MARIAMCONTIGO.-
Hoy recordando una película que en 1986 se presentó, la cual dejo un sabor amargo en los labios, viene a mi y me hace pensar en cosas grandes las cuales me llevan a una reflexión que talves nunca nos hacemos "Cuando el viento sopla" (*) se trataba de la utilización de un arma nuclear y la gran tragedia que esto desencadenó, la trama se desarrolla sobre dos ancianos que deciden sobrevivir a la terrible explosión de una bomba atómica encerrados en un búnker casero, los cuales en medio de su ingenuidad sufren los efectos de la radioactividad, padeciendo una transformación paralela, no sólo en lo físico, sino en el alma, en sus ilusiones y en su esperanza.
Pasa mucho tiempo para que se den cuenta que nadie volverá para buscarlos, nadie los rescatará de su búnker y llegan a la realidad de que estan solos y olvidados. Ahora me pregunto si esta historia ficticia, no será la historia del corazón de algunos hombres que también están aislados viviendo a la sombra de una hecatombe nuclear, aislados, olvidados, en sus búnkers esperando a que sean rescatados sus corazones del abandono y la soledad espiritual, esperando talves ingenuamente y en silencio, como esos dos ancianos a los que nadie quiso escuchar en 1986.
Y es que aún no entiendo muchas cosas, no soy ingeniero nuclear, ni político, pero tampoco soy anciana engañada. Agradezco a mis padres biológicos (Pedro Rafael - Ana Teresa) el haberme mostrado la cara de la dura realidad pero real de la energia nuclear del pecado, del agnosticismo, como por décadas y hoy mismo esos residuos atacan incontrolablemente al corazón humano, algo que no quieren ver con claridad, como olvidar nuestros principios, nuestra cuna católica, nuestra herencia, ese mensaje de amor y entrega de nuestro Jesús humanado.
A pesar de la lucha humana que se muestra en esta película, estos dos ancianitos al final de la historia sienten una terrible desesperanza porque no comprenden por qué alguien ha hecho algo tan terrible. El progreso ha hecho que el hombre evolucione, el hombre no puede sujetarse a algo tan destructivo y peligroso como es el agnosticismo, diriamos "cementerio espiritual" allí no hay avance, ni riqueza, ni edad, solo hay un cementerio de soledad y aislamiento. Al igual que los protagonistas de esta película me gustaría poder entender por qué el hombre prevalece en el corazón duro, en el corazón de piedra, decidido a que sigan apretando el botón y destruir su alma y espiritu, por qué cachudín viene a silenciarlos con viandas y ofrendas mientras compra su corazon, alma y espíritu para volverlo un residuo radioactivo que no estará confinado por los siglos de los siglos en el infierno.
Pienso que si alguien tiene el valor de buscar el verdadero progreso con energías renovadas y plantar cara a estos verdaderos "díscipulos del mal" que aqueja a la humanidad hoy en día, si algunas personas dejaran que llegaran a su corazón y abrir esas puertas de soledad y angustia, sería una vida mejor o acabariamos todos encerrados en nuestro "búnker" particular esperando... esperando... y esperando.
Con amor, Mariam.-/Basado en la campaña de Energía nuclear.-
(*) Película “Cuando el viento sopla”. 1986. Director: Jimmy T. Murakami. Guión: Raymond Briggs (Novela: Raymond Briggs). Jim y Hilda Bloggs son una pareja de jubilados que viven en una remota zona rural de Gran Bretaña poco antes del inicio de una guerra nuclear. Profundamente patriotas, tienen absoluta confianza en su gobierno y se han informado sobre todo lo que es necesario hacer en caso de que el enemigo ataque su país. Jim ha leído los folletines oficiales sobre la bomba atómica, e inicia la construcción de un refugio que les protegerá en caso de una explosión nuclear.
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