Por Germán Mazuelo
Desde temprana edad he tenido la gracia de conocerá sacerdotes,
religiosos y misioneros laicos irlandeses, y múltiples seglares de
organizaciones de apostolado de las que formé y formo parte. Todos ellos
han sido un gran aporte a mi compromiso eclesial por su gran fe, integridad y santidad de vida. A todos ellos mi admiración, respeto y gratitud, y en ellos a los incontables misioneros irlandeses.
San Patricio fue el evangelizador de la isla –entonces pagana, y su
infatigable labor y la de sus colaboradores rindió extraordinarios
frutos, como lo demuestra el maravilloso florecimiento de santos
irlandeses y su generosa adhesión a la verdadera fe, la gesta
re–evangelizadora llevada a cabo por los monjes misioneros «iniciadores de un nuevo catolicismo en Europa»,
conocida como «el milagro irlandés»: en una era de decadencia de la
primitiva cristiandad, debido a las invasiones de los pueblos germanos,
el florecimiento de las misiones irlandesas fue una transfusión de linfa
generosa para toda Europa.
El 23 de mayo de 2011 la RTE (Radio - Televisión de Irlanda) en el programa «Prime Time Investigates»,conducido por la conocida presentadora de televisión la periodista Aoife Kavanagh, linchó civilmente al padre Kevin Reynolds,
acusándolo de haber violado a una menor de edad en Kenia en 1982,
embarazándola y sostenido económicamente a susupuesta hija en secreto.
Previamente a la emisión de «Prime Time», el programa abordó al padre
Reynolds, en una parroquia de Galway, Irlanda. Ante la confrontación
hecha por el entrevistador, con las «acusaciones en la mano», el
sacerdote las negó inmediata y tajantemente, declarando su inocencia, lo
que hizo también mediante sus abogados, ofreciendo a la vez, someterse a un análisis de paternidad
y solicitando a Prime Time no transmitir la entrevista. Empero el medio
de comunicación señalado, afirmó a los abogados del acusado,«que
contaban con pruebas contundentes y confiables», incluido el hecho de
que el padre Reynolds «había financiado la educación de su supuesta
hija».
El obispo Philip Sulumeti, de la diócesis de Kakamega (Kenia) –donde
el padre Reynolds había servido como misionero–, el 20 de mayo remitió
una carta en la que lo describía como «un sacerdote ejemplar» negando a
su vez tales acusaciones. No obstante, Prime Time siguió adelante y
emitió el programa, las acusaciones fueron también abordadas al día
siguiente en el popular programa radial Morning Ireland, ante una audiencia estimada en 338.000 personas. La historia ocupó los titulares de todo el país, traspasando sus fronteras a diestra y siniestra.
La conclusión mediática en cuestión fue que «los misioneros
irlandeses habían ido a otros países no precisamente a misionar sino a
abusar de personas», con el consecuente descrédito del clero irlandés en
su conjunto por parte de la opinión pública.
Pocas semanas después la prueba de paternidad a la que se sometió por
su propia iniciativa el sacerdote acusado de violador y pedófilo,
arrojó el resultado de que él no era el padre de la niña. RTE tuvo que
reconocer consecuentemente la calumnia, el gobierno irlandés ordenó una
investigación independiente «para determinar los verdaderos hechos y
circunstancias» que tuvo RTE para emitir un calumnioso programa. La
empresa televisiva acordó indemnizar al padre Reynolds la suma de un
millón de euros, admitiendo haber difamado al padre Kevin Reynolds. Pero
el daño moral estaba hecho.
Naturalmente que todo pederasta o pedófilo debe ser juzgado y
sancionado por las correspondientes legislaciones, pero es importante
saber que desde el inicio del escándalo en 2002, en los Estados
Unidos,«de los más de 80 sacerdotes etiquetados por los medios de
comunicación como pederastas, se ha probado que solo 4 son en realidad
culpables, de abusar de niños». «Omitimos, por respeto a otras
iglesias y sectas, estadísticas sobre problemas sexuales que han tenido
sus clérigos, datos que reflejan porcentajes muchísimo mayores que los
que ha tenido la Iglesia Católica». Casos de sacerdotes
católicos 1.7%, clérigos de otras confesiones religiosas varía el
porcentaje entre el 12% al 41.8%. Consecuentemente, éste no es un
problema inherente al clero católico.
La más prestigiosa institución académica de los Estados Unidos en el
campo de la criminología, el Colegio John Jay de la City University of
Nueva York, ha efectuado «la más importante investigación sobre el tema
de la pedofilia y pederastia». El estudio revela «que los pederastas
pertenecen comúnmente al círculo íntimo del niño. A menudo son parientes
como el padre, la madre o ambos padres, abuelos, tíos, hermanos
mayores: todas ellas, personas en que el niño puso confianza y que lo
han traicionado, en lugar de proveerle un escudo protector».
Otro reciente trabajo efectuado por el Instituto Italiano de Estudios Políticos, Económicos y Sociales, (Eurispes) señala que «el
66 por ciento de los abusos sexuales se cometen en la familia y son
responsables de ello: el padre en el 35.88%, la madre 30. 8%, otros
parientes 4.8%, maestros 4.4%, amigos/conocidos 8.0%, hermanos 2%, que
convive con madre/padre, 2.1%, extraños 3.7%».
El derecho a la buena fama es natural al hombre. Todo hombre tiene
derecho natural a su buena fama, ya que nadie ha de ser considerado como
malo mientras no se demuestre que lo es. De ahí que la injusta
difamación del prójimo constituya un pecado contra la justicia estricta,
que obliga, por consiguiente, a restituir. El padre Kevin Reynolds es
un símbolo de la maligna difamación anticatólica.
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