Sin duda el problema económico nos tiene
a todos en vilo. Cada día que amanece nos trae un nuevo susto. ¿Qué
pasará con España? Da la impresión que a muchos políticos lo único que
les importa es defender su ideología y atrapar como sea cotas de poder,
aunque el mundo se hunda. El pobre pueblo tiene que sufrir pasmado las
discusiones, las interpelaciones, los dardos envenenados que se alzan
unos contra otros, las descalificaciones… como si el problema fuera solo
de la otra parte. En el fondo lo que hay es una crisis de valores en
todo el continente europeo. El pez grande se come a los chicos, y cuando
estos chicos todavía son un poco grandes los exprimen para sacarle el
producto interior, y después comprar la cascara a precio de saldo.
DECÁLOGO PARA SALIR DE LA CRISIS:
1º.- No confíes en la varita mágica de ningún gobierno
(sea del color que fuere). Un aparato estatal grande, extenso, poderoso
y que trate de regularlo todo es un gran problema para ti y para todos
nosotros: “Big Government, big problems”.
El ser humano es libre. Y necesita de la libertad,
ejercida a su vez con responsabilidad. Tú eres la democracia de todos
los días. La democracia no es un sistema de quien se conforma con votar
cada cuatro años y delega su esperanza en otros hombres, por poderosos y
sabios que sean: gestiona la crisis desde tu casa. Refuerza con tu
acción el asociacionismo y lucha porque los partidos politicos no
invadan todo el tejido social (aquí es interesante el aporte de un
pensador desconocido en Europa, el chileno Jaime Guzmán y su teoría del
"gremialismo").
La responsabilidad de la crisis es sólo tuya. En
una ocasión preguntaron a Teresa de Calcuta: “¿Qué ha hecho Dios para
cambiar el mundo?”. Y ella, sonriendo como siempre, respondió: “¡Te ha
hecho a ti!”.
2º.- No reduzcas el conocimiento sólo a la ciencia y a la tecnología. Parafraseando a Pablo VI, la ciencia es mala como señor, pero buena como siervo.
Una sonrisa, una mirada, un beso a un ser querido
son instantes irrepetibles de nuestra vida particular y, como tales, no
pueden ser estudiados por la ciencia ni aportados por ninguna
tecnología. Así pues, una parte importante de lo que nos hace felices
está más allá de lo puramente material.
Desde esa perspectiva no reduccionista, seremos
capaces de “reaprender” a utilizar los nuevos conocimientos científicos y
los avances tecnológicos para el bien común y no para someter a la
especie humana a otros hombres.
3º.- No eres un simple número estadístico: no dejes entonces que te atrapen las estrategias de marketing que pretenden que consumas lo que ellos quieren.
Los estudios de mercado son como horóscopos
vestidos de estadística. Tienes capacidad para decidir cómo quieres ser:
no delegues esa decisión en los astros de aquí abajo, pues ellos no te
sirven a ti, sino al señor que les retribuye generosamente.
4º.- Evita la envidia. Alégrate de aquel a quien le vaya bien. Y desea que a ese grupo se añadan muchos, muchos más todos los días.
Coopera en tu empresa. Si eres empresario, desbroza
caminos a la participación de tus trabajadores y clientes. Si eres
trabajador, "vístete" de empresario algunas horas al día para comprender
la realidad total de tu empresa, y no sólo el puesto personal que
desempeñas en ella.
No cierres el camino hacia arriba de tu compañero o
de tu competidor. Resguardarnos en la mediocridad nos enriquece menos
que tratar de alcanzar cumbres empinadas. Si quieres superarte, deja que
te superen pero aprende para hacerlo tú también... ¡y luego hazlo!
Actúa en equipo.
5º.- Busca en tus moradas hasta que descubras el cofre que contiene los talentos romanos.
Contémplalos un instante, date cuenta de que cada habilitad, por
humilde que parezca, es una fortuna, un tesoro para la humanidad entera.
Y entonces, despliega esos talentos. Ponlos a
trabajar de inmediato. Si eres creativo, crea. Si eres imaginativo,
imagina. Si eres arriesgado, arriesga. Si eres activo, haz cosas.
6º.- Un proverbio chino afirma que el ayer ya no
existe, que el mañana aún no ha llegado y que el presente es un regalo
que se nos da. Nosotros decimos que bástale a cada día su afán.
O, mejor aún, tirando de refranero castizo: no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy.
Si vas a invertir, hazlo. Si vas a gastar, hazlo.
No tengas en cuenta los presagios de los oráculos, porque el
Mediterráneo está lleno de barcos hundidos que les hicieron caso.
7º.- No permitas con tu dinero que haya monopolios. La competencia es sana, permite una mejor distribución de la riqueza y crea más empleo.
¿Te has parado a pensar cuántos monopolios hay hoy
en nuestra vida sin que nos demos cuenta? “Coca-cola” o “Pepsi” copan
cada una el 100% del mercado de coca-colas o pepsis. Sin embargo, no
tienen todo el mercado de los refrescos de cola.
Hay marcas que son en sí mismas un mercado. Son tan
grandes, que asfixian a las pequeñas. El ecosistema empresarial está en
peligro. Más que el de las ballenas.
8º.- Invierte con cabeza. Estudia bien tus
inversiones, la rentabilidad que te ofrecen (y no olvides que una alta
rentabilidad equivale casi siempre a un alto riesgo), los plazos en los
que vas a esperar pacientemente a que la cosecha de sus frutos sin
preocuparte demasiado... y lee atentamente la letra pequeña. Nunca
firmes algo que no comprendas.
Pero dedica al menos la mitad de tiempo que te han
llevado todas esas operaciones de análisis, a comprobar que tu inversión
o tu compra concuerdan con la moral.
Hay fondos de inversión éticos y, si ampliamos el
mercado entre todos, habrá más. Hay empresas que viven la doctrina
social de la Iglesia en su seno (la cooperación fructífera entre empresa
y trabajadores), como hizo François Michelin con la suya. Puede
resultarte interesante y útil su libro-entrevista Empresa y
responsabilidad.
Hay sectores que hacen el mal en la sociedad
(fabricantes de armas, explotación infantil, abortos o eutanasia,
anticonceptivos, etc) y otros el bien. Podemos y debemos optar. Somos
libres y responsables.
9º.- Comparte. La dificultad anima a los
hombres a compartir, a unir manos, a tender puentes, así que
aprovechemos la otra cara de la crisis. Si tienes dinero, invierte para
crear directa o indirectamente empresas y empleo. Si tienes empleo,
comparte al menos una pequeña parte que no necesites de tu salario.
Y si estás en desempleo, demuestra que sigues
siendo alguien útil: comparte tu tiempo y conocimientos con los demás.
Incluso puede ser una forma de mejorar o comenzar tu currículum, o de
encontrar empleo.
Haz como Toni Ruttimann, el autor de los “puentes
artesanales”, que ha ayudado a más de 700.000 personas en el mundo. Te
resultará muy edificante su historia.
10º.- Muchos expertos dicen que la crisis tiene también un componente psicológico, de estado de ánimo. Pues bien: ¡sonríe!
Puede que te cueste. Que te cueste mucho trabajo
sonreír. Pero es algo que se puede hacer. Quizás al principio con un
poco de artificialidad, aunque pronto comprobarás que la sonrisa surge
espontánea una y otra vez.
La sonrisa es el encofrado de la alegría, el agua
de las tinajas de las Bodas de Caná. Así pues, cuando sonríes (a todos, a
los desconocidos) siembras una semilla de felicidad en todas partes. Y
el agua podría convertirse en vino.
Un mundo de sonrisas es un mundo que no estará nunca en crisis.
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