viernes, 2 de enero de 2015

ORACIÓN PARA HOY 2/01/15

EL SILENCIO
Frente a las experiencias extremas de la vida, tendemos a responder en la misma forma – en silencio.
El silencio es un vacío devastador: cuando perdemos algo o alguien muy querido, y no podemos expresar nuestro dolor en palabras. El silencio también es una plenitud que se rebalsa: alegría o gratitud o asombro, cuando las palabras se quedan cortas para expresar lo que sentimos. El vacío y la plenitud son parientes cercanos…
En el centro del invierno boreal, o del verano austral, se encuentra el momento en que la plenitud de la eternidad – la vida de la Persona de Dios – se hace visible en forma humana. Dios encuentra su expresión en la gruta de un seno vacío. La plenitud necesita del vacío para manifestarse – y todo esto sucede en el silencio de la noche, mientras todo el mundo duerme…

Ejercicio de respiración

Este ejercicio exige concentrar toda tu atención en las sensaciones físicas de respirar hacia adentro (aspirar) y hacia afuera (espirar), sin deliberadamente cambiar el ritmo de tu respiración. Enfoca tu atención en sentir el aire frío que entra por tu nariz, y el aire tibio que sale al espirar. Al comienzo puede que mantengas la consciencia que estás respirando y eso cause que ella se torne irregular; pero esto no ocurre con frecuencia. Si así ocurre, y llegas a sentirte sin aliento, deja este ejercicio para otra oportunidad.

La mayoría de las personas encuentran que en este ejercicio su respiración cambia, el aliento se vuelve más profundo y lento, y comienzan a sentirse adormilados(as). Este es un muy buen ejercicio de relajación; si deseas usarlo para orar en forma explícita, entonces deja que el aspirar refleje todo lo que deseas en tu vida, aunque parezca imposible, y que el espirar represente la entrega a Dios de todo lo que posees, toda tu vida con tus preocupaciones, pecados, culpas y arrepentimientos.

Es importante hacer esto sin juzgarse, ya sea con aprobación o desaprobación. Mantén fija tu atención en tu deseo de entregar todas estas preocupaciones sobre tu persona, y no te aferres a ellas como si fueran un tesoro.

OFRECIMIENTO DE SÍ MISMO

Tomad, Señor, y recibid toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad; todo mi haber y mi poseer, Vos me lo disteis, a Vos Señor lo torno, disponed de ello a toda vuestra voluntad. Dadme vuestro amor y vuestra gracia que ésta me basta. 
Amén.
P. Ignacio de Loyola 


 Que nuestra Reina del cielo y la tierra os proteja

2 comentarios:

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CON AMOR, MARIAM...

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