En agosto de 2008, hordas de nacionalistas hindúes asesinaron a 75
cristianos en el estado de Orissa, al este de la India. En el distrito
de Kandhamal fueron atacadas unas cuatrocientas aldeas, más de 5000
hogares cristianos fueron incendiados, se destruyeron 340 iglesias,
capillas, clínicas y escuelas cristianas y 60.000 personas quedaron sin
casa. Los sacerdotes Santos K. Digal y Mrutyunjaya Digal, ambos
procedentes de Kandhamal, vivieron en primera persona los hechos y el
pasado 25 de septiembre contaron en la catedral del Buen Pastor de San
Sebastián cómo respondían los cristianos a quienes les pedían
convertirse al hinduismo: "No abandonaremos nuestra fe, preferimos
morir".
DIOS CONTIGO
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