PISCINA DE SILOÉ: CURACIÓN DEL CIEGO DE NACIMIENTO
P. Santiago Quemada.
"Vio,
al pasar, a un hombre ciego de nacimiento. Y le preguntaron sus
discípulos: "Rabbí, ¿quién pecó, él o sus padres, para que haya nacido
ciego?". Respondió Jesús: "Ni él pecó ni sus padres; es para que se
manifiesten en él las obras de Dios. Tenemos que trabajar en las obras
del que me ha enviado mientras es de día; llega la noche, cuando nadie
puede trabajar. Mientras estoy en el mundo, soy luz del mundo." Dicho
esto, escupió en tierra, hizo barro con la saliva, y untó con el barro
los ojos del ciego y le dijo: "Vete, lávate en la piscina de Siloé" (que
quiere decir Enviado). El fue, se lavó y volvió ya viendo". (Jn. 9, 1-7)
La
historia cuenta que Jesús puso arcilla en los ojos de un hombre y le
dijo que se los lavara en las aguas puras de la piscina. Lo hizo y se le
devolvió la vista. Arqueólogos en Jerusalén han encontrado los restos
de la piscina de Siloam, donde la Biblia asegura que Jesús curó la vista
de un ciego. Es muy interesante este milagro pues ayuda a identificar
los lazos entre las acciones de Cristo y los antiguos rituales judíos.
Bajo lo que ahora es el barrio árabe de Silwan, los arqueólogos
han empezado a sacar de la tierra los restos de la piscina. Allí
todavía corre agua en la canaleta que la trae de una cercana fuente
natural. Esta piscina fue usada por los judíos para actos rituales
durante unos 120 años hasta finales del año 70, cuando los romanos
destruyeron el templo judío. Muchos de los actos de Jesús están
relacionados directamente con los rituales judíos y esta curación del
ciego es un ejemplo de ello. Jesús puso arcilla en los ojos del hombre y
le dijo que se los lavara en las aguas puras de la piscina, lo cual
restauró su vista, según consta en el Evangelio de San Juan, capítulo 9,
1-7.
Durante
los últimos cuatro meses, los arqueólogos han develado el área de 50
metros de largo de la piscina y un canal que llevó agua hacia ella desde
la fuente deSilwan. Hace pocos años, un camino de piedra que
llevaba desde ella al templo fue encontrado. "Desde el momento en que
encontramos esto hace cuatro meses estábamos ciento por ciento seguros
de que era la piscina de Siloam'', dijo el arqueólogo Eli Shukron.
Stephen Pfann, estudioso de la Biblia, asegura que las aguas de esta
piscina eran consideradas tan puras que podrían curar incluso a un
leproso. Pfann indicó que Jesús con seguridad eligió curar al ciego con
el agua más pura disponible, debido a que la gente con discapacidades
tenía prohibido ingresar al templo."
El
lugar está en la ciudad de David y se puede vistiar. Se trata de un
lugar Santo, pues Jesús lo conocía bien ya que estuvo allí muchas veces.
El agua pura que cura y limpia es símbolo del agua del bautismo que
lava nuestros pecados. Siempre necesitamos de agua para limpiarnos, y de
la misma manera esta piscina y este agua son imagen de la necesidad que
siempre tenemos de la gracia para purificarnos de nuestras faltas.
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