LA PALOMA BLANCA SOBRE EL FÉRETRO DEL CARDENAL EUGENIO SALES DE ARAÚJO
Durante el funeral por el que fuera arzobispo de Río de Janeiro,
fallecido el pasado 9 de julio, los fieles asistieron a una escena
inesperada, que muchos interpretaron como un signo de predilección: en
el telegrama de condolencias, Benedicto XVI dijo que "fue siempre un
seguro punto de referencia y de fidelidad a la Sede Apostólica".
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