Señor, Dios nuestro, nos hemos reunido en tu presencia, agradeciendo que por medio de tu Palabra nos das algo de tu propio ser que nos ayuda a ser tus discípulos, tus hijos, quienes cualquiera que sea nuestra suerte estaremos firmes en fe y confianza a lo largo de nuestra vida, sea cual sea nuestra suerte.
Ayúdanos en estos tiempos, y cuando los días crezcan en dificultad y se llenen de dolor, mantén cuidado de tu pueblo. Ayúdanos a estar firmemente arraigados en la fe, aunque la oscuridad esté en la tierra. Tú nos puedes dar fuerza y valor; nada podemos hacer con nuestra fuerza humana. Sólo el poder de tu Espíritu nos renueva, nos alerta y nos llena de persistente alegría. Porque nosotros somos tu pueblo, tus hijos, y sustentados en tu diligente amor, podemos regocijarnos pese a todo dolor.
Ayúdanos en estos tiempos, y cuando los días crezcan en dificultad y se llenen de dolor, mantén cuidado de tu pueblo. Ayúdanos a estar firmemente arraigados en la fe, aunque la oscuridad esté en la tierra. Tú nos puedes dar fuerza y valor; nada podemos hacer con nuestra fuerza humana. Sólo el poder de tu Espíritu nos renueva, nos alerta y nos llena de persistente alegría. Porque nosotros somos tu pueblo, tus hijos, y sustentados en tu diligente amor, podemos regocijarnos pese a todo dolor.
Amén.
DIOS CONTIGO
No hay comentarios:
Publicar un comentario
GRACIAS POR TU COMENTARIO, PRONTO ESTAREMOS COMUNICANDONOS CONTIGO...
CON AMOR, MARIAM...