QUEBRANTA RISAS
P.P.S.
Ya no los aguantaba más, siempre tan felices con su sonrisa de oreja a
oreja. Quebrant@risas, el pequeño diablo, había recibido el encargo de
que los Sánchez fueran la siguiente familia en perder su alegría.
Pobrecillos, ni siquiera sabían lo infelices que iban a ser, porque
cuando Quebrant@risas elegía una familia… mal asunto. Nunca fallaba.
- Utilizaré la técnica de los platos rotos- pensó Quebrant@risas - y
luego les haré el bebé llorón… Esto va a ser divertidísimo, ji, ji, ji,
ji.
Escondido bajo la mesa del comedor, esperó al momento en que papá
Sánchez y su hija mayor colocaban una montaña de platos recién lavados.
Entonces sacó una patita por cada lado de la mesa y … ¡cataplás! ¡Doble
zancadilla! ¡Nuevo récord de platos rotos! ¡Y ahora empieza lo bueno!
Y es que para Quebrant@risas la parte más divertida era la de las
discusiones y los gritos. Y aquella fue de las buenas, porque papá
Sánchez y su hija aseguraban que alguien les había puesto la zancadilla y
mamá Sánchez les gritaba que eran igual de torpes y que se buscaran
alguna excusa un poco más original.
- !Fase 2! - dijo Quebrant@risas cuando la bronca perdió interés.
Entonces corrió a la habitación del bebé y se puso a gritar y a llorar a
pleno pulmón.
- ¡Ya habéis despertado al niño! ¿Lo veis? - escuchó acercarse
gritando a mamá Sánchez. Y Quebrant@risas aprovechó para despertar al
bebé dándole un pellizco.
Como el bebé no estaba muy despierto, mamá Sánchez no tardó en
dormirlo. Y ahí estaba la gracia de la técnica del bebé llorón, que el
diablillo podía repetir la jugada muchísimas veces, cambiando el tipo de
llanto hasta volver locos a los pobres papás, que terminaban gritándose
entre ellos que no sabían dormir a un bebé, o culpando a los hijos
mayores por no saber guardar silencio y hacer ruido con las puertas, o
cualquier otra cosa…
Quebrant@risas huyó rápido de allí, pues sabía que la cosa se pondría
fea. Empezarían a volar insultos y todo tipo de objetos, y desde ese
momento cualquier cosa provocaría una pelea. En unos días ya no quedaría
nada de los felices Sánchez.
Pero unas semanas después Quebrant@risas recibió un aviso urgente. No
solo no había rastro de los Sánchez en el registro de familias rotas,
sino que el diablo Mayor lo mandó llamar porque los Sánchez seguían
apareciendo entre las familias más felices.
- Tienes una semana. Si no te encargas de ellos… ¡estarás fuera del equipo de rompefamilias!
Los días siguientes Quebrant@risas usó todos sus trucos para intentar
destruir la alegría de los Sánchez. Pero por más jugarretas que les
hizo, por más discusiones que provocó, no consiguió acabar con aquella
familia. Y el diablo Mayor, que no pasaba ni una, lo expulsó del equipo
para siempre.
El diablillo quedó entonces solo, sin amigos, sin casa y sin trabajo.
Él, que siempre había sido el mejor, no había podido con una simple
familia del montón. Pero, después de superar su rabia, como no tenía
dónde ir, decidió investigar a los Sánchez para saber cómo lo habían
hecho. Igual estaban protegidos por alguna magia, amuleto o extraño
secreto...
Algo de eso debía ser, porque Quebrant@risas descubrió que, cada
noche, antes de acostarse, los Sánchez sacaban un pequeño cofre, miraban
su contenido, y después se daban un abrazo que les devolvía la sonrisa,
sin importar lo que hubiera pasado durante el día.
Mucho le costó al diablillo llegar hasta aquel cofre que con tanto
cuidado guardaban los Sánchez. La noche en que lo consiguió, a la luz de
una pequeña vela, miró en su interior emocionado. Pero no encontró
piedras mágicas, ni hechizos, ni amuletos. Sólo una antigua servilleta
de papel que los Sánchez habían escrito años atrás, justo después de su
primera discusión. En ella se podía leer:
“Perdonar será nuestra forma de amar”.
De esa manera descubrió el diablo Quebrant@risas que el perdón era lo
único que necesitaban los Sánchez para protegerse de las maldades del
equipo de rompefamilias. Y pensó que sería mucho más bonito ser parte de
los Sánchez, capaces de perdonarlo todo, que seguir en el equipo de
aquel diablo Mayor que no perdonaba ni una.
Así que, saltándose todas las normas, decidió mostrarse a los Sánchez
para confesarles quién era y pedirles perdón por todo lo que les había
hecho. Estos estuvieron encantados de perdonarle y darle cobijo, y se
quedó con ellos tanto tiempo que el diablillo terminó siendo uno más de
la familia. Y lo que más feliz le hacía de pertenecer a aquella familia
tan especial era saber que siempre le querrían y que, hiciera lo que
hiciera, nunca sería expulsado.
FELIZ FIN DE SEMANA
esta super bella elm cuento me mandaron ese video mi cole para un exame y me encanta leer y lo vi y me encanto te doy hasta 100000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000 y muchas mas like y estrellas
ResponderEliminarGRACIAS POR LEERNOS... BENDICIONES...
Eliminargracias marian me custaria cono certe
ResponderEliminarCON TODO GUSTO, DEJA TU CORREO Y ME COMUNICARE CONTIGO... DIOS CONTIGO LECTORA...
Eliminarpero una pregunta de que pais eres
EliminarPOR QUÉ PREGUNTAS¿?
Eliminarporque yo soy de peru y si ti¿u eres de otro pais no nos vamos a conocer almenos que una de las dos viaje al pais
ResponderEliminarJEJEJJEJEJE, NO SOLO SE CONOCE VIENDO, EN ESTE CASO, PUEDE SER LEYENDO NUESTROS ESCRITOS, POR ESO TE DIJE: MANDA A NUESTRO CORREO LA DIRECCIÓN ELECTRÓNICA TUYA Y TE CONTESTAREMOS...
EliminarNUESTRO CORREO ES: ma140258@gmail.com
PARA SERVIRTE, FELIZ DÍA...
bueno el mio es pachasmontes@gmail.com.pe
ResponderEliminarCON TODO GUSTO QUERIDA LECTORA... DIOS CONTIGO...
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