ROMANCE DE NAVIDAD 2015

Con este romance os deseo una Navidad como pido en mis versos, para que el Niño de Belén siga poniendo sobre nosotros – sobre el mundo entero – su gracia salvadora y el divino encanto de su luminosa sonrisa.
Un abrazo muy especial.
Francisco Vaquerizo Moreno

Ahora que con tanto empeño
tratan nuestros gobernantes
de restaurar tradiciones,
no deja de ser chocante
que hagan todo lo posible
para que las Navidades
sean más de Cortingleses
y Solsticios invernales
que del Portal de Belén
donde el Niño Jesús nace
para llevarnos a todos
a la Casa de Dios Padre.

Cunde en nuestra sociedad
un laicismo galopante,
un consumismo impulsivo
y un trasnochado talante
de quitar a Dios de en medio
e ir, poco a poco, dejándole
cada vez más ignorado
y cada vez más al margen.
Incluso hasta pretender
hacer unas Navidades
celebrando un Nacimiento
donde no ha nacido nadie.

Exigimos el derecho
a Fiestas en que no falten
el pesebre con el Niño,´
José y María, sus padres,
la estrella, la mula, el buey,
los pastorcillos, los ángeles,
los molinos, los praderas
los palacios imperiales,
las norias, los peregrinos
y los camellos flamantes
de los Magos que se cercan
a ver al divino Infante
para ofrecerle sus dones
y rendirle vasallaje.

Como creyentes, tenemos
derecho a unas Navidades
donde el Niño del Pesebre
sea lo más importante.
Fiestas que no necesitan
ningún tipo de disfraces,
fiestas sin desfigurar
y sin necios reciclajes
y fiestas que nos ofrezcan
su fiel y auténtica imagen
sin que sufra deterioros
con absurdos maquillajes.

Las Navidades de hogaño
han de ser como las de antes,
sin retirar para nada
los signos y las señales
de nuestra fe por respeto
a otras religiosidades,
que, en sus países, maldito
lo que respetan a nadie.

Queremos vivir las Fiestas
de siempre: las del Infante
que redime con su encanto
nuestras humanas ruindades
y que, con sus tiernos llantos,
conforta nuestros pesares.
Y poder decir al Niño
que ¡muchas felicidades!
y que muchos años más
podamos felicitarle.

DIOS CONTIGO