martes, 19 de agosto de 2014

NO SON LOS MISMOS, QUE NO TE ENGAÑEN

LOS ÁNGELES CON LOS QUE SE COMUNIDA LA NEW AGE NO SON LOS ÁNGELES DE DIOS 
Un campo de batalla actual entre el catolicismo y la New Age es respecto a los ángeles, y como ambos usan el mismo término, muchas veces nos hacen pasar “gato por liebre”.
Fuente: Mercaba

En este artículo veremos las diferencias para separar la paja del trigo. Si tenemos claro que no se invoca a los ángeles con una bola de cristal, como muestra la imagen del post, empezamos bien. Es un buen material para discernir.

Y es sólo por voluntad de Dios que pueden estar al servicio de nosotros, los hombres, para los fines tendientes a nuestra salvación; por lo tanto, los ángeles no están para complacer el capricho y la curiosidad de los seres humanos.

Entre las numerosas prácticas de la llamada NUEVA ERA o NEW AGE, o ERA DE ACUARIO, se pretende desarrollar facultades para hacer posible un encuentro con el mundo de los “ángeles”. Se ha llamado a está práctica “Comunicación con los ángeles” o “Meditación con ángeles” o bien, “contactos angélicos”.

En la actualidad, esta modalidad de “Canalización”, la cual intenta lograr contactos con “ángeles”, ha tenido gran aceptación en varias partes del mundo.

Entre los temas que más atraen a la gente están los rituales mágicos, la Meditación con “ángeles”, la sanación por imposición de manos, la astrología etc., junto con amuletos, ungüentos mágicos, péndulos, talismanes, demostraciones de artes adivinatorias como el Tarot y el esotérico I Ching, la Numerología, el Chamanismo y una extensa selección de documentos y publicaciones afines. Todas estas manifestaciones son consideradas como parte de lo que ha venido difundiendo el movimiento de la Nueva Era desde hace algún tiempo.

Sabemos por la Sagrada Escritura y por las enseñanzas de la Iglesia que el plan de Dios para los hombres es nuestra salvación, a través de Nuestro Señor Jesucristo, Redentor y Salvador de toda la humanidad. Las Escrituras nos dicen que Su Encarnación fue anunciada por el Ángel Gabriel; Su Nacimiento fue proclamado por los ángeles, los cuales estuvieron presentes también después de Su Resurrección, al lado del sepulcro vacío y en la Ascensión, anunciando Su próxima venida en gloria: anunciando el Reino de Cristo.

No obstante, en la actualidad, se pretende introducir la idea de que existen ciertos “ángeles” que traen un plan de Dios distinto al que ya nos fue revelado por el Señor: Un “plan” que lo que ellos llaman el “Cósmico” tiene para la humanidad, a través del cual estos “ángeles” informan a los seres humanos de la necesidad de lograr un cambio de sus estados de conciencia, para poder captar la “nueva realidad” o “cosmovisión emergente” que ellos anuncian. De esta manera, implementando las técnicas adecuadas, sería posible conseguir la transformación que prometen tales ángeles, los cuales anuncian una Nueva Era: La Era de Acuario, cuando la humanidad se está esforzando cada vez más por buscar la Luz.

Es decir, que éste es un plan que pretende lograr una transformación del hombre, a través de un cambio de los estados de la conciencia, para sintonizarlos con la “nueva” realidad que traería consigo la Nueva Era de Acuario, la cual engloba todos los cambios que aseguran sufrirá el planeta en su evolución -como dicen- hacia esa nueva era, conjuntamente con los seres humanos que también hayan evolucionado a través de dichas técnicas.

En manuales que circulan sobre esta práctica, se asegura que los “ángeles” se están comunicando actualmente con los seres humanos de una forma muy distinta a como lo hicieron en el pasado; sin embargo, en dichos manuales se afirma también que en la Edad Media ya se conocía esta práctica en ciertas religiones, pero el secreto lo conocían únicamente los iniciados.

En los manuales donde se describe el método para lograr la ansiada “comunicación angélica”, se observa que esta práctica persigue el desarrollo de los llamados chakras, canalizando la energía a través de los mismos, con una serie de ejercicios derivados del yoga, más el recurso de la “meditación” con la recitación de un mantra específico, al estilo oriental del Budismo y el Hinduismo, junto con la visualización de mandalas, símbolos utilizados en el Tantrismo.

Es importante destacar que el concepto de “meditación” usado en las religiones orientales, no tiene semejanza alguna con el concepto de meditación cristiana.

 ¿Qué son estos recursos -mantras y mandalas- utilizados en las “meditaciones” que se hacen en dichas prácticas?

En este método se usa un mantra como medio de invocación a los “ángeles” y se afirma que el mismo fue entregado por dichos “ángeles” a los autores (tres norteamericanos) de un libro que trata sobre el tema. Normalmente, los mantras se usan para producir un ritmo pendular de la menté que va eliminando todo pensamiento hasta quedar la persona en estado similar al del trance hipnótico.

¿Qué es un mantra?

La Enciclopedia Grolier lo define así: Un mantra es una sílaba mística, o frase, usada en rituales y meditaciones en el Hinduismo y en el Budismo. Los mantras tienen una profunda afinidad con las deidades particulares o fuerzas espirituales que representan. Al entonarlos, el devoto establece un lazo de unión con diversas fuerzas o espíritus. Algunos mantras considerados sagrados, son versos en sánscrito de los Vedas [libros sagrados del Hinduismo].

¿Qué espíritus o fuerzas pueden invocarse con dichas sílabas o frases?

A Dios y Sus ángeles se les invoca, no con mantras, sino simplemente hablándoles en forma sencilla y nunca oculta.

Bob Larson, escritor y conferencista norteamericano, dice que al entonar las sílabas del mantra, repetidamente, una y otra vez, las facultades neurosensoriales del cuerpo se fatigan y quedan paralizadas. Si el mantra se basa en un nombre de una deidad pagana o un principio espiritual, el efecto producido es más peligroso y puede inducir a estados de trance y alteración de la conciencia. El propósito de esta clase de meditación (con utilización de mantras) sería buscar la divinización y, el integrarse de la propia conciencia del individuo con la llamada Mente Universal.

Los mandalas, por su parte, son diagramas del Universo, usados con propósitos rituales en el Budismo Tántrico. El mandala consiste en un grupo de deidades cósmicas, sus símbolos o sílabas mágicas asociadas con ellas, dispuestas en uno o más círculos, rodeados de un cuadrado y orientados hacia los puntos de la brújula. Las imágenes de los mandalas se visualizan durante las prácticas de meditación.

Esta técnica de meditación, con la entonación de mantras y visualización de mandalas, provocaría estados alterados de la conciencia en las personas. Es decir, salirse del estado consciente en el que normalmente se está y llegar a un estado de trance, similar al estado de trance hipnótico en el que no se está ya consciente, la mente está en blanco y en tal estado pueden suceder muchas cosas.

Todo esto está unido al concepto de que “todo es energía y los seres humanos son energía”. Los “ángeles” son descritos también como “energía pura”.

Esta técnica viene aderezada con el mensaje que supuestamente traen tales “ángeles”: “Alrededor del planeta, la gente está recibiendo el mensaje: `los ángeles están listos para llegar a nuestras vidas, siempre y cuando cada uno de nosotros lo haga posible con una evolución de la conciencia’.” Es decir, que lograr dichos estados alterados de la conciencia es requisito indispensable para enterarse de lo que quieren los ángeles; pero el primer paso lo tienen que dar los seres humanos, pues se afirma que existe un “plan divino” (ya mencionado), en el que los hombres deben “buscar este acercamiento para colaborar como parte de ese plan”.

¿Cuáles son los conceptos más importantes que esta práctica trata de introducir en las personas?

“La certeza de que los seres humanos pueden establecer comunicación con los ángeles a través de técnicas como las descritas.”

Comunicarse con un ángel es un deseo que muchas personas quisieran hacer realidad; pero eso no depende de nosotros, ni de técnicas o fórmulas específicas. Los ángeles, como hemos visto, no están esperando a que nosotros decidamos establecer contacto con ellos, pues no dependen de nosotros sino de Dios que es Su Creador y a El sirven. Si una persona ha de recibir la visita de un ángel, siempre será a fin de que se cumpla un designio divino o para ayudar a dicha persona en una empresa especial, encomendada por Dios.

“La creencia de que la frecuencia de los ángeles es muy alta y que para comunicarse con los ángeles hay que modificar la `frecuencia’ o `rata vibratoria humana.”‘

Cuando ha sucedido que un ángel se aparece a uno o a varios seres humanos, por encargo de Dios, esto ha sido de una manera inesperada, sencilla y espontánea, sin necesidad de ejercicios especiales, ni exigir a las personas un cambio de “frecuencia” o “rata vibratoria”, términos por demás confusos e inexactos, con los que se pretende sugerir la necesidad de lograr un estado alterado de conciencia, similar al trance hipnótico y que obtendrían con la entonación adecuada de los mantras que se recomiendan. Simplemente, las personas hablan con el ángel directamente. Los ángeles no inventan métodos para que los seres humanos puedan comunicarse con ellos. Todas las cosas de Dios son sencillas.

“El sincretismo religioso: en todas las religiones existen ángeles y muchos de estos ángeles han dado mensajes a la humanidad.”

Es cierto que casi todas las religiones mencionan a los ángeles; pero eso nada tiene que ver con la posibilidad de una comunicación con ellos; y mucho menos hay que aceptar todo lo que se les atribuye, puesto que se podría caer en contradicciones.

“La idea de que “el Cósmico” [léase Dios] tiene un plan para la humanidad que comunican estos ángeles y del que hay que enterarse a través de estos contactos.”

 ¿Cuál es el plan de Dios?

El plan de Dios, establecido desde siempre, es que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad; verdad que nos ha sido revelada por Jesucristo, nuestro Dios y Salvador, el Redentor de toda la humanidad. Ese plan revelado por Dios, lo describe San Pablo en su Carta a los Efesios (cf. Ef 1, 3-14).

El plan de la Nueva Era, transmitido por presuntos “ángeles”, es totalmente ajeno al plan de Dios.

“La teoría de que Todo es energía”

Por tanto, los seres humanos están hechos de energía, los ángeles son pura energía. Todos somos parte del todo. Además, que los seres humanos pueden integrarse a los ángeles al dejarse penetrar de su energía.

Esta idea se basa en el “Emanacionismo”, que afirma que todo es emanado de un principio generador y los seres no son creados por Dios, sino emanados de ese principio o fuente energética (en este caso). También es afín al Monismo: “Todo es parte de una misma sustancia envolvente”. Por lo tanto, “todos somos una misma cosa.” Este concepto abarca a Dios. En el Monismo, todo sería parte de esa sustancia y todos seríamos, por tanto, “uno con la divinidad”.

La teoría del Emanacionismo, que niega la creación hecha por Dios, ha sido condenada por la Iglesia como herejía, en el IV Concilio de Letrán y en el Concilio Vaticano I.

“La aseveración de que la comunicación con los ángeles se logra además, no por arte de magia sino a base de trabajo personal, para lograr la información necesaria en el proceso de la revelación de uno mismo.”

La posibilidad de comunicarse con los ángeles no es un logro que se pueda producir a voluntad, ni con trabajo, ni con esfuerzos personales. Dios nos proporciona todo lo que necesitamos para nuestras vidas; y es que El sabe qué nos conviene y cuándo. Tratar de buscar y averiguar más allá de lo necesario, de lo que nos está dado, es comparable a la edificación de la Torre de BabeL El resultado: la confusión. (Son muchas las personas que después de haber participado en estas sesiones, han expresado una gran confusión con respecto a los ángeles y también dudas de fe).

“La afirmación de que los ángeles imparten el `estado de gracia’”

Sólo el Espíritu Santo puede conferir la Gracia.

El Nuevo Catecismo dice: “El Espíritu Sano es “el principio de toda acción vital y verdaderamente saludable en todas las partes del cuerpo”.

Los ángeles no son un sustituto del Espíritu Santo, Tercera Persona de la Santísima Trinidad.

“La creencia de que la eliminación de las faltas, defectos y pecados se logra siguiendo las indicaciones debidas, junto con algunos ejercicios.”

El Espíritu Santo es quien confiere el perdón de los pecados. Vemos en Jn 20, 22-23: “Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedarán perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos„”

Los ángeles no pueden traer el perdón de las faltas y pecados a través de técnicas. Es por la acción de la gracia de Dios, recibida a través de los sacramentos que confieren el perdón de los pecados, que éstos nos son perdonados y que, al mismo tiempo, nos vamos fortaleciendo para resistir las tentaciones y evitar caer nuevamente. Con la gracia de Dios y nuestra voluntad dispuesta, vamos creciendo en virtudes que contrarrestan nuestros defectos y debilidades. La acción es de Dios; la disposición es nuestra

“La creencia en la reencarnación”.

La reencarnación es una creencia que se opone a la doctrina de Jesucristo y niega todas las verdades de la fe, especialmente en lo referente a nuestra salvación, por ser una doctrina que asume la auto-redención del hombre, arrastrando sus pecados de una vida a otra, por la ley del karma.

La reencarnación fue condenada como herejía en el Concilio de Nicea, en el año 325 D.C.

“La idea de que no es necesario orar a Dios cuando se establece la comunicación con los ángeles.”

La oración a Dios no puede sustituirse por nada. Es parte del culto que le tributamos a Dios, Ser Supremo, junto con la alabanza y la adoración que El merece y que todos le debemos. Los ángeles, aunque superiores a nosotros, no son sustitutos de Dios en nuestras vidas, ni nunca han pretendido serlo. Son servidores de Dios y le rinden el culto, la adoración y la alabanza que sólo a El son debidos.

Estos supuestos “ángeles” actúan de una manera muy diferente a la manera de actuar de los ángeles de Dios; pues parecen no conocer los designios del Todopoderoso sobre los hombres, ni cuál es el verdadero plan de Dios. Tratan de introducir en los seres humanos herejías y errores graves sobre la doctrina de Jesucristo, especialmente en cuanto se refiere a la salvación de los hombres.

El fin que se proponen con estos supuestos contactos, no es el crecimiento espiritual a través de un conocimiento más profundo de Dios y el aumento del amor hacia El por parte de los hombres. Además de ignorar todo lo referente a la venida del Reino de Cristo, al anunciar una nueva era de transformación para la humanidad mediante la evolución de los estados de conciencia, dichos “ángeles” se presentan como sustitutos del Espíritu Santo.

Al definirse como “energía pura”, niegan la condición de seres personales de los ángeles de Dios, creados por El, los cuales no son energía ni esferas de luz.

Lo peor de este sutil engaño es que viene disfrazado de búsqueda espiritual, camino de perfeccionamiento, con lo que se trata de sugerir una cercanía con Dios.

Esta práctica, evidentemente, es una forma más de introducir a la gente en las filosofías y prácticas de la Nueva Era, dándole un toque de confiabilidad por la cercanía que los ángeles siempre han tenido de Dios, el misterio que los rodea -hacia el que muchos se sienten atraídosy la espiritualidad que inspiran; además de nuestra creencia, desde niños, de la existencia de los “Ángeles de la Guarda”.

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