Cuando dejamos ir al primer amor de nuestra vida:
Hace poco escuché una canción que habla
de esto, cuando el primer amor se va. Queda un vacío que no se puede
llenar, una vida que empieza a decaerse y ni siquiera cuenta te das. Te
da lo mismo como cristiano orar o no orar, hablar con Dios. La pasión
por El Señor se va, lo primero está en último lugar, y cuando cuenta te
das y debes despertar, temes al hacerlo, porque debes enfrentar una
realidad difícil de aceptar.
Buscas pretextos para huir y tener la
razón, prefieres luchar solo, y crees poder hacer todo por cuenta
propia, prefieres creer en el hombre y no en Dios.
Cuatro cosas importantes que Dios nos da:
Si nos preguntáramos cuál es nuestro
primer amor, responderíamos: una persona que nos atrajo, o nos pareció
linda, que creó algo nuevo y lindo dentro del corazón. Pero ese no es
nuestro primer amor.
Hay un amor más real, perfecto, puro y verdadero.
Si tuviera que dar una clase y me dieran
la opción de elegir, elegiría a gente creyente y no creyente y les
plantearía estas preguntas:
- ¿Qué es la Fe para ti?
- ¿Qué es el Amor?
- ¿Qué es Perdonar?
- ¿Qué es tomar una Decisión?
Cuatro preguntas que se relacionan entre sí.
- La fe:
Creer es fácil cuando todo marcha bien, cuando no tienes ninguna contra, cuando tu vida parece perfecta.
Pero es difícil creer y mirar cuando en
el suelo estás, todo parece en contra, y al mínimo obstáculo que se te
presenta, vencido te das.
Definiría Fe como una de las mayores
fuerzas que tenemos los seres humanos, pero capaz de debilitarse o morir
si no hay acción. La fe es una convicción, creer en aquello que no
vemos, que parece imposible, que no está a nuestro alcance, aquello que
no se da o no llega. (Heb. 11,1).
También es fe no darse por vencido al mínimo o gran obstáculo que se presenta. Suena y resulta fácil escribirlo, pero no lo es.
Es más, si alguien lee esto, alguien que
pasa por una situación difícil, tal vez esa persona empezaría a
plantearse unos cuantos “pero”.
- El Amor:
Al amor se lo define como un sentimiento
que, para la mayoría de las personas, sólo existe entre dos personas o
más, definido como “amor carnal”. Una persona que sólo cree en Dios de
la boca para afuera, respondería esto si se le preguntara: ¿Crees en
Dios? Su respuesta es: -Sí, creo.
Ahora, si le preguntaras a alguien que
sin importar su denominación, se defina como “cristiano”: -¿Amas a Dios?
Tal vez aquí se presente un silencio. Ese silencio es frío. ¿Por qué?
Porque el ser humano tiene la mala costumbre de priorizar cosas de menor
importancia como el trabajo y otras como sus sueños, o proyectos.
A estas cosas las ponemos como prioridad
número uno; es más, es tanto el afán que le tenemos, que llegamos a
priorizar y resaltar como sumamente importante, estas cosas que llegamos
a obsesionarnos con ellas, las denominamos como “amor”.
Quiero decirte que hay un amor más
fuerte, perfecto, puro, verdadero. Un amor que no lastima, no hiere, no
abandona, no mata; es mas da vida y en abundancia, da fuerzas, da gozo,
da esperanza, te levanta, te alienta, te acompaña, te sigue, te busca y
no te abandona. Nunca. (ICor. 13)
Ese amor es el del Padre, aquel que sólo
muchos tienen en cuenta cuando enfrentan alguna situación difícil.
Aunque lo nombramos, lo buscamos; pero ¿hay razones para enojarse con
Dios? Muchos responderán que sí, sobre todo cuando las cosas no marchan
bien o como nosotros queremos. Le echamos la culpa a Él, pensamos y
creemos que nosotros tenemos razón.
Dios no se equivoca, El es sabio y su
entendimiento no hay quien lo alcance. Es difícil como he escrito en
otros mensajes, entender, aceptar los planes y especialmente los tiempos
de Dios. Siendo joven estoy aprendiendo mucho de Él y hay veces que me
cuesta aceptar sus tiempos pero trato de hacerlo y El lo sabe. Alguien
dijo: “No hay nada que yo pueda hacer para que Dios me ame más de lo
que me ama. No hay nada que yo haya hecho que haga que Dios me ame
menos de lo que me ama.”
- El Perdón:
Últimamente vivimos en un mundo donde el perdonar cuesta cada vez más. Ahora la pregunta es: ¿Qué es perdonar?
El perdonar es renunciar al castigo que
le damos a una persona por sus ofensas, daños, dolor que nos ha causado,
sin guardar resentimiento y rencor. Pedirle al Señor que bendiga su
vida, que la restaure, que transforme y limpie el corazón quebrantado.
Jesús murió por nosotros en una cruz,
para perdonar nuestros pecados, faltas, ofensas hacia El y otras
persona. El ya lo hizo, el pagó por nosotros.
Cuesta hoy en día perdonar, más aun con
los hechos que últimamente suceden en el mundo actual. Jesús ya pagó
por ellos, su precio fue la sangre derramada en la cruz; por todos y
cada uno de nosotros, por los que estuvieron estamos y estarán hasta que
EL vuelva y venga a buscarnos
- El Decidir:
Decidir ¿Qué es?
Resolver con firmeza, valentía algo que
queremos hacer. El perdón, no es un deseo, ni un sentimiento, es una
decisión. El decidir perdonar a alguien; actuar, avanzar, concretar,
alcanzar cosas importantes, eso es decidir.
Estas cuatro cosas nos da El Señor, el poder decidir, perdonar, amar, creer.
Dios, nos da la opción de elegir qué es
lo que queremos para nuestra vida aquí y en la eternidad. El nos ofrece
cosas grandes y buenas. Nosotros decidimos qué camino tomar y qué hacer.
Si tomamos y caminamos con Cristo o seguimos el camino que nos parece.
Podemos decidir, perdonar o no. Lo mejor es perdonar. Podemos decidir
amar y cómo amar, a quién amar. Podemos decidir en quién creer, si creer
o no creer.
Eso está en cada uno de nosotros.
Ahora, lo que El Señor te entrega, te
da, te brinda, no te lo da nadie en el mundo ni en el universo. Lo que
Dios te da es amor puro y verdadero; te da fortaleza, esperanza, te
afirma y sostiene si estás por caer, te extiende su mano para que te
levantes si estás caído.
Dios te ama, El quiere lo mejor para ti,
pero sólo te entregará, te mostrará y hará grandes cosas en ti, si tú
lo dejas entrar en tu corazón y en tu vida; que camine cada día
contigo, que sientas su presencia, que no estás solo, que no te olvida.
Como Moisés, Josué, Noé, Isaías, Pablo,
y sólo por nombrar algunos; El Señor, los llamó y ellos respondieron,
porque creyeron y aceptaron al Dios Eterno. Sus vidas fueron
transformadas, fueron guiadas, hoy son parte del Gran Libro, la Biblia.
Hicieron grandes cosas de la mano de Dios.
Tu vida puede ser un ejemplo para los
demás, para el mundo. Escribe tu historia, que El Señor te guiará en
cada palabra a lo largo de tu vida.
Yo ya estoy escribiendo la mía.
J.A.
DIOS CONTIGO
es hermoso compartir para adquirir conocimientos y llevarselos a hermanos que están presos como lo hago con un sacerdote en el penal de Batán de la ciudad de Mar del Plata Argentina los martes y miércoles el acariciarlos con la Palabra de Dios gracias por lo que me dan voy a guardar la página asi la voy consultando gracias bendiciones
ResponderEliminarGRACIAS QUERIDO AMIGO, DIOS CONTIGO, QUE ÉL DE A VOSOTROS MUCHAS BENDICIONES PARA SEGUIR LOABLE TAREA... UN ABRAZO FRATERNO.
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