LA DIVINA MISERICORDIA

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La Novena de la Divina Misericordia

 

Inicio

Jesús pidió que la Fiesta de la Divina Misericordia ir precedida de una Novena a la Divina Misericordia, que se iniciarán el Viernes Santo. Dio Santa Faustina la intención de orar por cada día de la novena, el ahorro para el último día de la intención más difícil de todos, los tibios e indiferentes de los cuales dijo:
. "Ellas me causa más sufrimiento que cualquier otra, era de esas almas que Mi alma se sentía el más repugnancia en el Huerto de los Olivos fue en su cuenta que le dije:" Padre mío, si es posible, que esta copa Pass Me By ". La última esperanza de salvación para ellos es huir a Mi Misericordia. "

En su diario, Santa Faustina escribió que Jesús le dijo:
"En cada día de la novena que traerá a mi corazón un grupo diferente de almas y que les sumergirá en este océano de Mi misericordia ... Cada día le pido a mi Padre, en la fuerza de mi pasión, para el gracias para estas almas. "

Las almas diferentes oró por cada día de la novena son los siguientes:
DIA 1 (Viernes) - Toda la humanidad, especialmente los pecadores
DIA 2 (Sábado Santo) - Las almas de los sacerdotes y religiosos
Día 3 (Domingo de Resurrección) - Todas las almas devotas y fieles
Día 4 (lunes de Pascua) - Aquellos que no creen en Jesús y los que aún no lo conocen
Día 5 (Martes Santo) - Las almas de los hermanos separados
DIA 6 (Miércoles Santo) - Las almas mansas y humildes ya las almas de los niños
Día 7 (Jueves Santo) - Las almas que veneran y glorifican la misericordia de Jesús
Día 8 (Viernes Santo) - Las almas que están detenidas en el purgatorio;
Día 9 (Sábado Santo) - Las almas que han caído en la tibieza.
La Coronilla de la Divina Misericordia también se puede ofrecer cada día a la intención del día, pero no es estrictamente necesario para la novena.

Primer día

"Hoy, tráeme a toda la humanidad, especialmente a los pecadores, y los sumerja en el océano de Mi misericordia. De esta forma, me consolarás de la amarga tristeza en que la pérdida de las almas me sume ".

Jesús misericordiosísimo, cuya naturaleza es la de tener compasión de nosotros y de perdonarnos, no mires nuestros pecados sino de nuestra confianza que depositamos en tu bondad infinita. Reciba todos nosotros en la morada de tu compasivísimo Corazón y nunca nos dejes escapar de él. Te lo suplicamos por tu amor que te une al Padre y el Espíritu Santo.

Padre eterno, mira con misericordia a toda la humanidad y especialmente a los pobres pecadores que están encerrados en el compasivísimo Corazón de Jesús. Por el bien de su dolorosa pasión muéstranos tu misericordia, para que alabemos la omnipotencia de tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén.

Segundo Día 

"Hoy, tráeme a las almas de los sacerdotes y religiosas, y sumérgelas en Mi misericordia insondable. Fueron ellos los que me dieron fortaleza para soportar mi amarga pasión. A través de ellos como a través de los canales de Mi misericordia fluye hacia la humanidad. "

Jesús misericordiosísimo, de quien procede todo bien, aumenta tu gracia en los hombres y mujeres consagrados a su servicio, * para que puedan hacer obras dignas de misericordia, y que todos los que vean, glorifiquen al Padre de Misericordia que está en los cielos .
Padre Eterno, vuelve Tu mirada misericordiosa hacia el grupo elegido en Tu viña - hacia las almas de los sacerdotes y religiosos, y dotarlos de la fuerza de tu bendición. Por el amor del Corazón de Tu Hijo, en el cual están encerradas, les comunican su poder y la luz, para que sean capaces de guiar a otros en el camino de la salvación y con una sola voz canten alabanzas a tu infinita misericordia por los siglos de los siglos . Amén.

    * En el texto original, Santa Faustina utiliza el pronombre "nosotros" desde que estaba ofreciendo esta oración como una hermana religiosa consagrada. El texto adaptado aquí es la intención de hacer la oración de uso universal.

Tercer Día

"Hoy, tráeme a todas las almas devotas y fieles, y los sumerja en el océano de Mi misericordia. Estas almas me consolaron a lo largo del Camino de la Cruz. Fueron una gota de consuelo en medio de un océano de amargura. "

La mayoría de Jesús Misericordioso, del tesoro de tu misericordia les imparto de tus gracias en gran abundancia para todos y todas. Reciba nosotros en la morada de tu compasivísimo Corazón y nunca nos dejes escapar de él. Te lo suplicamos en usted por que el amor más maravilloso que el Padre celestial con la que su corazón arde tan fervorosamente.

Padre Eterno, mira con misericordia a las almas fieles como herencia de tu Hijo. Por el bien de su dolorosa pasión, concédeles tu bendición y tenlos siempre bajo tu protección constante. Por lo tanto puede que nunca fallan en el amor o pierdan el tesoro de la santa fe, sino más bien, con toda la legión de los ángeles y los santos, glorifiquen tu infinita misericordia por los siglos de los siglos. Amén.

Cuarto Día

"Hoy, tráeme a aquellos que no creen en Dios y los que no me conocen.  También pensaba en ellos durante mi amarga pasión y su futuro celo consoló mi Corazón. Sumérgelas en el océano de Mi misericordia. "

La mayoría de Jesús misericordioso, tú eres la Luz del mundo entero. Acoge en la morada de tu compasivísimo Corazón a las almas de aquellos que no creen en Dios y de aquellos que todavía no te conocen. Que los rayos de Tu gracia los iluminen para que también ellos, junto a nosotros, ensalcen tu maravillosa misericordia, y no las dejes salir de la morada de tu compasivísimo Corazón.

Padre eterno, mira con misericordia a las almas de aquellos que no creen en ti, y de los que aún no te conocen, pero que están encerrados en el compasivísimo Corazón de Jesús. Dibujar a la luz del Evangelio. Estas almas desconocen la gran felicidad que es amarte. Haz que también ellos ensalcen la generosidad de tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén.

    * Las palabras originales de Nuestro Señor está aquí eran "los paganos". Desde el pontificado del Papa Juan XXIII, la Iglesia ha considerado oportuno sustituir este término con más clara y más apropiada de terminología.

Quinto Día 

"Hoy, tráeme a las almas de los que se han separado de mi * Iglesia, y los sumerja en el océano de Mi misericordia. Durante Mi amarga Pasión, desgarraron Mi Cuerpo y Corazón, es decir, Mi Iglesia. Según regresan a la unidad con la Iglesia mis llagas cicatrizan y de este modo alivian mi pasión. "

La mayoría de Jesús Misericordioso, la bondad misma, tú no niegas la luz a quienes te la piden. Acoge en la morada de tu compasivísimo Corazón a las almas de los que se han separado de su iglesia. Dibujar con Tu luz en la unidad de la Iglesia, y no las dejes salir de la morada de tu compasivísimo Corazón, pero haz que también ellos lleguen a glorificar la generosidad de tu misericordia.

Padre Eterno, mira con misericordia a las almas de aquellos que se han separado de la Iglesia de tu Hijo, que han malgastado tus bendiciones y han abusado de tus gracias por persistir obstinadamente en sus errores. No mires sus errores, sino el amor de tu Hijo y su amarga pasión que sufrió por ellos, ya que ellos también están encerrados en su piadosísimo Corazón. Haz que también ellos glorifiquen tu gran misericordia por los siglos de los siglos. Amén.

    * Nuestras palabras originales Señor aquí eran "herejes y cismáticos", ya que Él habló a Santa Faustina en el contexto de su tiempo. A partir del Concilio Vaticano II, las autoridades de la Iglesia han considerado conveniente no utilizar las denominaciones de acuerdo con la explicación dada en el decreto conciliar sobre el ecumenismo (n. 3). Cada Papa desde que el Consejo ha reafirmado que el uso de. Santa Faustina ella, su corazón siempre en armonía con la mente de la Iglesia, con toda seguridad habría estado de acuerdo. Cuando en algún momento, a causa de las decisiones de sus superiores y confesor, ella no era capaz de ejecutar las inspiraciones de nuestro Señor y órdenes, ella declaró: "Voy a seguir tu voluntad en la medida en que usted me permite hacerlo a través de su representante. Oh Jesús mío "Doy prioridad a la voz de la Iglesia sobre la voz con la que Usted habla a mí" (497). El Señor confirmó su acción y la alabó por ello.

Sexto día 

Hoy, tráeme a las almas mansas y humildes y las almas de los niños pequeños, y sumérgelas en Mi misericordia. Estas almas más semejantes a Mi Corazón. Me proporcionaron fortaleza durante Mi amarga agonía. Las veía como ángeles terrestres que velarían al pie de mis altares. Yo derramaré sobre ellos toda torrentes de gracia. Estoy a favor de las almas humildes con Mi confianza.

Jesús misericordiosísimo, Tú mismo has dicho: Aprended de Mí que soy manso y humilde de corazón ". Acoge en la morada de tu compasivísimo Corazón a las almas mansas y humildes ya las almas de los niños pequeños. Estas almas llevan a todo el cielo al éxtasis y son las preferidas del Padre celestial. Son un ramillete perfumado ante el trono de Dios, Dios mismo se embriaga con su fragancia. Estas almas tienen una morada permanente en tu compasivísimo Corazón, Oh Jesús, y cantan sin cesar un himno de amor y misericordia.

Padre Eterno, mira con misericordia a las almas mansas, hacia estas almas humildes y de los niños pequeños que están encerradas en la morada que es el compasivísimo Corazón de Jesús. Estas almas son las más semejantes a su Hijo. Su fragancia asciende desde la tierra y alcanza tu trono. Padre de misericordia y de toda bondad, te suplico por el amor que tienes por estas almas y el gozo que te proporcionan, bendice al mundo entero, que todas las almas canten juntas las alabanzas de tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén.

Séptimo Día 

Hoy, tráeme a las almas que veneran y glorifican mi Misericordia *, y sumérgelas en Mi misericordia. Estas almas son las que más lamentaron mi pasión y penetraron más profundamente en mi espíritu. Ellos son un reflejo viviente de mi Corazón compasivo. Estas almas resplandecerán con un brillo especial en la próxima vida. Ninguna de ellas irá al fuego del infierno. En particular deberá defender cada uno de ellos a la hora de la muerte.

Jesús misericordiosísimo, cuyo Corazón es el amor mismo, acoge en la morada de tu compasivísimo Corazón a las almas de los que especialmente veneran y ensalzan la grandeza de tu misericordia. Estas almas son fuertes con el poder de Dios mismo. En medio de todas las aflicciones y adversidades siguen adelante confiadas en tu misericordia y unidas a Ti, oh Jesús, que llevan toda la humanidad en sus hombros. Estas almas no serán juzgadas severamente, sino que tu misericordia las envolverá en la hora de la muerte.

Padre Eterno, mira con misericordia a las almas que glorifican y veneran tu mayor atributo, es decir, tu misericordia insondable y que están encerradas en el compasivísimo Corazón de Jesús. Estas almas son un Evangelio viviente, sus manos están llenas de obras de misericordia, y sus corazones desbordantes de gozo, cantar un cántico de misericordia, a Ti, oh Altísimo! Te suplico, oh Dios: Muéstrales tu misericordia según la esperanza y la confianza que han depositado en ti. Que se cumpla en ellos la promesa de Jesús, quien les dijo que durante su vida, pero sobre todo a la hora de la muerte, las almas que veneraron Su infinita misericordia, Él mismo las defenderé como su gloria. Amén.

    * El texto nos lleva a concluir que en la primera oración dirigida a Jesús, ¿Quién es el Redentor, que es "víctima" almas contemplativas y que estaba rezando por ellos, las personas, es decir, que voluntariamente se ofrecieron a Dios por la salvación de su vecino (ver Col 1:24, 2 Cor 4:12). 

 Esto explica su íntima unión con el Salvador y la extraordinaria eficacia que su actividad ha invisibles para los demás. En la segunda oración, dirigida al Padre de quien procede "todo don que vale la pena y todos los beneficios genuino", se recomienda el "activo" las almas, que promueven la devoción a la Divina Misericordia y el ejercicio con él todas las otras obras que se prestan a la espiritual y material de elevación de sus hermanos.

Octavo Día

"Hoy, tráeme a las almas que están en la cárcel del Purgatorio, y sumérgelas en el abismo de mi misericordia. Que los torrentes de mi sangre refresquen el ardor del purgatorio. Todas estas almas son muy amadas por mí. Ellas pagan el castigo de mi justicia. Está en su poder para traer alivio. Saca todas las indulgencias del tesoro de Mi Iglesia y les ofrecen en su nombre. ¡Oh, si supieras qué tormentos padecen, ofrecerías continuamente por ellas las limosnas del espíritu y pagar su deuda con mi justicia. "

Jesús misericordiosísimo, tú mismo has dicho que deseas la misericordia, así que me llevo a la morada de tu compasivísimo Corazón a las almas del Purgatorio, almas que son muy queridas, y, sin embargo, que debe pagar su culpa. Que los torrentes de Sangre y Agua que brotaron de tu Corazón, apaguen las llamas del Purgatorio, que, también, el poder de tu misericordia se puede celebrar.

Padre eterno, mira con misericordia a las almas que sufren en el Purgatorio, que están encerradas en el compasivísimo Corazón de Jesús. Te suplico, por la dolorosa pasión de Jesús, tu Hijo, y por toda la amargura con la cual su sacratísima alma fue inundada, muestra tu misericordia a las almas que están bajo tu justo escrutinio. Mira a los de ninguna otra manera sino a través de las heridas de Jesús, tu amadísimo Hijo, porque creemos firmemente que no hay límite a su bondad y compasión. Amén.

Noveno día

"Hoy, tráeme a las almas que han caído en la tibieza, y sumérgelas en el abismo de mi misericordia. Estas almas hieren mi Corazón más dolorosamente. Mi alma experimentó la más intensa repugnancia en el Huerto de los Olivos, debido a las almas tibias. A causa de ellas dije: 'Padre, este cáliz lejos de mí, si es tu voluntad. " Para ellos, la última esperanza de salvación consiste en recurrir a mi misericordia. "

La mayoría de Jesús misericordioso, tú eres la compasión misma. Puedo traer a las almas tibias a la morada de tu piadosísimo Corazón. En este fuego de tu amor puro, que estas almas heladas que se parecen a cadáveres y te llenan de gran repugnancia, una vez más se incendia. Oh Jesús compasivísimo, ejercita la omnipotencia de tu misericordia y dibujarlos en el ardor de tu amor, y otorgarles el don del amor santo, porque Tú lo puedes todo.

Padre Eterno, mira con misericordia a las almas tibias que, no obstante encerradas en el compasivísimo Corazón de Jesús. Padre de Misericordia, te suplico por la amarga pasión de tu Hijo y por su agonía de tres horas en la cruz, permite que también ellas glorifiquen el abismo de tu misericordia. Amén.










Diario, Santa María Faustina Kowalska, la Divina Misericordia en Mi Alma (c) 1987 Congregación de los Marianos de la Inmaculada, Stockbridge, MA 01263. Todos los derechos reservados. Usado con permiso. 

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