LA PALABRA DEL SEÑOR PROVOCA SIEMPRE UNA DIVISIÓN
Señor, Tú eres lo único constante en mi vida. Tú eres mi principio y mi fin. Te quiero como mi salvador. Confío en Ti como mi compañero más cercano, el que siempre me escucha, me consuela y camina a mi lado. Dame la gracia de poder corresponderte acogiendo con humildad y sencillez tu Palabra, fuente de agua que me da vida.
Señor, Tú eres lo único constante en mi vida. Tú eres mi principio y mi fin. Te quiero como mi salvador. Confío en Ti como mi compañero más cercano, el que siempre me escucha, me consuela y camina a mi lado. Dame la gracia de poder corresponderte acogiendo con humildad y sencillez tu Palabra, fuente de agua que me da vida.
Jn. 7,1-2.10.14.25-30
«Solamente quien acepta los propios límites intelectuales y morales, y se reconoce necesitado de salvación puede abrirse a la fe, y en la fe encontrar en Cristo a su Redentor»
San Juan Pablo II, Homilía 21 de enero de 1980
DIOS CONTIGO
San Juan Pablo II, Homilía 21 de enero de 1980
DIOS CONTIGO
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