MARIAMCONTIGO.-
La preocupación de fondo: la salvación de las almas
El mensaje de la Divina Misericordia es el llamado de un Dios amorosísimo recordándole a todo ser humano que, después de esta corta y atribulada vida, tenemos un sitio esperándonos para disfrutar con Él por toda la eternidad. Desafortunadamente, quedarán "campos vacíos", no porque Dios así lo desee, sino porque el hombre no quiso ocuparlos. Quienes no ocupen su sitio en el cielo, estarán en otro lugar, igualmente por toda la eternidad... Jesús reveló a Sor Faustina que todo ser humano tiene un sitio "reservado" exclusivamente para él en el cielo, y que si la persona no llega a ocuparlo, nadie llegará nunca más a ocupar el sitio que se le tenía reservado...
¿Haz hecho alguna vez el ejercicio de tratar de concebir "la eternidad"?... ¡Trátalo! Luego, compara, contra lo que hayas logrado concebir, la duración de esta existencia terrena, y la trascendencia de nuestras ocupaciones y preocupaciones actuales... ¿verdad que cambia la perspectiva y la valoración de todo?...
En ese sentido, las revelaciones contenidas en el mensaje de la Divina Misericordia resultan claras y fuertes:
"En el Antiguo Testamento enviaba a los profetas con truenos a Mi pueblo . Hoy te envío a ti a toda la humanidad con Mi misericordia. No quiero castigar a la humanidad doliente, sino que deseo sanarla, abrazarla a Mi Corazón misericordioso. Hago uso de los castigos cuando Me obligan a ello, Mi mano resiste a tomar la espada de la justicia. Antes del día de la justicia envío el Día de la Misericordia" (Diario, 1588).
" A cambio de los beneficios recibo la ingratitud; a cambio del amor obtengo el olvido y la indiferencia. Mi Corazón no puede soportarlo" (Diario, 1537).
"Las almas mueren a pesar de Mi amarga Pasión. Les ofrezco la última tabla de salvación, es decir, la Fiesta de Mi misericordia. Si no adoran Mi misericordia, morirán para siempre. Secretaria de Mi misericordia, escribe, habla a las almas de esta gran misericordia Mía, porque está cercano el día terrible, el día de Mi justicia" (Diario, 965).
"Escribe: Soy Santo, tres veces Santo, y siento aversión por el menor pecado. No puedo amar al alma manchada por un pecado, pero cuando se arrepiente, entonces Mi generosidad para ella no conoce límites. Mi misericordia la abraza y justifica. Persigo a los pecadores con Mi misericordia en todos sus caminos y Mi Corazón se alegra cuando ellos vuelven a Mí. Olvido las amarguras que dieron a beber a Mi Corazón y Me alegro de su retorno. Di a los pecadores que ninguno escapará de Mis manos. Si huyen de Mi Corazón misericordioso, caerán en Mis manos justas. Di a los pecadores que siempre los espero, escucho atentamente el latir de sus corazones (para saber) cuándo latirán para Mí. Escribe que les hablo a través de los remordimientos de conciencia, a través de los fracasos y los sufrimientos, a través de las tormentas y los rayos, hablo con la voz de la Iglesia y si frustran todas Mis gracias, Me molesto con ellos dejándoles a sí mismos y les doy lo que desean" (Diario, 1728).
En mayo de 1938, Sor Faustina escribió en su diario: "Cuando estuve rezando por Polonia, yo oí estas palabras: "He amado a Polonia de modo especial y si obedece Mi voluntad, la enalteceré en poder y en santidad. De ella saldrá una chispa que preparará el mundo para Mi última venida" (Diario, 1732). ¿Es el Mensaje de la Divina Misericordia, en el cual tanto Sor Faustina como el Papa Juan Pablo II han sido protagonistas, esta chispa? Lo cierto es que el mundo presenció el 30 de abril de este año a un Papa polaco elevar a los altares de la santidad a una religiosa polaca... que tiene un mensaje para el mundo entero...
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