Para abundancia y prosperidad en el hogar
Oh merecedor de toda alabanza Padre san Hilarión,
que desde tu infancia amaste a Jesús con todo tu ser,
hasta el punto de distribuir tu fortuna a los pobres
y vivir retirado en el desierto entregado solo a El,
ahora que habitas en los Cielos junto a los Ángeles
solicita el perdón y la gran misericordia,
para aquellos que, con anhelo y sencillez,
recurrimos a ti como bendito intercesor
buscando tu milagroso y generoso auxilio
en nuestras conflictos, dificultades y necesidades.
Oh gloriosos san Hilarión,
gran abad y maestro de la vida ascética
que con la pureza de tu humilde y tranquila conducta,
y enriquecido por el poder y la gracia del Señor,
recibiste los dones de las curaciones y los divinos milagros
y confiando en la Cruz y armado con Ella,
favoreciste a tantos aliviando sus deseos del alma
y sanando las enfermedades de sus cuerpos;
tu que llenaste de favores a todos los necesitados
y eres abogado de las cosas difíciles,
suplica con fervor por nuestras adversidades e infortunios,
y consíguenos que gocemos de fortuna,
de suerte, de abundancia y bienestar,
en nuestros hogares, trabajos, negocios e inversiones.
Oh milagroso san Hilarión,
tu que tantísimas buenas obras hiciste en la tierra
ahora que estas de pie ante el Cristo Soberano de todos
suplícale por nuestras graves dificultades,
por los problemas que nos angustian y abruman,
por la falta de recursos económicos que padecemos,
y ruégale, que por el amor que profesa a la humanidad,
nos conceda lo que con inmensa fe pedimos:
(solicitar confiadamente lo que se desea conseguir).
San Hilarión divino hacedor de milagros e inspirado por Dios,
tu que recibiste ayuda de los Cielos en tu entregada vida
no dejes de mediar por nosotros,
para que también recibamos ayuda Celestial,
y por la caridad que abrasó tu puro y santo corazón
consigue para nosotros prosperidad, progreso y bienestar,
consíguenos salud del cuerpo y alma
y guárdanos siempre bajo tu paternal protección.
Pero sobre todo, glorioso san Hilarión,
alcánzanos de Dios Nuestro Señor
que vivamos con amor, caridad, rectitud y justicia,
y que consigamos de su infinita misericordia,
la remisión de nuestros pecados y faltas
y que, después de esta vida,
podamos alcanzar la eterna felicidad.
Así sea.
Rezar tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Glorias.
Hacer la oración y los rezos tres días seguidos.
Oh merecedor de toda alabanza Padre san Hilarión,
que desde tu infancia amaste a Jesús con todo tu ser,
hasta el punto de distribuir tu fortuna a los pobres
y vivir retirado en el desierto entregado solo a El,
ahora que habitas en los Cielos junto a los Ángeles
solicita el perdón y la gran misericordia,
para aquellos que, con anhelo y sencillez,
recurrimos a ti como bendito intercesor
buscando tu milagroso y generoso auxilio
en nuestras conflictos, dificultades y necesidades.
Oh gloriosos san Hilarión,
gran abad y maestro de la vida ascética
que con la pureza de tu humilde y tranquila conducta,
y enriquecido por el poder y la gracia del Señor,
recibiste los dones de las curaciones y los divinos milagros
y confiando en la Cruz y armado con Ella,
favoreciste a tantos aliviando sus deseos del alma
y sanando las enfermedades de sus cuerpos;
tu que llenaste de favores a todos los necesitados
y eres abogado de las cosas difíciles,
suplica con fervor por nuestras adversidades e infortunios,
y consíguenos que gocemos de fortuna,
de suerte, de abundancia y bienestar,
en nuestros hogares, trabajos, negocios e inversiones.
Oh milagroso san Hilarión,
tu que tantísimas buenas obras hiciste en la tierra
ahora que estas de pie ante el Cristo Soberano de todos
suplícale por nuestras graves dificultades,
por los problemas que nos angustian y abruman,
por la falta de recursos económicos que padecemos,
y ruégale, que por el amor que profesa a la humanidad,
nos conceda lo que con inmensa fe pedimos:
(solicitar confiadamente lo que se desea conseguir).
San Hilarión divino hacedor de milagros e inspirado por Dios,
tu que recibiste ayuda de los Cielos en tu entregada vida
no dejes de mediar por nosotros,
para que también recibamos ayuda Celestial,
y por la caridad que abrasó tu puro y santo corazón
consigue para nosotros prosperidad, progreso y bienestar,
consíguenos salud del cuerpo y alma
y guárdanos siempre bajo tu paternal protección.
Pero sobre todo, glorioso san Hilarión,
alcánzanos de Dios Nuestro Señor
que vivamos con amor, caridad, rectitud y justicia,
y que consigamos de su infinita misericordia,
la remisión de nuestros pecados y faltas
y que, después de esta vida,
podamos alcanzar la eterna felicidad.
Así sea.
Rezar tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Glorias.
Hacer la oración y los rezos tres días seguidos.
DIOS CONTIGO
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