Blacky era un pequeño demonio que no tenía nada de especial, y nunca hubiera llegado a ser el Gran General del Lado Oscuro si hubiera sido un buen demonio. Pero hasta para ser malo hay que tomárselo en serio, y Blacky era un desastre. Por eso pasó lo que pasó.
Los del lado oscuro se organizan para fastidiarlo todo, especialmente las fiestas y ocasiones especiales. Blacky pertenecía a un pequeño equipo sin diablos importantes que cometía sus diabluras en un pueblecito.
- Este mes fastidiaremos el cumpleaños del hijo del Don Importante, para que todos lo vean- decidió el jefe diablo-. Que no vea a su familia, que no compre regalos, que esté siempre ocupado ¿Entendido?
La estrategia funcionó y los diablos consiguieron su objetivo. Pero Blacky no había hecho nada y su jefe lo descubrió.
- Mañana es el cumpleaños y no has hecho nada por fastidiarlo ¡Haz algo que funcione, o te vuelves al infierno!
Blacky se puso muy nervioso. Tenía que hacer algo pero, como no se había preocupado por nada, ni siquiera sabía de quién era el cumpleaños.
- Ya sé. Entraré en todas las casas y me llevaré todos los regalos que encuentre. Da igual cuantas personas cumplan años o celebren una fiesta, ¡mañana nadie tendrá regalos!
Aunque el pueblo no era muy grande, Blacky encontró bastantes regalos y los robó todos. Cuando terminó, no sabía qué hacer con tantos bultos.
- Hummm… creo que los guardaré en una de las casas. En una que no tuviera regalos, claro… Mira, esta que es tan grande me vendrá muy bien.
Y allí los dejó y se fue a dormir y hacer el vago otra vez.
A la mañana siguiente, el jefe diablo se tiraba de los cuernos al descubrir que el hijo de Don Importante había recibido una montaña de regalos por su cumpleaños y estaba encantado con sus juguetes.
- ¡Blaaaacky! ¡Eres un inútil!
Y pidió que lo expulsaran de su equipo. Los jefes diablos investigaron a Blacky, y fue entonces cuando descubrieron su tremendo acierto.
- ¿Por qué íbamos a expulsarlo? ¡Pero si es un genio del mal! -dijo el comandante diablo.
- ¿Genio? - protestó el jefe de Blacky - ¡La fiesta de cumpleaños ha sido un éxito! Y, lo que es peor, ¡las demás familias van a copiar lo de hacer tantos regalos!
- ¡Por eso mismo! La fiesta parece un éxito, pero fíjate bien - dijo el comandante señalando su pantalla-. Al niño solo le importan sus juguetes; ahora son ellos los protagonistas de la fiesta. Don Importante piensa que ya ha cumplido y puede seguir sin hacerle caso… ¿Ves? Los está separando y apagando su cariño. Unos cuantos meses así, y Blacky no habrá fastidiado una simple fiesta: ¡habrá reventado la mitad de las familias del pueblo!
Y así fue como un diablo tan desastroso como Blacky llegó a ser nombrado general del lado oscuro. Copiaron su truco en todas partes y millones de personas estropearon sus celebraciones familiares comprando cosas que separaban más que unían. Tan contentos estaban los diablos que inventaron un día en recuerdo de Blacky, y lo llamaron Black Friday…
Pero no hay que perder la esperanza, porque sabiendo que al frente del lado oscuro está alguien tan vago y desastroso, no tenemos más que celebrar las fiestas con amor y cariño, dedicando nuestro tiempo para acercarnos un poco más a los demás… y para hacer regalos que pongan en el centro a las personas.
DIOS CONTIGO
No hay comentarios:
Publicar un comentario
GRACIAS POR TU COMENTARIO, PRONTO ESTAREMOS COMUNICANDONOS CONTIGO...
CON AMOR, MARIAM...