros, cada vez nuestros vínculos son más superficiales, y esa comunicación y relacionamiento entre las personas no nos conduce a unos vínculos tan profundos como antes de estos adelantos técnicos.


Por lo tanto esta civilización va perdiendo, junto con su vínculo con Dios, el vínculo entre las personas llegando a una especie de autismo cultural donde las personas se clausuran dentro de si mismas y tienen más dificultad de relacionarse con otras personas, los vínculos son más frágiles y menos duraderos.


Esta civilización depresiva es la civilización de la acedia, ha perdido la capacidad de alegrarse en el culto divino y por eso a perdido la capacidad de celebrar en la vida con fiestas que celebran la vida, y sus fiestas son una huida del aburrimiento más que una celebración del amor y los vínculos.


Quiero echar mano de una parábola evangélica que nos puede revelar algo de las razones últimas de este mal de la civilización, se trata de la parábola del hijo pródigo. En la parábola del hijo pródigo precisamente encontramos que hay uno de los hijos que se va de la casa del padre por que no aprecia la vinculación con el padre sino que va en busca de otros bienes que no son los bienes principales, se equivoca en la evaluación relativa de los bienes, y abandona el vínculo filial-paterno para buscar su felicidad, conocemos la historia y sabemos que ese intento del hijo pródigo de encontrar la felicidad termina en un fracaso que lo hace volver a la casa del padre, en donde el padre lo está esperando para reanudar el vínculo, el hijo prodigo no se siente digno de reanudar ese vínculo pero el padre le devuelve la confianza y reanuda el vínculo con ese hijo. En realidad el hijo vuelve acuciado por la necesidad, no vuelve con la esperanza de encontrar el bien del vínculo, todavía no ha entrado en la sabiduría filial paterna, el viene a la casa del padre acuciado por una necesidad, pero en su corazón no es la principal necesidad el amor del padre.


Y allí mientras se celebra la fiesta por el hijo llega el otro hijo, el hijo mayor, que vive en la casa del padre y se enoja con la fiesta que el padre hace celebrando la recuperación del hijo que se había perdido, aquí vemos también, que el hijo que había permanecido con el padre no estaba allí por el amor al padre sino por otros motivos, porque si hubiera permanecido en su casa por amor a su padre se habría alegrado con la alegría del padre y se hubiese entristecido con su tristeza por la perdida del hermano; esta parábola nos enseña, entonces, que lo principal era conocido por el padre pero desconocido por los hijos, tanto uno –el que se va– como el otro –el que se queda en casa– no tenían como bien principal el vínculo amoroso con el padre, y por lo tanto los dos necesitaban de sanación, por que los dos ponían las cosas por delante del padre.


La queja del hijo mayor se refiere a los bienes que ha dilapidado su hermano menor, “ese que ha gastado todos sus bienes con prostitutas y en placeres”, no deplora otros males del hermano menor, sin embargo el padre deplora haber perdido al hijo, y se alegra de haberlo recuperado, el padre es el portador de la sabiduría de los vínculos como lo principal, que lo primero es amar a Dios sobre todas las cosas y que sin eso todas las dichas terrenas no alcanzan a ser la felicidad del hombre.


Esa sabiduría elemental se ha perdido en esta cultura de la acedia y por eso esta cultura se aparta cada vez más de Dios, algunos son como el hijo pródigo que se van, esta cultura en gran parte es el hijo pródigo, que se ha ido muy lejos del Padre, que se apartado muy lejos de la revelación del Padre a través del Hijo, se ha apartado de nuestro Señor Jesucristo, y que está en una situación de apostasía, de lejanía, en una postura de haberle dado la espalda al Padre y haberse vuelto a las criaturas lo cual es la definición del pecado, la aversión a Dios y la conversión a las criaturas.


Esta civilización es la civilización de la acedia porque no sabe alegrarse con el amor del Padre, porque no sabe alegrarse con su condición de hijo, prefiere abandonar su relación con el Padre e ir a buscar su felicidad en otras cosas, en otros caminos que no son estrictamente la vinculación. Pero quizá muchos nos hemos quedado en la casa del Padre, no nos consideramos hijos pródigos, pero nos podemos preguntar si estamos en la casa del Padre atesorando el vínculo filial paterno como lo esencial y lo principal de nuestra relación con Dios, o si albergamos algunas imperfecciones en esa vinculación; si realmente nuestra felicidad viene del amor divino, si sabemos celebrar el culto como una fiesta del gozo filial alegrándonos con los bienes del Padre, o si nos falta todavía una conversión al Padre.


En esta historia, dice el Beato Juan Pablo II, los rayos de la paternidad de Dios encuentran una primera resistencia en el dato oscuro pero real del pecado original; esa duda de Eva que la serpiente le inculca de que Dios es un Dios egoísta y que no quiere darnos los bienes, esa desconfianza de Dios de la que nos habla el mito de Prometeo encadenado que tiene que robar a los dioses celosos el don del fuego, y continua el Papa: «esta es la verdadera clave para interpretar la realidad de nuestra cultura, que el hombre tiene miedo de Dios, hay un miedo a la religión, un miedo a la revelación de Dios, el pecado original no es solo la violación a una voluntad positiva de Dios, no es sólo la desobediencia, sino la motivación que está detrás de la desobediencia, la desconfianza de Dios, la cual tiende a abolir la paternidad de Dios». Estamos en una cultura en la que incluso en los medios creyentes la imagen del Padre ha quedado nublada, se habla de Jesucristo sin relacionarlo con el Padre,


Juan Pablo II continúa diciendo «tiende a abolir la paternidad destruyendo su rayos que penetran en el mundo creado, poniendo en duda la verdad de Dios que es Amor».


El Papa Benedicto XVI escribió su primera encíclica diciendo “Dios es Amor”, a esta cultura que no piensa encontrar la felicidad en el amor a Dios y a los hermanos, a esta cultura el Papa le dice Dios es Amor no tienes porque temerle, ese es el mensaje de su primera encíclica y en su tercera encíclica es “Caritas in Veritate”, la caridad se realiza en la verdad, y la verdad es la verdad acerca de Dios que nos revela Nuestro Señor Jesucristo: que Dios es Padre, y que nosotros somos hermanos entre nosotros, pero tan solo podemos realizar la fraternidad si primero vivimos la filialidad, una fraternidad sin filialidad, una fraternidad sin padre es una utopía revolucionaria que sabemos históricamente que no condujo a nada y que no logró hacer más fraterna la cultura actual, donde precisamente pensadores inspirados en esa utopía dijeron que la relación entre los hombres es la dialéctica del amo o del esclavo, o yo soy tu amo o tú me dominas, y entonces se establece entre las personas una relación de miedo o de rivalidad, de oposición, de lucha y de predomino, y esto también se proyecta hacia Dios, esta cultura tema ser dominada por Dios, es una cultura que se ha apartado –incuso intelectualmente– de la importancia del amor, y a la cual el Papa (que conoce muy bien esas ideologías) le dice que Dios es Amor y que ese Amor se realiza en la Verdad revelada acerca de Dios, y aunque ahora no podemos tener a ese Dios plenamente, sin embargo ya es capaz de cambiar nuestra vida desde ahora, y por eso la segunda carta del Papa Benedicto es sobre la esperanza, es decir que a Dios ya lo tenemos, pero hay todavía mucho más que esperar de Dios en el futuro, que la ciudad de Dios, la ciudad de los hombres que aman a Dios y que es amada por Dios, no se realiza plenamente ahora en la historia sino que va a ser una Jerusalén celeste, en este momento se está como formando en la historia, y se están juntando en el cielo los que aquí han vivido la primacía del amor en sus vidas, los que han puesto delante los vínculos y no las cosas, una ciudad de la que quedan excluidos los que han puesto las cosas delante de las personas y los vínculos.


Estamos en la civilización de la acedia, y creo queridos hermanos, que en los próximos capítulos de esta serie en que hablaremos sobre el demonio de la acedia nos iluminará mucho sobre nuestra vida en este mundo y nos ayudaran a encontrarnos en el camino hacia el Padre lo cual les deseo a todos, y a mí, para encontrarnos un día en la Jerusalén celestial.


Que Dios los bendiga.


PADRE HORACIO BOJORGE



Espero que este artículo de CATHOLIC.NET donde el Padre Horacio Bojorge nos relata lo que es el demonio de la Acedia y lo que le ha hecho a nuestra civilización haya sido de utilidad.

En una serie de trece (13) videos, el Padre Bojorge ha realizado una serie en EWTN donde relata y explica este tema y sus soluciones.















miércoles, 24 de octubre de 2012

EL LÁPIZ




Imágenes Google-Edición MariamContigo
Un niñito miraba a la abuela escribir una carta.

En un momento dado, le preguntó:

Abuela, ¿estás escribiendo una historia que nos sucedió a nosotros?

¿Es por casualidad, una historia sobre mí?

La abuela dejó de escribir, sonrió y le comentó al nieto: Estoy escribiendo sobre ti, es verdad.

Ahora bien, más importante que las palabras es el lápiz que estoy usando.

Me gustaría que tú fueras como él, cuando crezcas.

El niño miró el lápiz, intrigado, y no vio nada especial.

Pero, si es igual a todos los lápices que he visto en mi vida!

Todo depende de cómo mires las cosas.

Hay cinco cualidades en él que, si consigues conservarlas, te harán siempre una persona en paz con el mundo.

Primera cualidad:
Puedes hacer grandes cosas, pero no debes olvidar nunca que existe una Mano que guía tus pasos.

A esa Mano la llamamos Dios y Él debe conducirte siempre en la dirección de Su voluntad.

Segunda cualidad:

De vez en cuando necesito dejar de escribir y usar el sacapuntas.
Con eso el lápiz sufre un poco, pero al final está más afilado.

Por tanto, has de saber soportar algunos dolores, porque te harán ser una persona mejor.

Tercera cualidad:

El lápiz siempre permite que usemos una goma para borrar los errores.

Debes entender que corregir una cosa que hemos hecho no es necesariamente algo malo, sino algo importante para mantenernos en el camino de la justicia.

Cuarta cualidad:

Lo que realmente importa en el lápiz no es la madera ni su forma exterior, sino el grafito que lleva dentro.

Por tanto, cuida siempre lo que ocurre dentro de ti.

Por último, la quinta cualidad:

El lápiz, siempre deja una marca.

Del mismo modo, has de saber que todo lo que hagas en la vida dejará huellas y procura ser consciente de todas tus acciones. 


martes, 23 de octubre de 2012

"VTV" VERIFICACIÓN TÉCNICA VEHICULAR


MANEJANDO CON LA VERIFICACIÓN TÉCNICA VEHICULAR VENCIDA


Imágenes Google-Edición MariamContigo

La verificación técnica vehicular (VTV), es en Argentina desde hace algunos años un requisito obligatorio para todos los automóviles que estén en circulación. El Estado ha obligado a que cada auto que transite por las calles del país tenga una revisión técnica anual para garantizar su confiabilidad. Especialistas evalúan ciertos parámetros básicos del auto y dan un veredicto.

Esto surgió como respuesta a una realidad que estábamos viviendo. Demasiados accidentes automovilísticos provocados por problemas mecánicos del auto encendieron el alerta para revisar un problema. Aplicaron las buenas prácticas internacionales y crearon esta ley obligatoria.

Fue complicado cambiar la mentalidad argentina de “arreglar todo con alambre” y salir a la calle con el auto como estaba, para comenzar a revisar regularmente el auto, anticiparse a los problemas mecánicos y generar mayor seguridad vial. Y aunque a muchos no les guste y les moleste pagar para hacer este control, esta ley es necesaria. Porque si nos controlan, somos mejores. Difícilmente revisaríamos los frenos o las luces del auto si no tuviéramos que pasar la VTV.

El mismo principio de seguridad es el que aplica Dios para la vida. Es sorprendente como respondemos de la misma manera a una regla de control. Queremos evadirlo. Intentamos vivir de una manera que Dios no aprueba sin sufrir las consecuencias de nuestras malas decisiones. Creemos que podemos salir a la calle espiritual con el auto de la vida sin luces ni frenos y que podemos eludir los controles policiales.

Y luego nos quejamos cuando nos sancionan por nuestras infracciones. Sin hacernos cargo de la responsabilidad que tenemos por haber decido hacer mal las cosas. Dios no es un policía que nos está esperando a la vuelta de la esquina para hacernos una infracción. Pero demanda de nosotros fidelidad, santidad y perfección. No nos demanda una verificación anual, pero nos mira cada día y a cada hora.

Por eso Pablo nos recomendaba auto controlarnos. Y en sinceridad y buena moral evaluar si estamos actuando bien o estamos actuando mal. El Espíritu Santo es el mejor alerta en estas dudas. Es quien más conciencia tiene de lo correcto y lo incorrecto. Y quien está más interesado que nadie en alertarnos de los futuros errores.

No transites por la vida con tu VTV espiritual vencida. Renova tus principios de santidad cada día.


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