MARIAMCONTIGO.-
«¡Tierra!», gritó Rodrigo de Triana el 12 de octubre de 1492, se había descubierto América. A más de quinientos años de la llegada de la fe y en pleno año jubilar, encontramos la presencia de la siempre Virgen María, - primera evangelizadora -, inserta en cada uno de los diferentes pueblos del Continente de la Esperanza. Nosotros invitados a «la fascinante aventura de vivir la vida según el Evangelio», peregrinos de la esperanza en tierras americanas, tenemos la gran tarea de secundar a nuestra Madre en su misión de llevar a todos los hombres al encuentro con su Hijo el Señor Jesús. Creemos que es importante conocer más de cerca esa presencia maternal de María en América, por lo que hemos recopilado las historias e imágenes de las Advocaciones Marianas de América. Si este texto «... en alguna forma... puede ayudar a alguien a vivir con mayor intensidad su piedad filial a nuestra Madre Santa María, como camino para acercarse más al Corazón del Señor Jesús,... habrá cumplido su cometido».
Santa María, con alegría
hace más de 500 años
hemos recibido el gran don de la fe
desde el inicio de la predicación del Evangelio
hasta nuestros días
encontramos tu presencia maternal
en todo el Continente
y es que tú, Madre,
has sabido responder al llamado del Señor de:
«Proclamar la Buena Nueva a toda la creación»
hace más de 500 años
hemos recibido el gran don de la fe
desde el inicio de la predicación del Evangelio
hasta nuestros días
encontramos tu presencia maternal
en todo el Continente
y es que tú, Madre,
has sabido responder al llamado del Señor de:
«Proclamar la Buena Nueva a toda la creación»
(Mc 16, 15).
Intercede por nosotros
para que sepamos responder
con generosidad y con prontitud
a este llamado, a esta misión
y poder decir como San Pablo:
« Predicar el Evangelio no es para mí ningún motivo de gloria;
es más bien un deber que me incumbe.
Y ¡ay de mí si no predicara el Evangelio!».
para que sepamos responder
con generosidad y con prontitud
a este llamado, a esta misión
y poder decir como San Pablo:
« Predicar el Evangelio no es para mí ningún motivo de gloria;
es más bien un deber que me incumbe.
Y ¡ay de mí si no predicara el Evangelio!».
(1Co 9, 16).
Nuestra Señora de Guadalupe-México
"Virgen María de Guadalupe, dulce Señora y Madre nuestra, nos volvemos a ti para agradecerte de todo corazón que hayas querido que la canonización de tu fiel servidor, Juan Diego, "el más pequeño de tus hijos", haya sido aquí, en tu "casita sagrada" del Tepeyac.
"Madre, te pedimos fervientemente que esta canonización sirva para para impulsar la Nueva Evangelización en toda América y en el mundo entero. Que Juan Diego, a quien podemos ya venerar como santo, sea un verdadero modelo de vida cristiana para "todos los moradores de estas tierras y demás amadores tuyos que invocan tu nombre".
"Madre, te pedimos fervientemente que esta canonización sirva para para impulsar la Nueva Evangelización en toda América y en el mundo entero. Que Juan Diego, a quien podemos ya venerar como santo, sea un verdadero modelo de vida cristiana para "todos los moradores de estas tierras y demás amadores tuyos que invocan tu nombre".
Súplica a la Virgen de Guadalupe, pronunciada por el Santo Padre durante la Misa de Canonización de San Juan Diego el 31 de julio, 2002...
Nuestra Señora de Lourdes-Francia
Nuestra Señora de Luján-Argentina
Nuestra Señora de Fátima-Portugal
Nuestra Señora de Chinquiquirá-Colombia
La tradición nos cuenta que hace cuatro siglos don Antonio de Santana, encomendero de los pueblos de Suta y Chiquinquirá, solicitó al español Alonso de Narváez (h. 1560) que pintara una imagen de la Virgen del Rosario, para colocarla en una pequeña capilla.
La pintura fue realizada sobre una tela de algodón de procedencia indígena, media 44 pulgadas de alto por 49 de ancho, Alonso de Narváez usó colores al temple, realizó una imagen de la Virgen del Rosario con el Niño Jesús, y a los lados puso al Apóstol San Andrés y a San Antonio de Padua.
El cuadro fue ubicado en la capilla que poseía don Antonio en sus aposentos de Suta, estuvo allí durante más de una década, pero la capilla tenía el techo de paja, lo que provoco que la humedad deteriorara la pintura hasta dejarla completamente borrosa.
Tras la muerte de Santana, su viuda, se trasladó a Chiquinquirá, hacia el año 1577-78. La imagen fue llevada a ese lugar, pero se encontraba en tan mal estado que fue abandonada en un cuarto, habitación que tiempo atrás había sido usada como oratorio.
Al comenzar el año 1586, se estableció en Chiquinquirá, una piadosa mujer, María Ramos, nacida en Sevilla (España), la señora reparó el viejo oratorio y colgó en el mejor lugar de la capilla, la deteriorada pintura de la Virgen del Rosario.
El día 26 de diciembre de 1586, María salía de la capilla, cuando pasó frente a ella una mujer indígena llamada Isabel y su pequeño hijo. En ese momento Isabel grito a María "mire, mire Señora..." Ella dirigió la mirada hacia la pintura, la imagen aparecía rodeada de vivos resplandores, prodigiosamente los colores y su brillo original habían reaparecido, los rasguños y agujeros de la tela habían desaparecido. Con tan maravilloso suceso se inició la devoción a Nuestra Señora de Chiquinquirá.
Nuestra Señora del Carmen-Chile
Nuestra Señora de los Ángeles-Costa Rica
Nuestra Señora de Copacabana-Bolivia
Nuestra Señora de Coromoto-Venezuela
Nuestra Señora de la Caridad del Cobre-Cuba
Nuestra Señora Aparecida-Brasil
Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza-España
Nuestra Señora de la Divina Providencia-Puerto Rico
Vírgen de Salete-Antillas
Patrona de las Antillas.
La Virgen de Salete apareció en la pequeña villa de Salete, en los Alpes franceses, a dos jóvenes pastores, Melânia y Maximino, el 19 de Septiembre de 1846. Surgió en una bola de fuego "que parecía un sol caído en la tierra». Los dos pequeños pastores, deslumbrados y paralizados, la Virgen con fisonomía triste, dio mensajes para que ellos transmitiesen a los otros. Recomendó mucha oración, más espiritualidad, sumisión a la voluntad divina.
Al final, la Virgen recomendó a los dos pastores que llevasen su mensaje a todos, y se fue elevando «en un rayo de luz que llegaba hasta el cielo». Este fenómeno fue estudiado minuciosamente por la iglesia, dando, después de unos años, la aparición como «autentica, indudable y cierta», por el Obispo de Grenoble, Don Felisberto de Bruillard.
La devoción a la Virgen de Salete fue llevada a Dominica, una pequeña isla de las Pequeñas Antillas, entre Martinica y Guadalupe que en aquella época estaba bajo el dominio francés.
Nuestra Señora del Cabo-Canadá
Nuestra Señora de Quinche-Ecuador
La Inmaculada Concepción-Estados Unidos
Nuestra Señora de la Paz-El Salvador
Nuestra Señora del Rosario-Guatemala
Nuestra Señora de Fatima-Portugal, Guyana y Suriman
Nuestra Señora del Perpetuo Socorro-Haíti
Nuestra Señora de Suyapa-Honduras
Inmaculada Concepción de el viejo-Nicaragua
Santa María de la Antigua-Panamá
Santa María de Caacupé-Paraguay
Nuestra Señora de la Evangelización-Perú
Nuestra Señora de Altagracia-República Dominicana
Nuestra Señora Divina Pastora-Trinidad Tobago
Nuestra Señora de los Treinta y Tres-Uruguay
EXCELENTE ; ME PARECE PERFECTO QUE SE DIFUNDA
ResponderEliminarGracias Hector por tu comentario y si estamos llevando éste hermoso legado a todo el que desee hacer de su vida un ejemplo de testimonio viviente... Ahora te toca ayudar a difundir.. Mil gracias por leernos...
ResponderEliminarCon amor, Mariam
Me gustó mucho lo que subiste de las advocaciones marianas. Si te interesa, puedo enviarte una ampliación de la reliquia que dejó la Virgen al cacique Coromoto. La imagen que pusiste de la Chiquinquirá es la que se venera en Maracaibo desde 1709. Gracias por compartir.
ResponderEliminarGRACIAS ABRAHAM POR TU COMENTARIO ES HERMOSA LA IMAGEN DE NUESTRA REINA MADRE EN TODAS LAS ADVOCACIONES Y POR VIVIR EN ZONA FRONTERIZA CON VENEZUELA SE DEL AMOR TAN GRANDE QUE DESPIERTA NUESTRA VIRGEN DE CHINQUIQUIRA EN EL ZULIA, ASI COMO EN COLOMBIA YA QUE ES NUESTRA REINA DEL PAIS...
ResponderEliminar