La Novena de Aguinaldos es una costumbre católica arraigada en Colombia y Ecuador, que está relacionada con la festividad de Navidad y análoga a las Posadas que se celebran en México y Centroamérica. Se trata de una oración rezada durante nueve días (novena) en la época previa a la Navidad (época de aguinaldos).
Más allá de la tradición católica, la novena de aguinaldos se ha
convertido en un evento social, la cual, en torno a la oración se reúnen
miembros familiares, trabajadores en sus compañías, comunidades en
parques o centros comerciales y acompañan el evento con el canto de
villancicos y el compartir aperitivos tradicionales de navidad.
Oración para todos los días
Benignísimo Dios de infinita caridad, que tanto amasteis a
los hombres, que les dísteis en vuestro hijo la prenda de vuestro amor,
para que hecho hombre en las entrañas de una Virgen naciese en un
pesebre para nuestra salud y remedio; yo, en nombre de todos los
mortales, os doy infinitas gracias por tan soberano beneficio. En
retorno de él os ofrezco la pobreza, humildad y demás virtudes de
vuestro hijo humanado, suplicándoos por sus divinos méritos, por las
incomodidades en que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el
pesebre, que dispongáis nuestros corazones con humildad profunda, con
amor encendido, con tal desprecio de todo lo terreno, para que Jesús
recién nacido tenga en ellos su cuna y more eternamente. Amén. (Se reza
tres veces Gloria al Padre).
Oración a la Santísima Vírgen
Soberana María que por vuestras grandes virtudes y
especialmente por vuestra humildad, merecisteis que todo un Dios os
escogiese por madre suya, os suplico que vos misma preparéis y
dispongáis mi alma y la de todos los que en este tiempo hiciesen esta
novena, para el nacimiento espiritual de vuestro adorado hijo. ¡Oh
dulcísima madre!, comunicadme algo del profundo recogimiento y divina
ternura con que lo aguardasteis vos, para que nos hagáis menos indignos
de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad. Amén. (Se reza tres
veces el Avemaría).
Oración a San José
¡Oh santísimo José, esposo de María y padre adoptivo de
Jesús! Infinitas gracias doy a Dios porque os escogió para tan soberanos
misterios y os adornó con todos los dones proporcionados a tan
excelente grandeza. Os ruego, por el amor que tuvisteis al Divino Niño,
me abracéis en fervoroso deseos de verle y recibirle sacramentalmente,
mientras en su divina esencia le veo y le gozo en el cielo. Amén. (Se
reza un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria).
Oración Niño Jesús
Acordaos, ¡oh dulcísimo Niño Jesús!, que dijisteis a la
venerable Margarita del santísimo Sacramento, y en persona suya a todos
vuestros devotos, estas palabras tan consoladoras para nuestra pobre
humanidad agobiada y doliente: "Todo lo que quieras pedir, pídelo por
los méritos de mi infancia y nada te será negado". Llenos de confianza
en vos, ¡oh Jesús!, que sois la misma verdad, venimos a exponeros toda
nuestra miseria. Ayúdanos a llevar una vida santa, para conseguir una
eternidad bienaventurada. Concédenos por los méritos infinitos de
vuestra infancia, la gracia de la cual necesitamos tanto. Nos entregamos
a vos, ¡oh Niño omnipotente!, seguros de que no que dará frustrada
nuestra esperanza, y de que en virtud de vuestra divina promesa,
acogeréis y despacharéis favorablemente nuestra súplica. Amén.
Gozos Navideños
Dulce Jesús mío, mi niño adorado ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven no tardes tanto!
¡Oh, Sapiencia suma del Dios soberano, que a infantil alcance te rebajas sacro! ¡Oh, Divino Niño, ven para enseñarnos la prudencia que hace verdaderos sabios! Ven a nuestras...
¡Oh, Adonai potente que Moisés hablando, de Israel al pueblo diste los mandatos! ¡Ah, ven prontamente para rescatarnos, y que un niño débil muestre fuerte el brazo! Ven a nuestras...
¡Oh, raíz sagrada de José que en lo alto presenta al orbe tu fragante nardo! Dulcísimo Niño que has sido llamado Lirio de los valles, Bella flor del campo. Ven a nuestras...
¡Llave de David que abre al desterrado las cerradas puertas de regio palacio! ¡Sácanos. Oh Niño con tu blanca mano, de la cárcel triste que labró el pecado! Ven a nuestras...
¡Oh, lumbre de Oriente, sol de eternos rayos, que entre las tinieblas tu esplendor veamos! Niño tan precioso, dicha del cristiano, luzca la sonrisa de tus dulces labios. Ven a nuestras...
¡Espejo sin mancha, santo de los santos, sin igual imagen del Dios soberano! ¡Borra nuestras culpas, salva al desterrado y en forma de niño, da al mísero amparo! Ven a nuestras...
¡Oh, Sapiencia suma del Dios soberano, que a infantil alcance te rebajas sacro! ¡Oh, Divino Niño, ven para enseñarnos la prudencia que hace verdaderos sabios! Ven a nuestras...
¡Oh, Adonai potente que Moisés hablando, de Israel al pueblo diste los mandatos! ¡Ah, ven prontamente para rescatarnos, y que un niño débil muestre fuerte el brazo! Ven a nuestras...
¡Oh, raíz sagrada de José que en lo alto presenta al orbe tu fragante nardo! Dulcísimo Niño que has sido llamado Lirio de los valles, Bella flor del campo. Ven a nuestras...
¡Llave de David que abre al desterrado las cerradas puertas de regio palacio! ¡Sácanos. Oh Niño con tu blanca mano, de la cárcel triste que labró el pecado! Ven a nuestras...
¡Oh, lumbre de Oriente, sol de eternos rayos, que entre las tinieblas tu esplendor veamos! Niño tan precioso, dicha del cristiano, luzca la sonrisa de tus dulces labios. Ven a nuestras...
¡Espejo sin mancha, santo de los santos, sin igual imagen del Dios soberano! ¡Borra nuestras culpas, salva al desterrado y en forma de niño, da al mísero amparo! Ven a nuestras...
¡Rey de las naciones, Emmanuel preclaro, De Israel anhelo
Pastor del rebaño! ¡Niño que apacientas con suave cayado ya la oveja
arisca, ya el cordero manso! Ven a nuestras...
¡Ábranse los cielos y llueva de lo alto bienhechor rocío
como riego santo! ¡Ven hermoso Niño, ven Dios humanado! ¡Luce, Dios
estrella! ¡Brota, flor del campo! Ven a nuestras...
¡Ven, que ya María previene sus brazos, do su niño vean,
en tiempo cercanos! ¡Ven, que ya José, con anhelo sacro, se dispone a
hacerse de tu amor sagrario! Ven a nuestras...
¡Del débil auxilio, del doliente amparo, consuelo del
triste, luz del desterrado! ¡Vida de mi vida, mi dueño adorado, mi
constante amigo, mi divino hermano! Ven a nuestras...
¡Ven ante mis ojos, de ti enamorados! ¡Bese ya tus
plantas! ¡Bese ya tus manos! ¡Prosternado en tierra, te tiendo los
brazos, y aún más que mis frases, te dice mi llanto! Ven a nuestras...
¡Ven Salvador nuestro por quien suspiramos Ven a nuestras almas, Ven, no tardes tanto!
DIOS CONTIGO
NOTA:
*Aguinaldos* (de "aguilando", y éste posiblemente de la expresión latina hoc in anno -"en este año"-) es el regalo de Navidad, y también el regalo que se da cualquier ocasión.
Existe la costumbre de dar un aguinaldo a los trabajadores en época navideña, en especie (cesta de Navidad) o en dinero. Tiene consideración de una remuneración voluntaria (equivalente a una propina); aunque su arraigada costumbre ha conducido en algunos casos a ser considerada como un derecho adquirido.
También existía la costumbre, por parte de carteros, barrenderos,
serenos y otros oficios semejantes, de pasar por las casas de los
vecinos de la zona donde habitualmente prestaban sus servicios a
felicitar la Navidad (entregando a veces una estampita) y recibir un aguinaldo. En Reino Unido se da un Christmas bonus
de diez libras (cantidad fijada en 1972 y que no ha sido actualizada
desde entonces) a los receptores de algunas ayudas sociales.
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