Una importante escena de la nueva película de la saga La Guerra de las Galaxias
se rodó en la mayor de las dos Skellig Islands: Skellig Michael, en
gaélico Roca de (San) Miguel. Es una isla de 220 metros de elevación
sobre el nivel del mar, en el extremo suroeste de Irlanda. Allí un
puñado de monjes fundaron en el siglo VI una comunidad monástica
buscando la soledad del mundo para encontrar mejor a Dios. El monasterio
estuvo siempre ocupado por aproximadamente una docena de monjes hasta
el siglo XII, en que las condiciones climáticas de la llamada Pequeña
Edad de Hielo lo hicieron inhabitable. Los religiosos se trasladaron
entonces a la abadía de Ballinskelligs, en la costa, y el islote quedó
deshabitado para siempre, aunque nunca le han faltado peregrinos. El
vídeo ofrece unas extraordinarias panorámicas tanto del enclave
geográfico como de los restos del monasterio. Orientado al turismo,
explica con detalle el modo de acceso por barco y las medidas de
seguridad instaladas en el recorrido, que -explica- no es aconsejable
para niños ni para personas con vértigo. Así, apunta la posibilidad de
que a alguna persona el miedo le haga imposible descender, en cuyo caso
aconseja sentarse a un lado y esperar la llegada de un guía
especializado. Los guías sólo abandonan Skellig Michael cuando el último
visitante está a salvo en el ferry. En 1910 el escritor y Premio Nobel
irlandés George Bernard Shaw (1856-1950) visitó la isla y la describió
como «un lugar increíble, imposible, enloquecedor... pero que forma
parte del mundo de nuestros sueños».
DIOS CONTIGO
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