HEREJÍAS QUE LLEGAN
Es tan hondo el misterio de Cristo que
por siglos hubo dificultades para comprender las dos naturalezas, humana
y divina de Jesucristo, y así nacieron herejías, las cuales
disfrazadas, han llegado hasta nuestros días.
Fuentes: lasteologias | centrorey | wikipedia | corazones | aci | gnosiseterna | mercaba
1. EBIONISMO
Enseña que José es el padre natural de Jesús. El Credo de Nicea refuta esto con: “concebido del Espíritu Santo.”
Esta herejía procede, en el siglo primero, de la influencia de los
judaizantes, que deseaban interpretar el cristianismo según el judaísmo
sin tomar en cuenta correctamente la plenitud de la revelación en
Cristo.
Veían a Jesús como el Mesías pero rechazaban su preexistencia, esto es, que tuviera naturaleza divina y que su nacimiento hubiera sido virginal.
Insistían en la necesidad de seguir los ritos y leyes judías cumpliendo
preceptos como la circuncisión, el sábado o las prohibiciones
alimenticias.
Rechazaban las enseñanzas de San Pablo y lo consideraban un apóstata
por haber traicionado el hebraísmo al haber colocado las enseñanzas de
Cristo por encima de la ley mosaica.
2. ARRIANISMO
Enseña que Jesús no es totalmente Dios,
sino sólo la primera y la mejor criatura de Dios. Por el contrario, la
Iglesia Católica enseña que Cristo si plenamente Dios y plenamente
hombre.
El arrianismo tomó su nombre de Arrio (256-336) sacerdote de
Alejandría que propagó la idea de que no hay tres personas en Dios sino
una sola persona, el Padre. Jesucristo no era Dios, sino que fue creado por Dios de la nada como punto de apoyo para su Plan. Al sostener esta teoría, negaba la eternidad del Verbo, lo cual equivale a negar su divinidad.
El arrianismo fue condenado como herejía, inicialmente, en el Primer
Concilio de Nicea (325) y definitivamente declarado herético en el
Primer Concilio de Constantinopla (381).
3. DOCETISMO
Enseña que Jesús sólo parecía tener un
cuerpo físico real. Por el contrario, la Iglesia Católica enseña que
Cristo es verdadero Dios y verdadero hombre. Como dice Cristo, “Toca y mira, porque un espíritu no tiene carne y huesos.”
Es una doctrina aparecida a finales del primer siglo de la era cristiana, que afirmaba que Cristo no había sufrido la crucifixión, ya que su cuerpo sólo era aparente y no real.
Ésta creencia brota de una concepción negativa de la carne y de todo el mundo material propia del gnosticismo.
Según ellos, el proceso de redención del hombre consistía en una
progresiva purificación de todo lo que fuera materia con el fin de
hacerse espíritu puro. Así, el Verbo no se podía rebajar haciéndose
verdaderamente carne o materia.
El Islam conserva este punto de vista y sostiene que el cuerpo del
profeta Isa (el nombre con que conocen a Jesucristo) sólo fue
crucificado como una ilusión.
4. VALENTINIANISMO
Enseña que el Espíritu Santo deposita al
Niño Jesús en el vientre de maría y que María era la madre de alquiler,
no verdaderamente madre genética de Cristo. El apóstol Pablo refuta esto
cuando escribe: “Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer”.
Fue una de las más importantes sectas gnósticas del siglo II, constituida por discípulos del famoso Valentín.
Se trata de una doctrina sofisticada sobre las emanaciones que componían el mundo divino.
La tradición valentiniana hace una clara distinción entre el Jesús
humano y el Jesús divino. El Jesús humano nació verdadero hijo de María y
José. Cuando Él tenía treinta años, Él fue a ver a Juan el
Bautista para que lo bautice. Tan pronto como Él entro en el agua el
Divino Salvador, llamado “Espíritu del Pensamiento del Padre”,
descendió sobre El en la forma de una paloma. Este es el verdadero
“nacimiento virgen” y la resurrección de los muertos, porque el renació
del Espíritu virgen.
El Jesús divino experimentó todas las emociones de un ser humano
incluyendo el sufrimiento, el miedo y la confusión en el Jardín de
Getsemaní. Pero, solo el Jesús humano sufrió dolor físico y murió en la
Cruz. Cuando su cuerpo murió, su cuerpo espiritual no corpóreo se elevó
de Él.
5. APOLINARISMO
Enseña que Cristo no tenía un alma
humana. Ellos enseñaron que la naturaleza divina sustituye el alma de
Cristo. Esto es falso porque Cristo en los Evangelios dice: “Ahora mi alma está turbada.”
Con este presupuesto la naturaleza humana del Redentor quedaba
mutilada ya que, al negarle un alma humana, su figura quedaba reducida a
una especie de marioneta manipulada por Dios.
Las enseñanzas de Apolinar fueran oficialmente condenadas por el papa
Dámaso I en los concilios celebrados en Roma en 374 y 377, y
posteriormente en el Primer Concilio de Constantinopla celebrado en 381.
6. NESTORIANISMO
Enseña que Jesús es dos “personas” –
Jesús, el hijo humano de María y Jesús, el divino Hijo de Dios. Por el
contrario, la Iglesia Católica enseña que Cristo es una persona con dos
naturalezas: la naturaleza divina y la naturaleza humana.
Esta herejía del siglo V sostiene que el hijo de la Virgen María es
distinto del Hijo de Dios y que existen en Él dos sujetos o personas
distintas ligadas entre sí por una simple unidad accidental o moral. El
hombre Cristo no es Dios, sino portador de Dios.
Dios no se ha hecho hombre en sentido propio por la
encarnación sino que ha pasado a habitar en el hombre Jesucristo, de
manera parecida a como Dios habita en los justos.
Las propiedades humanas (nacimiento, pasión, muerte) tan sólo se
pueden predicar del hombre Cristo; las propiedades divinas (creación,
omnipotencia, eternidad) únicamente se pueden enunciar del Logos-Dios;
se niega, por lo tanto, la comunicación entre ambas naturalezas.
Por tanto no es posible dar a María el título de Madre de Dios porque ella no es más que “Madre del Hombre”.
7. MONOFISISMO
Enseña que Jesús es completamente Dios,
pero no plenamente hombre. La Iglesia Católica enseña que Cristo tiene
dos naturalezas: la naturaleza divina y la naturaleza humana.
Esta herejía desarrollada por el monje Eutiques se propagó entre los siglos V y VI.
El monofisismo sostiene que en Cristo existen las dos naturalezas, “sin separación” pero “confundidas”, de forma que la naturaleza humana se pierde absorbida en la divina.
Ha sido condenado en el Segundo Concilio de Constantinopla (553).
8. MONOTELISMO
Enseña que Jesús tiene dos naturalezas, la
humana y la divina, y una única voluntad. La Iglesia Católica enseña
que Cristo tiene dos voluntades: una voluntad divina y una voluntad
humana que pertenece a su alma humana.
Fue una doctrina religiosa del siglo VII que trataba de ser una
solución de compromiso entre el cristianismo trinitario y el
monofisismo.
El Monotelismo fue condenado definitivamente por el Tercer Concilio de Constantinopla (680), en el cual se afirmó “dos voluntades naturales o quereres y dos operaciones naturales, sin división, sin conmutación, sin separación, sin confusión”.
9. MARCIONISMO
Marción distingue como cosas diferentes al
Dios Creador del Antiguo Testamento,Yahvé, del Dios verdadero, Padre,
capaz de encarnar a un hijo hombre, Cristo conforme al Nuevo Testamento y
concluye que ambas religiones son paralelas y que tienen por única
conexión a la geografía.
El Catecismo enseña que “El Antiguo Testamento es una parte de la Sagrada Escritura de la que no se puede prescindir. Sus libros son libros divinamente inspirados y conservan un valor permanente porque la Antigua Alianza no ha sido revocada” – Cat 121.
Según Marción, el Dios del amor revelado por Jesucristo es muy
diferente del Dios de la ley revelado en el Antiguo Testamento. El
cristianismo, según él, no es el cumplimiento del judaísmo sino su
reemplazo.
El Mesías al que se refiere el Antiguo Testamento no es
Cristo y aún no se ha cumplido esa profecía y que cuando ocurra, si
llegara a ocurrir, el Mesías del Antiguo Testamento se llamará Emmanuel y no Jesús y estaría destinado de manera exclusiva al pueblo judío y sólo tendría prosélitos entre estos.
10. UNIVERSALISMO
Enseña que Cristo nació en Belén para
salvar a todos los seres humanos y todos los demonios. Orígenes
supuestamente enseñó esta doctrina. Pero el Credo de Nicea dice “por nosotros los hombres y por nuestra salvación, Él bajó del cielo. Cristo nació para redimir sólo los seres humanos.
Orígenes (185-250 d.C.), desarrolló la idea de que la salvación incluyó la reconciliación final de satanás y sus demonios junto con todos los hombres. El castigo del infierno, según Orígenes, era correctivo, no punitivo. A través del sufrimiento todos los hombres y demonios ejercerían su libre albedrío y se reconciliarían con Dios.
El universalismo de Orígenes fue condenado por la iglesia del este en
los Sínodos de Alejandría, Chipre y Roma en los primeros siglos, y en
el Quinto Concilio Ecuménico de Constantinopla en 553 d.C.
PAZ Y BIEN
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