Hoy en día hay una epidemia de adulterios en nuestra sociedad contemporánea. Las causas más comunes son:
1. La
Inconformidad. Cuando alguno de los miembros del matrimonio se siente
inconforme y no sabe expresarlo, eso puede conducir a un enfriamiento
paulatino de la relación que abre la posibilidad de que otra persona
intervenga y comience a suplir esa necesidad. Si no se sabe controlar la
situación, la posibilidad de adulterio es muy alta.
2. La
rutina es una actitud de desgano que ignora la necesidad de mantener
viva la relación con acciones pro-activas para el matrimonio. Es
lamentablemente muy fácil caer en la rutina por causa del excesivo
trabajo, de las múltiples obligaciones y el no saber cómo organizar bien
el tiempo. La rutina enfría el amor y abre espacio para una relación de
adulterio.
3. La intolerancia es una
actitud que definitivamente va destruyendo una relación. Cuando uno de
los cónyuges mantiene una actitud intolerante de manera muy frecuente,
va minando las energías de su pareja y esta generalmente opta por
quedarse callado(a) y se separa emocionalmente. Si conoce a alguien que
le trata con amabilidad y cortesía, es muy probable que se sienta
atraído(a) a esa persona.
4. El egoísmo y
el orgullo son también actitudes que lesionan fuertemente las
relaciones. Si uno de los miembros o los dos, tienden a pensar más en
sus necesidades y gustos sin tomar en cuenta las del cónyuge. Estas
actitudes generan discusiones y frecuentemente ofensas mutuas que
lastiman mucho las relaciones. Si aparece otra persona con un trato
diferente, entonces la posibilidad de adulterio se asoma.
5. La
debilidad espiritual de las personas hace que no tengan la fuerza para
evitar las tentaciones del adulterio y entonces se dejan llevar por la
emoción del buen trato y la amabilidad de otra persona, al punto que les
hace pensar que con esa persona si podrían llevarse mucho mejor que con
su pareja. En realidad en la mayoría de los casos no sucede eso, pero
en el proceso, se destruyen una o varias familias.
Al
que comete adulterio le falta sensatez; el que tal hace corrompe su
alma Prov. 6:32. La práctica del adulterio corrompe el alma de las
personas y las vuelve insensatas e incapacitadas para hacer feliz a una
familia y protegerla debidamente.
Porque
de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos,
los adulterios, las fornicaciones, los homicidios Mc. 7,21 De las
motivaciones internas del corazón salen los malos pensamientos. Por esta
razón debemos llevar todo pensamiento cautivo a la obediencia a la
palabra de Dios, para que esta prevalezca y nos libre de toda tentación.
Manifiestas
son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia,
lujuria. Gal. 5,19. El adulterio es una manifestación de nuestra
naturaleza humana pecaminosa, que solo se puede combatir con crecimiento
espiritual.
Si tu matrimonio está en
riesgo de adulterio, busca ayuda de inmediato con un Pastor o un
Ministro especializados en matrimonios. No dejes pasar el tiempo. La
atención al matrimonio es de prioridad máxima.
DIOS CONTIGO
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