Análisis de Antonio Yagüe en base a la Astronomía Sagrada y las Escrituras.
Luego que Antonio Yagüe encontró
mediante la Astronomía Sagrada que la fecha del Gran Milagro profetizado
por María en Garabandal se produciría el 13 de abril de 2017, se dedicó a buscar la más probable fecha de la Segunda Venida de
Jesucristo a la Tierra, que coincidiría con el Fin de los Tiempos.
El Dr. Antonio Yagüe hace un
pormenorizado análisis contrastando las hipótesis generadas por la
Astronomía Sagrada con la Biblia y llega a la sorprendente conclusión
que ambos análisis coinciden en señalar para fines de 2020 la parusía, o
sea la Segunda Venida de Cristo.
Fuentes: laparusia, googleplus
PRIMER PASO
Yagüe pensó que la Segunda Venida de Cristo se daría astronómicamente cuando se produjera una conjunción entre Júpiter (que simboliza al Mesías Redentor) con Saturno (su enemigo que simboliza al Demonio). Como Júpiter es un planeta más interior que Saturno, llegará un momento, (que se da aprox. cada 20 años), en que lo tapará a nuestros ojos, lo pisará.
Él debe buscar una fecha posterior a abril del 2017. Estamos hablando del anuncio en el firmamento, en las estrellas, de la victoria definitiva de Cristo. Esa fecha que encuentra, es el 31 de julio de 2020.
SEGUNDO PASO
Ahora, debe confirmar esa fecha hallada con las Escrituras, para corroborarla y ajustarla.
Entonces, va al Capítulo 24, versículo 15 del Evangelio de San Mateo, donde Jesús nos dice que leamos las profecías de Daniel:“Cuando vean en el Lugar santo la Abominación de la Desolación, de la que habló el profeta Daniel -el que lea esto, entiéndalo bien-, los que estén en Judea, que se refugien en las montañas; el que esté en la azotea de su casa, no baje a buscar sus cosas; y el que esté en el campo, que no vuelva a buscar su manto“.
Yagüe encuentra en Daniel la profecía de las setenta semanas, que se contarán a partir del momento de la “orden para volver a construir Jerusalén, según le explica el Arcángel San Gabriel. Como en hebreo las semanas pueden ser de días, meses o años, Yagüe da por sentado que esa profecía se refiere a años, dado que hasta ahora esas profecías están por cumplirse.
Yagüe fija su interés en esto porque las setenta semanas que quedan para el fin de los tiempos, comenzarán a contarse a partir de la orden para reconstruir Jerusalén, o sea la ciudad santa.
¿Pero cuándo se dio la orden en el Cielo para la reconstrucción de la ciudad santa?
Él entiende, por medio de tres trozos bíblicos, uno de Cantar de los Cantares, otro de Isaías y otro del Apocalipsis, que esas palabras encuentran su cumplimiento en la Aparición de Guadalupe.
En Cantar de los Cantares, se menciona a la Amada como “hermosa como Jerusalén”, y en las profecías de Isaías y en el Apocalipsis, se menciona una mujer encinta, tal como apareció María en Guadalupe. El unió esos tres puntos para esbozar su hipótesis.
Toma, entonces como dato, que la orden para volver a construir Jerusalén, es el día de la Aparición de María en el Tepeyac (12 de diciembre de 1531).
Sumándole 70 semanas “de años”, o sea 490 años, le daría la fecha. Esta fecha difiere en tres años y medio con la conjunción astronómica entre Júpiter y Saturno.
TERCER PASO
Daniel habla también en esa profecía mencionada por Jesús en Mateo, de la interrupción del sacrificio diario y la colocación de la abominación en el lugar santo.
Yagüe toma esto como la tercera destrucción del Templo, basándose en la profecía de Jesús “Destruyan este Templo y lo reconstruiré en tres días”, hablando, en realidad, no del Templo sino de Su propio Cuerpo.
Seguidamente, va a averiguar cuándo ocurrieron las anteriores destrucciones del Templo de Jerusalén y encuentra que las dos, separadas por muchos siglos, ocurrieron el mismo día, el “9 del mes de Av”.
Habiendo encontrado que Jesús fue muy respetuoso con las Fiestas Mosaicas, traza la hipótesis de que la destrucción del tercer Templo, o sea, el Santuario de Su Cuerpo, la Eucaristía, es muy probable que ocurra también un 9 de Av.
Hace la conversión y encuentra que el 9 de Av en nuestro calendario es el 31 de julio de 2017.
Vuelve entonces a las profecías de Daniel, y encuentra que esa destrucción del Templo (9 de Av o sea 31 de julio de 2017) ocurrirá en la mitad de la última semana de años, o sea que, después de esa abominación, van a transcurrir los otros tres años y medio.
En la última semana de los tiempos
“él
(el Anticristo) hará un pacto entre muchos (los gobernantes), pero a
mitad de la semana (o sea, cuando hayan transcurrido los primeros tres
años y medio de los últimos siete, suspenderá el sacrificio diario,
etc.” Ver Dn. 9,27
Si, basados en las propias palabras de Jesús, tomamos que la destrucción del Templo es la eliminación del Cuerpo de Jesús de los altares, entonces, sólo quedarán antes del fin, tres años y medio más.
Yagüe va nuevamente al convertidor y suma tres años y medio al 31 de julio de 2017. Casualmente, encuentra que la fecha resultante es el 21 de diciembre de 2020, la misma fecha corroborada en los cálculos con Guadalupe .
Esta fecha marcaría tanto el Fin de los Tiempos como también la Segunda Venida de Cristo y esto según Yagüe se produciría el 21 de diciembre de 2020
DIOS CONTIGO
cipriano ramirez18:08
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Editar
Tratar de señalar el día en el que el Señor ha de venir debe constituir para cualquiera una tarea un tanto difícil, porque ya lo dijo Jesús hace casi 2000 años: " El día y la hora nadie lo , excepto mi Padre que está en el Cielo". Hacer conjeturas nos puede llevar al error porque Dios revela los acontecimientos por venir, pero no revela el tiempo en que han de ocurrir.
QUERIDO CIPRIANO, ESTOY DE ACUERDO CONTIGO QUE LOS ACONTECIMIENTOS POR VENIR, SOLO DIOS NUESTRO SEÑOR NOS LO REVELA; MAS NO PODEMOS PASAR POR ENCIMA DE LOS ACONTECIMIENTOS VISTOS POR EL HOMBRE CON BASE A LA ASTRONOMIA DESDE EL PUNTO DE VISTA CATÓLICO; RECUERDA A LOS REYES MAGOS... CORDIAL SALUDO, PAZ Y BIEN...
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