La Madre Perfecta
La conmemoración oficial
del "Día de la Madre" se remonta a los tiempos de la antigua Grecia
cuando Rea era la gran madre de los Dioses. A lo largo de la historia se
van encontrando manifestaciones de esta celebración. En la Inglaterra
del siglo XVII se celebraba el "servir de domingo". Ese día las
sirvientas iban a sus hogares a visitar a su madre, y festejaban el
encuentro con una torta. No sería hasta el siglo XX que esta conmeración
recibiría un carácter oficial de la mano de Anna M. Jarvis. Tras un
encuentro familiar con motivo del tercer aniversario de la muerte de su
madre, esta profesora americana tuvo la idea de dedicar un día a todas
las madres. A raíz de aquí el segundo domingo de mayo de 1907 se celebró
por primera vez el "Día de la Madre".
Anna Jarvis prosiguió su campaña por el "Día de la Madre" y finalmente el 10 de mayo de 1908 se celebró esta fecha públicamente.
En la Iglesia Episcopal de Grafton en West
Virginia hay constancia de este hecho con una placa conmemorativa. Esta
fecha fue decalarada oficial en 1910 por parte del gobernador del estado
de West Virginia, William Glascock. En mayo de 1914 Anna consiguió que
esta fecha fuera incluida en el calendario federal de los Estados
Unidos. En poco tiempo, más de 40 países adoptaron esta conmemoración.
En homenaje a
una persona tan especial, en el Día de la Madre no es necesario ningún
regalo de gran valor, este concepto fue implantado por el comercio. Es
suficiente ofrecer algo simbólico: una flor del jardín, una postal, un
poema...o un simple abrazo afectuoso, unas palabras de ternura, de
reconocimiento...un simple gesto para que se sienta querida.
“Día de la Madre” en muchos países del orbe
El segundo domingo del mes de mayo se celebra el “Día
de la Madre” en muchos países del orbe. Esa fecha es muy importante para
todos
ya que ese día se lo dedicamos al ser que nos trajo al mundo y le
brindamos más amor, cariño y devoción .
La Madre es el ser más maravilloso de la tierra. Ella no sabe de
cansancio ni le importa tener que esperar largas horas por los hijos
para atenderlos. Es la persona más tolerante, comprensiva y cariñosa que
pueda haber. Todos los días del año debemos demostrarle nuestro amor y
cariño. No esperemos que nuestra madre ya no esté en este mundo para
darnos cuenta de lo mucho que ella hizo por nosotros y de que pudimos
hacerla sentir más feliz con tan sólo demostrarle día a día nuestro
cariño, amor y agradecimiento hacia ella.
El compositor y estudioso de la música criolla Peruana, Don Manuel Acosta Ojeda,
tiene más de mil composiciones de entre las cuales destaca una que por
su mensaje y a quien va dirigida se ha convertido en una de las
canciones clásicas de la música criolla, “Madre”.
El periodista Jesús Raymundo en el artículo titulado “Homenaje a Manuel
Acosta Ojeda”, publicado en el diario “El Peruano” de Lima el 28 de
junio del 2002, nos relata la historia de ese hermoso vals que la
recogió del mismo compositor:
’En una de sus madrugadas de mayo, después de cantar en El Botellón,
visitó con sus amigos el bar El Silletazo. Era víspera de Día de la
Madre, en 1951. “Mareado escribí sobre la envoltura de una cajetilla de
cigarrillos algunos versos para mi madre, que me había dado todo. Sentí
pena y remordimiento. A las diez de la mañana, cuando terminé mi
autoconfesión, fui a mi casa”. En 1956, el tema Madre fue grabado por el
grupo Los Cholos. Pero fueron Los Chamas quienes lanzaron a la
popularidad el valse de la sinceridad’.
El vals “Madre” es considerado, tanto por su letra como por su música,
como un excelente aporte hacia nuestra música criolla y en el Perú es
tema obligado en toda actuación en homenaje al Día de la Madre. A mi
madre, hermanas y todas las madres les deseo un ¡Feliz Día de la Madre!
MADRE
Autor:
Manuel Acosta Ojeda
Madre, cuando recojas con tu frente mis besos
todos los labios rojos
que en mi boca dejaron
huirán como sombras
cuando se hace la luz.
todos los labios rojos
que en mi boca dejaron
huirán como sombras
cuando se hace la luz.
Madre, esas arrugas se formaron pensando
¿dónde estará mi hijo?
¿porqué no llegará?
y por más que las bese
no las podré borrar.
Madre, tus manos tristes
como aves moribundas
déjame que las bese
tanto, tanto han rezado
por mis locos errores
y mis vanas pasiones
y por último madre
deja que me arrodille
y sobre tu regazo
coloque mi cabeza
y dime hijo de mi alma
para llorar contigo.
Madre, esas arrugas se formaron pensando
¿dónde estará mi hijo?
¿porqué no llegará?
y por más que las bese
no las podré borrar.
Madre, tus manos tristes
como aves moribundas
déjame que las bese
tanto, tanto han rezado
por mis locos errores
y mis vanas pasiones
y por último madre
deja que me arrodille
y sobre tu regazo
coloque mi cabeza
y dime hijo de mi alma
para llorar… contigo.
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