LA DIFICIL TAREA DE CONFENSARSE...

La difícil tarea de Confesarse

 

22/12/09 Hoy nos comunica un fiel laico las dificultades que experimenta en ocasiones a la hora de acceder al sacramento de la Confesión en la diócesis de Madrid. También nos cuenta algunos sucedidos que convienen aclarar para conocimiento de sacerdotes y todos los fieles laicos. "En Madrid hay parroquias muy escrupulosas a la hora de cumplir sus horarios de confesiones, o al menos para tener siempre algún sacerdote confesando o dispuesto a confesar. En otras tantas, la confesión resulta muy complicada."

También nos cuenta que le impresiona que haya Misas de domingo sin sacerdotes confesando, ni siquiera antes o después de la Misa , o que en la mayoría de los funerales no haya sacerdotes confesando. En palabras del fiel que nos informa: "Es una pena que en las pocas ocasiones en las que muchos cristianos poco practicantes frecuentan la casa de Dios, no haya sacerdotes preparados para confesarse. La experiencia nos dice que con sacerdotes disponibles y con promoción desde el ambón, muchos terminan reconciliándose con Dios. Pero lo que no van a hacer es entrar a la sacristía a buscar a un sacerdote para que les confiese."

"Son muchas las ocasiones en las que entro a la sacristía a por un sacerdote para que me confiese, y mientras estoy en confesonario se empieza a formar cola, llegando en ocasiones a ponerse hasta otros tres fieles que también deciden confesarse. La mayoría de ellos jóvenes. En una de las últimas ocasiones, fui a confesar a una parroquia dentro del horario de confesiones. No había nadie, salvo una joven que se la veía muy arrepentida y que me dijo que esperaba para confesarse. Decidí entrar en la Eucaristía a por un sacerdote. Se les había "pasado" salir a confesar. Después de insistir un poco convencí a un sacerdote para que saliera. La joven pudo confesarse y salió feliz y con lágrimas en los ojos. Después de confesarme había otro chaval que esperaba para confesarse, y no sé si habría aún más gente. ¿Qué hubiera pasado si no hubiera ido a buscar al sacerdote?"

"En otra ocasión entré en la sacristía después de una Misa para solicitar confesión. El sacerdote, sin ningún tipo de interés dijo que no podía confesar. Ni siquiera se molestó en preguntar si era urgente o en buscar a otro sacerdote. Esto obviamente es una falta grave por su parte. ¿Qué hubiera pasado si me hubiera muerto antes de poder confesarme?, aunque obviamente hay que confiar en la Misericordia Divina..."

Recordamos por ello los deberes de las parroquias y sacerdotes, así como los derechos de los fieles:

- Las Parroquias deben hacer públicos los horarios (CIC 986.1). En un lugar visible del templo y, si es posible, colgarlos en internet: en la web propia, en la web de la diócesis y en portales como Misas.org. Además, se deben cumplir los horarios: también en verano (porque en verano también se peca). Si se redujera el número de sacerdotes que atienden una Parroquia o templo, se deberían establecer unos servicios mínimos y hacerlos también públicos.

- Deben atender a todos aquellos que pidan la confesión de forma "razonable" (CEC 1464; CIC 986.1).

- "Si urge la necesidad todo confesor está obligado a oír las confesiones de los fieles; y, en peligro de muerte, cualquier sacerdote" (CIC 986.2)

- "El confesor no es dueño, sino el servidor del perdón de Dios" (CEC 1466).

- "Los sacerdotes deben alentar a los fieles a acceder al sacramento de la penitencia" (CEC 1464).

- "La fórmula de absolución en uso en la Iglesia latina expresa el elemento esencial de este sacramento" (CEC 1449). Debe cuidarse por tanto, la forma de decirla, no omitiendo ninguna parte, ni decirlo deprisa y corriendo.

Envia Gustavo Otero