SATANÁS, EL
MOMENTO DE LA MUERTE Y LAS BENDICIONES
Hablemos de...
Hemos elegido, entre todas las que hay en Internet, una fotografía de una
película donde lo personifica el actor Steple Noonan, allí aparece junto a
Adán y Eva. Si ustedes miran el rostro del actor, verán la maldad y
frialdad que lo caracteriza.
Satanás:
Es así, como queremos volver a insistir en que la existencia de Satanás y sus
huestes es absolutamente real y por lo demás muy peligrosa. Verán ustedes un día
asoleado, de temperatura agradable, se siente el bullicio de los niños que
juegan en el parque, todo tan normal, tan equilibrado, tan plácido. Pero no es
así, hay fuerzas negativas que no vemos y que nos asechan todo el tiempo.
El peligro está en que esta fuerza del mal, que es superior a nosotros y con
gran poder no se detiene ante nada. El fin justifica los medios y los medios
pueden ser a un nivel impensable. Es cruel y malo a un nivel que ustedes ni
siguiera lo pudieran imaginar.
Si diéramos un ejemplo muy menor, del socio que estafa al otro, lo encarcela,
deja en la ruina a su esposa y a sus números hijos de por vida y todo por
apoderarse del dinero. El fin justificó los medios.
Satanás no respeta nada, ni los templos, ni las imágenes, ni nuestras casas y
tampoco nuestras pertenencias. Trabaja en lo oculto y hará lo imposible por
enemistarnos con Dios. No soporta que amemos a Dios, a Jesús y a la Virgen
María, con la cual tiene un amor - odio muy difícil de entender. Los demonios
nos odian profundamente porque vamos a ocupar el lugar de ellos en el
Cielo y también porque tenemos a María y ellos no la tuvieron. Piensan, que de
haber existido en el momento de la rebelión, ella habría intercedido por ellos.
Por lo tanto, es tal la fuerza demoníaca en el mundo y a nivel personal, que
jamás, pero jamás debemos juzgar las acciones de nuestros hermanos y siempre
debemos estar dispuestos a perdonar, hayan hecho lo que nos hayan hecho. Si se
pensara así, cuantos matrimonios no se habrían disueltos, cuando abrazos de
padres con hijos, cómo reinaría más el amor y menos el odio entre hermanos.
Satanás, como lo hemos dicho es la maldad a lo extremo de lo increíble. No le
importamos nada y usará todas las artimañas posibles para atacarnos. Él es libre
de actuar, al igual que nosotros, libertad otorgada por el Padre a todas sus
criaturas, pero no lo vemos y está junto a nosotros muchas veces, en lo oculto,
en las sombras….
Tiene un grave defecto que lo hace vulnerable, su odio incontenible, su rabia y
su impulsividad incontrolable, que lo hace cometer un grave error: el
manifestarse. No solamente a nivel espiritual sino a nivel material.
De hecho, de un
mal, obtenemos un bien. El escribir esta página responde a la última que nos
hizo. No tiene límites.
Por favor, crean lo que les decimos. Protéjanse rezando. Cada Avemaría lo aleja
y evita el daño físico y espiritual, pero no evita que esté junto a nosotros e
intentará destruirnos a como dé lugar. Comulguen lo más seguido que puedan, les
dará fe y los protegerá de las tentaciones.
Es tal el maldad que percibimos, que no deseamos a nadie que caiga en sus manos
en el infierno eterno. Hermanos, por lo que nosotros vemos acá nos imaginamos
que el Infierno, donde no existe la protección de Dios debe ser indescriptible,
por lo demás Jesús y María lo han dicho en varias oportunidades. Por favor
ayúdennos, rezando constantemente por los pecadores para que no caigan en el
lago de fuego. Salve su alma, pídale perdón a Dios por todos sus pecados y
cambie de vida.
Cuando se nos muera un ser cercano, dejen los llantos para después. En ese
momento deben actuar con prisa. Que otro se encargue de avisar a los parientes,
ustedes de rodillas junto al cuerpo, rezando la Corona de la Divina Misericordia
por el fallecido y el rosario. Tarda un poco el alma en salir del cuerpo y hay
allí un periodo de confusión donde Satanás con su poder de seducción hará el
último intento. Todos pasaremos por esto, muramos en gracia o no. Es la última
prueba. El fallecido no necesita llantos, que de nada sirven, sí; oraciones.
Cuando nos toque a nosotros, decir Jesús, Jesús, Jesús, y la siguiente oración:
“ Señor, guíame a la luz y a la bondad de Tu gran Misericordia y perdóname mis
pecados.”
Esta oración la usamos también para los pecados veniales cuando vamos caminando
a recibir la comunión. Recuerden que el alma, es lo que uno es y nuestro
pensamiento luego de fallecidos debe ser Jesús y como murió para salvarnos. No
escuchen nada que sea distinto por muy atractiva que sea la oferta. Solamente:
Yo amo a Jesús y con Él quiero estar.
Llame a María
Debemos
acostumbrarnos a bendecirlo todo. Nuestras familias, nuestras mascotas, nuestras
casas y a las persona, sean conocidas o no. Señor, sálvalos, que no caigan en
las manos de Satanás. Mientras más mala sea la persona, con mayor razón hay que
bendecirla.
Bendigan también,
vuestros barrios, ciudades, países…
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