El pasado día 1 de diciembre fue el día
mundial contra el sida, numerosas campañas fueron realizadas en los
centros educativos, así como en los diversos medios de comunicación.
El relato de hoy por lo tanto va a ser
referido a eso. Esta historia anda circulando por Internet y me parece
una buena forma de concienciar a la gente de ese peligro constante que
acecha tanto a los jóvenes de hoy en día.
Redactado, con lo
cual no cuenta al pie de la letra la historia original.
L.G.
Tania esperaba con ansiedad el día de la
llegada de su cumpleaños pues significaba para ella la aventura de poder
embarcar en un barco de quinceañeros/as que pasarían una semana de
crucero. Allí contaba hacer amigos y conocer a mucha gente, y así fue.
Llegó el día tan esperado y ya desde el
barco vio con mucha alegría que se empezaba a separar del puerto,
dejando altrás no sólo el puerto sino que también muchas ataduras por
parte paterna y materna, que durante una semana no la sujetarían.
Decidió dar una vuelta a ver que se
encontraba por allí, y al girar en una esquina chocó contra un
jóven. Aparentemente parecía de su misma edad, era muy guapo y tenía muy
buen cuerpo, a ella le pareció alguien increíble.
Juntos se rieron y sin darse cuenta
empezaron a hablar y a hablar como si se conocieran de toda la vida.
Ella estaba contentísima, pues le parecía que estaba viviendo un sueño, y
todos los días los pasaban juntos hasta que por fin ocurrió lo que ella
más estaba deseando, le dio un beso.
A partir de ese día todas las mañanas al
despertarse se encontraba al lado de su cama una bonita rosa azul, con
una nota que decía: “Para mí eres mi rosa azul.Te quiero.”
En todo el día no había cosa que más deseara que volver a encontrarse a quien ella consideraba su ángel. Pero
todo lo bueno se acaba, la última noche el jóven le dijo que se
alegraba de haberla conocido, y que no la iba a poder olvidar nunca, y
que para él era muy importante, y sin darse cuenta esa última noche
Tania le acabó por dar lo más valioso que tenía, su virginidad.
La mañana siguiente al despertarse comprobó
que estaba sola, y a diferencia de las demás mañanas no había una rosa
azul, si no un cofre que ponía.
“Se que nunca te olvidarás de mí,
pero no abras este cofre hasta llegar a casa, no me busques tampoco,
pues ya me he despedido de ti.”
Ella lo buscó, a pesar de todo y no lo
encontró. Tan pronto entró nuevamente en casa subió rápidamente a su
habitación y allí abrió el cofre que no había soltado en ningún momento. En el encontró una rosa, pero esta vez era una rosa negra y marchita y enganchada a sus espinas había una nota que decía: “Ya no serás más una rosa azul, bienvenida al mundo del sida.”
Hasta aquí la redacción de hoy, espero que
deis vuestro punto de vista de ella y comenteis. Decirle a todos los
jóvenes que leeis esto: “tened cuidado con lo que haceis, pues podeis
llegar a arrepentiros.”
Ten un día maravilloso. La voluntad de Dios nunca te llevara donde la Gracia de Dios no te proteja.
Que DIOS, los bendiga.
Que DIOS, los bendiga.
DIOS CONTIGO
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