Probablemente algunos de ustedes han querido meterse en una especie de
túnel del tiempo y poder cambiar algunas cosas de su pasado, durante
mucho tiempo han vivido con la culpa de lo que fue o de lo que pudo
haber sido, has llegado a pensar que no hay esperanza para ti, ahora lo
mas triste de esta situación es que llegas a culpar a otros de tus
desgracias y sinsabores.
Esto nos viene desde el principio de la creación cuando Adán y Eva.
Nos cuesta asumir responsabilidad por nuestras vidas, es mas fácil
culpar a otros, culpar a Dios, a la suegra, al conyugue, al jefe, al
gobierno, a la iglesia, en fin culpamos a todos.
Decimos que toda
emoción es una predisposición para la acción y la emoción está siempre
presente en nuestras vidas, la culpa es lo que sientes cuando no asumes
responsabilidad por tu vida, es el enojo contigo mismo que surge cuando
has pasado los limites y has provocado consecuencias no deseadas.
Es
fácil culpar a otros de que no alcancemos nuestros sueños, es fácil
excusarse en decir no tengo recursos, no tengo opciones. Las excusas te
hacen sentir mejor por un momento pero allí en tu corazón sabes que no
estás bien contigo mismo, que eres preso de la culpa.
Hoy tú puedes ser libre de la culpa, asumiendo responsabilidad por tu vida.
Dios
te dio la capacidad para elegir, Dios te da opciones para crear y
responder a la vida. A Adán y Eva le dio muchas opciones pero ellos
eligieron el árbol de la ciencia del bien y del mal. Elije hoy salir de
las excusas y comienza a vivir tu vida con responsabilidad.
La responsabilidad se define como la habilidad para responder, y la única persona que puede responder por tu vida eres tú.
Cuando
entiendes esto vas a encontrarte con lo mejor de ti, con todo el poder
que tienes para hacer cosas diferentes, para lograr tus metas, para
rescatar sueños viejos que ya creías que habían pasado al olvido.
Deja ya de culpar a otros, de culparte a ti y aprópiate de la vida y la libertad que Dios te da.
Hay
un pasaje en la Biblia que dice: Dios ayuda a los que están
decepcionados de su suerte, da un nuevo inicio a los que están a punto
de abandonarlo todo. Sal. 145,14 (El Mensaje)
Aquí vemos y
entendemos que tú puedes abandonar la culpa y Dios te dará un nuevo
comienzo. El ha provisto para que tu vivas libre de la culpa y seas una
persona completamente responsable. Lo que El te está diciendo es que no
estás solo, que El estará contigo en todo tiempo para ayudarte. Ahora El
no hará aquello que a ti y a mi nos toca hacer. Nosotros tenemos que
hacer las cosas que me corresponde hacer.
Comparto contigo tres cosas que debes hacer:
Necesitas conocer más a Dios.
Dios es la relación que más necesitamos para alcanzar el éxito, para
tener una vida plena y feliz. Dios no es religión, Dios es relación.
Dios es el fundamento de cualquier sueño que quieras lograr.
Desarrolla relaciones que guarden tu vida.
Para tener un nuevo comienzo además de Dios necesitamos de personas que
estén con nosotros y a nuestro favor. Gente que este dispuesta a
caminar cada paso del camino contigo, gente que te anime, que te cuide y
que te levante. No basta con creer en Dios hay que pertenecer a una
familia. Debes conectarte con un grupo de apoyo y crecimiento personal y
espiritual.
Busca relaciones que te lleven a tu sueño.
Tú tienes un sueño, tú has sido creado para crecer y dar fruto bueno y
duradero. Pero aunque el sueño es tuyo necesitas personas que estén a tu
lado para proteger y desarrollar ese sueño, personas que te ayuden de
manera especifica en el sueño que tú quieres lograr. Si quieres lograr
éxito en tu matrimonio no vas a buscar a alguien que no esté casado o
alguien que estén enfrentando los mismos problemas que tu o peores.
Busca consejeros, busca mentores, instructores, coaches, personas que
puedan elevar tu vida.
Hoy tu puedes elegir seguir viviendo en la
excusa culpando a otros o elegir asumiendo responsabilidad por tu vida,
y cada vez que asumas responsabilidad, tienes la oportunidad para el
cambio y obtener un resultado extraordinario.
El que quiere alcanzar sus sueños, busca el camino y se hace responsable.
El
que no quiere hacer nada, encuentra una excusa y vive en la culpa.
¿Cuál es tu excusa para no ir tras tus sueños? Te invito a ser libre de
la culpa.
Pedro Sifontes
DIOS CONTIGO
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