Viernes 1 de enero
VI I I día de la infraoctava de Navidad SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS. SOLEMNIDAD
Color blanco.
Misa y lecturas propias de la solemnidad (leccionario I). Gloria. Credo.
Prefacio I de Santa María Virgen “en la Maternidad”.
Canon romano con embolismos propios de Navidad. Bendición solemne del primer día del año.
La gracia, la paz y el amor de Dios nuestro Padre, que se han manifestado en Cristo Jesús, nacido de Santa María Virgen para nuestra salvación, estén con vosotros.
Monición de entrada y acto penitencial: Bienvenidos todos a celebrar la fe en Jesucristo, Señor del tiempo y de la historia, en este primer día del año, en el nuestra alegría y acción de gracias se unen a Santa María, Madre de Dios y de la Iglesia.
Si hace ocho días, al celebrar la Navidad, celebrábamos que el Hijo de Dios se ha encarnado y se ha hecho nuestro hermano, hoy recordamos que también contamos con una Madre, María, que nos guía y renueva en la vida.
Con Ella celebramos este día de gozo y fraternidad; por Ella y con Ella vamos a abrir nuestro ser al Reino de Dios, especialmente para que llegue a nuestra tierra la paz. Agradezcamos por tanto en silencio, al comenzar la celebración, el don de ser hijos de Dios y, ante Jesús, que salva a su pueblo, pidamos humildemente perdón por nuestros pecados.
• Tú que elegiste a María por Madre y la llenaste de gracia y Espíritu.
• Tú que recibiste el Sí total de María para ser Madre tuya y Madre nuestra.
• Tú que nos regalas a María para que busquemos y tengamos en Ella la paz.
Gloria cantado.
Colecta: Dios y Señor nuestro, que por la maternidad virginal de María entregaste a los hombres los bienes de la salvación, concédenos experimentar la intercesión de aquélla de quien hemos recibido a tu Hijo Jesucristo, el autor de la vida. Él, que vive y reina contigo.
Monición al Credo: En el comienzo de este año de gracia, confesamos nuestra fe en el Dios eterno, Padre, Hijo, y Espíritu Santo, que se ha manifestado en el tiempo con sus intervenciones salvadoras, y que es dueño y Señor de la historia.
Oración de los fieles: Al comenzar un nuevo año, levantemos nuestra voz suplicante al Señor, que con su mirada abarca los tiempos y el universo y, poniendo nuestros deseos de felicidad para todo el mundo bajo la poderosa intercesión de la Madre de su Hijo, imploremos la misericordia divina en favor de todos los hombres.
1. Por la Iglesia, que peregrina por este mundo en el transcurso de los siglos hasta el gran día de Jesucristo: para que realice fielmente su misión. Roguemos al Señor.
2. Por las vocaciones al ministerio sacerdotal; para que el año que hoy comenzamos, traiga al mundo entero, y especialmente a nuestra diócesis, vocaciones al sacerdocio. Roguemos al Señor.
3. Por todas las naciones del mundo: para que superando la guerra y toda clase de violencia, pongan sus riquezas en común, al servicio de la gran familia humana, trabajando siempre por la paz.
Roguemos al Señor.
4. Por los que comienzan el año nuevo marcados por la tristeza, la soledad, la enfermedad, la angustia; para que encuentren ayuda en Dios y en los que les rodean. Roguemos al Señor.
5. Por nosotros, por nuestras familias y por todo nuestro pueblo; para que el año que comienza sea para todos año de bienes y de gracia. Roguemos al Señor.
Tu trono, Dios nuestro, permanece para siempre, y tus años no se acaban; escucha, pues, las súplicas que te presentamos por la intercesión de Santa María, y bendice el año que hoy comenzamos; para que nuestro trabajo cotidiano nos dé el pan de cada día, y nuestras almas encuentren también el alimento necesario para avanzar en el camino del bien y en la contemplación fiel de tu palabra.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscom unión: Hemos recibido con alegría los sacramentos del cielo; te pedimos ahora, Señor, que ellos nos ayuden para la vida eterna, a cuantos proclamamos a María Madre de tu Hijo y Madre de la Iglesia. Por Jesucristo nuestro Señor.
Bendición solemne:
• El Dios, fuente y origen de toda bendición, os conceda su gracia, derrame sobre vosotros la abundancia de sus bendiciones y os proteja durante todo este año que hoy comenzamos.
• Él os mantenga íntegros en la fe, inconmovibles en la esperanza y, en medio de las dificultades, perseverantes hasta el fin en la caridad.
• Él os conceda un feliz y próspero año nuevo, escuche siempre vuestras súplicas y os lleve a la vida eterna.
• Y la bendición de Dios todopoderoso...
Sábado 2 de enero
Santos Basilio y Gregorio, obispos y Doctores.
MEMORIA OBLI TATORIA
Color blanco. Colecta propia y el resto de feria y lecturas del día 2 de enero.
Prefacio II de Navidad. Plegaria Eucarística II.
La paz y el amor de Dios nuestro Padre, que se han manifestado en Cristo, nacido para nuestra salvación, estén con vosotros.
Monición de entrada y acto penitencial: Empezamos el año recordando en la celebración de la Eucaristía a dos grandes santos del Oriente cristiano, como son San Basilio Magno, obispo de Cesarea, y San Gregorio Nacianceno, obispo de Constantinopla, naturales los dos de Capadocia, en la actual Turquía en el siglo IV, época de grandes turbulencias y divisiones entre los cristianos, y grandes amigos entre sí desde la juventud.
De los dos conservamos diversos escritos teológicos de gran claridad y profundidad, que les hicieron merecedores del título de doctores de la Iglesia, además de diversas homilías y poesías, de gran sensibilidad ante los problemas eclesiales y sociales de aquellos tiempos. Nosotros también estamos llamados, como los santos Gregorio y Basilio , a la santidad de vida; sin embargo, fallamos a menudo en nuestro camino hacia ella.
Por eso, iniciamos la celebración de los sagrados misterios de la Eucaristía pidiendo perdón a Dios por nuestros pecados.
• Tú que eres la Palabra de Dios hecho hombre.
• Tú que eres la imagen de Dios invisible.
• Tú que eres el Santo de Dios.
Colecta: Señor Dios, que te dignaste instruir a tu Iglesia con la vida y doctrina de san Basilio Magno y san Gregorio Nacianceno, haz que busquemos humildemente tu verdad y la vivamos fielmente en el amor.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Jesús ha venido a traernos el calor y la compañía del amor de Dios. Oremos de todo corazón para que nadie quede al margen de este amor; para que toda persona, en todo lugar, pueda vivir con esperanza y confianza.
1. Para que contemplando el misterio del amor de Dios, la Iglesia sepa dar respuesta a quienes preguntan por Cristo, y sus pastores experimenten cómo se renueva su fe y crecen sus deseos de predicar la verdad. Roguemos al Señor.
2. Para que surjan vocaciones sacerdotales al servicio de nuestra diócesis que, siguiendo el ejemplo de los santos Basilio y Gregorio, dediquen su corazón a la virtud y a vivir según la esperanza futura. Roguemos al Señor.
3. Para que el Mesías que Juan predicó y que vino a traernos la paz, la ponga en el corazón de todos los hombres, en las mentes de nuestros gobernantes, para que descubran los signos de la presencia de Dios en el mundo, y en la vida de los pueblos que están en guerra. Roguemos al Señor.
4. Para Dios, con su misericordia, visite a los agonizantes, encienda en ellos el deseo de alcanzar el cielo y les acoja en su felicidad eterna. Roguemos al Señor.
5. Para que nosotros permanezcamos siempre en comunión con Cristo y demos, a través de nuestras obras, testimonio de su venida al mundo. Roguemos al Señor.
Dios y Señor nuestro, que enviaste a Juan a dar testimonio de tu Hijo y nos envías a anunciar su Buena Noticia; atiende nuestras súplicas y no permitas que nunca nos apartemos de ti.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Dios y Señor nuestro, que enviaste a Juan a dar testimonio de tu Hijo y nos envías a anunciar su Buena Noticia; atiende nuestras súplicas y no permitas que nunca nos apartemos de ti.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Que tu pueblo, Señor, dirigido por tu ayuda continua, reciba los auxilios, presentes y futuros, que le envías, y sostenido, pues lo necesita, por el consuelo de las cosas temporales, ayúdale a aspirar con más confianza a los bienes eternos.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Dom ingo 3 de enero
DOMI NGO I I DESPUÉS DE NAVI DAD Color blanco. Misa y lecturas propias del domingo. Gloria. Credo.
Prefacio III de Navidad. Plegaria Eucarística III. Bendición solemne de Navidad.
La paz y el amor de Dios nuestro Padre, que se han manifestado en Cristo, nacido para nuestra salvación, estén con vosotros.
Monición de entrada y acto penitencial: En medio del ambiente festivo de las navidades, hoy nos reunimos de nuevo para la celebración de la Eucaristía en el domingo, día del Señor.
Hoy no celebramos ninguna fiesta concreta, pero queremos conmemorar también el nacimiento de Cristo, quien, con aquella su primera venida en carne mortal, dio comienzo este nuevo tiempo, que perdurará hasta que Él vuelva.
Comencemos, pues, la celebración de la Eucaristía en el día que recordamos la victoria de Cristo sobre el pecado y sobre la muerte, reconociendo con humildad todos nuestros pecados.
• Palabra de Dios que existes desde el principio de los tiempos.
• Palabra de Dios que has venido a nuestro mundo.
• Palabra de Dios que te has hecho carne y has acampado entre nosotros.
Gloria.
Colecta: Dios todopoderoso y eterno, luz de los que en ti creen, que la tierra se llene de tu gloria y que te reconozcan los pueblos por el esplendor de tu luz.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Credo: Confesamos nuestra fe en el Dios eterno, Padre, Hijo, y Espíritu Santo, que se ha manifestado en el tiempo con sus intervenciones salvadoras, y que es dueño y Señor de la historia. Oración de los fieles: Presentemos ahora nuestras súplicas confiadas a Dios Padre, que nos ha predestinado a ser hijos suyos en Jesucristo, Señor y Salvador nuestro.
1. Por la Iglesia; para que sepa comunicar al que es la Palabra, en lenguaje asequible, al hombre de nuestro tiempo. Roguemos al Señor.
2. Por las vocaciones sacerdotales; para que nunca falten en nuestra diócesis los sacerdotes necesarios para atender nuestras parroquias y comunidades. Roguemos al Señor.
3. Por todos los que tienen en sus manos los destinos de los demás; para que la luz de la verdad guíe a nuestros gobernantes, y a todos los que tienen autoridad en el mundo. Roguemos al Señor.
4. Por todos los que han perdido la fe; para que la luz de Cristo se manifieste a los que no le conocen, y atraiga de nuevo a los que se han alejado de Él. Roguemos al Señor.
5. Por todos y cada uno de nosotros y de nuestros familiares y amigos; `para que nosotros sepamos testimonio de la luz de Cristo de manera que la gente pueda llegar a creer en Él roguemos al Señor.
Dios y Padre nuestro; tu que te has dado a conocer al mundo por medio de Jesucristo, tu Hijo, tu Palabra hecha carne, para entrar en diálogo con nosotros; escucha nuestras peticiones, atiende a nuestras súplicas, y concédenos aquello que con confianza y humildad te pedimos.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Humildemente te pedimos, Señor y Dios nuestro, que la eficacia de este sacramento nos purifique de nuestros pecados y dé cumplimiento a nuestros mejores deseos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Bendición solemne:
- El Dios de bondad infinita que disipó las tinieblas del mundo con la encarnación de su Hijo y con su nacimiento glorioso iluminó este día, aleje de vosotros las tinieblas del pecado y alumbre vuestros corazones con la luz de la gracia.
- El que encomendó al ángel anunciar a los pastores la gran alegría del nacimiento del Salvador os llene de gozo y os haga también a vosotros mensajeros del Evangelio.
- Y el que por la encarnación de su Hijo reconcilió lo humano y lo divino os conceda la paz a vosotros, amados de Dios, y un día os admita entre los miembros de la Iglesia del cielo.
- Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros.
Lunes 4 de enero
Feria del tiem po de Navidad Color blanco.
Misa de feria y lecturas del día 4 de enero.
Prefacio I de Navidad. Plegaria Eucarística II.
La paz y el amor de Dios nuestro Padre, que se han manifestado en Cristo, nacido para nuestra salvación, estén con vosotros.
Monición de entrada y acto penitencial: Dios se ha hecho hombre, ha venido al mundo en el que nosotros estamos. Ya no es necesario abandonar el mundo para encontrar a Dios. Pues Dios es el Emmanuel, el Dios-con-nosotros. Si creemos esta noticia sorprendente, no estaremos solos en la decisión cuando otros nos dejan, porque Jesús, Dios hecho hombre, está precisamente allí donde se decide el futuro del mundo. Demos gracias a Dios por ello, y comencemos la Eucaristía poniéndonos en su presencia, y pidiéndole perdón por nuestros pecados.
• Palabra eterna del Padre, por la que todo ha venido a la existencia.
• Luz verdadera, que has venido al mundo y a quien el mundo no recibió.
• Hijo de Dios, que, hecho carne, has acampado entre nosotros.
Colecta: Concede, Señor, a tu pueblo perseverancia y firmeza en la fe, y a cuantos confiesan que tu Hijo, Dios de gloria eterna como tú, nació de Madre Virgen con un cuerpo como el nuestro, líbralos de los males de esta vida y ayúdales a alcanzar las alegrías eternas.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Hemos escuchado en el evangelio cómo Simón y Andrés vivieron la alegría de encontrarse con Jesús y seguirle. También nosotros, como aquellos primeros discípulos, reconocemos en Jesús al Mesías que la humanidad esperaba. Por eso, unidos a él, nos dirigimos a Dios nuestro Padre y le presentamos confiadamente nuestras peticiones.
1. Para que, siguiéndole con entusiasmo, la Iglesia anuncie a Cristo a los hombres de nuestro tiempo, y atraiga a la fe a los que aún no le conocen. Roguemos al Señor.
2. Para que Dios conceda abundantes y santas vocaciones sacerdotales y religiosas a nuestra diócesis, que ayuden a encontrar a Cristo a todos aquellos que con sinceridad le buscan. Roguemos al Señor.
3. Para que Jesús, luz del mundo, disipe las tinieblas que impiden a los gobernantes encontrar caminos eficaces de justicia y de paz. Roguemos al Señor.
4. Para que Jesús, que quiso asumir la debilidad de nuestra fortaleza, fortalezca a los enfermos, consuele a los atribulados y se manifieste a los que lo buscan por caminos falsos. Roguemos al Señor.
5. Para que todos nosotros sepamos buscar al Mesías, descubrirlo en nuestra historia y llevarlo a nuestros hermanos, especialmente a los que comparten diariamente nuestra vida. Roguemos al Señor.
Oh Dios, que quisiste que los discípulos de Juan siguieran a Jesús, escucha nuestras oraciones, muéstranos tu bondad, tu misericordia y tu fidelidad, y haz que siguiéndole nos dejemos transformar por su amor.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscom unión: Por la eficacia de estos santos misterios fortalece, Señor, cada vez más, nuestra vida cristiana.
Martes 5 de enero
Feria del tiempo de Navidad Color blanco.
Misa de feria y lecturas del día 5 de enero.
Prefacio II de Navidad. Plegaria Eucarística II.
La paz y el amor de Dios nuestro Padre, que se han manifestado en Cristo, nacido para nuestra salvación, estén con vosotros.
Monición de entrada y acto penitencial: Cada vez que nos reunimos para celebrar la Eucaristía es Navidad. La Encarnación del Hijo de Dios y su nacimiento no son una anécdota en la historia, sino un acontecimiento histórico que desborda la historia y el tiempo, y nos salvan hoy y aquí. Acojamos ahora nosotros esa salvación que Cristo nos ha traído, y comencemos la celebración pidiendo perdón por nuestros pecados.
• Tú que has venido a cumplir la voluntad del Padre.
• Tú que, despojado de tu rango, pasaste por uno de tantos.
• Tú que te has hecho Niño para salvar al mundo.
Colecta: Dios todopoderoso, tú has dispuesto que, por el nacimiento virginal de tu Hijo, su humanidad no quedara sometida a la herencia del pecado: por este admirable misterio, humildemente te rogamos que cuantos hemos renacido, en Cristo, a una vida nueva, no volvamos otra vez a la vida caduca de la que nos sacaste.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Hermanos, ha aparecido la gracia salvadora de Dios y en Él está nuestra esperanza; por eso oremos a Dios nuestro Padre, que en su Hijo nos ha mostrado el verdadero amor, y confiémosle a su bondad de Padre las necesidades de todos los hombres.
1. Para que la Iglesia viva con intensidad este tiempo en el que Jesús se ha manifestado en nuestra historia y siendo lugar de encuentro de todos con Cristo, lo lleve a los que aún no le conocen. Roguemos al Señor.
2. Para que los jóvenes escuchen la voz del que quiso hacerse hombre y nacer en la pobreza y le sigan con firmeza anunciando el Evangelio y trabajando por la liberación de todos los hombres allí donde Dios les llame. Roguemos al Señor.
3. Para que los gobiernos de las naciones y de los pueblos busquen el bien, la paz y la justicia por encima de todo fin partidista. Roguemos al Señor.
4. Para que Jesús, que vino a traernos la paz, visite con la unidad a las familias divididas, con la reconciliación a los corazones que viven en pecado, y con el mutuo entendimiento a los pueblos que están en guerra. Roguemos al Señor.
5. Para que la Eucaristía nos comprometa a vivir el Evangelio en todas sus dimensiones, y comenzando por nosotros mismos, nos convirtamos al amor que nos propone Jesús que quiso hacerse hombre para unir el cielo y la tierra. Roguemos al Señor.
Escucha Señor nuestras oraciones, y haz que como Natanael confesemos con nuestras vidas que tu Hijo es el Rey y Salvador de nuestro pueblo. Él que vive y reina por los siglos de los siglos.
Poscomunión: Señor, tú que llegas hasta nosotros en la participación de la Eucaristía, concédenos obtener sus frutos y que al recibirlo nos hagamos cada día dignos de este don que nos haces.
Miércoles 6 de enero
LA EPIFANÍA DEL SEÑOR. SOLEMNIDAD Color blanco. Misa y lecturas propias de la solemnidad (leccionario I). Gloria. Credo.
Prefacio I de la Epifanía. Canon romano con embolismos propios de Epifanía.
Bendición solemne de Epifanía.
El Señor Jesús, que por medio de una estrella se ha revelado a todos los pueblos, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y acto penitencial: La Liturgia nos invita a recordar hoy aquella significativa historia de los magos de Oriente, y a vernos reflejados en aquellos personajes. Porque en todo el mundo, en todos los rincones de la tierra, hombres y mujeres de toda raza y cultura hemos recibido la luz de Jesús, y hemos sentido la alegría de la fe y de la esperanza, y lo hemos reconocido a Él como único camino de vida. Como aquellos sabios de Oriente, también nosotros, guiados por la estrella luminosa de la fe, estamos aquí para postrarnos ante el Niño Jesús, y reconocer que Él es nuestro Señor, la Luz verdadera que ilumina a todo hombre.
Preparémonos para esta Eucaristía agachando nuestras cabezas ante Jesús, nuestro Señor y Salvador, y pidámosle perdón por nuestros pecados.
• Tú que eres la Luz, que brilla en las tinieblas.
• Tú que te manifiestas a todos.
• Tú que nos guías con la luz de tu estrella.
Gloria.
Colecta: Señor, tú que en este día revelaste a tu Hijo unigénito a los pueblos gentiles por medio de una estrella, concede a los que ya te conocemos por la fe poder contemplar un día, la hermosura infinita de tu gloria.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Credo: Confesamos nuestra fe en el Dios eterno, Padre, Hijo, y Espíritu Santo, que se ha manifestado en el tiempo con sus intervenciones salvadoras, y que es dueño y Señor de la historia.
Oración de los fieles: Hermanos, sigamos la estrella que nos conduce a Belén y vayamos al encuentro de Cristo Jesús y, sabiendo que él es el Dios con nosotros, presentemos nuestras oraciones al Padre, que en este día santo ha manifestado su poder a las naciones, la salvación a los pueblos y a nosotros la luz radiante de su gloria.
1. Por la Iglesia, extendida de Oriente a Occidente; para que, arraigando en todas las culturas, sea portadora de la paz y de la esperanza de Dios, y signo de salvación para todos los hombres y pueblos del mundo. Roguemos al Señor.
2. Por las vocaciones al ministerio sacerdotal; para que no le falten a nuestra diócesis los sacerdotes que necesita para que le manifieste el amor que Dios tiene a todas sus criaturas. Roguemos al Señor.
3. Por todos los que gobiernan; para que Dios alumbre sus corazones y les muestre el verdadero camino de progreso y de justicia; y brille sobre las naciones que todavía no han recibido la Buena Noticia de Cristo la estrella que conduce a la salvación. Roguemos al Señor.
4. Por los que sufren sin esperanza, los que buscan sin fe, los que aman a Dios sin saberlo; para que se les manifieste e ilumine sus vidas. Roguemos al Señor.
5. Por todos y cada uno de nosotros, adultos y niños; para que todos podamos vivir la alegría profunda por el gran regalo de la salvación que nos ha traído Jesucristo. Roguemos al Señor. Escucha nuestras oraciones, Dios todopoderoso y eterno, y has que los que hemos conocido y adorado a tu Hijo, Rey y Señor de todos los pueblos, vivamos siempre como hijos de la luz y nos esforcemos para iluminar con la luz de Cristo a todos los pueblos y naciones.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscom unión: Que tu luz nos disponga y nos guíe siempre, Señor, para que contemplemos con fe pura y vivamos con amor sincero el misterio del que hemos participado.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Bendición solemne:
• El Dios que os llamó de las tinieblas a su luz admirable derrame abundantemente sus bendiciones sobre vosotros y afiance vuestros corazones en la fe, la esperanza y la caridad.
• Y él, a todos vosotros, fieles seguidores de Cristo, manifestado hoy al mundo como luz en la tiniebla, os haga testigos de la verdad ante los hermanos.
• Y así, cuando termine vuestra peregrinación por este mundo, lleguéis a encontraros con Cristo, luz de luz, a quien los Magos, guiados por la estrella, contemplaron con inmensa alegría.
• Y la bendición de Dios todopoderoso...
Jueves 7 de enero
Feria del tiempo de Navidad Color blanco.
Misa de feria y lecturas del día 7 de enero.
Prefacio de la Epifanía. Plegaria Eucarística II.
Monición de entrada y acto penitencial: Dios es nuestro Padre, y hoy ha querido reunirnos en torno a una misma mesa, en familia, para que celebremos el misterio de la presencia de su Hijo, el Primogénito entre muchos hermanos, en medio de nosotros. Este misterio comenzó en Nazaret, en la casa de José y de María. Iniciemos, pues, la celebración de los sagrados misterios de la Eucaristía pidiendo perdón a Dios por nuestros pecados.
• Tú que eres la Palabra de Dios hecho hombre.
• Tú que eres la imagen de Dios invisible.
• Tú que eres el Santo de Dios.
Colecta: Oh Dios, que por medio de tu Hijo has hecho clarear para todos los pueblos la aurora de tu eternidad, concede a tu pueblo reconocer la gloria de tu redentor y llegar un día a la luz eterna. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Oremos ahora con filial confianza a Dios Padre, que en su Hijo Jesucristo se ha hecho cercanía y salvación para toda la humanidad.
1. Para que quien se hizo hombre para redimirnos e inaugurar la etapa definitiva de la salvación de nuestra historia, haga que la Iglesia sea cada vez más sensible a la realidad de nuestro mundo y anuncie la Buena Noticia de Dios. Roguemos al Señor.
2. Para que los jóvenes escuchen la voz del que quiso hacerse hombre y nacer en la pobreza y le sigan con firmeza en el ministerio sacerdotal y en la vida religiosa, anunciando su Buena Noticia y trabajando por la liberación de todos los hombres. Roguemos al Señor.
3. Para que el Príncipe de la Paz, que quiso asumir nuestra carne, instaure entre los pueblos la reconciliación, en los corazones el amor, y en el mundo la justicia. Roguemos al Señor.
4. Para que Jesús, que quiso nacer, crecer y vivir como uno de nuestra raza, atraiga hacia sí a los que no le conocen y abra las puertas de su Reino a los que en años anteriores celebraban con nosotros estas fiestas de Navidad. Roguemos al Señor.
5. Para que la vivencia de esta Eucaristía haga renacer en nuestros corazones el deseo de vivir como vivió Jesús en pobreza y humildad. Roguemos al Señor.
Señor y Padre nuestro, que quisiste que tu Hijo nos salvara naciendo en nuestra carne; escucha nuestras peticiones y haz que nos dejemos salvar por su amor.
Señor y Padre nuestro, que quisiste que tu Hijo nos salvara naciendo en nuestra carne; escucha nuestras peticiones y haz que nos dejemos salvar por su amor.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Por la eficacia de estos santos misterios fortalece, Señor, cada vez más, nuestra vida cristiana. Por Jesucristo nuestro Señor.
Viernes 8 de enero
Feria del tiem po de Navidad Color blanco.
Misa de feria y lecturas del día 8 de enero.
Prefacio de la Epifanía. Plegaria Eucarística II.
Monición de entrada y acto penitencial: Cada vez que nos reunimos a celebrar la Eucaristía, lo hacemos recordando la venida del Señor y esperando su manifestación futura al final de los tiempos. Nuestra asamblea es siempre una asamblea de caminantes, pues no tenemos aquí ciudad permanente. El Señor ya está con nosotros, pero no para que nos instalemos en la posesión de todas las verdades y de todos los bienes, sino para sacarnos de nuestra comodidad y alimentarnos con el deseo de una mayor esperanza. Acojamos ahora nosotros esa salvación que Cristo nos ha traído, y comencemos la celebración pidiendo perdón por nuestros pecados.
• Tú que has venido a cumplir la voluntad del Padre.
• Tú que, despojado de tu rango, pasaste por uno de tantos.
• Tú que te has hecho Niño para salvar al mundo.
Colecta: Dios todopoderoso, Tú que has anunciado al mundo, por medio de la estrella, el nacimiento del Salvador, manifiéstanos siempre este misterio y haz que cada día avancemos en su contemplación. Por Jesucristo nuestro Señor.
Oración de los fieles: Oremos ahora con confianza a Dios, que hizo brillar sobre nosotros, sacándonos de las tinieblas del pecado y de la muerte.
1. Para que la utopía del Reino sea en este tiempo de Navidad una realidad en todos los hombres, y para que aprendamos a amarnos los unos a los otros como Dios nos ama. Roguemos al Señor.
2. Para que Dios suscite abundantes y santas vocaciones a la vida sacerdotal y religiosa, que sean especialmente sensibles a los problemas de los demás. Roguemos al Señor.
3. Para que contemplando la pobreza en la que quiso nacer Jesús, seamos capaces, como Iglesia y como cristianos, de ser pobres, desprendidos y contestatarios pacifistas del consumismo, del poder y del placer que esclavizan. Roguemos al Señor.
4. Para que los padres de familia sepan descubrir en el Evangelio la norma que guíe la educación de sus hijos. Roguemos al Señor.
5. Para que vivamos cada vez más disponibles a la obra evangelizadora de la Iglesia desde nuestros propios ambientes o allí donde se nos envíe. Roguemos al Señor.
Oh Dios, escucha nuestras oraciones y ya que tu Hijo se compadeció de la muchedumbre que le seguía, compadécete Tú de nuestras debilidades y danos la fuerza de tu Espíritu para no desfallecer.
Oh Dios, escucha nuestras oraciones y ya que tu Hijo se compadeció de la muchedumbre que le seguía, compadécete Tú de nuestras debilidades y danos la fuerza de tu Espíritu para no desfallecer.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Señor, tú que llegas hasta nosotros en la participación de la Eucaristía, concédenos obtener el fruto de este sacramento, y que al recibirlo nos hagamos cada día más dignos de este don que nos hacer.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Sábado 9 de enero
Feria del tiem po de Navidad Color blanco.
Misa de feria y lecturas del día 9 de enero.
Prefacio de la Epifanía. Plegaria Eucarística II.
Monición de entrada y acto penitencial: La Navidad no es sólo un recuerdo, es un acontecimiento que tiene para nosotros plena actualidad. El mismo Hijo de Dios que se hizo hombre y nació de Santa María, la Virgen, en Belén de Judá, es el que hoy está con nosotros, en este mundo en el que se decide la salvación de los hombres. Cristo es el Emmanuel, es decir, el “Dios-con-nosotros”. Por eso nos hemos reunido en su nombre para dar gracias al Padre en la celebración de la Eucaristía. Navidad es también reconocer que estamos necesitados del perdón de Dios, para hacer realidad el mensaje de paz y de amor que Cristo ha anunciado al mundo. Por eso, al comenzar la Eucaristía, pedimos perdón a Dios por nuestros pecados.
• Tú que te has hecho nuestro hermano.
• Tú que conoces y comprendes nuestra debilidad.
• Tú que eres el Príncipe de la paz.
Colecta: Dios todopoderoso y eterno, Tú que nos has hecho renacer a una vida nueva por medio de tu Hijo, concédenos que la gracia nos modele a imagen de Cristo, en quien nuestra naturaleza mortal se une a tu naturaleza divina.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Oración de los fieles: Presentemos ahora nuestras oraciones y necesidades a Cristo, que se hizo hombre para enseñarnos cómo ama Dios y para hacernos partícipes de su felicidad.
1. Para que la Iglesia sea cada vez más cercana a los hombres y más sensible a sus sufrimientos, y les anuncie a todos el Evangelio de la vida. Roguemos al Señor.
2. Para que los jóvenes experimenten la necesidad de abrir sus corazones al amor de Dios, y así descubran la vocación a la que Cristo les llama. Roguemos al Señor.
3. Para que la cercanía de Jesús, que quiso compartir nuestra suerte, humanice las relaciones entre los pueblos y haga de todos los hombres incansables constructores de la justicia y solícitos dispensadores de su bondad. Roguemos al Señor.
4. Para que a las familias desunidas y rotas a causa del egoísmo, la infidelidad o la guerra, Dios les manifieste la gracia salvadora que nos trajo Jesús. Roguemos al Señor.
5. Para que estemos siempre dispuestos a seguir a Jesús, a vivir el mandamiento del amor y a buscar su Reino de justicia, amor y paz. Roguemos al Señor.
Escucha, Señor, nuestras oraciones, y ya que saciaste el hambre de los que te seguían, sacia nuestra necesidad de Ti y haznos contemplar tu rostro.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Que tu pueblo, Señor, dirigido por tu ayuda continua, reciba los auxilios, presentes y futuros, que le envías, y sostenido, pues lo necesita, por el consuelo de las cosas temporales, ayúdale a aspirar con más confianza a los bienes eternos.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Dom ingo 10 de enero
EL BAUTISMO DEL SEÑOR. FIESTA Color blanco.
Misa y lecturas propias de este domingo. Gloria. Credo.
Prefacio propio. Plegaria Eucarística III. Oración sobre el pueblo nº 16.
La gracia, el amor y la paz de Jesucristo el Señor, el Hijo amado del Padre, estén con todos vosotros.
Monición de entrada y aspersión con el agua bendecida: Tras haber contemplado a lo largo de las fiestas de Navidad a Jesús, el Hijo de Dios que nació débil como nosotros, y que se manifestó a los magos y a los pastores, celebramos hoy la fiesta de su Bautismo, en la que nos encontramos con un Jesús adulto, dispuesto a llevar a cabo la misión de anunciar la Buena Noticia de Dios.
Hoy contemplaremos como el Espíritu Santo desciende sobre Él y como Dios Padre lo manifiesta como su Hijo amado y enviado. Este Jesús, hombre como nosotros, toma sobre sí todo el mal y el pecado del mundo. Allí, en el Jordán, uniéndose a los que se acercan a recibir el bautismo de conversión que Juan predica, asume todos los anhelos de renovación que nacen de la humanidad, en nuestro corazón; y los cumple con su entrega fiel hasta la muerte. Este Jesús está en medio de nosotros y nos llama a seguirle, dándonos para ello su fuerza y su mismo Espíritu. Por eso que hoy, al empezar la Eucaristía, recordamos con la aspersión del agua bendita el día de nuestro Bautismo; el día en que el Espíritu Santo vino a nosotros y nos hizo hijos de Dios. Y para ello, invoquemos, queridos hermanos, a Dios Padre todopoderoso, para que bendiga esta agua, que va a ser derramada sobre nosotros en memoria de nuestro bautismo, y pidámosle que nos renueve interiormente, para que permanezcamos fieles al Espíritu que hemos recibido.
Todos oran unos momentos en silencio.
Luego, el celebrante dice, con las manos juntas: Dios todopoderoso y eterno, que por medio del agua, fuente de vida y medio de purificación, quisiste limpiarnos del pecado y darnos el don de la vida eterna, dígnate bendecir + esta agua, para que sea signo de tu protección en este día consagrado a ti, Señor. Por medio de esta agua renueva también en nosotros la fuente viva de tu gracia, y líbranos de todo mal de alma y cuerpo, para que nos acerquemos a ti con el corazón limpio y recibamos dignamente tu salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su reino. Amén.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta Eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su reino. Amén.
Señor ten piedad y Gloria.
(Si no se hace aspersión): Nosotros, cada vez que celebramos la Eucaristía, recibimos el don de la gracia, del amor y del perdón que Él nos ha alcanzado con esa fidelidad suya. Por eso hoy, una vez más, empezamos la celebración de la Eucaristía con unos momentos de silencio, reconociendo nuestra debilidad y pecado, y pidiendo a Dios que nos salve.
• Tú que, bautizado por Juan, pasaste por un pecador.
• Tú que, ungido por el Espíritu, llevaste sobre ti el pecado de todos.
• Tú, el Hijo amado del Padre, que quitas el pecado del mundo.
Gloria.
Colecta: Dios todopoderoso y eterno, que en el bautismo de Cristo, en el Jordán, quisiste revelar solemnemente que él era tu Hijo amado enviándole tu Espíritu Santo, concede a tus hijos de adopción, renacidos del agua y del Espíritu Santo, perseverar siempre en tu benevolencia.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Oremos, hermanos, al Dios y Padre de Jesucristo, nuestro Salvador, que quiso ser bautizado por Juan en las aguas del Jordán para santificar nuestro Bautismo y renovar por él al hombre caído, y pidámosle que se compadezca de todos nosotros.
1. Por la Iglesia, pueblo de bautizados; para que proclamemos ante el mundo las maravillas de Dios que nos ha trasladado de las tinieblas a su luz admirable. Roguemos al Señor.
2. Por las vocaciones al ministerio sacerdotal en nuestra diócesis; para que tengamos siempre sacerdotes que realicen con gozo la misión de predicar el evangelio, hacer discípulos de Cristo y bautizar a los creyentes. Roguemos al Señor.
3. Por la paz, la justicia y la solidaridad entre los hombres y los pueblos; para que el diálogo predomine sobre la violencia, y el respeto sobre la enemistad. Roguemos al Señor.
4. Por nuestros hermanos difuntos; para que, habiendo recibido el Bautismo, hereden la vida eterna y la salvación prometida por Cristo. Roguemos al Señor.
5. Por todos nosotros; para que reunidos alrededor de la mesa de Cristo, alimentemos nuestra vida cristiana con el pan de vida eterna. Roguemos al Señor.
Padre todopoderoso, que en la persona de tu Hijo amado nos has revelado a tu servidor, enviado tuyo al mundo para liberarnos e iluminarnos, y que hacer resonar tu voz magnífica en las aguas del Bautismo; escucha nuestras oraciones y concede a los bautizados cumplir fielmente las promesas de su Bautismo siendo testigos valientes de la fe.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Alimentados con estos dones santos te pedimos, Señor, humildemente que escuchemos con fe la palabra de tu Hijo para que podamos llamarnos y ser, en verdad, hijos tuyos.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Bendición solemne:
• El Dios de todo consuelo disponga vuestros días en su paz y os otorgue el don de su bendición.
• Que él os libre de toda perturbación y afiance vuestros corazones en su amor.
• Para que, enriquecidos por los dones de la fe, la esperanza y la caridad, abundéis en esta vida en buenas obras y alcancéis sus frutos en la eterna.
• Y la bendición de Dios todopoderoso...
TI EMPO ORDINARIO
Para las ferias del tiempo ordinario se utiliza el leccionario IV Lunes 11 de enero Misa al com ienzo del año civil Color verde. Misas por diversas necesidades nº 24. Lecturas de feria.
Plegaria Eucarística V/c.
Monición de entrada y acto penitencial: Un nuevo año ha comenzado, y consigo ha traído su cúmulo de esperanzas, de temores, de proyectos y de interrogantes. Vamos a traerlos todos al altar, y pongámonos confiadamente en manos del Señor, dejándonos llevar, con espíritu filial, por la providencia del Padre, que nos ama y quiere siempre nuestro bien. Y para celebrar dignamente estos sagrados misterios, a los que traemos todas nuestras intenciones, pidamos humildemente perdón por nuestros pecados.
• Tú que has sido enviado a sanar los corazones afligidos.
• Tú que has venido a llamar a los pecadores.
• Tú que estás sentado a la derecha del Padre para interceder por nosotros.
Colecta: Oh Dios, principio de toda criatura, concédenos que en este año, cuyo comienzo te ofrecemos, abundemos en bienes de la tierra y seamos luz del mundo por la santidad de nuestras obras. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Hermanos, el Reino de Dios está cerca; y la hora en la que Dios ha cumplido su plan de salvación del hombre es nuestra hora; por eso, con confianza filial presentémosle nuestras oraciones, sabiendo que Él siempre nos escucha.
1. Por la Iglesia; para que sea signo de esperanza en un mundo herido por la violencia, la secularización y el hedonismo. Roguemos al Señor.
2. Por las comunidades cristianas; para que el Señor suscite en ellas nuevas vocaciones que le glorifiquen y a los que ya lo siguen, les conceda sentirse dichosos en su entrega. Roguemos al Señor.
3. Por nuestros gobernantes; para que obren con criterios de justicia y verdad, para que acaben con la corrupción y la estafa y den serenidad y garantías a todos los hombres de nuestra patria. Roguemos al Señor.
4. Por quienes no tienen trabajo, están enfermos o se sienten solos; para que encuentren en los cristianos ayuda y solidaridad, y por su cercanía conozcan a Cristo y experimenten su salvación. Roguemos al Señor.
5. Por todos los que participamos de la Eucaristía; par a que con espíritu humilde y corazón pobre, reconozcamos su salvación y se la supliquemos, para nosotros y para todo el mundo. Roguemos al Señor.
Dios y Padre nuestro, que te complaces en los que con humildad te buscan, no tengas en cuenta nuestras faltas, sino tu deseo sincero de ir a Ti; concédenos cuanto con fe te hemos suplicado y haz que un día gocemos de tu gloria.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Protege, Señor, a todos los pueblos que han participado en estos sacramentos, para que, a lo largo de este año, no sean afligidos por ningún peligro cuantos confían en tu protección.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Martes 12 de enero
Misa por la I glesia Color verde.
Misas por diversas necesidades nº 1-A. Lecturas de feria.
Plegaria Eucarística V/c.
Monición de entrada y acto penitencial: Hoy vamos a ofrecer la Misa por la Iglesia, la gran familia de los hijos e hijas de Dios que formamos los cristianos, pidiéndole a Dios para que todos los hombres, sin distinción y sin discriminación, puedan encontrar en su seno la salvación, y Cristo, por su medio, lleve a plenitud su obra de salvación para todos los pueblos. Comencemos, pues, la Eucaristía, en la que toda la Iglesia se alimenta de la escucha de la Palabra de Dios y de la comunión del Cuerpo y de la Sangre de Cristo, poniéndonos en la presencia del Señor, y pidiéndole, en unos momentos de silencio, perdón por nuestros pecados.
• Tú que eres el camino que conduce al Padre.
• Tú que eres la verdad que ilumina los pueblos.
• Tú que eres la vida que renueva el mundo.
Colecta: Oh Dios, que has dispuesto con admirable providencia que el reino de Cristo se extienda por toda la tierra y que todos los hombres participen de la redención salvadora, te rogamos que tu Iglesia sea sacramento de salvación universal y manifieste y realice el misterio de tu amor a todos los hombres. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Desahoguemos con humildad ante Dios nuestros corazones para que tenga en cuenta lo que con fe le suplicamos por nosotros y por toda la humanidad.
1. Por la Iglesia; para que con constancia y valentía anuncie el Reino de Dios y aguarde con paciencia los frutos que el Señor, a su tiempo y a su modo quiere darle. Roguemos al Señor.
2. Por las familias y grupos cristianos; para que en las exigencias de su vida de fe sientan el desafío de Jesús a seguirlo más de cerca y para que los jóvenes comprendan que la firmeza en la causa del Evangelio es un camino de felicidad. Roguemos al Señor.
3. Por los responsables de las naciones, los empresarios, los que están al frente de las fuerzas armadas y por los que tienen responsabilidades de gobierno en el mundo; para que renuncien a cualquier interés egoísta y trabajen por la justicia y la paz. Roguemos al Señor.
4. Por los que sufren la guerra, el exilio, la división de sus familias o cualquier sufrimiento físico o moral; para que se sientan confortados por Cristo que intercede por ellos ante el Padre. Roguemos al Señor.
5. Por los que celebramos la Eucaristía; para que la semilla del Evangelio dé frutos de santidad en nuestras vidas y seamos capaces de construir una nueva sociedad. Roguemos al Señor.
Señor y Dios nuestro, que eres el auxilio y la fortaleza, la vid y la riqueza de los que se sienten pobres y desvalidos; mira nuestra indigencia y acoge compasivo lo que con serena confianza en tu amor de Padre te hemos presentado.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Oh Dios, que alimentas y robusteces siempre a tu Iglesia con estos sacramentos, concede a cuantos hemos participado de la Eucaristía que, practicando tu doctrina acerca del amor, seamos en la convivencia humana fermento de vida e instrumento de salvación.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Miércoles 13 de enero
Misa de feria Color verde.
Misa de la semana I. Lecturas de feria. Prefacio común I. Plegaria Eucarística II.
Monición de entrada y acto penitencial: Como pueblo santo de Dios que camina unido, hemos venido a la mesa de Jesús para escuchar su palabra, comer su Carne, beber su Sangre y dejarnos guiar por su amor. Comencemos, pues, la celebración de la Eucaristía poniéndonos ante Dios, y reconociendo que somos pecadores, pidámosle que nos llene de su gracia.
• Tú que borras nuestras culpas.
• Tú que enviaste al Espíritu Santo para crear en nosotros un corazón nuevo.
• Tú que nos devuelves la alegría de la salvación.
Colecta: Muéstrate propicio, Señor, a los deseos y plegarias de tu pueblo; danos luz para conocer tu voluntad y la fuerza necesaria para cumplirla. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Sabiendo que Dios se inclina para oírnos con paternal solicitud cuando con confianza le suplicamos, presentémosle los deseos e intenciones que llevamos en el corazón.
1. Por la Iglesia, extendida por todo el mundo; para que a pesar de las dificultades manifieste con espíritu positivo y cercano la presencia de Dios en medio de su pueblo. Roguemos al Señor.
2. Por las familias; para que eduquen a sus hijos en los valores del Evangelio y para que de ellas surjan nuevas vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada. Roguemos al Señor.
3. Por los que gobiernan las naciones de todo el mundo; para que dejen de lado cualquier interés egoísta y se empeñen en la búsqueda del bien común no ahorrando esfuerzos para garantizar la paz y la justicia. Roguemos al Señor.
4. Por las familias destruidas, por los jóvenes atrapados por la droga, por los que viven esclavos del vicio y del pecado; para que descubran el amor de Dios que en Jesús los salvó y les ofrece un nuevo estilo de vida. Roguemos al Señor.
5. Por los que estamos celebrando nuestra fe; para que, alimentados del Cuerpo y Sangre de Cristo, estemos preparados cuando venga a buscarnos. Roguemos al Señor.
Oh Dios, que revelas tu Palabra a los pequeños y sencillos y a los que te buscan con humildad de corazón; manifiesta tu poder en lo que te hemos suplicado y haz que, ansiando ver tu rostro, nos esforcemos por cumplir tu voluntad. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Te suplicamos, Dios todopoderoso, que concedas a quienes alimentas con tus sacramentos la gracia de poder servirte llevando una vida según tu voluntad. Por Jesucristo nuestro Señor.
Jueves 14 de enero
Misa votiva de la Sagrada Eucaristía: Color verde.
Misas votivas nº 3-A. Lecturas de feria. Prefacio I de la Eucaristía. Plegaria Eucarística II.
Monición de entrada y acto penitencial: Nuevamente, Jesús nos invita a acercarnos al altar, la mesa fraterna del amor, para celebrar el banquete de la Eucaristía escuchando su palabra y alimentándonos con su Cuerpo y su Sangre. Dispongámonos pues, a celebrar la Eucaristía y, en silencio, pongámonos ante Dios y reconozcamos humildemente nuestros pecados.
• Tú que eres alimento para los débiles
• Tú que eres Pan partido para dar vida al mundo
• Tú que vives entre nosotros y nos reúnes en el amor
Colecta: Señor, que por el misterio pascual de tu Hijo realizaste la redención de los hombres, concédenos avanzar por el camino de la salvación a quienes, celebrando los sacramentos, proclamamos con fe la muerte y resurrección de Cristo. Él, que vive y reina contigo. Oración de los fieles: Acudamos, hermanos, y presentemos nuestras súplicas a Dios, que está en medio de nosotros y que quiere darnos la victoria sobre todo aquello que nos esclaviza.
1. Por la Iglesia; para que el Señor le conceda anunciar desde la vida sencilla, abierta y fraternal lo que Dios tiene preparado para sus hijos. Roguemos al Señor.
2. Por las vocaciones sacerdotales; para que Jesús, que llamó a los que quiso, haga resonar su invitación en el corazón de los jóvenes y éstos le sigan con generosidad y sin condiciones. Roguemos al Señor.
3. Por nuestros gobernantes; para que el Señor infunda en ellos sentimientos de honestidad, anhelos de paz y voluntad para promover la justicia. Roguemos al Señor.
4. Por los que sufren la marginación, la enfermedad, el hambre, la guerra, el atropello a su dignidad; para que sean protegidos por leyes justas y acogidos con respeto por todos. Roguemos al Señor.
5. Por los que hemos recibido el don de la fe y celebramos a Jesucristo, luz de nuestras vidas; para que con su claridad penetremos en el conocimiento y amor de Dios y lo transmitamos a nuestros hermanos. Roguemos al Señor.
Dios de bondad y Padre de la misericordia, mira con ternura a tus hijos que te suplican, y ya que eres el Dios cercano y providente, atiende cuanto con fe te hemos pedido.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Te rogamos, Señor, que nos santifique nuestra participación en esta Eucaristía, para que, en el Cuerpo y en la Sangre de Cristo, se estreche cada vez más la fraternidad universal de todos los hombres.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Viernes 15 de enero
Misa por el perdón de los pecados Color verde.
Misas por diversas necesidades nº 40. Lecturas de feria. Prefacio común II. Plegaria Eucarística II.
Monición de entrada y acto penitencial: Hoy, en la Eucaristía, pediremos de un modo especial perdón al Señor por nuestros pecados; porque todos nosotros somos miembros de una Iglesia que es a la vez santa y necesitada de purificación. Conscientes, por tanto, de esta realidad, comenzamos la celebración de la Eucaristía poniéndonos ante la presencia de Dios, y nos sinceramos con Él en unos momentos de silencio, reconociendo nuestra pobreza y debilidad, e implorando su gracia y su perdón.
• Tú, que acoges a todos.
• Tu, que eres el camino seguro.
• Tú, que eres la vida en plenitud.
Colecta: Escucha, Señor, nuestras súplicas y perdona nuestros pecados, para que recibamos juntamente tu perdón y tu paz.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Presentemos al Padre nuestra oración y pidámosle que sea Él nuestro Rey y nuestro garante, el Pastor de nuestras vidas.
1. Por el Papa N., por nuestro Obispo N. y por todos los sacerdotes; para que fomenten la comunión, respeten la pluralidad y aviven el entusiasmo por el anuncio del Evangelio en todas las comunidades cristianas. Roguemos al Señor.
2. Por las vocaciones; para que María, estrella de la evangelización, anime a los jóvenes en su compromiso con el Evangelio y en el seguimiento de Jesús pobre, virgen y obediente. Roguemos al Señor.
3. Por los gobernantes de todos los pueblos de la tierra; para que respeten los derechos humanos, terminen con la injusticia y la paz sea una realidad. Roguemos al Señor.
4. Por los que han abandonado su fe; por los que viven en la indiferencia, por los que no encuentran sentido a sus vidas; para que animados por el Espíritu de Jesucristo no retrasen su retorno a la casa del Padre. Roguemos al Señor.
5. Por todos nosotros; para que esta celebración del banquete pascual de Cristo aumente nuestra fe, robustezca nuestra caridad y nos haga esperar la llegada a la tierra prometida: el cielo. Roguemos al Señor.
Escucha, Señor, los gemidos de tu Espíritu que resuenan en el corazón de tu Iglesia, danos cuanto nos conviene y permítenos trabajar sin descanso en la tarea evangelizadora que tu Hijo nos confió. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Poscom unión: Después de recibir con este sacramento el perdón de los pecados, te pedimos, Dios de misericordia, que por tu gracia no volvamos a pecar y que podamos servirte con sincero corazón.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Sábado 16 de enero
Misa de Santa María, Madre del Señor Color verde.
Misas de la Virgen María nº 19. Lecturas de feria. Prefacio propio. Plegaria Eucarística II.
Monición de entrada y acto penitencial: Celebramos hoy la memoria de nuestra Señora, la Virgen María, Madre del Señor y Madre nuestra, que siempre nos acompaña en nuestro caminar. Y ahora, al comenzar la Eucaristía, cada uno de nosotros nos disponemos a abrirnos a Dios desde la verdad y la totalidad de nuestra vida; y en unos momentos de silencio, le pedimos perdón por nuestros pecados.
Yo confieso…
Colecta: Concédenos, Señor, por intercesión de la Virgen María, cuya gloriosa memoria hoy celebramos, hacernos dignos de participar, como ella, de la plenitud de tu gracia.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Oración de los fieles: Elevemos a Dios Padre nuestros corazones y con fe viva pidámosle que, por medio de su Madre, Santa María, escuche nuestras plegarias.
1. Para que la Iglesia y los cristianos, fijos los ojos en Jesús, anunciemos sin miedo su mensaje salvador y las exigencias de caridad a las que Él nos compromete. Roguemos al Señor.
2. Para que Cristo, el Ungido del Padre, configure con Él a todos los consagrados y dé generosidad a cuantos llama a su seguimiento. Roguemos al Señor.
3. Para que los que dirigen el mundo del trabajo, de la política y de la economía no se cansen de promover la justicia y defender la dignidad de todo ser humano. Roguemos al Señor.
4. Para que todos los hombres, mujeres y niños que padecen la guerra, el hambre, la falta de libertad, el destierro o la opresión, y los que viven en pecado, acojan en sus vidas la luz del Evangelio y descubran en ella la esperanza de una vida nueva. Roguemos al Señor.
5. Para que todos nosotros, reunidos en el nombre del Señor Jesús testimoniemos las obras de Dios y vivamos con convicción nuestra fe. Roguemos al Señor.
Señor, que enviaste tu Espíritu consolador a la Iglesia, concédenos ser dóciles a su acción en nuestras vidas, atiende nuestros ruegos, y haz que deseemos ardientemente la manifestación definitiva de tu Reino.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Poscomunión: Después de celebrar la Eucaristía, te rogamos, Señor, que cuantos veneramos la memoria de Santa María, siempre Virgen, nos sentemos un día a la mesa del banquete del reino de los cielos.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Domingo 17 de enero
DOMINGO I I DEL TIEMPO ORDINARIO Color verde.
Misa y lecturas del domingo. Gloria. Credo. Plegaria Eucarística II con su prefacio.
Monición de entrada y acto penitencial: El pasado domingo rememorábamos, en la fiesta del Bautismo del Señor, como Jesús recibía el Espíritu Santo y su misión de ser testigo de la verdad, y hoy iniciamos la primera serie de domingos del tiempo ordinario, que durará hasta el comienzo de la cuaresma, en los que iremos escuchando en el evangelio los primeros pasos de la predicación de Jesús de Nazaret, cuyos hechos y palabras deben guiar y fecundar nuestra vida de cada día. Pidamos que así sea al iniciar la celebración de hoy, con toda la confianza puesta en que su Espíritu está en nosotros para darnos el ánimo y la fuerza que siempre necesitamos.
Por ello, al iniciar la celebración de la Eucaristía, pedimos saber abrirnos a la Palabra salvadora de Jesucristo y, reconociendo lo que hay de pecado en nosotros, pedimos que el Espíritu de Dios renueve nuestra vida.
• Tú que nos haces partícipes del misterio de la vida
• Tú que has venido para manifestarnos la bondad del Padre
• Tú que has dado a la Iglesia el vino nuevo de la gracia Gloria.
Colecta: Dios todopoderoso, que gobiernas a un tiempo cielo y tierra, escucha paternalmente la oración de tu pueblo, y haz que los días de nuestra vida se fundamenten en tu paz.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Credo: Confesemos ahora todos juntos nuestra fe en Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, en la unidad de la Iglesia.
Oración de los fieles: Invoquemos ahora a Dios Padre, que bendice a su Iglesia con diversidad de ministerios y de carismas, y sabiendo que contamos con la intercesión de santa María, la Virgen, presentémosle confiadamente nuestras súplicas y plegarias.
1. Por la Iglesia; para que atienda solícita a las necesidades de todos y preste su voz suplicante a los que no pueden hablar. Roguemos al Señor.
2. Por las vocaciones sacerdotales; para que nunca le falten al pueblo de Dios pastores que muestren a Dios a quien lo busca. Roguemos al Señor.
3. Por los enfermos y todos los que sufren; para que el vino del amor fraterno endulce su amargura y mitigue su dolor. Roguemos al Señor.
4. Por los esposos; para que no se vuelva agrio el vino de su amor. Roguemos al Señor.
5. Por nosotros, invitados a la mesa del Señor; para que sepamos ofrecer a todos el vino del consuelo y la alegría. Roguemos al Señor.
Dios nuestro, que, en la hora de la cruz, invitaste a la humanidad a unirse a Cristo, esposo y Señor, escucha nuestras oraciones y haz que la Iglesia experimente en el convite dominical la fuerza transformadora del amor de Cristo y sepa pregustar en este convite la esperanza alegre de las bodas eternas.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscom
unión: Derrama, Señor, sobre nosotros tu espíritu de caridad para que alimentados con el mismo Pan del cielo, permanezcamos en el mismo amor.
unión: Derrama, Señor, sobre nosotros tu espíritu de caridad para que alimentados con el mismo Pan del cielo, permanezcamos en el mismo amor.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Bendición solemne: - El Señor os bendiga y os guarde. - Haga brillar su rostro sobre vosotros y os conceda su favor, - Vuelva su mirada a vosotros y os conceda la paz. -
Y la bendición de Dios todopoderoso...
Y la bendición de Dios todopoderoso...
* * * * * * * * OCTAVARI O POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS* * * * * * * *
Lunes 18 de enero
PRIMER DÍA DEL OCTAVARIO Misa por la unidad de los cristianos Color verde.
Misas por diversas necesidades nº 13-A. Lecturas de feria. Prefacio propio. Plegaria Eucarística II
Monición de entrada y acto penitencial: Hoy comenzamos en toda la Iglesia el octavario de oración por la unidad de los cristianos. Durante estos días, tendremos muy presente en la celebración de la Eucaristía la aspiración unánime de todas las Iglesias a la unidad. La preocupación por el reestablecimiento de la unidad es cosa de toda la Iglesia, tanto de los fieles como de los pastores, y nos afecta a todos y a cada uno de nosotros según nuestra propia capacidad. Ahora, al comenzar la celebración de la Eucaristía, pidamos perdón humildemente a Dios nuestro Señor por las veces que hemos creado división alrededor nuestro y en el seno de la Iglesia por haber pecado.
Colecta: Dios todopoderoso y eterno, que reúnes lo que está disperso y conservas lo que has unido, mira con amor al pueblo de tu Hijo, para que cuantos han recibido un mismo bautismo, vivan unidos por la fe y por el mismo amor.
Por nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Elevemos, hermanos, con fe nuestras súplicas a Dios, principio de unidad y de paz, y pidámosle que escuche las oraciones que todos los creyentes en Cristo le dirigimos estos días:
1. Para que el Señor, que ha enviado a su Verbo al mundo para congregar en la unidad a sus hijos dispersos, aleje de su Iglesia todo germen de discordia y división. Roguemos al Señor.
2. Para que no falten en la Iglesia sacerdotes santos, que trabajen y luchen por conseguir la unidad, deseo de Cristo. Roguemos al Señor.
3. Para que Dios, que creó al hombre a su imagen y semejanza, destruya todas las murallas que dividen y separan a los hombres, los pueblos y las razas. Roguemos al Señor.
4. Para que aquellos hermanos nuestros que pertenecen a otras confesiones y sufren cualquier tipo de menosprecio por causa de las diferencias de su propia fe se sientan amados y acogidos por nosotros. Roguemos al Señor.
5. Para que nosotros mismos, ávidos de la palabra de Dios, nos adhiramos con fuerza a la confesión íntegra de nuestra fe, pero sin decaer en la caridad hacia los demás cristianos. Roguemos al Señor.
Señor, Padre santo, que en la sangre de tu Hijo y con la efusión de tu Espíritu Santo has establecido una alianza nueva y universal, escucha nuestras oraciones y haz que todos tus hijos lleguen a la unidad en la confesión de una fe única e íntegra y perseveren unidos en tu alabanza.
Señor, Padre santo, que en la sangre de tu Hijo y con la efusión de tu Espíritu Santo has establecido una alianza nueva y universal, escucha nuestras oraciones y haz que todos tus hijos lleguen a la unidad en la confesión de una fe única e íntegra y perseveren unidos en tu alabanza.
Poscomunión: Esta comunión, Señor, que significa la unión de los fieles en ti, realice también la unidad en tu Iglesia.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Martes 19 de enero
SEGUNDO DÍA DEL OCTAVARIO
Misa por la unidad de los cristianos Color verde.
Misas por diversas necesidades nº 13-B. Lecturas de feria. Prefacio propio. Plegaria Eucarística II.
Monición de entrada y acto penitencial: Hoy, además de pedir con insistencia en la celebración el gran don de la unidad de las Iglesias, también pediremos humildemente perdón a Dios nuestro Señor y a los hermanos separados, reconociendo la parte de culpa que nosotros, los católicos, podamos tener en la ruptura de esta unidad. Por eso, comenzamos la Eucaristía pidiendo humildemente perdón por nuestros pecados.
Colecta: Oh Dios, que unes a los pueblos más diversos en la confesión de tu nombre, concédenos la gracia de querer y de hacer cuanto nos mandas, para que el pueblo llamado a tu reino, viva en la unidad de la fe y del amor.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Oremos, hermanos, a Dios nuestro Padre, y pidámosle humildemente que atienda las oraciones de su Iglesia, que suplica por la unión de todos los cristianos.
1. Por la Santa Iglesia católica; para que, con humildad, reconozca y confiese sus culpas ante todos los cristianos y esté siempre dispuesta a perdonar las ofensas que de ellos haya recibido. Roguemos al Señor.
2. Por las vocaciones al ministerio sacerdotal; para que nunca falten en nuestras diócesis pastores santos que vivan siempre en comunión de amor con todos los cristianos. Roguemos al Señor.
3. Por los que ejercen autoridad en todo el mundo; para que la paz y la amistad entre los pueblos supriman toda incomprensión y alejen todo prejuicio y toda división. Roguemos al Señor.
4. Por todos los que sufren persecución o violencia a causa del Evangelio; para que sean liberados de sus pruebas. Roguemos al Señor.
5. Por nosotros mismos; para que nuestra fidelidad al Evangelio nos purifique de todo sectarismo y nos haga amar a quienes no piensan como nosotros. Roguemos al Señor.
Dios omnipotente y eterno, que quieres la unión de tus hijos dispersos, mira con bondad las ovejas de tu rebaño; y, ya que nos ha consagrado un solo Bautismo, haz que estemos también unidos por la plena confesión de una sola fe y por los lazos de una intensa caridad.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Señor, infunde en nosotros tu Espíritu de caridad, y, por la eficacia de este sacrificio, haz que cuantos creemos en ti vivamos unidos en un mismo amor.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Miércoles 20 de enero
TERCER DÍA DEL OCTAVARIO San Sebastián, mártir Color rojo. Colecta propia; resto por la unidad de los cristianos. Misas por diversas necesidades nº 13-A. Lecturas de feria. Prefacio propio. Plegaria Eucarística II.
Monición de entrada y acto penitencial: Dentro del octavario por la unidad de los cristianos, recordamos en la celebración de la Eucaristía a san Sebastián, soldado milanés que dio la vida por su fe en Jesús a comienzos del siglo IV bajo la persecución de Diocleciano. Es uno de los mártires de los primeros siglos a los que el pueblo cristiano más ha venerado. A nosotros, se nos pide que seamos también testigos de Cristo en nuestra vida por medio de la fe y de las buenas obras. Sin embargo, constantemente fallamos en este cometido. Por ello, al comenzar la celebración de los sagrados misterios, reconozcamos nuestros pecados y pidamos humildemente perdón a Dios por ellos.
Colecta: Te rogamos. Señor, nos concedas el espíritu de fortaleza para que, alentados por el ejemplo glorioso de tu mártir san Sebastián, aprendamos a someternos a ti antes que a los hombres.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Oremos, hermanos, al Señor, Dios de todo consuelo, y pidámosle que escuche las oraciones de sus hijos que sufren a causa de las divisiones de la Iglesia.
1. Para que el Señor conceda un verdadero espíritu de humildad a todos los católicos, de manera que ofrezcamos a los demás cristianos nuestras propias comunidades como un hogar acogedor. Roguemos al Señor.
2. Para que no falten nunca en nuestra diócesis pastores que cumplan su ministerio con espíritu de abnegación, dispuestos a dar su vida por el pueblo que les sea encomendado. Roguemos al Señor.
3. Para que los responsables de las distintas comunidades humanas alejen de sus pueblos los odios y las discriminaciones de orden religioso, ideológico y político. Roguemos al Señor.
4. Para que las oraciones, los sufrimientos y el aislamiento de los cristianos sometidos a la persecución o al desprecio en las naciones paganas lleguen hasta la presencia de Dios. Roguemos al Señor.
5. Para que el Señor nos libere de juzgar o condenar a los hermanos de las demás confesiones cristianas y nos haga crecer en el amor los unos a los otros. Roguemos al Señor.
Escucha, Padre santo, la oración unánime que te dirigen las comunidades cristianas y reúne a todos tus hijos en la unidad de tu Iglesia.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Esta comunión, Señor, que significa la unión de los fieles en ti, realice también la unidad en tu Iglesia.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Jueves 21 de enero
CUARTO DÍA DEL OCTAVARIO Santa I nés, virgen y m ártir. MEMORIA OBLI GATORIA Color rojo. Colecta propia; resto por la unidad de los cristianos. Misas por diversas necesidades nº 13-B. Lecturas de feria. Prefacio propio.Plegaria Eucarística II.
Monición de entrada y acto penitencial: Conmemoramos hoy a santa Inés, joven romana que, a comienzos del siglo IV selló con su sangre el carisma de su virginidad. Según la tradición, a los doce años, enamorada de Cristo, se presentó voluntariamente para dar testimonio de su fe y por ello fue martirizada en tiempos del emperador Diocleciano. A nosotros, se nos pide que seamos también testigos de Cristo en nuestra vida por medio de la fe y de las buenas obras. Sin embargo, constantemente fallamos en este cometido. Por ello, al comenzar la celebración de los sagrados misterios, reconozcamos nuestros pecados y pidamos humildemente perdón a Dios por ellos.
Colecta: Dios todopoderoso y eterno, que eliges a los débiles para confundir a los fuertes; concédenos a cuantos celebramos el triunfo de tu mártir santa Inés imitar la firmeza de su fe.
Por nuestro Señor Jesucristo
Oración de los fieles: Unamos ahora nuestras voces y nuestros corazones a la oración de todos los cristianos, para pedir a Dios nuestro Padre un solo rebaño bajo la guía de un solo Pastor.
1. Para que se acerque el día en el que todos los que creemos en Cristo podamos participar con alegría del pan de la unidad y de la copa de la alianza. Roguemos al Señor.
2. Para que el Espíritu de Dios suscite santas y abundantes vocaciones al ministerio sacerdotal al servicio de nuestra diócesis, que nos anuncien que sólo hay un Dios, una fe y un Bautismo. Roguemos al Señor.
3. Para que arraiguen la paz y la amistad entre todos los pueblos y se aleje toda incomprensión, todo prejuicio y toda división. Roguemos al Señor.
4. Para que el Señor haga descubrir los dones de su gracia a todos los que lo invocan con rectitud de corazón. Roguemos al Señor.
5. Para que nosotros vivamos siempre más atentos a la palabra de Dios y la sigamos con fidelidad. Roguemos al Señor.
Dios Padre celestial, Tú que eres el único que puede realizar lo que parece imposible a los hombres, escucha la oración de tus fieles para que cese la desunión de los cristianos y tu Iglesia sea consagrada en la unidad, por los medios y en el tiempo que tienes establecido.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Señor, infunde en nosotros tu Espíritu de caridad, y, por la eficacia de este sacrificio, haz que cuantos creemos en ti vivamos unidos en un mismo amor.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Viernes 22 de enero
QUINTO DÍA DEL OCTAVARIO San Vicente, diácono y mártir. MEMORIA OBLIGATORIA Color rojo. Misa propia. Lecturas de feria. Prefacio de mártires. Plegaria Eucarística II.
Monición de entrada y acto penitencial: Hoy celebramos la memoria de san Vicente, diácono zaragozano, quien por ser fiel a Cristo, derramó su sangre en Valencia durante la persecución de Diocleciano a comienzos del siglo cuarto. A nosotros, se nos pide que seamos también testigos de Cristo en nuestra vida por medio de la fe y de las buenas obras. Sin embargo, constantemente fallamos en este cometido. Por ello, al comenzar la celebración de los sagrados misterios, reconozcamos nuestros pecados y pidamos humildemente perdón a Dios por ellos.
Colecta: Dios todopoderoso y eterno, infunde en nosotros tu Espíritu, para que nuestros corazones rebosen de aquel amor tan intenso con el que san Vicente superó todos los tormentos corporales. .
Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Oremos, hermanos, a Dios Padre todopoderoso, en cuyas manos está el destino del universo, y pidámosle confiadamente que escuche las oraciones de su pueblo que clama por la unidad de todos los creyentes en Cristo.
1. Por la Santa Iglesia de Dios, para que busque cada día con mayor afán el rostro de su Señor, y sus fieles de cualquier confesión se esfuercen en purificarse de todas su faltas y pecados que los llevan a la división. Roguemos al Señor.
2. Por las vocaciones al ministerio sacerdotal y a la vida consagrada en nuestra diócesis; para que no falten cristianos comprometidos radicalmente y de por vida en el anuncio del evangelio. Roguemos al Señor.
3. Por los que gobiernan las naciones, para que trabajen con interés y constancia por la paz y el bienestar de sus súbditos, a fin de que reine entre los pueblos la justicia y la paz. Roguemos al Señor.
4. Por los enfermos, los encarcelados y por todos los que sufren, para que Dios, Padre de misericordia, venga en auxilio de sus males. Roguemos al Señor.
5. Por todos nosotros aquí reunidos; para que el Señor nos conceda el gozo de ver crecer el amor mutuo entre las distintas confesiones cristianas y nos reúna a todos, un día no lejano, en su única Iglesia. Roguemos al Señor.
Señor y Dios nuestro, que en Cristo, el Verbo eterno, nos has dado la plenitud de tu palabra, escucha la oración de la Iglesia que clama por la unidad, y haz que sintamos la urgencia de convertirnos a ti y de adherirnos con toda el alma al Evangelio, para que toda nuestra vida anuncie a los que dudan y viven alejados al único Salvador de los hombres, Jesucristo, tu Hijo y Señor nuestro, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Poscomunión: Te suplicamos, Señor, que el celestial alimento que recibido nos comunique la misma fortaleza de espíritu que hizo a san Vicente ministro fiel en tu servicio y vencedor valiente en el martirio.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Sábado 23 de enero
SEXTO DÍA DEL OCTAVARIO San I ldefonso de Toledo, obispo. MEMORIA OBLIGATORIA Color blanco. Colecta propia; resto por la unidad de los cristianos. Misas por diversas necesidades nº 13-C. Lecturas de feria. Prefacio de pastores. Plegaria Eucarística II. Monición de entrada y acto penitencial.
Celebramos hoy la memoria de san Ildefonso, quien, nacido en el siglo VIII, fue arzobispo de la Iglesia primada de Toledo, teniendo que defender en sus escritos la tradición católica sobre la virginidad de María, en cuya devoción siempre destacó, y sobre el sentido del Bautismo. Nosotros también estamos llamados, como san Ildefonso, a la santidad de vida; sin embargo, fallamos a menudo en nuestro camino hacia ella. Por eso, iniciamos la celebración de los sagrados misterios de la Eucaristía pidiendo perdón a Dios por nuestros pecados.
Colecta: Dios todopoderoso, que hiciste a san Ildefonso insigne defensor de la virginidad de María, concede a los que creemos en este privilegio de la Madre de tu Hijo sentirnos amparados por su poderosa y materna intercesión.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Oración de los fieles: Presentemos nuestra oración a Dios Padre, que ha prometido escuchar la oración de los que se reúnen en nombre de su Hijo, pidiendo especialmente por la unidad de los cristianos.
1. Por el Papa y sus hermanos, los obispos de todo el mundo y de toda confesión, por los presbíteros y diáconos de toda la Iglesia; para que vivan siempre en comunión de amor unos con otros. Roguemos al Señor.
2. Por las vocaciones al ministerio sacerdotal; para que nunca falten en la Iglesia pastores que conduzcan al rebaño de Cristo, con desinterés y firmeza, hacia la unidad en la verdad. Roguemos al Señor.
3. Por los responsables de la justicia social y de la unión de las naciones en la paz; para que con la ayuda de Dios puedan establecer entre los pueblos relaciones de amor, de concordia y de paz. Roguemos al Señor.
4. Por todos los que en sus penas y aflicciones se creen abandonados; para que encuentren en sus hermanos signos de amistad y de comprensión que los consuelen. Roguemos al Señor.
5. Por nosotros y por los miembros de nuestra comunidad, para que nuestra fidelidad al Evangelio nos purifique de todo tipo de sectarismo y nos disponga a acoger siempre con comprensión a todos los que no piensan como nosotros. Roguemos al Señor.
Señor, que eres el único que puede realizar aquello que a los hombres nos parece imposible, escucha las oraciones de tus fieles, haz que cese la división de tu Iglesia y que tu pueblo rechace el escándalo de la desunión.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Esta comunión, Señor, que significa la unión de los fieles en ti, realice también la unidad en tu Iglesia.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Domingo 24 de enero
SÉPTIMO DÍA DEL OCTAVARO DOMINGO I I I DEL TIEMPO ORDINARIO Color verde.
Misa y lecturas del domingo. Gloria. Credo. Prefacio de la Misa por la unidad de los cristianos (Misas por diversas necesidades nº 13-A). Plegaria Eucarística II.
Monición de entrada y acto penitencial: Nuevamente nos hemos reunido, convocados por Jesús resucitado, para celebrar la Eucaristía. El nos trae vida, esperanza, transformación de los corazones. El trae liberación, dignidad, luz. Él llena nuestro mundo con la fuerza de Dios, la novedad de Dios, el amor de Dios hacia los pobres. Escuchándole, renovamos hoy, una vez más, nuestra voluntad de seguirle. Y hoy, también, tenemos presente en la celebración la invitación a orar por la unidad de la Iglesia cristiana; pues todos los cristianos oramos en estos días para que lleguemos a unirnos bajo la guía del único pastor, que es Jesucristo, porque, verdaderamente, con nuestras divisiones damos muy mal testimonio ante el mundo. Por eso empezamos nuestra celebración pidiendo perdón por nuestros pecados, y por las veces que no hemos sido constructores de unidad y de comunión.
• Tú que eres compasivo y misericordioso.
• Tú que anuncias a tu pueblo la conversión y el perdón de los pecados.
• Tú que perdonas y aceptas siempre a quien se convierte y hace penitencia.
Gloria.
Colecta: Dios todopoderoso y eterno, ayúdanos a llevar una vida según tu voluntad, para que podamos dar en abundancia frutos de buenas obras.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Credo: Unidos ahora a todos nuestros hermanos cristianos de cualquier confesión, que profesan el mismo credo que nosotros, confesemos nuestra fe.
Oración de los fieles: Unamos ahora nuestras voces y nuestros corazones a la oración de todos los cristianos, para pedir a Dios nuestro Padre un solo rebaño bajo la guía de un solo Pastor.
1. Por todas las Iglesias y comunidades cristianas; para que el Espíritu Santo nos haga vivir con mayor intensidad cada día el sufrimiento por la mutua división. Roguemos al Señor.
2. Por las vocaciones sacerdotales; para que el Espíritu de Dios suscite santas y abundantes vocaciones al ministerio sacerdotal al servicio de nuestra diócesis, que nos anuncien que sólo hay un Dios, una fe y un Bautismo. Roguemos al Señor.
3. Por los responsables de las naciones y de los organismos internacionales; para que busquen con conciencia recta lo que favorece más el progreso y no se dejen dominar por el afán de dinero y del poder. Roguemos al Señor.
4. Por los que dedican su tiempo a aliviar los sufrimientos de los enfermos, para que en cada uno de ellos sepan reconocer la presencia y el rostro de Cristo. Roguemos al Señor.
5. Por nosotros, reunidos en torno al altar; para que seamos constructores del Reino de Dios, según los dones que cada uno hayamos recibido. Roguemos al Señor.
Dios nuestro, que has enviado a tu Hijo, rey y profeta, para anunciar el Evangelio a los pobres, la libertad a los cautivos y a los ciegos la vista, escucha nuestras súplicas y haz que tu palabra resuene con fuerza en el mundo, y a nosotros nos transforme en instrumentos eficaces de libertad y salvación para todos los hombres.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Dios todopoderoso, te pedimos que cuantos hemos recibido tu gracia vivificadora nos alegremos siempre de este don admirable que nos haces.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Bendición solemne: - La paz de Dios, que sobrepasa todo juicio, custodie vuestros corazones y vuestros pensamientos en el conocimiento y el amor de Dios y de su Hijo Jesucristo, nuestro Señor. -
Y la bendición de Dios todopoderoso…
Lunes 25 de enero
OCTAVO DÍA DEL OCTAVARIO La conversión del Apóstol San Pablo. FIESTA Color blanco.
Misa y lecturas de la fiesta (leccionario V). Prefacio I de los santos Apóstoles. Plegaria Eucarística III. El Señor Jesús, que cautivó el corazón de san Pablo, esté con todos vosotros.
Monición de entrada y acto penitencial: Celebramos hoy, al terminar el octavario de oración por la unidad de los cristianos, un momento importante en la historia de los seguidores de Jesús, como es la Conversión de san Pablo, llamado por Cristo para ser apóstol suyo entre todas las gentes. Con gozo, reafirmemos hoy nuestra fe en Jesús, la fe que nos ha llegado por el testimonio de los apóstoles, la fe que también nosotros estamos llamados a vivir y anunciar. Y para mejor hacerlo, comencemos la celebración de la Eucaristía reconociendo que nuestra fe y nuestras obras no siempre van unidas, que a menudo cometemos fallos en la vida y que nuestro apostolado cristiano deja mucho que desear. Por eso, con humildad y sencillez, pedimos perdón a Dios por nuestros pecados.
Yo confieso... Señor ten piedad y Gloria.
Colecta: Oh Dios, que has instruido al mundo entero con la predicación de san Pablo, apóstol, concede a cuantos celebramos su Conversión caminar hacia ti, siguiendo su ejemplo, y ser en el mundo testigos de tu verdad. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Oremos, hermanos, a Dios, Padre misericordioso, que ha querido que fuéramos edificados en la solidez de la fe a través de las enseñanzas de san Pablo, el apóstol de los gentiles.
1. Para que la Iglesia conserve sin alterar en todo el mundo la enseñanza que, en sus orígenes, recibió a través de la predicación apostólica y la transmita con fidelidad de generación en generación. Roguemos al Señor.
2. Para que Jesucristo, que fascinó a Pablo y transformó radicalmente su vida, atraiga con amor a muchos jóvenes al ministerio sacerdotal y los envíe a anunciar el Evangelio. Roguemos al Señor.
3. Para que los gobernantes que se empeñan en vivir de espaldas a Dios experimenten su propio “camino de Damasco” y reconozcan el poder salvador del Señor resucitado. Roguemos al Señor.
4. Para que quienes hoy sufren persecución, como san Pablo, por causa del nombre de Cristo, sean semilla de una nueva primavera de vida cristiana en nuestros días. Roguemos al Señor.
5. Para que el Señor, que iluminó a todo el universo con los escritos del apóstol de los gentiles, nos ilumine también a nosotros con la claridad de su Evangelio. Roguemos al Señor.
Señor, que con tu poder confirmaste el valiente testimonio de san Pablo, escucha la oración de tu Iglesia y llénala de la fuerza y la sabiduría del Espíritu, para que sea, también hoy, mensajera de tu Evangelio en el mundo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Poscomunión: Te pedimos, Señor Dios nuestro, que los sacramentos recibidos nos enciendan en el fuego de tu amor, que abrasaba el corazón de san Pablo y le impulsó al servicio de todas las Iglesias.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo: Vuelve, Señor, hacia ti el corazón de tu pueblo; y tú que le concedes tan grandes intercesores no dejes de orientarle con tu continua protección.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Martes 26 de enero
Santos Timoteo y Tito, obispos.
MEMORIA OBLIGATORIA Color blanco.
Colecta propia; resto semana II . Lecturas de feria. Prefacio I de los santos. Plegaria Eucarística II.
Monición de entrada y acto penitencial: Ayer celebrábamos la fiesta de la conversión de san Pablo y hoy recordamos a dos de sus discípulos más queridos, los santos Timoteo y Tito, compañeros suyos en sus viajes misionales, y a quienes dirigió cartas con variadas recomendaciones pastorales y les confió la dirección de las Iglesias de Éfeso y de Creta. Al recordar hoy a estos dos cristianos de los primeros tiempos, debemos sentirnos en comunión con la Iglesia que, desde los apóstoles, nos ha hecho llegar la fe de Jesucristo. Por eso comenzamos la Eucaristía pidiendo perdón por las veces que, con nuestra forma de vivir, hemos roto la comunión con Dios y con los hermanos.
• Tú que nos envías a dar testimonio de ti por todo el mundo.
• Tú que nunca abandonas a tu Iglesia.
• Tú que siempre estás a nuestro lado animándonos a seguirte.
Colecta: Oh Dios, que hiciste brillar con virtudes apostólicas a los santos Timoteo y Tito; concédenos, por su intercesión, vivir en este mundo con justicia y santidad, y merecer, de este modo, llegar al reino de los cielos.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Invoquemos a Dios, que está con nosotros, y pidámosle que, así como alegró el corazón de David, nos dé el gozo de buscarlo y hacer su voluntad.
1. Para que los pastores de la Iglesia, siendo celosos mensajeros del Evangelio, atraigan a la fe a todos, especialmente a los que se han apartado de ella y a los que nunca han oído hablar de Jesucristo. Roguemos al Señor.
2. Para que Jesús llame a muchos jóvenes al ministerio sacerdotal, y éstos no teman seguirlo con generosidad. Roguemos al Señor.
3. Para que todos en nuestro país, gobernantes y ciudadanos, nos comprometamos en la promoción del bien común, la justicia, la honestidad y el respeto. Roguemos al Señor.
4. Para que los que son perseguidos a causa de su fe; animados por el Espíritu de Jesucristo, perseveren con valentía en la tribulación y aguarden con paciencia la hora de la siega. Roguemos al Señor.
5. Para que todos los que hemos sido convocados por el Espíritu a esta Eucaristía vivamos la fe en el Hijo de Dios que nos amó y se entregó por nosotros. Roguemos al Señor.
Escucha, Señor, nuestra oración, derrama tu bondad sobre esta asamblea que te suplica y no permitas nunca que la alegría de sabernos hijos tuyos decaiga ante las dificultades, el sufrimiento o la adversidad.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Derrama, Señor, sobre nosotros tu espíritu de caridad para que alimentados con el mismo Pan del cielo, permanezcamos en el mismo amor.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Miércoles 27 de enero
Misa de feria Color verde. Misa de la semana III. Lecturas de feria.
Prefacio común II. Plegaria Eucarística II.
Monición de entrada y acto penitencial: De nuevo nos hemos reunido para celebrar la Eucaristía; para celebrar que Jesucristo nos ha salvado, que ha dado su vida por nosotros y que ha resucitado, y de nos da su palabra y su Pan para alimentarnos. Preparémonos pues, hermanos, para celebrar la Eucaristía guardando unos momentos de silencio, y reconociendo ante Dios nuestras faltas y pecados.
• Tú que has venido a abrir los ojos de los ciegos
• Tú que has venido para que los sordos oigan y los mudos hablen
• Tú que has venido a anunciar la salvación a los pobres
Colecta: Dios todopoderoso y eterno, ayúdanos a llevar una vida según tu voluntad, para que podamos dar en abundancia frutos de buenas obras.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Pidamos ahora a Dios nuestro Padre, que la semilla de su palabra dé abundantes frutos de santidad en la vida de todos los hombres.
1. Por la Iglesia, nacida del amor del Padre y fundada por Jesucristo; para que por la acción del Espíritu Santo conduzca con sabiduría a todos los hombres a la gloria eterna. Roguemos al Señor.
2. Por los jóvenes que en seminarios, noviciados o centros de estudio se preparan para consagrarse al Señor; para que vivan con decisión su respuesta de amor al Señor, y nunca falten quienes elijan seguir este camino. Roguemos al Señor.
3. Por los que tienen en sus manos el destino de los pueblos; para que promuevan una cultura más humana y hagan respetar los derechos de todos los hombres. Roguemos al Señor.
4. Por los que no tienen fe; para que, movidos por el testimonio de los cristianos, descubran a Dios como el único Señor capaz de salvarlos. Roguemos al Señor.
5. Por nosotros, convocados por Jesucristo para celebrar su banquete pascual; para que con fe lo acojamos y con alegría lo proclamemos como nuestro Dios y Señor. Roguemos al Señor.
Acoge, Padre bueno, la oración de tus hijos, haz que, meditando los secretos de tu Reino, aguardemos vigilantes su llegada y demos frutos de santidad y buenas obras.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Dios todopoderoso, te pedimos que cuantos hemos recibido tu gracia vivificadora nos alegremos siempre de este don admirable que nos haces.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Jueves 28 de enero
Santo Tomás de Aquino, doctor.
MEMORIA OBLIGATORIA Color blanco. Colecta propia; resto del común de los santos doctores. Lecturas de feria. Prefacio de los santos pastores. Plegaria Eucarística II.
Monición de entrada y acto penitencial: Hoy conmemoramos a santo Tomás de Aquino, quien, probablemente, ha sido el mayor de los teólogos de la historia de la Iglesia, sin dejar por ello de haber sido en vida un cristiano sencillo, modesto y bondadoso, que pensaba que la más grande teología es bien poca cosa ante la inmensidad de la grandeza del amor de Dios. Nosotros también estamos llamados, como santo Tomás de Aquino , a la santidad de vida; sin embargo, fallamos a menudo en nuestro camino hacia ella. Por eso, iniciamos la celebración de los sagrados misterios de la Eucaristía pidiendo perdón a Dios por nuestros pecados.
• Tú que eres la fuente de agua viva
• Tú que eres la luz que ilumina en las tinieblas
• Tú que eres la auténtica sabiduría escondida
Colecta: Oh Dios, que hiciste de santo Tomás de Aquino un varón preclaro por su anhelo de santidad y por su dedicación a las ciencias sagradas, concédenos entender lo que él enseñó e imitar el ejemplo que nos dejó en su vida.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Oremos ahora a Dios Padre, que mantiene su promesa con nosotros, y pidámosle que nos ayude a vivir siempre en su presencia.
1. Por la Iglesia: el Papa, los Obispos y los fieles cristianos; para que unidos por el amor demos testimonio de Jesucristo ante el mundo. Roguemos al Señor.
2. Por las vocaciones; para que los jóvenes se dejen fascinar por Jesucristo y no teman consagrarse a Él en la vida religiosa, el ministerio sacerdotal o el compromiso misionero. Roguemos al Señor.
3. Por los países que sufren el flagelo de la guerra, el hambre y la falta de libertad; para que se acelere la llegada de la paz y no dejen de confiar en la fuerza salvadora de Dios que vela por sus vidas y les promete su Reino de justicia y paz. Roguemos al Señor.
4. Por los inmigrantes, por los que sufren el exilio o el destierro de sus países, por los que no tienen casa, pan ni escuela; para que encuentren en los cristianos ayuda, cercanía y amistad. Roguemos al Señor.
5. Por todos nosotros y por los que se alimentan diariamente del Cuerpo y Sangre de Jesús; para que seamos en nuestro pensar y actuar testigos de la fe, la esperanza y el amor que Él nos enseñó. Roguemos al Señor.
Dios y Padre nuestro, que mantienes tu fidelidad perpetuamente, haz que sepamos vivir en tu presencia bendiciendo siempre tu nombre mientras aguardamos la llegada de tu reino.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Señor, que cuantos hemos sido fortalecidos con Cristo, verdadero pan de vida y maestro de los hombres, aprendamos, en la fiesta de santo Tomás de Aquino a conocer tu verdad y a vivirla con amor.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Viernes 29 de enero
Misa votiva del m isterio de la Santa Cruz Color verde.
Misa del 14 de septiembre. Lecturas de feria. Plegaria Eucarística II.
Monición de entrada y acto penitencial: Hoy vamos a celebrar la Misa votiva de la Santa Cruz; porque la cruz es el signo de los cristianos, ya que en ella vemos hasta dónde llega el amor de Dios Padre y, mirándola, no podemos más que sentirnos llenos de gratitud a ese Dios que nos lo da todo. No se trata de agarrarnos al dolor, ni de buscarlo en la vida; sino que se trata de descubrir que “tanto amó Dios al mundo que nos ha dado a su único Hijo”. Así pues, con gran agradecimiento a nuestro Dios porque nos da a su Hijo para salvarnos, comenzamos la Eucaristía pidiendo perdón por nuestros pecados.
• Tú que no has sido enviado a condenar al mundo, sino a salvarlo.
• Tú que no quieres que nadie perezca, sino que todos se conviertan.
• Tú que te sometiste por nosotros hasta la muerte de cruz. Colecta: Señor, Dios nuestro, que has querido realizar la salvación de todos los hombres por medio de tu Hijo, muerto en la cruz, concédenos, te rogamos, a quienes hemos conocido en la tierra este misterio alcanzar en el cielo los premios de la redención.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Ya que sabemos que el Señor nos protege y nos bendice, pidámosle ahora, al dirigirle nuestras plegarias, que tenga tenga misericordia de nosotros y de todos los hombres y mujeres del mundo.
1. Por la Iglesia; para que firme en la verdad y el bien, muestre a los hombres el rostro compasivo y misericordiosos de Dios. Roguemos al Señor.
2. Por las familias cristianas; para que los padres acojan con alegría y gratitud la llamada del Señor a sus hijos para consagrarse al Reino de Dios por el ministerio sacerdotal o la vida religiosa. Roguemos al Señor.
3. Por los que rigen el destino de los pueblos; para que el Señor les ilumine con su luz a fin de que obren con justicia y a nadie falte nada para vivir con dignidad.
4. Por los que son maltratados y oprimidos, por los que sufren en las cárceles o en campos de concentración; para que pongan su confianza en el Señor, que no defrauda a su pueblo. Roguemos al Señor.
5. Por todos los que en cualquier lugar del mundo estamos participando de la Eucaristía; para que guiados por el Espíritu Santo esperemos los bienes eternos, nos convirtamos a Dios y no nos apeguemos a los bienes de este mundo. Roguemos al Señor.
Señor, que das la victoria a tu pueblo y proteges la vida de tus fieles, acoge nuestras oraciones y haz que la semilla de tu Palabra sea fecunda para gloria tuya y bien de los hombres.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Fortalecidos con esta Eucaristía, te pedimos, Señor Jesucristo, que lleves a la gloria de la resurrección a los que has redimido en el madero salvador de la cruz.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Sábado 30 de enero
Misa de Santa María, la nueva mujer Color verde.
Misas de la Virgen María nº 20. Lecturas de feria. Prefacio propio. Plegaria Eucarística II.
Monición de entrada y acto penitencial: Honramos hoy a la Virgen María, Madre de Dios, a quien el Señor ha bendecido más que a todas las mujeres de la tierra; y nos ponemos en presencia de Dios al comenzar la Eucaristía. Él nos ha reunido aquí como hijos suyos y nos dará, una vez más, la Palabra de vida y el Pan de Salvación. Reconozcamos ante Él que somos culpables y, por la intercesión de Santa María, la Virgen, refugio de pecadores, pidámosle perdón por nuestras faltas y que nos llene del don de su Espíritu Santo, el mismo Espíritu que fecundó las entrañas virginales de Santa María. Yo confieso… Colecta: Oh Dios, que has constituido a la Virgen María, modelada por el Espíritu Santo, en primicia de la nueva creación, concédenos abandonar nuestra antigua vida de pecado y abrazar la novedad del Evangelio, cumpliendo el mandamiento nuevo del amor.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Invoquemos a Dios, que perdona nuestros pecados y nos renueva según su Espíritu, y confiadamente, presentémosle nuestras súplicas e intenciones.
1. Para que la gran familia de Dios que es su Iglesia engendre nuevos hijos que le den gloria y extiendan su Reino hasta el confín de la tierra. Roguemos al Señor.
2. Para que Jesús suscite entre los jóvenes vocaciones sacerdotales y religiosas que con generosidad se entreguen al servicio de los hermanos. Roguemos al Señor.
3. Para que nuestros gobernantes reconozcan que los bienes de la tierra son de todos los hombres y procuren una justa distribución de los mismos para que a nadie falte lo necesario para vivir con dignidad. Roguemos al Señor.
4. Para que en las familias cristianas se ore con confianza, se viva con austeridad, se enseñe a compartir y se formen hombres y mujeres capaces de transformar el mundo haciendo el bien. Roguemos al Señor.
5. Para que todos y cada uno de nosotros, nuestros familiares y amigos escuchemos la voz del Señor con humildad de corazón y vivamos en su presencia. Roguemos al Señor.
Acoge benignamente, Señor, las oraciones de tus hijos, a fin de que, sin miedo y con valentía, te sirvamos con gozo e ilusión.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Señor, Padre santo, que diste a la Virgen santa un corazón nuevo, concédenos, por la virtud del sacramento que hemos recibido, ser fieles a la inspiración del Espíritu Santo y configurarnos cada día más con Cristo, hombre nuevo. Que vive y reina por los siglos de los siglos.
Domingo 31 de enero
DOMINGO I V DEL TIEMPO ORDINARIO Color verde.
Misa y lecturas del domingo. Gloria. Credo. Prefacio dominical VIII. Plegaria Eucarística III..
Monición de entrada y acto penitencial: Un domingo más nos hemos reunido para celebrar la Eucaristía, y nos disponemos a acoger la gracia que Dios quiere comunicarnos, escuchando su voz en la proclamación de su Palabra, y en el banquete de su Cuerpo y de su Sangre. Pedimos, pues, ayuda al Espíritu Santo para que prepare convenientemente nuestros corazones al recogimiento, para vivir con plenitud y eficacia estos sagrados misterios; y en silencio, comenzamos la celebración reconociendo nuestros pecados y pidiendo el perdón y la misericordia de Dios.
• Tú que eres el Enviado del Padre
• Tú que tienes palabras de vida eterna
• Tú que pusiste como ley tuya la caridad.
Gloria.
Colecta: Señor, concédenos amarte con todo el corazón y que nuestro amor se extienda también a todos los hombres.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Credo: Confesemos ahora la única fe de la Iglesia de todos los tiempos, extendida por toda la tierra.
Oración de los fieles: Oremos a Dios Padre, que desde nuestro Bautismo nos ha consagrado como profetas de su Reino y pidámosle que nos conceda predicar con nuestras vidas el mandamiento del amor.
1. Para que todos los que formamos la Iglesia, desde el Papa hasta el último bautizado, cumplamos el mandamiento de Jesús de amarnos como Él nos amó. Roguemos al Señor.
2. Para que el Señor suscite en nuestra diócesis vocaciones sacerdotales y religiosas que, firmes en Jesucristo y en su fidelidad, se abandonen con confianza en sus manos y le sirvan con generosidad. Roguemos al Señor.
3. Para que los que en nuestra sociedad tienen mayor influencia política, económica o cultural, la asuman como una responsabilidad que debe estar al servicio de todos, especialmente de los más necesitados. Roguemos al Señor.
4. Para que los que cumplen con la tarea de educar a los demás enseñen con autoridad y coherencia: con la palabra y el ejemplo de su vida. Roguemos al Señor.
5. Para que Jesús nos ayude a todos los que participamos en la Eucaristía a vivir según su palabra, y a crecer en la fe, en la esperanza y en la caridad. Roguemos al Señor.
Dios nuestro, que en el profeta acogido por los extranjeros y rechazado en su tierra natal manifestaste el drama de la humanidad que acoge o rechaza tu salvación, escucha nuestras oraciones y haz que nunca falten en la Iglesia misioneros que, llenos de audacia, proclamen con valentía el Evangelio.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Reanimados por estos dones de nuestra salvación te suplicamos, Señor, que el pan de vida eterna nos haga crecer continuamente en la fe verdadera.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Bendición solemne: - El Dios todopoderoso os bendiga con su misericordia y os llene de la sabiduría eterna. - Él aumente en vosotros la fe y os dé la perseverancia en el bien obrar. - Atraiga hacia sí vuestros pasos y os muestre el camino del amor y de la paz. -
Y la bendición de Dios todopoderoso...
Fuente: Ecclesia Disgital...
CON AMOR, MARIAM...
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