VENCER A SATANAS

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“NI DEIS LUGAR AL DIABLO” 

Ef.  4,27

Satanás es una fuerza con la que tendrás que contender a diario. Y es un experto en cambiar de tácticas. La Biblia dice que se disfraza “de ángel de luz” (2 Cor. 11,14). Aunque sus técnicas sean atractivas, su intención es siempre la misma: “…hurtar, matar y destruir…” (Jn. 10,10). ¿Destruir qué? Tu paz interior, tu destino, tus relaciones, etc… 

¿Cómo puedes vencerlo? De dos maneras:

1) No le temas. “Yavéh te guardará de todo mal…” (Sal. 121,7). En el Nuevo Testamento se nos dice treinta y una veces que como creyentes estamos “en Cristo”. Eso quiere decir que para llegar a ti, Satanás tiene que pasar primero por Él.

2) No le des cabida. “Ni deis lugar al diablo” (Ef. 4,27). Satanás no tiene acceso a tu vida a menos que le abras la puerta y le dejes entrar. Si Jesucristo está entronado en tu corazón, no hay lugar para el maligno. Pero no basta tener un corazón limpio; también tienes que estar lleno del Espíritu Santo. Jesús dijo: “Cuando el espíritu impuro sale del hombre, anda por lugares secos buscando reposo, pero no lo halla. Entonces dice: “Volveré a mi casa, de donde salí.” Cuando llega, la halla desocupada, barrida y adornada. Entonces va y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entran y habitan allí; y el estado final de aquel hombre viene a ser peor que el primero…” (Mt. 12,43-45). 

La mejor forma de acabar con los malos hábitos es sustituirlos por otros buenos. La mejor manera de derrotar a satanás es hacer de Jesús el Señor de tu vida.