Evidencias reales sobre los riesgos de la homosexualidad, los “gaymonios” y su adopción de niños.
Fuentes: Dale O’Leary para Notifam
El matrimonio está en crisis debido a las tentaciones a que estamos expuestos por la sociedad, pero su identidad comienza a ser desafiada por el “gaymonio” que redefine el matrimonio, apoyándose en la manipulación de la opinión pública y distorsionando informaciones e investigaciones; por eso es bueno repasar que es lo que científicamente se sabe sobre la atracción por el mismo sexo y de la relación en los “gaymonios”.
Las cinco distorsiones principales de información son las siguientes:
1) Las personas con atracción hacia el mismo sexo nacen así.
2) Las personas con atracción hacia el mismo sexo no pueden cambiar.
3) Las personas con atracción hacia el mismo sexo son tan saludables como las personas que conforman los matrimonios entre un esposo y una esposa.
4) Las relaciones entre personas del mismo sexo son iguales a las personas que conforman los matrimonios entre un esposo y una esposa, excepto en cuanto a la relación sexual.
5) Los niños que son adquiridos por las personas de las relaciones del mismo sexo no tienen problemas en exceso.
2) Las personas con atracción hacia el mismo sexo no pueden cambiar.
3) Las personas con atracción hacia el mismo sexo son tan saludables como las personas que conforman los matrimonios entre un esposo y una esposa.
4) Las relaciones entre personas del mismo sexo son iguales a las personas que conforman los matrimonios entre un esposo y una esposa, excepto en cuanto a la relación sexual.
5) Los niños que son adquiridos por las personas de las relaciones del mismo sexo no tienen problemas en exceso.
Existen numerosos estudios que refutan los primeros dos puntos, a la vez que no existen estudios con credibilidad que le brinden apoyo a cualquiera de éstos.
Hay numerosos estudios, bien diseñados y extensos, en donde se ha determinado que las personas con atracción hacia las personas del mismo sexo, son mucho más propensas, en comparación con los hombres y las mujeres casadas, a sufrir de lo siguiente:
· Los desórdenes psicológicos
· Las adicciones sexuales y las parafilias
· Las ideaciones e intentos suicidas
· El abuso y adicción de sustancias controladas, incluyendo las drogas, el alcohol, y los cigarrillos
· Sostener relaciones inestables, infieles, temporarias, y no-exclusivas
· Tener problemas de salud, particularmente las enfermedades de transmisión sexual, la VIH, y el cáncer
· Haber sido víctimas del abuso sexual, de violación, o de violencia doméstica
· Las adicciones sexuales y las parafilias
· Las ideaciones e intentos suicidas
· El abuso y adicción de sustancias controladas, incluyendo las drogas, el alcohol, y los cigarrillos
· Sostener relaciones inestables, infieles, temporarias, y no-exclusivas
· Tener problemas de salud, particularmente las enfermedades de transmisión sexual, la VIH, y el cáncer
· Haber sido víctimas del abuso sexual, de violación, o de violencia doméstica
Con frecuencia, aquellos que defienden el matrimonio señalan que las relaciones entre personas del mismo sexo carecen de complementariedad, pero no explican el modo en que esa carencia afecta la calidad de la relación, lo que ocasiona que uno o ambos de los compañeros sacrifiquen algo esencial de su dignidad humana. Las relaciones entre personas del mismo sexo comprenden un número de patrones. El siguiente listado cubre algunos de esos patrones y el modo en que la falta de una complementariedad natural, afecta de modo negativo a los individuos involucrados:
1) El supuesto esposo o la supuesta esposa – El hombre que imita el rol de la esposa percibe que no es varonil ser dependiente de otro hombre. La mujer que imita el rol del esposo todavía desea ser madre.
2) La relación entre la figura parental y el menor de edad – El compañero hombre más joven, al aceptar asumir el rol del menor de edad, sacrifica su derecho de convertirse en un adulto completo. La mujer que acepta asumir el rol del menor de edad, se hace permanentemente dependiente. La relación es inherentemente incestuosa.
3) La amistad asexual – Muchas relaciones entre personas del mismo sexo tienen un comienzo apasionado que rápidamente se convierte en unas amistades asexuales. El amigo del mismo sexo ya no incita la pasión. Los hombres que son parte de una amistad asexual incurren en el sexo casual fuera de la relación. Entre las mujeres, “la cama muerta” es algo que sucede comúnmente. Las amistades asexuales no necesitan ser reconocidas como matrimonios.
4) La clonación y la fusión – Las personas, dentro de algunas relaciones del mismo sexo, intentan erradicar todas las diferencias. El individualismo no es tolerado.
5) La soledad causada por la ausencia de la persona del sexo opuesto, o el temor al sexo opuesto que fue ocasionado por el abuso – Estas personas involucradas sacrifican su heterosexualidad natural. Estas relaciones son inherentemente inestables, por lo que la persona podría, cuando surja la oportunidad, retornar a una relación heterosexual.
Las relaciones entre personas del mismo sexo no promueven los mejores intereses de uno, ni tampoco responden a las necesidades reales de las personas involucradas. El empuje por el reconocimiento social puede ser motivado por la creencia errónea de que los problemas en su relación son causados por unas fuerzas externas, en lugar de una inherente ausencia de una verdadera complementariedad.
LOS NIÑOS
Los niños que son adquiridos por las parejas del mismo sexo, también están sujetos a los problemas que son inherentes a su situación. Además, las parejas del mismo sexo son más propensas de hallarse en estados de riesgo con un número de problemas que tienen un impacto directo en su habilidad para la crianza de los niños.
1) Los factores intrínsecos – Cada niño que es adquirido por una pareja del mismo sexo, por definición, ha sido separado de uno o de ambos de sus padres biológicos, por medio de la muerte, la deserción, la crianza por solamente el padre o la madre, el cuidado en acogida, la adopción, el donante por inseminación artificial, o la maternidad subrogada. Aún en el mejor de los casos, dicha separación es percibida por el niño como una pérdida. Una pareja del mismo sexo nunca es la mejor situación, dentro de las circunstancias. Por definición, es una situación de segunda categoría, porque no se cuenta con un padre y una madre. Pero aún, esta tragedia particular no es accidental, sino el resultado de una acción planificada y concertada, por parte de las personas de quien depende el niño. Estos niños son, deliberadamente y permanentemente, dejados sin un padre o una madre. Además, las familias del mismo sexo con niños, operan como un culto. Se niega la pérdida del niño. Ahora a los niños se les hace sentir que su deseo legítimo para un padre y una madre constituye una traición del sacrificio de su familia, frente a una cultura hostil, sin aceptación, y homofóbica.
2) Los factores de riesgo – Las personas con atracción hacia personas del mismo sexo son mucho más propensas que los hombres y las mujeres casadas, de sufrir de desórdenes psicológicos, adicción sexual, parafilias, ideaciones e intentos suicidas, relaciones inestables, problemas de salud, y el haber sido víctimas del abuso o de violencia. Raramente los problemas ocurren aisladamente. Muchas personas con la atracción por personas del mismo sexo, sufren de una combinación de varios desórdenes. Además, cada relación entre personas del mismo sexo incluye a dos personas que se encuentren en alto riesgo, doblándose así el potencial para un resultado sub-óptimo. Uno tiene que preguntarse lo siguiente: ¿Están los trabajadores sociales intencionalmente ignorando los problemas cuando colocan a los niños con parejas del mismo sexo que tienen unos problemas serios?
Aquellos que defienden el matrimonio necesitan dar a conocer esta información.
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