Es ponernos en sus manos. Confiar en Dios requiere, de cada
uno de nosotros, que nos pongamos en sus manos. Esta confianza en Dios, base de
la conversión del corazón, requiere que auténticamente estemos dispuestos a
soltarnos en Él.
¡Pero yo me alegraré en Yahvé, gozaré del Dios de mi
salvación! Hab. 3,18.
Dr. S.C.G.
Hoy me siento nuevamente seguro de saber que Dios está
desarrollando mi vida de una manera muy especial. En varias facetas Dios está
trabajando y una de las facetas que él está obrando en mi vida cristiana es la
faceta del: Aunque todavía no, a pesar de…y, hoy debo responder a esto.
Habacuc lo expresó cuando dice: Aunque….. a pesar de o con
todo, yo me alegraré en el Señor.
Habacuc veía la invasión de Babilonia y él podía ver que en
poco tiempo la higuera no florecería, las vides no darían fruto, faltaría el
producto del olivo, los labrados no darían mantenimiento, las ovejas serían
quitadas de las majadas y las vacas de los corrales, pero Habacuc dijo: Con
todo esto, a pesar de: yo me alegraré en el Señor.
Es fácil alabar al Señor en medio de la plenitud y la
abundancia. Es fácil adorar a Dios en medio del éxito y la prosperidad, pero
alabarlo y exaltarlo en medio de la pobreza, la soledad y la angustia es otro
asunto.
Es fácil cantar ALELUYA CUANDO EL ESTÓMAGO ESTA LLENO, pero
¿cómo cantar aleluya cuando la alacena está vacía?
No quiero tener hoy un cristianismo que es el resultado de
un estómago confortable y de una prosperidad impresionante.
Cuando Dios permite que una Babilonia me invada para
enseñarme lecciones de dependencia en él yo quiero decir como Habacuc. “Con
todo me regocijaré en Dios y me gozaré en el Dios de mi salvación”.
Hoy no quiero ser un soldado de los que están hermosamente
vestidos para los desfiles o paradas militares, sino un soldado que corre por
el campo de batalla sin adornos ni lujos pero con el rifle en la mano.
A veces me gustan las banderas, las bandas militares y las
paradas pero me pone nervioso el fuego del campo de batalla. Pero hoy, si
necesito pasar por el campo de batalla, quiero decir como Habacuc… Con todo me
regocijaré en el Señor.
Si pongo mi mirada y mi confianza en Dios no me preocuparán
los todavía no, ni los aunque…..sino que diré…Con todo me regocijaré en él.
Señor, Gracias por tu misericordia y amor tan infinitos. Haz
prometido estar a mi lado y esa promesa es real y única.
Aunque venga Babilonia para devastar lo que tanto me gusta
ver, las higueras florecidas, las vides con sus frutos, las ovejas en la majada
y las vacas en los corrales, entenderé que si en algún momento pierdo eso,
estás enseñándome a depender y esperar en ti y entonces con todo yo me regocijaré
en ti y me gozaré en tu amor y tu presencia.
Aunque….a pesar de….con todo yo me regocijaré en tu amor tan
hermoso y dulce para mí.
Amén
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