DESDE EL MONASTERIO FRANCISCANO DE SAINT CLARE SPOKANE, USA ...

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Mi viaje de la recuperación - ¿Cómo empezó todo

14 de febrero 2010 por Patricia 

 

A mis queridos amigos,

 

La alegría en la recuperación

 

Sooo, mis vacaciones de verano, se convirtió en otoño, el invierno y ahora empieza a sugerencia de la primavera. Creo que es hora de asomar la cabeza de su escondite y hacerle saber cómo soy y cómo la vida se va. Siéntese, por favor, porque hay algunas sorpresas aquí.

Mi lugar de refugio ha estado en un centro de tratamiento para las mujeres hermosas religiosa con la adicción. No, yo no estaba bebiendo el vino de misa o deslizamiento de las píldoras en el botiquín enfermería, pero si alguien se había dado cuenta de que yo estaba haciendo unos pocos demasiadas cosas. De radio, libros, Internet todo en la parte superior de ser una de clausura, monja contemplativa. (Sí, algunos de ustedes no preguntar dónde se marcan los contemplativa era adecuado)

En todo caso - como la adicción a mi "obra" no muestra ningún signo de ralentización o irse - Dios intervino con una oferta de "Venid aparte y descansad un poco." Cuando la primera oportunidad llegó - yo estaba buscando más para escapar entonces cura. Yo sabía que estaba haciendo demasiado y el pensamiento de no hacer nada durante un tiempo fue como se ofrece la oportunidad de respirar oxígeno puro, cuando yo sólo había estado tomando en un diez por ciento.

Otra razón importante que quería llegar es que antes de entrar en el monasterio en 1981, había estado en la Marina. En la Marina me había metido en drogas y hacia el final de mi estadía cuatro años me enviaron a un centro de rehabilitación de drogas Naval. Era un buen lugar y un mal lugar. Aprendí algunas cosas, se pronuncia rehabilitados y enviados a mi manera alegre de nuevo en la vida naval. Lamentablemente, la "cura" no duró mucho y en poco tiempo volví a mi antiguo estilo de vida.

Un año después de mi partida de la Armada con un licenciamiento honorable de mi hermano Mike murió. Este fue el primer miembro de mi familia inmediata que se llamará a Dios y me pareció muy duro. Pasé de ser cien por ciento fuera de la Iglesia al cien por ciento in comodidades Dios cuando nadie más puede hacerlo.

Unas semanas después de la muerte de mi hermano - Me involucré con el movimiento carismático. Pocos meses después de que empecé a mirar a la vida religiosa. En el otoño de 1981 entré en el monasterio.

El monasterio ha sido un lugar maravilloso para mí durante los últimos veinte y ocho años. Creo que fue el camino de Dios que me proteja de una vida que podría haber llegado muy destructivo. Experimenté una gran cantidad de sanación y crecimiento en el monasterio. Me hice amigo maravilloso con mis hermanas en la comunidad y muchas amistades extendido en la Iglesia. Se me permitió la libertad de explorar mis talentos y dones de muchas maneras que nunca podría haber sucedido en cualquier otro ambiente. Lo que no encontramos fue la recuperación de mi adicción.

Se pasó a la clandestinidad y salió de nuevas maneras.

Ahora, la ciencia ha demostrado que la adicción, ya sea de drogas, alcohol, comida o cualquier otra manifestación que podría tomar - es un agente biológico, trastorno cerebral. No desaparece. Al igual que la diabetes no es un tratamiento para el estilo de vida y las personas pueden vivir una vida muy buena y saludable pero sin el tratamiento sólo continúa empeorando y, a menudo se separa en nuevas manifestaciones. Conmigo, que se convirtió en el trabajo.

Tengo un muy alto, la personalidad creativa. Me gusta experimentar y trabajar en cosas nuevas. En una persona normal con mi personalidad si se tiene algo nuevo - que abandonar la vieja o moverlo a un segundo plano, o encuentra un estilo de vida que permite un montón de rápido ritmo de cambio de trabajo. Desafortunadamente, mi estilo de vida no era el paso rápido y con cualquier nuevo trabajo asumí, nunca podría dejar ir a la antigua.

Tomó muchos años de mi nueva adicción a llegar a ser totalmente abrumador y demasiado para manejar. Pero sucedió. Afortunadamente, Dios y mis hermanas intervino antes de que yo tenía un total fundirse. La primavera pasada la oportunidad llegó para mí la experiencia de una semana en un centro de tratamiento para las mujeres religiosas en la GRAN CASA en Lake Orion. Yo estaba muy conmovido por lo que viví allí y cuando la oferta se amplió para mí entrar en el programa oré al respecto y decidió que era una buena cosa que hacer.

Yo no tenía idea de que sería como una larga visita. No tenía idea que iba a descubrir que yo estaba en una hermosa y liberar totalmente nueva manera. He aprendido cosas sobre mí mismo a través de este tratamiento que ha sido el regalo de la vida. No ha sido fácil, ha habido muchos momentos muy oscura y dolorosa, pero cada experiencia ha profundizado mi amor por Dios, para otros y yo mismo. Por primera vez me sentí lo suficientemente valiente como para explorar y mi propia temores y las inseguridades.

He aprendido a amar y aceptar a mí mismo simplemente como yo.

En pocas semanas voy a volver a mi monasterio, pero estoy pidiendo un año de licencia médica para continuar mi recuperación. Normalmente hermanas que vienen a GRAN CASA  regresar a sus comunidades para continuar su recuperación, pero una de las cosas que descubrí de mí era que la "vida de encierro" fue muy, muy duro para mí. En muchos sentidos, el trabajo que estaba haciendo era una manera de "hacer frente" con que se adjunta.

Me gustaría aprovechar este año para ver si puedo llegar a ser lo suficientemente sólido como en mi recuperación para volver a la vida encerrado en un año - o si debía explorar mi vocación en una comunidad activa o como una persona laica. Mi vida de oración es más profunda que lo ha sido en mucho tiempo, y mi confianza en que Dios está guiando a mí cada día ya sea en nuestras fuera del monasterio, me permite hacer frente a lo que nunca soñé que ver con la paz y la confianza.

Amo a mis hermanas en Spokane. Me encanta la vida monástica, de mil maneras, pero no es una vida fácil para mí. Mi comunidad ha apoyado mi decisión y voy a seguir en contacto con ellos durante todo este tiempo. Si vuelvo en un año o así, sé que será una más fuerte y mejor religiosa para esta oportunidad.

Si desea seguir en mi viaje de fe y comencé un nuevo sitio de esta noche (muy simples) y me encantaría estar en contacto con usted.

 

Los caminos de Dios son siempre buenas - y de su bondad perdura para siempre.

Con usted en paz y amor de Dios,

Hermana Patricia

Franciscan Monastery of Saint Clare, 4419 N Hawthorne St, Spokane, WA 99205, USA