Es probable que te encuentres en una situación desesperante con tu
cónyuge, puede ser que sea con tus hijos o cualquier otra relación, como
puede ser un problema financiero o laboral. Otros pueden estar
desesperados porque necesitan tomar una decisión y no hallan que hacer,
están cansados de luchar, de intentar, lo han hecho todo, pero nada que
salen del pozo y sienten que cada día como que se hunden mas.
~Pedro Sifontes~
La verdad que estar en el pozo no es bueno, allí todo es oscuridad y solo se respira angustia, miedo y muerte.
Salir
del pozo requiere paciencia y espera en Dios, creo que un ejemplo muy
reciente es el caso de los 33 mineros en Chile, que en medio de las
dificultades desarrollaron paciencia y no se dejaron vencer. Recuerda:
“En Yahveh puse toda mi esperanza, él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor. Me sacó de la fosa fatal, del fango cenagoso; asentó mis pies sobre la roca, consolidó mis pasos.” Sal. 40,2-3
Salir del pozo requiere que te conviertas en protagonista y dejes de
ser víctima. Tú has sido llamado a ser el protagonista de tu vida, el
protagonista espera en Dios pacientemente antes de actuar, el
protagonista no es pasivo, el protagonista ve la vida con optimismo y se
convierte en el gerente de su vida, él es proactivo.
Hay un cuento de la tradición judía que nos ilustra si somos ¿Protagonistas o Víctimas?
“Un
día, el burro de un campesino se cayó en un pozo. El animal rebuznó por
horas mientras el campesino trataba de buscar la forma de ayudarle pero
finalmente decidió que el burro ya estaba viejo y el pozo necesitaba
ser tapado con urgencia, así que echando tierra podría solucionar los
dos problemas a la vez. Con ese fin pidió ayuda a sus vecinos.
Cada
uno tomó una pala y empezaron a echar tierra al interior del pozo. El
burro al notar lo que se le venía encima empezó a rebuznar con más
fuerza pero después de un rato se aquietó. La gente no lo veía y pensaba
que habría quedado enterrado pero lo que realmente sucedía era que el
burro estaba ocupándose de sacudirse la tierra que le arrojaban con cada
palada.
Al poco tiempo, para sorpresa de todos,
empezaron a verse las orejas del asno que, apoyándose en la tierra que
se sacudía y caía al suelo, estaba logrando elevarse. Cuando llegó a la
altura de la boca del pozo, dando un salto, salió corriendo alegremente
dejando boquiabiertos a sus supuestos enterradores.”
¿Qué podemos aprender de este cuento?
Hay
algunas cosas que podemos aprender, en algunos momentos de nuestra
vida, podemos tener la sensación de que hemos caído en un pozo muy
profundo. Todas nuestras expectativas por el suelo, los momentos que
vivimos son de mucha tensión, no vemos la luz del sol brillar, todo
parece oscuridad y en vez de recibir ayuda lo que recibo de la gente que
me rodea es juicio, critica, rechazo y oposición, todos quieren
enterrarme vivo o viva.
Podemos aprender de este burro, que a
pesar de todos los problemas que se le venían encima al rato se aquieto
y comenzó a elegir lo que le convenía hacer. No se dejó llevar por
pensamientos negativos, tampoco se enganchó en las criticas o juicios
que le hicieron, no quedo pensando en el pasado, en todo lo bueno que
había hecho y que ahora con eso le pagaban, no se quedo quieto preso de
la tristeza y el dolor, el desengaño que se había llevado de su amo, el
no adopto la posición de pobrecito yo, el dejo de ser victima de las
circunstancias y asumió responsabilidad por sus miedos, controló sus
emociones y no esperó a que los demás lo hicieran feliz.
El burro
se convirtió en protagonista, cada vez que le echaban tierra se sacudía
fuertemente hasta que pudo salir del pozo. El transformó el problema en
una bendición. Podemos salir del pozo de la desesperación o del lodo
cenagoso si nos convertimos en gerentes de nuestra vida. Todos deseamos
correr alegremente por la vida, sin estrés, sin angustia, sin presiones,
llenos de paz y gozo.
Quiero dejar contigo dos cosas que te ayudarán a vivir la vida al máximo:
1.
Entrega a Dios tus expectativas de que otras personas, lugares y cosas
te proporcionen felicidad y plenitud duraderas. Solo Dios puede darte
vida, gozo y paz. La Biblia enseña que El que pide recibe. Es inmaduro
pensar que alguien o alguna cosa terrenal pueda brindarnos plenitud y
felicidad duradera. Dios es la fuente de la vida; las personas y las
cosas son adicionales. Tu eliges como quieres vivir.
2. Ten en
cuenta que todo lo negativo que nos sucede puede ser transformado en
algo positivo. Como al burro de nuestro cuento, la vida nos tira a
veces, todo tipo de tierra. Si lo interpretas como un problema y te
bloqueas sintiéndote víctima de la situación, esa tierra puede acabar
aplastándote, pero si lo contemplas como un desafío, te ubicarás en la
perspectiva de protagonista, encontrarás la forma de sacudirte esa
tierra y la usarás para dar un paso hacia arriba. Así, cualquier
situación se transformará en una oportunidad para lograr un nivel más
elevado de conciencia.
No temas pensando que vas a cometer
errores, hoy es el mejor momento para descubrir el poder interior que
hay en ti, tú puedes sobreponerte a las adversidades de la vida, solo
enfócate a donde quieres llegar y no en tus miedos, espera en Dios y El
pondrá en tus labios una canción de alegría.
Me gustaría leer tus
comentarios.
DIOS CONTIGO
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