miércoles, 17 de septiembre de 2014

LA IMPORTANCIA DE LA TRADICIÓN

Una vez, cuando caminaba por la calle me vino al encuentro un hombre que quiso inducirme a la herejía. Él poseía la Escritura (Miqra), pero no la Tradición (Mishnah). 

Me dijo: - La Escritura se nos ha dado sobre el monte Sinaí; la Tradición, en cambio no se nos ha dado sobre el monte Sinaí. Le dije: - Hijo mío, sea la Escritura, sea la Tradición, ambas han sido proclamadas por la boca del Poderoso. En efecto, ¿qué diferencia hay entre Escritura y Tradición? 

Han contado una parábola: a ¿qué se puede comparar? A un rey de carne y hueso que tenía dos siervos. A los dos los llamaba al amor perfecto. A cada uno de los dos le dio la misma medida de trigo y un manojo de hilos de lino. 

El más inteligente, ¿qué hizo?  Tomó el lino y tejió un mantel. Luego tomo el trigo y los transformó en flor de harina: la molió, la coló, hizo una masa y la horneó. Luego puso el pan sobre la mesa sobre la cual había tendido el mantel. El más tonto, en cambio no hizo nada.  

Después de unos días en rey volvió a su casa y les dijo: - Hijos míos, tráiganme lo que les he dado. El primero le mostró el pan de flor de harina sobre la mesa cubierta del mantel.  El otro trajo el trigo y el fajo de hilos de lino. 

¡Cuánta vergüenza y confusión! ¿Qué dirás? ¿Cuál de los dos será amado mas? – Aquel que ha preparado la mesa con el mantel y el pan de flor de harina.
 
Entonces le dije: - Hijo mío, si te sorprendo con el conocimiento de la Tradición de los Sabios, ¿acaso tus palabras nos se manifestarán como falsas? 

Me respondió: - Sí.
 
Le pregunté: - Hijo mío, cuando el sábado bajas delante el arca (desempeñas el oficio de lector), ¿cuántas bendiciones dices? 

Me respondió: - Siete. 

Le pregunté: - ¿Y los demás días? 

Me respondió: - La oración (de las 18 bendiciones) toda entera. - ¿Cuántos son los lectores de la Torá el día sábado? 

Me respondió: - Siete. - ¿Y cuántos son en el oficio de la minchah  de lunes a jueves? 

Me respondió: - Tres para todas y tres a la vez.

Le pregunté: - ¿Sobre las siete especies de alimento ( cfr. Dt 8, 8 signos de la tierra prometida, por eso requiere una bendición adicional), ¿cuántas bendiciones dices? 

Me respondió: - Dos bendiciones, una antes y otra después. - ¿Y sobre las otras especies? – Una bendición. - ¿Y después de la comida? – Tres, y con Ha tov ve-ha-metiv (bendición después de la comida [birkat hammazon] se divide en cuatro partes: sobre el alimento, sobre la tierra, sobre Jerusalén y sobre la bondad de Dios) son cuatro. 

Le dije: - Hijo mío, ¿acaso todas estas cosas nos vienen del monte Sinaí? ¿No provienen, más bien, de la Tradición de los Sabios? Es que cuando el Santo, bendito sea, dio la Torá a Israel, no se la dio sino como trigo para sacar la harina y como lino para tejer un mantel 

Flijiahu Zuta II


No hay comentarios:

Publicar un comentario

GRACIAS POR TU COMENTARIO, PRONTO ESTAREMOS COMUNICANDONOS CONTIGO...

CON AMOR, MARIAM...

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...