Nuevo Ritual de Exequias:
La Iglesia católica no quiere que se esparzan
las cenizas del difunto
Por Ecclesia
La Iglesia “aunque
no se opone a la cremación de los cuerpos cuando no se hace 'in odium fidei',
sigue considerando que la sepultura del cuerpo de los difuntos es la forma más
adecuada para expresar la fe en la resurrección de la carne, así como para
favorecer el recuerdo y la oración de sufragio por parte de familiares y
amigos”.
La segunda edición en lengua italiana
del “Rito de las exequias”, publicada por la Librería Editrice Vaticana, fue
presentada recientemente en la sede de Radio Vaticana. En la nueva edición se
han revisado, entre otras cosas, todos los textos bíblicos y de oración.
Una primera novedad se refiere al
momento de la visita a la familia, que no se contemplaba en la edición
anterior. Mons. Angelo Lameri, de la Oficina Litúrgica nacional de la
Conferencia Episcopal Italiana, explicó que “para un sacerdote, es un momento
para compartir el dolor, escuchar a los familiares afectados por el luto, y
conocer algunos aspectos de la vida de la persona difunta con el fin de ofrecer
un recuerdo correcto y personalizado durante la celebración de las exequias”.
Otra novedad es la secuencia ritual,
revisada y enriquecida, en el momento de cerrar el ataúd. Se proponen textos
adecuados a diversas situaciones: para una persona anciana, para una persona
joven, para quien ha muerto inesperadamente... Por lo que se refiere al rito de
las exequias, otra adaptación permite pronunciar palabras de cristiano recuerdo
del difunto en el momento de la despedida. Asimismo, se ha añadido una amplia
propuesta de formularios para la oración de los fieles.
Pero la novedad más significativa la
constituye el apéndice dedicado a las exequias en caso de cremación. Mons.
Lameri explicó que se ha colocado la cremación en un apéndice aparte para
subrayar el hecho de que la Iglesia, “aunque no se opone a la cremación de los
cuerpos cuando no se hace 'in odium fidei', sigue considerando que la sepultura
del cuerpo de los difuntos es la forma más adecuada para expresar la fe en la
resurrección de la carne, así como para favorecer el recuerdo y la oración de
sufragio por parte de familiares y amigos”.
Excepcionalmente, los ritos previstos
en la capilla del cementerio o ante la tumba se pueden celebrar en el lugar
mismo de la cremación. Se recomienda también el acompañamiento del féretro a
dicho lugar. De especial importancia es la afirmación de que “la cremación se
considera concluída cuando se deposita la urna en el cementerio”. Y ello
porque, aunque algunas legislaciones permiten esparcer las cenizas en la
naturaleza o conservarlas en lugares diversos del cementerio, “estas prácticas
producen no pocas perplejidades sobre su plena coherencia con la fe cristiana,
sobre todo cuando remiten a concepciones panteístas o naturalistas”.
El nuevo “Rito de las exequias”
quiere ser también un instrumento para profundizar en la búsqueda del sentido
de la muerte. El obispo Alceste Catella, presidente de la Comisión Episcopal
para la liturgia, señaló para concluir que “este libro atestigua la fe de los
creyentes y el valor del respeto y de la 'pietas' hacia los difuntos, el
respeto por el cuerpo humano incluso cuando ya no tiene vida. Testimonia la
fuerte exigencia de cultivar la memoria, de tener un lugar cierto en el que
deponer el cadáver o las cenizas, en la certeza profunda de que ésto es
auténtica fe y humanismo auténtico”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
GRACIAS POR TU COMENTARIO, PRONTO ESTAREMOS COMUNICANDONOS CONTIGO...
CON AMOR, MARIAM...